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Remedios estatales para el pueblo

NOTA: Y sí, si ocurre finalmente habrá quien "agradezca". Y será un paso muy importante. Con los previos y con los (necesario) posteriores, será un comienzo de algo que esperamos (y no solo esperamos y no solo esperaremos, claro) sea mucho más que lo que dice el título de la nota central: no se trata, ni por mucho, solo del "costo" de los medicamentos. Se trata de soberanía (en un país que está importando no solo BCG de la India -siendo que un laboratorio público producen BCG que es referencia internacional de calidad- sino agua destilada de la India, y otras de Sanofi-Pasteur que ni dice de donde viene, tal vez de Francia como el agua Perrier; y que no usa el desarrollo de vacuna Pertussis pero la importa, esta seguro de Francia, lo que ha abierto la puerta para brotes de coqueluche, incluso con muertes; y aun se financia la producción privada de una vacuna incierta, como la de H1 N1), y se trata de desarrollar de acuerdo a cuestiones que la epidemiología comunitaria determine. Como dice Gianni Tognoni, la calidad de los medicamentos está lejos de referirse solo -ni principalmente!- de las "Buenas Prácticas de Manufactura". Se trata de qué medicamentos, para qué, para quienes, para cuando y recién allí viene el tema del costo.  Y considerando también no producir los inservibles ni los peligrosos (que hablando de vacunas, varias de ellas -inservibles y/o peligrosas- han sido incluidas en el calendario obligatorio.

Esperamos estar dando este importante paso en la cuesta hasta lograr un sistema más justo.

Un saludo

Gonzalo

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EL PAIS › EL PROYECTO QUE PROMUEVE LA PRODUCCION ESTATAL DE FARMACOS TIENE DESPACHO FAVORABLE Y ESTA A PUNTO DE CONVERTIRSE EN LEY

Remedio público al costo de los medicamentos

La Comisión de Salud del Senado aprobó un dictamen a favor del proyecto que promueve la fabricación en laboratorios farmacéuticos estatales. La iniciativa, con media sanción de Diputados, en una semana podría convertirse en ley.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-168717-2011-05-24.html

 Por Pedro Lipcovich

La Comisión de Salud de la Cámara de Senadores dio despacho favorable al proyecto de producción pública de medicamentos que, hace dos meses, Diputados aprobó por unanimidad: el 1º de junio, el dictamen llegaría al recinto, con altas chances de convertirse en ley. El texto establece que los medicamentos son “bienes sociales” y que su producción en laboratorios públicos es “de interés nacional”. La ley –según quienes la impulsan– podría permitir que los medicamentos que la Nación distribuye a través del Plan Remediar sean provistos a menor costo por la producción pública y propiciaría la investigación y la producción de principios activos –casi inexistente en la Argentina– mediante la participación de las universidades públicas. Los medicamentos y vacunas de estos laboratorios también funcionarían como reguladores de los precios del mercado. De hecho, existe ya una Red Nacional de Laboratorios Públicos, que apoya la sanción de esta ley.

“Hemos decidido, por unanimidad, dar dictamen favorable al proyecto aprobado en Diputados, que podrá tratarse en el recinto el 1º de junio”, anunció a este diario el senador José Cano, titular de la Comisión de Salud de la Cámara alta. “Cuando uno habla de políticas de Estado, nacidas de acuerdos amplios y que se extiendan en el tiempo, se refiere a leyes como ésta”, comentó el legislador.

El 16 de marzo pasado, la Cámara de Diputados aprobó, por unanimidad, el proyecto de ley de “investigación y producción pública de medicamentos, materias primas, vacunas y productos médicos”, que a su vez unificó los proyectos presentados por los diputados Eduardo Macaluse y Mario Martiarena. El texto declara que los medicamentos son “bienes sociales” y que su producción pública es “de interés nacional”.

La proyectada ley requiere poner la producción pública en condiciones de “promover la provisión de medicamentos, vacunas y productos médicos que demande el primer nivel de atención, en el marco de la estrategia de atención primaria de la salud”; esto concierne a los fármacos que el Ministerio de Salud provee a todo el país mediante el plan Remediar, con un costo superior a los 200 millones de dólares. El proyecto requiere que el Ministerio de Salud de la Nación promueva mecanismos para que el Estado nacional y las provincias otorguen “preferencias” a los productos de los laboratorios públicos.

Para entender la nueva ley conviene tener presente que ya existe una red de laboratorios públicos –pertenecientes al Estado nacional, a los provinciales y municipales y a las universidades–, algunos de los cuales tienen una clara presencia en el mercado e incluso exportan. Sobre esta base, el proyecto requiere “promover compras centralizadas de insumos” o “establecer un procedimiento que permita una eficaz distribución” entre las jurisdicciones.

La norma también pide “promover la investigación y producción de ‘medicamentos huérfanos’”, es decir, los que, por ser poco rentables, no interesan a las empresas farmacéuticas, y “promover la articulación con instituciones académicas y organizaciones de usuarios”.

Claudio Capuano es coordinador de la Cátedra de Salud y Derechos Humanos de la UBA y uno de los referentes de la Red Nacional de Laboratorios Públicos, que impulsa la sanción de la ley: “De las 39 unidades públicas de producción de medicamentos, 11 están en condiciones de producir un tercio más del total de lo que necesita el programa Remediar, y a un costo mucho más bajo –comentó–. También bajaría el costo de la distribución, ya que la Red cubre el país, mientras que el 95 por ciento de los laboratorios privados está en la provincia de Buenos Aires”.

Según Capuano, “la sanción de una ley permitirá dar al programa de producción pública de medicamentos una continuidad que no puede garantizar un decreto o una resolución ministerial: así sucedió con la resolución 286/08, que dictó Graciela Ocaña cuando era ministra de Salud de la Nación; ella la sostuvo, pero el actual ministro, Juan Manzur, restó impulso a la producción pública de medicamentos”.

Martín Isturiz, coordinador del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología –integrado por investigadores independientes–, advirtió que la normativa propuesta “es una ley amplia, una ley marco: sus alcances dependerán de su reglamentación, que a su vez depende de la voluntad política del Ministerio de Salud de la Nación”.

Isturiz señaló que “la ley abre el camino para hacer investigación en la Argentina: llegar a elaborar principios activos de medicamentos, que hoy prácticamente no se hacen, sino que se importan. El Estado tiene posibilidad de encarar esta producción, ya que sus laboratorios pueden fácilmente vincularse con las universidades y los organismos de ciencia y técnica”.

Antes de la media sanción en Diputados, las entidades empresarias Cilfa y Caeme –que respectivamente agrupan a los laboratorios de capitales nacionales y extranjeros– se habían pronunciado en contra del proyecto de ley. “Temen que les saquen el negocio –comentó Isturiz–. Pero los medicamentos de producción pública no van a salir a las farmacias o a proveer a las prepagas. Incluso, los laboratorios nacionales podrían aprovechar las investigaciones que se lleven a cabo en la red pública. Sólo dos o tres de los 150 laboratorios de capital nacional hacen investigación: el resto se limita a importar los productos a granel y fraccionarlos. Podrían hacer convenios con el sector público y llegar a exportar medicamentos elaborados gracias a la investigación nacional; claro que en estos convenios las utilidades deberán ser distribuidas en función de la inversión realizada por cada sector, el privado y el público.”

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EL PAIS

Productos de la necesidad

 Por Pedro Lipcovich

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/168717-53761-2011-05-24.html

“En 2002, en plena crisis, un grupo de pacientes hemofílicos golpeó las puertas de las universidades –recordó Claudio Capuano, de la Red Nacional de Laboratorios Públicos—: estaban desesperados porque se había cortado la importación y en la Argentina no se producía el Factor 8, imprescindible para ellos; uno de los pacientes llegó a encadenarse al Ministerio de Salud, eso generó toda una movilización y el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad de Córdoba empezó a elaborar ese producto: hoy, no sólo la Argentina se autoabastece de Factor 8, a precios mucho más bajos que los del producto importado, sino que el Laboratorio de Hemoderivados lo exporta al Mercosur.”

“Una multinacional farmacéutica, productora de una droga contra la hidatidosis, había presentado un presupuesto de 2.200.000 pesos por cien mil comprimidos –recordó Martín Isturiz, del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología—. El presupuesto fue finalmente rechazado y hoy la droga es producida por el Prosome, laboratorio público de Río Negro que, por la misma cantidad de comprimidos, cobra cien mil pesos: 44 veces menos que el laboratorio privado. Ese precio le resulta rentable, y utiliza parte de la ganancia para invertir en nuevas instalaciones.”

“Para los laboratorios públicos suele ser difícil o imposible conseguir créditos oficiales; es más fácil que el Estado los otorgue a empresas privadas –comentó Isturiz—. El Instituto Biológico de La Plata es un laboratorio público que había sido prácticamente devastado: a mediados del año pasado, la presidenta de la Nación dispuso un crédito de 3.200.000 pesos, que en este campo no es mucho dinero, pero fue suficiente para ponerlo en condiciones operativas.”

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EL PAIS › EL RELATO DE CUATRO EXPERIENCIAS

Laboratorios en marcha

 Por Pedro Lipcovich

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/168717-53762-2011-05-24.html

“Somos una de las pocas plantas que, en América latina, produce los estratégicos medicamentos derivados de la sangre humana; la totalidad de las ganancias se reinvierte”, relata a Página/12 un representante del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad de Córdoba. “Nuestros productos les ahorran a los rionegrinos 13 millones de pesos anuales en salud y estamos encarando la producción de antibióticos para la Patagonia”, cuenta el director del laboratorio público de la provincia de Río Negro. “Formamos profesionales de primer nivel, que la industria privada se apresura a contratar”, agrega la titular de la Unidad Productora de Medicamentos de la Universidad de La Plata. “Cubrimos gratuitamente todas las necesidades santafesinas en atención primaria, y nuestros acuerdos de especialización con el laboratorio público rosarino se sostienen, más allá de los distintos gobiernos, como política de Estado”, describe el titular del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de la provincia de Santa Fe. Así, representantes de varios de los principales laboratorios públicos actualizaron su experiencia, en diálogo con este diario.

Pascual Fidelio –director de comercialización del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad de Córdoba– subrayó que “la nuestra es la única planta en la Argentina que produce Factor 8 para hemofílicos. Además somos el único productor en América latina de antitrombina 3, que se utiliza en grandes cirugías y trasplantes para evitar que se formen trombos, coágulos. Fabricamos la gammaglobulina inyectable para fortalecer el sistema inmunitario, la antitetánica y antiRh, que se usa en los nacimientos con incompatibilidad de grupo sanguíneo entre madre e hijo”.

Fidelio subrayó que “los derivados de la sangre son considerados medicamentos estratégicos; en oportunidad de la primera guerra del Golfo, Estados Unidos decidió restringir la venta de plasma al extranjero. En América latina sólo hay tres plantas estatales como la nuestra; las otras están en Cuba y Venezuela. Nos autogestionamos: nuestros productos tienen un pequeño margen que se reinvierte totalmente en el laboratorio, que es sin fines de lucro”.

Ricardo Saad es director del Prozome, laboratorio público provincial de Río Negro, creado en 1993 por disposición unánime de la Legislatura local. “Nuestros fármacos cubren entre el 85 y el 90 por ciento de las patologías básicas del primer nivel de la atención en salud, lo cual ahorra a los rionegrinos entre 11 y 13 millones de pesos anuales. Elaboramos de 13 a 15 millones de unidades al año, pero tenemos capacidad para llegar a los 25 millones. Estamos encarando la producción de antibióticos, con la idea de cubrir también las necesidades de las vecinas provincias patagónicas”.

Cecilia Milazzo es directora técnica de la Unidad Productora de Medicamentos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata: “Nuestro laboratorio apunta a la investigación y la formación de profesionales”. En cuanto a la salida laboral de los graduados, los laboratorios privados “me los sacan de las manos”. En investigación, entre otros proyectos, “trabajamos en la búsqueda de formas pediátricas para productos que, en sus presentaciones comerciales, no las tienen”.

Guillermo Cleti integra el directorio del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de la provincia de Santa Fe. “Cubrimos gratuitamente las necesidades de la provincia en medicamentos para atención primaria. Nuestra producción se dirige a usuarios que no van a pagar por nuestros productos, los que se atienden en hospitales provinciales o municipales. Para ello recibimos un presupuesto del gobierno provincial, votado anualmente por el Congreso santafesino. En caso de ventas a otras provincias o a la Nación, los ingresos quedan en el laboratorio y se destinan a inversión. Tenemos acuerdos de intercambio con el LEM (Laboratorio de Especialidades Medicinales, de Rosario) que se sostienen como política de Estado a través de distintas administraciones: así, en la provincia, avanzamos en la regionalización que se procura implementar a nivel nacional, ya que cada laboratorio va especializándose en determinados fármacos.

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