Blogia
criticamedicina

Desenmascarar los mitos discursivos de la Medicina hegemónica

Desenmascarar los mitos discursivos Médicos

" El texto crea su contexto"

El discurso médico crea el contexto por fuera de los pacientes y luego se los aplica.

Supone cuerpos vacíos, despojados de significados particulares e históricos, de cultura y lazos sociales, los llena de piezas y variables biológicas sin significado personal ni propias del individuo.

Habla y actúa sobre cuerpos designificados: reconstruidos por un texto matemático y con imágenes que suplantan las emociones, afectos, fantasías y deseos del ser.

Transforma a los sujetos en pasivas máquinas biológicas cuyos engranajes son derechos de la Medicina.

Hay un uso y abuso de ellos, convencidos de la verdad del discurso colonizador y hegemónico imperante.

Seres como zombies llenos de piezas biológicas, rompecabezas físico- químicos, en poder del saber neutro y aséptico médico y de la industria de la salud.

La medicina, socia del capitalismo, huye de lo que nos constituye humanos, necesita seguir alienada y hablar de pedazos, de partes del individuo.

La queja- reclamo de amor y reconocimiento- es interpretada como pedido de cura y corrección de las anomalías y desvíos orgánicos y así, los médicos, somos sólo técnicos.

Estamos atrapados por el texto victorioso, soberbio y señorial, cazador de nuestras mentes y libertades operativas.

Empobrecedor de mejores y difíciles posibilidades.

Un recurso que nos aleja de los seres y nos convierten en piezas de su mismo texto.

Los niveles de colesterol adquieren valor con los significados de pérdida, miedo, rechazo, dolor que aquejan al ser.

La fracción de eyección dispone el destino unida a la desesperación, al abandono social, al rechazo de los otros.

Todo lo que nos da valor como humanos y significa serlo, condiciona nuestra biología. Esas piezas son rechazadas y desconocidas por esta Medicina Imperial.

Uno es más que la suma de las partes orgánicas.

Hasta ahí llega el discurso médico: miserable y mediocre, ciego, sordo y mudo de las necesidades del Otro.

La inflamación es la explicación que cubre el vacío de esta Medicina.

Los afectos, deseos y representaciones son su condición de posibilidad y de experiencia.

¿ Qué hay detrás de la estadística usada como validación de la ciencia?

Usar construcciones matemáticas experimentales, supuestas maneras de encauzar el caos y separarlo de lo real es parte de la metáfora sustitutiva de la clínica.

En otras palabras, de creer que lo real se demuestra desde las matemáticas y su territorio de las probabilidades.

El positivismo adapta el experimento a la realidad y transforma a esta en aquél.

Lo único que existe es lo que podemos mostrar, repetir y comprobar.

Lo otro, esencial, no.

La ciencia es lo probado y repetido.

Lo que sirve para construir objetos, cosas y proyectos ideales y materiales.

Lo especulativo no tiene peso.

Las ideas sin hechos, son etéreas, livianas.

Nuestra práctica con ratones, moscas u otros bichos son utilizadas en seres humanos tratando de cambiarlos.

El experimento debe reproducirse en la clínica.

Así, la industria utiliza a los humanos( pobres e ignorantes) como bichos de experimentación.

Y en gran escala a poblaciones enteras seleccionadas con la organización del poderoso dinero y transformadas en condiciones de laboratorio epidemiológico.

Mayor número, aparente mejor evidencia.

El nexo explicativo de lo real es la estadística que parece separar la paja del trigo, lo real de lo casual.

Lo nuevo de lo mismo.

Grandes proyectos en humanos financiados por ricos empresarios privados y estatales nos convencen de los atributos y bondades de sus remedios e intervenciones.

Adquieren el famoso patrón oro o gold standard de la Medicina.

Y los médicos precarizamos nuestra situación laboral y cultural debiendo obedecer la Medicina basada en esas Evidencias, traducidas por supuestos expertos en lógica, matemáticas y estadística clínica.

Debemos leer los manuales de los Evidentes, sus guías deben ser de uso cotidiano y material que nos judicializa y acota en nuestra práctica.

Si el paciente encaja en tal grupo definido con exactitud, debe recibir tal droga o someterse a tal porcedimiento diagnóstico y terapéutico. Nuestra ejercicio cotidiano está militarizado por esta Bendita y sagrada Medicina de la Evidencia.

Lo otro es poesía, magia y brujería.

Y puede ser condenado al castigo.

Los juicios por mala praxis son nuestro persecutor diario y real.

Los médicos debemos estudiar y repetir las guías aprobadas por supuestos sabios neutros( financiados por la industria y las instituciones asociadas).

Debemos convertirnos en técnicos de los cuerpos, de sus pedazos, expertos en partes de ese cruel e indescifrable enigma humano.

Vivamos a la MBE, nuestra sagrada escritura.

¡ Oremos su verdad!

 

Ficción y realidad: paradoja de la complejidad

O el problema de la expresión en la Medicina

 

La condición humana, nuestra universal particularidad, es ficción y realidad: simultánea, cotidiana, permanentemente.

Somos historia desde y hacia la subjetivo, nuestra interioridad e identidad, que nos hace sujetos y desde y hacia lo social económico y político que nos permite ser cultura e individuos en comunidad de relaciones humanas: corporales y linguísticas.

Nuestra humanidad es cultura/ historia y alma/ espíritu/ psique que nos significa y que la Medicina interpreta y manipula.

El discurso ( texto) médico crea su contexto, confundiendo y mezclándose en él.

El experimento, que utiliza de base y validez científica, lo superpone, traslada y supone en la clínica( relación paciente médico).

Por ejemplo, partir de cadáveres para pensar, conocer, construir teorías de lo orgánico, limita y simplifica la Medicina.

Saltar de insectos o roedores a humanos, los supone así.

El material narrativo médico está escrito con una lógica simple, no dialéctica y mucho menos, compleja.

Son eslabones que intenta llevarnos a conclusiones con cierto prestigio y brillo, avaladas por el saber comunitario o colectivo colegiado de ese momento histórico, tomado como referencia y punto de partida y llegada.

Tratar a los seres que se quejan como a los roedores de los experimentos, poniendo y sacando elementos farmacéuticos y modificando la biología es un reduccionismo del positivismo que da seriedad y valor al conocimiento.

Usar partes para reemplazar al todo impide ampliar y acrecentar el poder del saber, aparta el conocimiento de lo real y lo hace ficcionar, parecer real.

Los cuerpos que se quejan de ellos mismo expresan su realidad y la crean. El dolor humano es el lenguaje propio y compartido de cada identidad.

La Medicina pretende que cada dolor sea parecido al otro, los amontona para manipularlos y convencerse de su eficacia terapéutica o poder de cambio.

Propone que los pacientes son un conjunto parecido, agrupados por ciertas variables que simulan identidades, donde puede actuar con intervenciones modificadoras de ciertos parámetros en juego y convencer con una lógica basada en la estadística( la interpretación del azar o caos) de su potencia correctora o superadora y validarse como ciencia dura o pura (de humanidades).

El dolor de uno es simplificado en uno colectivo y así manejado con procedimientos farmacológicos o tecnológicos para normalizarlo y reafirmar su poderío.

  • ¡ Si duele esto, tome tal remedio!
  • ¡ Está comprobado su eficacia del tanto por ciento para evitarlo o disminuirlo!

El remedio es el representante tecnológico de la Medicina industrial y de su discurso AMO/ sabio que completa al doliente o padeciente y lo medicaliza, atrapa en él.

La estadística, lógica del azar, fundamenta el acto médico y lo justifica.

Manda y ordena. Las guías militarizan el texto médico: hay que obedecerles , de lo contrario, estamos judicializados al castigo de algún demandante.

El saber cada vez está más acotado a la sabiduría que crean y creen los del Norte( Mundo industrial o rico).

Sólo existe lo demostrable, reproducible y manipulable. Lo Otro, es decir, la cultura/ historia y el interior humano subjetividad, NO.

Excluye, niega y rechaza todo lo que no puede ni quiere ni sabe y que carece de valor de cambio.

La Salud es una mercancía, el bienestar de los cuerpos, para la industria de la Medicina que guía y dirige el texto médico.

Se habla, estudia, mira y promueve lo que ella dispone y fomenta con su poderío económico e influencias.

" La industria decide qué Medicina tenemos"

Cuerpos adictos( sin texto), tóxicos, angustiados y solitarios recurren a consumir remedios que les dan sentido y suponen cubrir su vacío existencial( esencial).

Médicos, técnicos obedientes y exitosos, movilizados por el mercado de la Salud y su lógica de negocios, colaboran a adaptar esos cuerpos a estas sociedades que los enferman y dominan, que molestan.
La perfección del discurso, el manejo desde los medios de comunicación y entretenimiento( en poder de la industria), moviliza el intercambio de valores, ideas, recursos y procedimientos.

El contexto ( el entretejido, enlace y unión de las cosas) está prefigurado por el discurso( ideas y procederes) que persuade, enseña el camino manipulado de esta Medicina hegemónica: bella, sin fisuras y globalizadora de conciencias.

Los cuerpos son ficciones que inscriben la realidad, son el material

Textual que habla y expresa lo que los rodea y configura, los llena de signos y símbolos.

No hay cuerpo que no esté ficcionado, narrado con un orden, hilado por una historia, encadenado al discurso ( del Amo/ sabio).

 

Medicina & Praxis

caminos críticos en Medicina 

0 comentarios