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Subsidios a los privados en desmedro de lo publico:Mauricio Macri y pandilla

    Los subsidios a la educación privada en la Ciudad de Buenos Aires

    Por Santiago Duarte (maestro de la Escuela Nº6 DE 8)

         “Qué cagada / que cagada /  
    con nuestro presupuesto /se subsidian las privadas”
     
    Cántico de las marchas docentes  
    en la CABA durante las movilizaciones del 2008

       La idea del presente texto es contribuir al debate que se desarrolla entre los docentes sobre la situación de la escuela pública en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente se intenta instalar desde el gobierno la idea de que el problema es la falta de recursos tanto para salarios como para becas, infraestructura, comedores, viandas, etc. Quienes trabajamos en la Ciudad sabemos que esto no es cierto: habitamos en la Ciudad más rica del país. El problema es que el presupuesto educativo es bajo y que gran cantidad de recursos (unos 577 millones de pesos en el año 2008) se destinan a subsidiar la educación privada. Nosotros creemos que la cuestión presupuestaria debería ser un punto central de los debates de la nueva Ley de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, ya que influye directamente, entre otras cuestiones, en el carácter público de la educación.

       Partimos de la idea de que el deterioro actual de la educación en la Ciudad es el resultado de un vaciamiento realizado por los gobiernos de turno durante años. Hoy en día, el actual gobierno de Macri avanza aún más en las políticas de destrucción de nuestra escuela pública [1].

       Dos de los problemas centrales del presupuesto educativo tienen que ver con quiénes deciden en qué se gasta el mismo y, como resultado de lo anterior, en qué se decide gastarlo. Al no haber participación de los trabajadores en la discusión sobre en qué se debería usar el dinero suceden hechos como el que pasó en Septiembre de este año en la Legislatura: frente a los $ 1523 millones recaudados de más, que la Legislatura aprobó como ampliación del Presupuesto 2008, 426 millones fueron a las empresas privadas de basura. Particularmente, los docentes nos sorprendimos frente a un doble discurso del gobierno: mientras por un lado los docentes escuchábamos que no había dinero [2] para afrontar nuestros reclamos por los salarios, por las becas, por la falta de jardines y escuelas (en especial en la zona sur) [3], por la comida de los comedores, etc., los docentes escuchamos azorados cómo Macri le entregaba 100 millones de pesos extra a las escuelas privadas. Pero, ¿por qué el Estado les entrega dinero a las empresas privadas de educación?

  •  
    1. Brevísima historia de los subsidios

       Los subsidios a las escuelas privadas [4] comienzan a entregarse durante la primera presidencia de Perón. El objetivo declarado es que los alumnos puedan estudiar aún en zonas donde no haya colegios estatales o ayudar con el financiamiento de escuelas a la que asistan alumnos carenciados [5].

       En 1955, la dictadura militar promueve la creación de Universidades privadas. Tres años después, el presidente Frondizi aprueba la equiparación de los títulos privados y públicos (debate “Laica o Libre”).

       En 1964, a través del Decreto 15/64 se reglamentaron las proporciones de subvención estatal para el pago de los salarios docentes de privada, desde el 40% al 100% del valor de los salarios de la planta docente.

       A partir de la década del ´90, con Susana Decibe como Ministra de Educación y Daniel Filmus como asesor, los técnicos educativos reformulan el concepto de educación pública, que pasa a ser el sistema en su totalidad. En el nuevo discurso se menciona a todas las escuelas como iguales, sólo que algunas son de gestión estatal y otras de gestión privada. Bajo esta máscara se busca encubrir que se trata de dos conceptos opuestos: lo público es lo de todos, mientras que lo privado pertenece sólo a algunos [6] Nosotros rescatamos el concepto de escuelas públicas como escuelas gratuitas de financiamiento estatal a las que puede acceder cualquier habitante, sin distinción de ninguna índole [7]. La diferencia con la escuela privada es que justamente ella crea distinciones para que algunos no puedan acceder ya sea por motivos religiosos, ideológicos, de origen social,  económicos (a través del cobro de cuotas que no todos pueden pagar) o por problemas de conducta (seleccionando o expulsando a los alumnos problemáticos). El carácter público se manifiesta también por la forma de acceso a la docencia, ya que en los establecimientos públicos los docentes son elegidos por listados o concursos, sin discriminaciones. En cambio, los docentes de las privadas son elegidos o descartados por el empleador de acuerdo al perfil que la escuela quiera tener [8].

       En 1991, el Poder Ejecutivo Nacional (primera presidencia de Menem) aprueba el Decreto Nº2542/ 91, en cuyos considerandos establece “que corresponde asegurar a todos los habitantes la igualdad de oportunidades para acceder a la educación mediante un sistema de financiamiento de la educación pública de gestión privada, que prevea la aplicación equitativa, racional y eficiente de los recursos de Estado.”  Acá nos detenemos sólo para preguntarnos: los subsidios a las escuelas privadas, ¿generan igualdad de oportunidades? ¿Generan que todos los habitantes podamos acceder a la educación? ¿Promueven igualdad o desigualdad?

       En este decreto se reafirma la voluntad del Estado para sostener el sistema privado de educación. Se establecen 3 categorías de subvención (80%, 60% y 40%) para escuelas con aranceles, y la posibilidad de percibir un 100 % sólo si  no se cobra arancel (Artículo 5). Además, se establecen los criterios que deben cumplir las escuelas para poder recibir los subsidios (por ejemplo, cantidad de secciones o cursos y cantidad de alumnos).

       Teniendo en cuenta que la mayoría de las escuelas subsidiadas son religiosas, otro argumento esgrimido para ser beneficiario de los subsidios se relaciona con el hecho de poder elegir si uno quiere o no que sus hijos aprendan religión, por lo que el Estado subsidia a una gran cantidad de colegios y escuelas confesionales. Esta elección de recibir o no enseñanza religiosa, que claramente pertenece al ámbito de lo privado, termina imponiéndose como una obligación del Estado que de acuerdo con este argumento debe velar por la elección religiosa de cada familia. El Estado no debería usar sus recursos en sostener empresas de educación bajo este argumento; por el contrario, la escuela debe enseñar contenidos verificables, discutibles, contrastables [9].

       En 2003, luego de la sanción de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, se establece que en la Ciudad se pueden realizar aportes al funcionamiento de establecimientos privados de enseñanza y se dicta la resolución 163 con la cual se reglamenta el decreto Nº2542 (decreto del año 1991, mencionado antes).

   En el año 2006, con la nueva Ley de Educación se continúa con la designación de “escuelas de gestión estatal o privadas”. Esta continuidad no es menor: se trata de continuar con los lineamientos impuestos a través de la Ley Federal de Educación para la educación privada. La ley no modifica en nada la relación con los subsidios a los establecimientos privados. Dice en su artículo 65: “La asignación de aportes financieros por parte del Estado destinados a los salarios docentes de los establecimientos de gestión privada reconocidos y autorizados por las autoridades jurisdiccionales competentes, estará basada en criterios objetivos de justicia social, teniendo en cuenta la función social que cumple en su zona de influencia, el tipo de establecimiento, el proyecto educativo o propuesta experimental y el arancel que se establezca”.

       La fragmentación de la educación es, entonces, una política llevada a cabo por el mismo Estado desde hace años, ya que no sólo permite la existencia de colegios privados sino que además, en muchísimos casos, los financia a través de subvenciones [10].

   En la actualidad, de acuerdo a la reglamentación vigente, el gobierno de la Ciudad cubre el valor de los sueldos (o parte de ellos) del personal de los establecimientos que reciben subvenciones. Las mismas van del 40 al 100 % y le significarán al final del 2.008, 577 millones de pesos.

       Este breve pero necesario historial de los subsidios nos es útil para entrar de lleno en el debate que queremos plantear: el Estado, ¿debe financiar a la educación privada?

  •  
    1. El resultado de los subsidios

    El panorama actual muestra una creciente matrícula de las escuelas privadas en detrimento de las públicas. Para no excedernos en datos [11] diremos que:

 
  •  
    • Más de la mitad de los establecimientos educativos de la Ciudad pertenecen al sector privado, aunque poco menos de la mitad de las secciones y de los estudiantes se concentran en ellas. La matrícula privada supera a la estatal en los niveles inicial y superior (en este nivel la duplica).
 
  •  
    • En el Nivel Inicial el sector privado participa con el 70 %  de las unidades educativas y el 56 %  de los alumnos. Considerando el período más reciente, se observa que el año 2003 marca un cambio en la relación entre los sectores: como consecuencia de la caída en el sector estatal y del aumento en el privado, hoy la matrícula de nivel inicial privada supera en un 29 % a la equivalente estatal.
 
  •  
    • En el Nivel Primario, en educación común (es decir, sin contar especial ni adultos) la participación de los sectores estatal y privado es similar, aunque el estatal predomina levemente tanto en establecimientos (51,2 por ciento) como en alumnos (55,7 por ciento). La distribución de la matrícula es pareja a lo largo del ciclo: hay unos 37 mil alumnos por grado. Dentro del sector privado, la matrícula es más alta en los tres primeros grados (unos 18 mil alumnos por grado) que en los cuatro siguientes (unos 16 mil alumnos por grado), lo que refleja el crecimiento de los últimos años.
 

   Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Las escuelas públicas son aquellas a las que todos pueden acceder sin ninguna restricción y en las que sus docentes son elegidos por criterios objetivos, evitando así selección por origen social o posturas ideológicas. Cada vez está más lejos la posibilidad de una escuela pública como un espacio de todos, y cada vez está más cerca la de ser la escuela de los sectores más marginados. Se pierde la idea de la escuela como espacio en donde se comparten las diferencias sociales. En definitiva se pierde aquella idea de la escuela como un espacio democratizador, como un espacio de todos, profundizándose la desigualdad.

   Las políticas llevadas a cabo por el Estado, aumentando los subsidios y favoreciendo a las escuelas privadas, son las responsables de esta situación. Pensemos que el 40% de los recursos de las escuelas privadas provienen  del Estado y que éstas tienen entre un 16 a un 18% más de recursos que las escuelas públicas.

   A pesar de las declaraciones de los sucesivos gobiernos y de las promesas electorales de defender la escuela pública, la situación actual en la que hay tantos alumnos en escuelas públicas como privadas, es el fruto de las políticas llevadas a cabo a partir de los años ‘90. Vemos con preocupación que esta tendencia no se está modificando sino por el contrario acrecentando, provocando más desigualdad y profundizando la fragmentación social.

   Es por todo lo expuesto que proponemos como medida paliativa la supresión de subsidios del Estado a la educación privada, y en el caso de que haya escuelas que no puedan continuar existiendo por falta de fondos, que pasen a pertenecer a la esfera del Estado, con el mismo personal docente y no docente y la misma situación de revista.

   Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Pensemos que con 577 millones de pesos más por año (que es lo que se ganaría sólo eliminando los subsidios), podríamos dar soluciones a varios de los problemas que venimos denunciando: los problemas edilicios, la falta de becas para los estudiantes, la falta de jardines y escuelas en la zona sur de la Ciudad, la incorporación de gabinetes psicopedagógicos en las escuelas, etc.

   Los problemas educativos, entonces no se deben a la falta de recursos sino a la decisión política de usarlo para sostener la escuela pública y no para aumentar la desigualdad. 
 
 
 

  •  
    1. Veamos los números
 

   Se presentan a continuación, a modo de ejemplo, la lista de los subsidios entregados a escuelas privadas en el Distrito Escolar 8 durante abril, mayo, junio y julio. Durante estos cuatro meses, por ejemplo, el Instituto Argentino Excelsior recibió, más allá de los ingresos por las cuotas que pagan las familias de los alumnos, $ 1.144.594,6 con los cuales el Gobierno de la Ciudad pagó la totalidad de los sueldos (subvención del 100 %).  Los datos fueron extraídos de la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires:

    http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/gestion_privada/aportes_abriljulio.pdf (en ese listado hay dos erroesr: se presentan como del Distrito Escolar 8 dos escuelas que no pertenecen al mismo: la Alberto Schweitzer pertenece al DE 6, y la Escuela de la Paz es del DE 7. Es por ese motivo geográfico que no se incluyen en el listado).

   Recordemos que el monto total de los subsidios a las escuelas privadas en la Ciudad aumentó en 100 millones de pesos a mediados del 2008 por lo que en los meses siguientes recibirán más dinero.

    A-0004 Instituto Argentino Excelsior.

    Avda. Rivadavia 6028.

    Subvención: 100 %

    Jardín: $ 46.560,11

    Primaria: $ 209.078,49

    Media: $ 888.956,01

    Total = $ 1.144.594,6

    A-0011 Colegio Calasanz.

    Avda. Directorio 29.

    Subvención: 80 %

    Jardín: $ 70.541,62

    Primaria: $ 258.961,31

    Media: $ 426.125,66

    Total = $ 755.628,59

    A-0012 Instituto Cardoso.

    Hipólito Yrigoyen 4034.

    Subvención: 70 %

    Media: $ 151.208,5

    Total = $ 151.208,55

    A-0029 Inst. del Prof. Sagrado Corazón.

    Avda. La Plata 82.

    Subvención: 100 %

    Superior: $ 633.670,85

    Total = $ 633.670,85

    A-0040 Inst. Gral. Justo José de Urquiza.

    Víctor Martínez 81.

    Subvención: 80 %

    Media: $ 268.571,68

    Total = $ 268.571,68

    A-0059 Colegio Marianista.

    Avda. Rivadavia 5652.

    Subvención: 50 %

    Jardín: $ 111.561,46

    Primaria: $ 303.104,74

    Media: $ 254.542,84

    Total = $ 669.209,04

    A-0076 Instituto Santa María.

    Senillosa 568.

    Subvención: 80 % en Jardín y Primaria y 70 % en Media.

    Jardín: $ 114.488,65

    Primaria: $ 190.773,5

    Media: $ 233.549,14

    Total = $ 538.811,29

    A-0111 Inst. Sagrado Corazón.

    Hipólito Yrigoyen 4350

    Subvención: 80 %

    Jardín: $ 224.533,79

    Primaria: $ 397.276,05

    Media: $ 460.574,61

    Total = $ 1.082.384,45

    A-0194 Inst. María Auxiliadora.

    Avda. Juan de Garay 4353.

    Subvención: 100 %

    Jardín: $ 44.748,46

    Primaria: $ 124.537,12

    Total = $ 169.285,58

    A-0226 Inst. San Antonio.

    México 4050.

    Subvención: 100 %

    Jardín: $ 54.915,16

    Primaria: $ 228.253,44

    Total = $ 283.168,6

    A-0267 Esc. Hogar Dr. Miguel V. Loureyro.

    Cnel. Ramón L. Falcón 1551.

    Subvención: 100 %

    Primaria: $ 243.819,36

    Total = $ 243.819,36

    A-0270 Inst. Antonio Provolo

    Avda. Juan Bautista Alberdi 1679.

    Subvención: 100 %

    Especial: $ 757.049,86

    Total = $ 757.049,86

    A-0468 Inst. Monseñor Sabelli.

    Víctor Martínez 62.

    Subvención: 100 %

    Jardín: $ 82.762,46

    Primaria: $ 254.325,57

    Total = $ 337.088,03

    A-0641 Colegio Canadá.

    Avda. Pedro Goyena 1345

    Subvención: 40 %

    Jardín: $ 28.806,57

    Primaria: $ 82.121,54

    Media: $ 116.189,45

    Total = $ 227.117,56

    A-0939 Instituto Saint Exupery.

    José Bonifacio 1075.

    Subvención: 40 %

    Jardín: $ 36.375,88

    Primaria: $ 39.423,38

    Media: $ 55.758,95

    Total = $ 131.558,21

    A-1058 Esc. Miguel Hernández.

    Víctor Martínez 1739.

    Subvención: 80 %

    Jardín: $ 24.794,98

    Primaria: $ 75.854,75

    Total = $ 100.649,73

 
    A-1107 Educativo Modelo.

    Avda. Juan Bautista Alberdi 1577.

    Subvención: 40 %

    Primaria: $ 22.619,16

    Total = $ 22.619,16

 
 

Notas:

    [1] Para el 2008, se habían presupuestado 279 millones de pesos para obras en las escuelas. Pero hasta el 30 de junio, sólo se había utilizado el 6 % de esa cifra, unos 17 millones de pesos. Esto no es nuevo en las sucesivas gestiones del gobierno de la Ciudad, ya que en el 2007 sólo en cuatro escuelas del nivel primario se ejecutó lo planificado en el presupuesto. Más grave fue lo que ocurrió en el año 2006: de 37 escuelas presupuestadas se ejecutó el cero por ciento. (La plata que no se usa, Miradas al Sur, 19/10/2008)

    [2] El argumento de la falta de dinero es completa y absolutamente falso: el PBI de la Ciudad de Buenos Aires es similar al de países como Bélgica.

    [3]  Por ejemplo, en la zona sur hay 6.000 chicos en lista de espera para entrar al jardín de infantes. En Lugano hay 14 escuelas para 10.200 alumnos. (Datos extraídos de Miradas al Sur, página 26 del día 19/10/2008).

    [4]  El problema de los subsidios a las escuelas privadas es un problema nacional. Si bien en este trabajo se hace hincapié en la CABA, fue política de todos los gobiernos tanto nacionales como provinciales el sostener económicamente a las empresas privadas de educación. Sólo por dar un dato, en el año 2000, la provincia de La Pampa invirtió 97 centavos en educación privada por  cada peso que puso en las escuelas del Estado. Es decir que del presupuesto educativo se utilizó casi lo mismo en los dos sectores. Valores similares se encuentran en las provincias de Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Misiones, San Juan y Santa Cruz. (Extraído del documento del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, "Gasto Público Educativo 1991-2000").

    [5] Los únicos privilegiados son los niños (privados), Página/12, publicado el 20/10/08.

    [6]  Pensemos, por ejemplo, que la Ley 1420, sancionada en el año1884, nombra a las escuelas privadas como “particulares”, es decir, de algunos, en contraposición a las escuelas de todos: las públicas. En este sentido, hemos retrocedido más de 100 años a partir de la sanción de la Ley Federal de Educación. Luego de la sanción de la 1420, la Iglesia, que había perdido el monopolio de la enseñanza a manos del Estado argentino, rompe relaciones con el gobierno argentino.

    [7]  Esto es en el plano ideal: muchas veces ocurren en las escuelas públicas expulsiones solapadas, o se le niega la vacante a determinados alumnos. Sin embargo, no es un criterio aceptado sin discusión, como sí lo es en las escuelas privadas.

    [8]  Defendemos el orden de mérito para acceder a los cargos contra los argumentos de los que pretenden poder elegir a sus docentes según determinado perfil. Sin embargo, sabemos que es un sistema perfectible, por ejemplo, porque muchos sindicatos se han dedicado al negocio de vender puntaje por cursos, carreras y hasta antecedentes culturales.

[9] La ley 26.206, Ley de Educación Nacional,  establece en su artículo 128 que los padres tienen derecho a elegir para sus hijos institución educativa cuyo ideario responda a sus convicciones religiosas. Objetamos esta definición porque se trata de, como ya dijimos, una cuestión privada. En cambio, las escuelas son ámbitos públicos de conocimiento. Esta cuestión fue abordada por diversos grupos de docentes que elaboraron un documento llamado “La Reforma Contraataca II” sobre el borrador de la ley de Educación Nacional (disponible en www.docentesdeizquierda.com.ar).

    [10]  La subvención no es el único mecanismo de fragmentación de la educación: las escuelas charter, las conveniadas con las ONG´s, etc. forman parte del mismo diseño. No es el objetivo de este texto abordar específicamente el problema de la fragmentación del sistema público educativo. Sobre el tema se puede leer: “Buenos Aires. La educación más privatizada de Argentina”, escrito por Laura Marrone (disponible en www.docentesdeizquierda.com.ar).

    [11]  Los cuadros de datos se encuentran al final del presente trabajo.

    [12] Ingresaron por Mantenimiento $22.470; Didáctico $ 12.080; Equipamiento: $ 12.988; Transporte Escolar $5.600. Total del 2.007: $ 53.138. Datos aportados por la Asociación Cooperadora de la escuela 6 del DE 8.

    [13] Ingresaron por Didáctico $ 5.440; Equipamiento: $ 6.194; Transporte Escolar $7.840. Se desdobló la partida del Club de Ciencias en $ 1.200 para Equipamiento y de otros $ 1.200 para Didáctico. Se creó un nuevo subsidio para Visitas Guiadas por $ 4.200. Total del 2.008: $ 26.074. Datos aportados por la Asociación Cooperadora de la escuela 6 del DE 8.

 

[11] DISTRIBUCIÓN DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS DE LA CABA Y MATRÍCULA

Nivel inicial

 
    Establecimientos

    educativos

    Matrícula
 
    Públicos
 
    230
 
    46.668
 
    Privados
 
    490
 
    59.367
 
    Total
 
    720
 
    106.035
 

Nivel Primario

 
    Establecimientos

    educativos

    Matrícula
 
    Públicos
 
    580
 
    157.902
 
    Privados
 
    472
 
    119.802
 
    Total
 
    1.052
 
    277.704
 

Nivel Medio

 
    Establecimientos

    educativos

    Matrícula
 
    Públicos
 
    268
 
    130.663
 
    Privados
 
    367
 
    92.176
 
    Total
 
    635
 
    222.839
 

Nivel Superior

 
    Establecimientos

    educativos

    Matrícula
 
    Públicos
 
    49
 
    30.157
 
    Privados
 
    202
 
    62.928
 
    Total
 
    251
 
    93.085
 
 

    Fuente: Boletín de la Educación Porteña (Nº1, Mayo de 2008; Nº2, Junio de 2008; Nº3 Julio de 2008). Realizados por la DIE (Dirección de Investigación y Estadística, GCBA)

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