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Los negocios del posible intendente y dueño de Boca Juniors: El patrón Macri

DIME CON QUIEN ANDAS
LOS OSCUROS MANEJOS DE MAURICIO MACRI

Por Christian <mailto:info@periodicotribuna.com.ar> Sanz

Aquellos que conocen a Mauricio Macri aseguran que no hay nada a su
alrededor que no pase por su conocimiento o consentimiento.
Todas las áreas que tienen que ver con sus negocios, son de su potestad
personal y su dominio directo o indirecto.

Es importante destacarlo, ya que Macri maneja más de 30 empresas que
componen su holding familiar.

Por, caso, tiene negocios con el gobierno porteño por un valor anual que
supera largamente los 100 millones de pesos.

Ese es uno de los motivos por el cual Mauricio aspira a terminar de
controlar los negocios de la Ciudad de Buenos Aires a través de Sociedad
Macri (Socma), de la cual es vicepresidente.

Recordemos que muchos de los más interesantes contratos porteños ya
están en manos de Macri.

Veamos:
A través de Intron –en la actualidad 60 por ciento de Siemens y 40 por
ciento de Socma–, el holding accedió, durante la intendencia de Carlos
Grosso, al negocio de la administración de los recursos del Gobierno de la
Ciudad.

Lo hace a través de UTE-Rentas.

La empresa emite, entre otras cosas, las facturas de ABL (Alumbrado, Barrido
y Limpieza) y del impuesto automotor.

El contrato es de 10 millones de pesos anuales.

Dentro de Socma, Intron forma parte de una especie de subholding que
también integran SEPSA y Sistemas Catastrales.
SEPSA (Servicios Electrónicos de Pago Sociedad Anónima), más conocida como
Pago Fácil, fue contratada por el Banco Ciudad para el cobro de impuestos.

Su facturación promedia los 4 millones de pesos anuales, ya que el Banco
Ciudad le paga a la empresa de Macri un peso por boleta.

En este marco, se entiende el inacabable interés de Macri por controlar
el "territorio" de Jorge Telerman.

Pago difícil

El 28 de junio de 1996, la empresa de seguridad Investigaciones
Weckesser firmó un contrato con SEPSA (Pago Fácil) por servicios de
transporte de caudales y -valga la redundancia- de seguridad, el cual se
renovó el día 6 de agosto de 1999.

Durante el transcurso de esos contratos se comenzaron a agregar nuevos
servicios, como ser la vigilancia de los treinta centros de servicio de Pago
Fácil de la Capital Federal y las provincias de Buenos Aires, Córdoba y
Mendoza.

Los contratos eran de treinta y seis meses de duración cada uno, con
posibilidad de rescindir el vínculo con notificación de 90 días como mínimo.

Una vez cumplidos ambos períodos, Pago Fácil comunicó a Investigaciones
Weckesser que, habida cuenta la excelente relación entre las partes, el
contrato seguía con las mismas condiciones y renovado "de hecho" por tiempo
indeterminado.

Al mismo tiempo, la empresa de Macri admitió que Investigaciones Weckesser
había demostrado "gran confianza" en el trato contractual.

¿A qué se debió semejante afirmación?
A la manera de manejarse por parte de la empresa de seguridad frente a dos
robos sufridos en el manejo de dinero de Pago Fácil.

Veamos:
En 1997, Horacio Héctor Goncalves, suboficial retirado de la Armada y
empleado de Investigaciones Weckesser, se apoderó del dinero que
transportaba en el camión de caudales y escapó corriendo por la calle.
Llevaba con él la friolera de U$S 350.000.
Terminó en la cárcel de Olmos.

Años más tarde, el 10 de abril de 2000, en Ramos Mejías, Carlos Oscar
Coniccelli, suboficial retirado de la Prefectura Naval;
Héctor Edgardo Castaño, suboficial retirado de la Armada; y
Claudio Bartolomé, cabo retirado de la Policía Federal -los tres, empleados
de la mencionada empresa de seguridad- se apoderaron del dinero que
transportaban: U$S 321.585.

Con el tiempo, todos terminaron condenados a tres años de prisión por su
probada participación en el golpe (1), pero el dinero jamás apareció.

En ambos casos, Investigaciones Weckesser se hizo cargo de la deuda con
Pago Fácil, lo cual provocó el comienzo de una serie de problemas económicos
y financieros en la referida empresa de seguridad.

Custodio de un problema

En medio del agujero financiero producido por ambos atracos, el 8 de
mayo de 2003, Investigaciones Weckesser iba a ser parte de un nuevo
problema, el cual la llevaría a su hundimiento total y el consecuente
"cierre" de sus actividades.

Los protagonistas serían dos:
un custodio llamado Héctor Rogelio Suárez, suboficial retirado de la Policía
Federal; y
el gerente general de Pago Fácil, Ignacio Videla.

Es dable destacar que Suárez -vigilador de Investigaciones Weckesser-
estaba afectado a la protección permanente de Videla, un dato que ayudará a
entender por qué pasó lo que pasó.

Todo comienza cuando el referido custodio mantiene un fuerte
"intercambio" de palabras con el vigilador civil Julio César Reinoso en el
interior de la casa central de Pago Fácil, ubicada en la calle Esmeralda Nª
31 de la Ciudad de Buenos Aires.

A las 17.15 horas de ese día, Suárez atacó a golpes a Reinoso, amenazándolo
de muerte y escupiéndole la cara, todo ante testigos y el impávido sistema
de cámaras de televisión del lugar.

¿Qué había pasado?
Suárez le recriminaba a Reinoso que este lo hubiera "mandado al frente"
respecto al contínuo acoso que el primero efectuaba sobre la telefonista del
edificio de marras (2).

Días antes, el gerente de Seguridad de Macri, Luis Boric, había llamado
la atención a Suárez, advirtiéndole que cesara de "acosar o molestar a la
telefonista como acostumbra hacerlo".

A causa de esto, el custodio no dudó en hacer su descargo personal:
“El gerente de seguridad...
me solicita que no entretenga a la telefonista
(...)
Estoy fuera del alcance de la cámara
(...)
la única persona que me ve es Reinoso
(...)
¿Cómo se entera el señor Boric..?"

La picardía de Suárez -quien nunca niega lo sucedido- puede observarse
claramente cuando asegura que está "fuera del alcance de la cámara".
Frente a lo sucedido, Luis Weckesser -titular de la firma de seguridad
homónima- intentó suspender a ambos empleados (Suárez y Reinoso), luego de
denunciar lo sucedido ante la Fiscalía Nacional en lo Correccional Nª 3,
Lavalle 1171.

La sanción nunca pudo hacerse efectiva, ya que Weckesser fue "inmovilizado"
por el gerente Videla, quien le exigió telefónicamente que no sancionara a
su custodio.

"Con el vigilador haga lo que quiera, pero a Suárez no lo toque porque es un
hombre de mi total confianza", dijo el directivo de Pago Fácil.

Weckesser quiso discutir la cuestión, pero los gritos de Videla se lo
impidieron:
“Si usted lo echa a Suárez de allí, yo invento lo que sea y los echo a
ustedes de mi empresa.

No se olvide que aquí va a tallar el poder de los Macri”.
Luego de pronunciar la profética frase, cortó.

El titular de la empresa de seguridad llamó nuevamente a Videla para
pedirle que reflexionara respecto a lo sucedido.

Le aconsejó que meditara respecto a las personas que rodean la familia Macri
-a la sazón dueña de Pago Fácil-, y le recordó que, al dejarse cercar por
algunos "malos policías", los Macri terminaron en su momento siendo víctimas
de un secuestro a través de la "Banda de los comisarios".

Pero el gerente de Pago Fácil volvió a cortar sin escuchar razones.

Weckesser quedó totalmente sorprendido, con el gusto amargo que genera
la impunidad cuando es respaldada por la autoridad de una empresa tan
importante.

Llegando al final

Pocos meses después del incidente, sin aviso previo, comenzaron a llegar
en avalancha -y en forma sorpresiva- los telegramas de renuncia de todos los
empleados de Investigaciones Weckesser asignados a Pago Fácil.

Fue parte de una operación digitada por Videla, de la cual Mauricio
Macri estuvo al tanto.

¿Cómo se hizo? se arregló con la empresa Search para ir transfiriendo todo
el personal "arrebatado" a Investigaciones Weckesser, presionando a los
empleados con argumentos de "ahogo económico" (3).

En un primer momento, Search no quiso aceptar el ofrecimiento, por no
contar con el dinero necesario para cubrir el costo del equipamiento de los
vigiladores referidos, el cual debía pagarse a Weckesser por pertenecer a
esa empresa.

Pero Videla ofreció facilitar -en nombre de Pago Fácil- los $ 200.000 más
IVA necesarios para empezar a trabajar.

El préstamo se rubricó finalmente entre ambas empresas (4).

Lo insólito de todo lo sucedido, es que a los responsables de
Investigaciones Weckesser jamás se los notificó sobre la ruptura del
contrato.

No hubo telegrama, carta documento ni notificación alguna.
Todo se hizo despectivamente y sin siquiera una mínima explicación.
Siempre bajo el amparo del mismísimo Mauricio Macri.

En este marco, es dable decir que, si bien Suárez es custodio personal
de Videla, siempre fue "manejado" por Mauricio Macri para patotear a
aquellos que lo incomodan.

De la misma manera, puede verse al custodio involucrado en la vida íntima
del Grupo Macri.

Ya sea llevando y trayendo "mensajes", ya sea disfrutando de un partido de
futbol junto a sus "jefes", etc.

Así se maneja el macrismo, con personajes nefastos.
Luego se queja de su destino, signado por las malas compañías.
Como decía mi abuela: "Dime con quién andas y te diré quién eres".

Christian Sanz

(1) Los delincuentes fueron buscados y hallados por los directivos de
Investigaciones Weckesser.

(2) Poco después del incidente, Héctor Suárez volvió a amenazar a Reinoso.
Juró que iba a "bajarlo" (matarlo).

(3) Excepto Suárez, ningún otro vigilador de Pago Fácil devolvió su uniforme
y equipamiento proveídos en comodato por Investigaciones Weckesser.

(4) Aunque los equipos de cabinas blindadas, CCTV y blindajes de todos los
locales de Págo Fácil estaban valuados por el gerente de Seguridad de Macri,
Luis Boric, en $ 500.000, sólo fueron abonados $ 200.000 por Search, mucho
menos de la mitad.

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