Los ñoquis y los negocios
NUEVA EXCUSA PARA LA CONTINUIDAD DEL AJUSTE DEL FONDO Y EL B.M.:
GRAVE SITUACIÓN DEL EMPLEO PÚBLICO
Los ñoquis son otro legado del pseudoprogresismo, que se suma a las leyes flexibilizadoras impulsadas y sancionadas por Ibarra
Casi todos los políticos aceptaron y aceptan algunas formas espurias de financiamiento político, aunque cada partido tiene un estilo propio de recaudación de fondos para abastecer su corona.
Por ejemplo, el ibarrismo utilizó profusamente militantes que nunca trabajaron y se hicieron pasar por trabajadores en las planillas estatales, aceptando prestar su nombre para obtener "salarios" o mejor dicho, fondos para el partido, quizás recibiendo un magro porcentaje por los servicios de cobro prestados. El macrismo, por su parte, parece que va a utilizar métodos distintos -más concentrados y sofisticados- quizás sin descartar el viejo y remanido sistema.
Es que los ñoquis son sobre todo una suerte de fondos reservados, una forma espuria de financiar la política partidaria utilizada por el pseudoprogresismo y que hoy, lamentablemente, sirve de excusa para despedir trabajadores.
Es el caso de Casa Puerto, más conocida como la casa de tratamiento del Paco. ¿Que le hubiera costado a Macri convocar a concursos de profesionales en una fecha anterior a la no renovación de esos contratos? ¿como es posible que el macrismo haya aceptado el vaciamiento de la única clínica de tratamiento de las adicciones de la ciudad, que tanto pidieron sus legisladores?
Efectivamente, la medida presagia otro ajuste salvaje, como el practicado en los 90, tal como dicen los adversarios de Macri.
Existe un acuerdo tácito entre la mayoría de las fuerzas políticas, en cuanto a la necesidad promover contratos basura, así como de ocultar el financiamiento de la política. Por ejemplo, todavía no se sancionó ni se enjuició a los directores, secretarios y responsables de haber pagado, tolerado y sostenido ñoquis o contratos basura desde el propio estado, hecho que de por si tampoco es muy auspicioso.
Que quede claro. Los principales responsables de encubrir el gasto político no son trabajadores. Los responsables están o estuvieron en la cima de la pirámide política. Son quienes reciben la mayor parte de ese dinero, usando a un gil que presta su nombre para la maniobra. A los verdaderos responsables todavía no se los denunció ni cuestionó publicamente. Y si no hay denuncia, hay complicidad.
El término ñoqui -en la jerga macrista- parecería reemplazar al antiguo vago, con el cual se responsabilizó a los trabajadores por no producir la cantidad de capital preestablecida por los ingenieros tayloristas, que en el neoliberalismo nunca faltaron, ni faltan.
Simultaneamente la proposición "ñoqui" encubre la intención de continuar el ajuste del Fondo y el Banco Mundial, dejando desocupados a un sinnúmero de trabajadores, que se realiza en coincidencia con otros municipios y provincias, mientras que a la vez se vacían los fondos espurios de los adversarios políticos, todo ello, sin abordar ni discutir el tema.
Estamos ante cambios que presagian nuevos estilos y mecanismos para financiar la política, seguramente mediante empresas manejadas por otros empresarios (que también serán prestanombres) quizás contratadas desde las nuevas agencias. Así lo está haciendo Kirchner con las petroleras, constructoras y el casino flotante. En los temas centrales, entre el macrismo y el kirchnerismo hay más acuerdos que divergencias, pero ese será tema de otro escrito.
Antes de bajar los contratos es necesario un anális serio, que debe realizarse minuciosamente antes de tomarse decisiones tan trascendentes que hacen a la salud mental de los trabajadores y de los ciudadanos.
NO es posible que se utilizen mecanismos masivos de despidos, ni tampoco que se alegue el criterio de "utilidad" en abstracto, como parámetro para forzar despidos arbitrarios.
El macrismo aún se está a tiempo de modificar el rumbo. En caso contrario, si no se hiciera, entiendo que en mucho menos de los dos años, el Gobierno macrista estará en serios problemas de gobernabilidad y no sólo por los embates del kirchnerismo.
Octavio Galván.
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Drásticas medidas en varios municipios
Parece que los políticos descubrieron que hay ñoquis: los intendentes
bonaerenses comenzaron a echarlos
Hubo despidos en las municipalidades de La Plata, San Vicente,
Esteban Echeverría y Lanús, lo que generó disturbios y protestas. En
La Plata fueron dados de baja 1.450 contratos; en Esteban Echeverría,
200.
Los nuevos intendentes bonaerenses parecen haber descubierto a los
ñoquis, y emulando a Mauricio Macri, decidieron tomar drásticas
medidas para reducir el personal y ya hubo despidos en cuatro
municipios.
En La Plata, fueron dados de baja 1.450 contratos. La mayoría de los
despedidos había sido designado por el antecesor del nuevo intendente
Pablo Bruera, Julio Alak, que estuvo 16 años en el poder. "Esta
municipalidad era un festival de ñoquis, dijo Bruera, según informa
hoy el diario La Nación.
En el distrito de San Vicente, el intendente Antonio Di Sabatino
despidió a 30 empleados, cuyas designaciones formaban parte de las
371 que había hecho su antecesora durante sus últimos diez días de
gobierno.
En Esteban Echeverría, el intendente kirchnerista Fernando Gray
resolvió dar de baja 200 contratos, a los que calificó como " cargos
políticos", que representaban para el municipio 5 millones de pesos
anuales, según explicó. "Encontré gente que no venía a trabajar desde
1998", dijo Gray.
En el municipio de Lanús, del que se hizo cargo Darío Díaz Peréz, del
FPV, hay una planta permanente de 5000 personas, pero otras 4000 que
reciben un plan de asistencia social estaban afectadas a la comuna.
Allí gobernó Manuel Quindimil entre 1973 y 1976, y desde 1983 hasta
2007.
Antes de irse, Quindimil resolvió por decreto pasar a 80 funcionarios
políticos a la planta permanente con la máxima categoría. Díaz Pérez
dio de baja a los 80 funcionarios en la planta permanente y resolvió
la quita de las tareas de las personas que cobran el plan social.
Además, observa la situación de 200 personas que no fueron a trabajar
desde el inicio de su gestión.
Los despidos ya han generado situaciones críticas en varios
municipios. En La Plata, un grupo de cesanteados provocó, el viernes,
graves disturbios. Inconvenientes del mismo tipo se registraron en
San Vicente, donde un grupo intentó tomar la municipalidad, y en
Esteban Echeverría, Lanús, Quilmes y Escobar. No hubo problemas en
los municipios del norte del conurbano donde no hubo recambio de
autoridades.
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