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Poesía

Poesia que me hace bien

Mucho más grave
Mario Benedetti

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada mas.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.

No.
La cosa es muchísimo mas grave.
Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estas rescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
Muchísimo más grave,
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.

Por que gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas.

Poesía para desufrir esta vida y tanta inhumanidad

Desvaríos
Ángeles Mastretta

Entre nosotros crece la ropa en las mañanas
se atraviesan mil veces los oficios
nos mueven los deberes
el futuro
las cosas.

Por si no fuera mucho alguien propone la medida
para que no te vayas
—dicen—
es necesario el regateo.
Pero tus manos son mi tiempo
y no quiero jugar a detener la boca y los abrazos.
Te irás más tarde
—dicen—
si encuentro la mesura
pero deseo tu cuerpo y este día
este preciso cielo
la película de hoy
la cama próxima
tu sudor y tu piel ahora en la tarde.

No voy a retener mis frases ni mi aliento
no me quiero tragar ni un poco de silencio
ni uno solo de los consentimientos.

¿Por qué la luz a medias?
¿Para que no te vayas cuando te irás?
Nunca se mete el sol antes de tiempo
y se pone lo mismo en días nublados.
Yo quiero tu cobija hasta que quieras
te doy mientras
mis ansias, mis costumbres,
mis ruidos, mi placer, mi desmesura,
así no sentiré cuando te marches.

Poesia

No me acompañan dioses
para marcar el paso
        ni decálogos firmes
        que atestigüen los sueños.
Descreo de inventores
de reglas sin fisuras.
Sólo capta mi oreja
sonidos de la vida
completando al destino.
Simplemente me aferro
al temblor           la zozobra
de quien pone en la mesa
miserias al desnudo
su voz
        para servirla
a la mano que presta
su lugar en lo dicho.
Descreo
hasta del sol
        rector atemporal
        sobre su podio en llamas.
© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-

Storni ( agencia el vigia. com.ar)

SÁBADO
Alfonsina Storni

Me levanté temprano y anduve descalza
Por los corredores: bajé a los jardines
Y besé las plantas
Absorbí los vahos limpios de la tierra,
Tirada en la grama;
Me bañé en la fuente que verdes achiras
Circundan. Más tarde, mojados de agua
Peiné mis cabellos. Perfumé las manos
Con zumo oloroso de diamelas. Garzas
Quisquillosas, finas,
De mi falda hurtaron doradas migajas.
Luego puse traje de clarín más leve
Que la misma gasa.
De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo
Mi sillón de paja.
Fijos en la verja mis ojos quedaron,
Fijos en la verja.
El reloj me dijo: diez de la mañana.
Adentro un sonido de loza y cristales:
Comedor en sombra; manos que aprestaban
Manteles.
Afuera, sol como no he visto
Sobre el mármol blanco de la escalinata.
Fijos en la verja siguieron mis ojos,
Fijos. Te esperaba.

Oliverio Girondo ( de el vigia de Foresi)

VISITA
Oliverio Girondo

No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
díganle:
"se ha mudado".

espacio poesia

Hemos subido un nuevo poema a Espacio de Poesía, es nuestro regalo de año nuevo y un anticipo de nuestro próximo correo en el que anunciaremos un trabajo de síntesis entre el psicoanálisis y nuestros viajes a la selva. Para ello estamos creando y ajustando un equipo interdisciplinario.

EN LAS GRIETAS DEL CEMENTO

Enrique E. Rodríguez Tosto
Fundación Reunión
http://www.fundacionreunion.org.ar
http://fundacionreunion.blogspot.com
http://espaciodepoesia.blogspot.com
http://parahablardeamor.blogspot.com

Pido castigo

PIDO CASTIGO (o "Los Enemigos") Pablo Neruda

(Leído en Plaza de Mayo como cierre de la manifestación realizada el 6 de Octubre de 2006 por la aparición con vida de Jorge Julio López)

Ellos aquí trajeron los fusiles repletos
de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.

Entonces, en el sitio
Donde cayeron asesinados,
Bajaron las banderas a empaparse de sangre
Para alzarse de nuevo frente a los asesinos.
Por estos muertos, nuestros muertos
Pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria,
Pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
Pido castigo,
Para el traidor que ascendió sobre el crimen
Pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía,
Pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
Pido castigo.

No quiero que me den la mano
Empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.

No los quiero de embajadores,
Tampoco en su casa tranquilos,
Los quiero ver juzgados,
En esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.

Solía y Pretender Wajner

Solía

Solía no valorar lo posible

Ansiar lo ideal

Espera el aún.

Menospreciar lo hecho

Necesitado de más.

Desperdiciar lo cotidiano

Por creerlo escaso.

Permanecía insatisfecho.

La vida fluía cual río

Y nunca el mismo.

Era un extraño del ahora,

Un ajeno del aquí.

Un imaginado proyecto

Un fantasma de mí mismo.

© Alejandro Wajner

2005

Pretender

Existir siendo proyectos:

Presenciar la virtud

Tocar lo imposible

Oler lo imaginable

Gustar lo fantástico

Oír nuevos sonidos

Ver mejores mundos.

Esenciar la vida.

© Alejandro Wajner

2005