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Los que se joden son los pobres

BOMBA DE TIEMPO en el conurbano bonaerense

La mortalidad por gripe A es siete veces mayor a la de Chile

Si bien la tasa de mortalidad del virus A (H1N1) en el país es similar a la que cada año presenta la gripe estacional, llama la atención que hoy sea siete veces superior a la que registra Chile, país con más del tripe de personas contagiadas. Los especialistas consultados por PERFIL para explicar esta diferencia ponen el acento en los indicadores socio-sanitarios del Conurbano bonaerense. Insisten en que también hay que incluir a los pobres a la hora de pensar en población de riesgo.

Por Florencia Ballarino*

El escenario más temido por las autoridades sanitarias se hizo realidad: la gripe A (H1N1) llegó a los sectores más humildes del Conurbano bonaerense y en menos de una semana dejó seis muertos. Si bien hubo un caso en la Ciudad de Buenos Aires, la mayoría de los menores fallecidos pertenecían a familias de clase trabajadora de Ituzaingó, Gregorio de Laferrere y Haedo. ¿Es casualidad?

Los especialistas consultados por PERFIL coinciden en que la circulación del nuevo virus entre los más vulnerables podría provocar un fuerte aumento de enfermos graves. El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Claudio Zin, explicó: “Los casos fatales registrados no obedecen a que el virus A (H1N1) se haya vuelto más agresivo, lo que sucede es que está empezando a comprometer a un grupo de población más suceptible a las enfermedades”.

Por eso, las nuevas medidas de prevención apuntan desde el martes a los grupos de riesgo, entre los que se encuentran los menores de 2 años, los mayores de 65 y aquellos que padecen afecciones crónicas respiratorias o son inmunodeprimidos, entre otras patologías. Sin embargo, el sanitarista Aldo Neri advirtió que las condiciones de vida también tienen que ver con la vulnerabilidad de la población. “La pobreza, la desnutrición, el hacinamiento y la falta de acceso al agua potable son un caldo de cultivo no sólo para la gripe A sino también para cualquier tipo de enfermedad infecto-contagiosa”, sostuvo el ex ministro de Salud de la Nación.

De acuerdo con un relevamiento realizado por SEL Consultores en mayo, en el área metropolitana (Capital Federal y Gran Buenos Aires) hay 4 millones de personas que viven en la pobreza. De ellas, 1,2 millón son indigentes, es decir que no tienen ingresos para los alimentos más básicos. Los índices son mucho más elevados en el Conurbano (36,8% y 11,8%) que en la Capital (13,9% y 3,1%) y tienden a agravarse cuanto más lejos estén de la General Paz.

 

Diferencias. Argentina ocupa el cuarto lugar entre los países que registran más casos fatales por el nuevo virus desde que se declaró la pandemia. Mientras en Chile se confirmaron 4.315 casos y cuatro muertes, en la Argentina, con 1.010 casos confirmados, las personas fallecidas ya suman siete.

¿Por qué esa diferencia? “Tiene que ver con lo mismo que pasa en México con relación a EE.UU., que tiene muchos más afectados pero menos muertos. Lo que pasó es que acá como en México el virus llegó a los más vulnerables. Ya no es más una enfermedad de la clase media que viaja a Disney y estamos superando la tasa de mortalidad del 0,5% que tiene el virus a nivel mundial”, manifestó Edgardo Trivisonno, ex subsecretario de Salud porteño. “Va a haber más muertos porque se habla de controlar a los grupos de riesgos, pero el tema es que los grupos de riesgo no son sólo los diabéticos, los bebés prematuros o los que tienen enfermedades respiratorias, los vulnerables también son los pobres y en la Argentina creció la pobreza. Acá está en riesgo el 50% de la población”, alertó, indignado.

Para el médico sanitarista y sociólogo José Carlos Escudero, el país trasandino tiene la mitad de mortalidad infantil que la Argentina a pesar de la desigualdad social (ver infografía). “Chile tiene un sistema estatal de atención primaria y medicina preventiva muy bueno que podría explicar por qué los casos de gripe se detectan rápido y reciben tratamiento precoz”, puntualizó. Aunque por ahora la tasa de mortalidad por el nuevo virus en el país es del 0,6%, una cifra similar a la de la gripe estacional, la enfermedad puso al descubierto las falencias del sistema de salud argentino, con guardias de hospitales públicos y privados desbordadas.

“Esta es la punta del iceberg de un sistema sanitario ineficiente. Hay que discutir una reforma urgente de salud y, sobre todo, hacer atención primaria”, concluyó Trivisonno.

 

*Informe Gabriela Manuli.

 

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