escribe Graciela Gomez: La Muerte viene del cielo
Una ley dice que se puede fumigar a 3000 metros si es por aire y a 500 metros si es terrestre. La Comisión de MedioAmbiente de San Fe votó el 10 de junio acercarla por excepción a 300 metros la terrestre. Sin embargo por intereses lesivos al resto, la Comisión de las chicas glifosato de Agricultura y Ganadería la acerca aún más. Para las chicas camperas 100 metros es suficiente.
Muy lindas palabra para el sistema métrico que es ni más ni menos que la renta maximizada y el olvido de la ley donde quedan dudas si 500 es el muro imaginario que se respete en un macondo del veneno
Mundo de desigualdades y discursos de ciencia ficción. Mientras los eco-mojarritas sueñan con ser del tamaño de un cachalote, los eco-tiburones, en cambio, viajan a cumbres internacionales cual “botineras del medioambiente”. Los eco-negocios dan para todo, hasta se parecen en cierto modo a los agro-negocios criticados. Científicos internacionales expertos en clima, declaran en “The Times” que la cumbre de cambio climático “no será más que un repaso de la evidencia científica sobre la necesidad de controlar las emisiones de gases invernadero, declaraciones de buenas intenciones, foto de familia y nada más”. Ninguno de ellos puede ubicar en el globo terráqueo un lugar llamado Santa Fe. Allí la realidad supera al discurso edulcorado y alarmista de las cumbres que poco importan. Ahí vive y sufre gente.
En uno de esos lugares, donde ni el Google Earth llega con su mirada microscópica, los humildes habitantes observan sobre sus cabezas una avioneta fumigando. Es cosa habitual en la Colonia aborigen mocoví “Rahaclaglaté”, del Paraje La Lola, Santa Fe, donde como en otros tantos lugares del país, el negocio de la soja no descansa ni respeta horarios ni feriados. Es un día domingo como cualquier domingo. Dos días antes, el productor llegó hasta esa gente y les dio un aviso con ribetes macabros: “Que encierren los animales porque iban a fumigar y que si se morían se pagaban”.
Acá todo tiene un valor, menos la vida. El todo vale es moneda corriente. Ese mismo domingo 29 de noviembre, en horas de la tarde, el equipo de basquet de Reconquista volvía desde San Javier por la Ruta 1.Tuvieron que detener el colectivo tres veces porque pasaban las aviones fumigando. “Pudimos ver 4 aviones que utilizan el pavimento como pista de aterrizaje para carga y descarga de fitosanitarios que están siendo usados por algunos productores. Para el momento de la subida y bajada de los aviones los productores cortan la ruta por su propia cuenta y sin el control de ninguna fuerza de seguridad lo que hace que esta actividad se transforme en un peligro que se suma al riesgo que tienen los mismos fitosanitarios que usan” relata el periodista Leonardo Rolon de SF Noticias, de Reconquista, quien viajaba con el equipo.
En uno de esos lugares, donde ni el Google Earth llega con su mirada microscópica, los humildes habitantes observan sobre sus cabezas una avioneta fumigando. Es cosa habitual en la Colonia aborigen mocoví “Rahaclaglaté”, del Paraje La Lola, Santa Fe, donde como en otros tantos lugares del país, el negocio de la soja no descansa ni respeta horarios ni feriados. Es un día domingo como cualquier domingo. Dos días antes, el productor llegó hasta esa gente y les dio un aviso con ribetes macabros: “Que encierren los animales porque iban a fumigar y que si se morían se pagaban”.
Acá todo tiene un valor, menos la vida. El todo vale es moneda corriente. Ese mismo domingo 29 de noviembre, en horas de la tarde, el equipo de basquet de Reconquista volvía desde San Javier por la Ruta 1.Tuvieron que detener el colectivo tres veces porque pasaban las aviones fumigando. “Pudimos ver 4 aviones que utilizan el pavimento como pista de aterrizaje para carga y descarga de fitosanitarios que están siendo usados por algunos productores. Para el momento de la subida y bajada de los aviones los productores cortan la ruta por su propia cuenta y sin el control de ninguna fuerza de seguridad lo que hace que esta actividad se transforme en un peligro que se suma al riesgo que tienen los mismos fitosanitarios que usan” relata el periodista Leonardo Rolon de SF Noticias, de Reconquista, quien viajaba con el equipo.
Lo que parece un relato alucinado es la realidad, aviones que bajan por su carga en cualquier lugar donde alguien espera y vuelta a volar para tirar veneno a granel.
A 20 km de Romang, al sur, en el Paraje llamado “La Cordobesa”, hay un tanque que abastece de nafta y es parada obligada de los aeroaplicadores. Es una escena de un largo capítulo que lleva años y no tiene final a la vista.
Todos saben, pero es tiempo de que expliquen, sobre todo de las delirantes decisiones de varios legisladores oficialistas y de otros partidos en cuanto a la distancia que debe haber entre el lugar donde se fumiga y las zonas urbanas. Así lo hizo el diputado provincial Enrique Marín –oriundo de Reconquista y contrario a esas opiniones- al periodista Hernán Agustini que conduce el programa “Radio Urbano”, en Radio Cultural 91.3 de esa ciudad santafecina. Esta es la desgrabación de esa entrevista:
Hernan Agustini:- En la provincia de Santa Fe existe una ley que regula la fumigación con agroquímicos. Fue tratada hace algunos meses por la Comisión de Medioambiente de la Cámara de Diputados, se la fue confeccionando y pasó a la Comisión de Asuntos Constitucionales. Estoy con el diputado del Frente Para La Victoria (FPV), Enrique Marin, para dialogar sobre esto porque no se llegó, o no se fue, por el camino que se deseaba, la Comisión de Medioambiente, sobre todo lo que es el bloque de diputados del FPV.
Enrique, buenos días. ¿Cómo podríamos resumir esto que pasó en la Comisión de asuntos constitucionales?
Dip Marin: Buenos días. Lo que pasó es que no se sancionó la reforma a la ley 11273, que es la que está vigente. Nosotros pretendemos, luego de haber conversado con muchísimas organizaciones dedicadas al tema ambiental y también de productores -se han realizado audiencias públicas en la ciudad de Santa Fe con la presencia de centenares de personas que han opinado al respecto- y queremos salvaguardar la salud de la población. Queremos que la gente produzca pero también teniendo en cuenta la vida humana.
Entre los legisladores hay una mayoría que pretende ciertas distancias para la aplicación aérea o terrestre que nosotros consideramos que no son las adecuadas para salvaguardar la salud. Por ejemplo, para la aplicación terrestre llegan hasta 100 metros de la zona urbana o de algunas escuelas. Nosotros pretendemos que exista mayor distancia como mínimo para la aplicación terrestre de agroquímicos, pero por excepción a algunas clases de agroquímicos, a 300 metros como mínimo.
Se empezó discutiendo la aplicación aérea, hasta cuanto metros. La propuesta nuestra es : hasta 1000 metros de las plantas urbanas no se puede fumigar; a 500 metros de establecimientos escolares, áreas protegidas, caseríos que siempre encontramos en los campos, toda una serie de detalles que están en uno de los artículos. Para la aplicación terrestre hablamos de 1000 metros para algunos agroquímicos que son comprobadamente peligrosos y de 500 metros de las plantas urbanas. Estoy hablando de la aplicación terrestre.
Hernan Agustini:-Si.
Dip Marin: Solo si en la Comuna de que se trate la aplicación, o en el municipio, hay una ordenanza que establezca excepciones para agrotóxicos que tienen mínimo de peligrosidad, nos bajamos a la pretensión de 300mts. Lo que está ocurriendo es que los legisladores de la bancada socialista oficialista, radicales, y un grupo del peronismo que podríamos decir políticamente “reutemista”, están por la creencia de que no se daña la salud de la población con los metros que ellos proponen. Nosotros, por el contrario, en una posición que podríamos calificar de minoritaria pero luchadora, decimos que tenemos que guardar los metros más posibles frente a la realidad que estamos viviendo y a la comprobación de que muchos agroquímicos hacen daño a la salud. Esto se discutió el jueves pasado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es la última en dictaminar, y a pesar de tener mayoría esos legisladores para sancionar la reforma de la ley, nos dijeron que si no había consenso no la sancionaban, como una forma de presionar sobre nosotros para que “acordemos”. Nosotros no acordamos. Nosotros queremos perder la elección si es preciso, pero queremos sentar posición. Definitivamente estamos con la vida, y evidentemente los legisladores que están en desacuerdo con nosotros “no quieren ponerse en evidencia”, porque si no, no les costaría un solo segundo votar y aprobar lo que ellos quieren. ¿Porqué no lo hacen?. Nos pondrían a nosotros en evidente minoría. Lo que pasa es que a las organizaciones ambientales y a mucha gente le están diciendo que ellos piensan de una manera, pero quieren votar de otra…
Hernan Agustini:-¿De salir así entonces la ley establecería como distancia mínima 100 metros?
Dip Marin: Si. Es lo que la mayoría de los legisladores hoy se imponen. Nosotros estamos totalmente en desacuerdo. Existieron muchas reuniones, muchas comprobaciones hemos hablado con médicos, hemos hablado con productores, banderilleros, con gente que trabaja en el campo, todos el mundo dice lo mismo…lo que pasa que acá juegan intereses económicos, de los más grandes y de los más chicos incluso. Hay gente que tiene miedo de hablar por su empleo ..pero si Usted va hoy por la Ruta 1, se va a encontrar con una multitud de aviones que ya están con sus motores en marcha para fumigar..se va a encontrar ..a ver…yo le doy un ejemplo: los otros días fueron a Santa Fe los chicos de las Escuelas de la Familia Agrícolas (EFA), de todos los distritos norte santafesino. Una de las cosas que nos pedían era “por favor que resolviéramos” el tema de que les fumigan en la cabeza a los chicos cuando están en la escuela…no se puede permitir eso…No es que es una decisión arbitraria la nuestra…y no es en contra de la producción. Queremos una producción sustentable, pero no a costas de la vida de la gente..ni siquiera de los pajaritos.
Hernan Agustini:-Esta es la discusión que cobra mayor importancia en este momento porque ya como lo decía Marin ,ésta es la temporada de fumigación y se empiezan a ver las avionetas y los mosquitos circular por todos lados, y vuelve a estar en el tapete la peligrosidad o no de los productos que se rocían con éste sistema .Las escuelas generalmente tienen una postura, que es las investigaciones y los trabajos que realizan los alumnos , todas indican la peligrosidad de los productos y el desconocimiento que tienen los pobladores de ésta peligrosidad. Se llegó a dar, por ejemplo en unos casos donde pobladores del norte santafesino transportan agua en bidones, que antes fueron utilizados por algunos agrotóxicos, sin conocer la peligrosidad…
Dip Marin: Si ,en ríos y arroyos de nuestro norte, en toda la provincia, pero en nuestro norte fundamentalmente, se pueden ver y observar miles de peces que aparecen muertos; ¿eso de dónde sale?: de los agroquímicos. Eso no los mató ni Dios ni ninguno de nosotros..es decir..si, nosotros aplicando agrotóxicos
Todos saben, pero es tiempo de que expliquen, sobre todo de las delirantes decisiones de varios legisladores oficialistas y de otros partidos en cuanto a la distancia que debe haber entre el lugar donde se fumiga y las zonas urbanas. Así lo hizo el diputado provincial Enrique Marín –oriundo de Reconquista y contrario a esas opiniones- al periodista Hernán Agustini que conduce el programa “Radio Urbano”, en Radio Cultural 91.3 de esa ciudad santafecina. Esta es la desgrabación de esa entrevista:
Hernan Agustini:- En la provincia de Santa Fe existe una ley que regula la fumigación con agroquímicos. Fue tratada hace algunos meses por la Comisión de Medioambiente de la Cámara de Diputados, se la fue confeccionando y pasó a la Comisión de Asuntos Constitucionales. Estoy con el diputado del Frente Para La Victoria (FPV), Enrique Marin, para dialogar sobre esto porque no se llegó, o no se fue, por el camino que se deseaba, la Comisión de Medioambiente, sobre todo lo que es el bloque de diputados del FPV.
Enrique, buenos días. ¿Cómo podríamos resumir esto que pasó en la Comisión de asuntos constitucionales?
Dip Marin: Buenos días. Lo que pasó es que no se sancionó la reforma a la ley 11273, que es la que está vigente. Nosotros pretendemos, luego de haber conversado con muchísimas organizaciones dedicadas al tema ambiental y también de productores -se han realizado audiencias públicas en la ciudad de Santa Fe con la presencia de centenares de personas que han opinado al respecto- y queremos salvaguardar la salud de la población. Queremos que la gente produzca pero también teniendo en cuenta la vida humana.
Entre los legisladores hay una mayoría que pretende ciertas distancias para la aplicación aérea o terrestre que nosotros consideramos que no son las adecuadas para salvaguardar la salud. Por ejemplo, para la aplicación terrestre llegan hasta 100 metros de la zona urbana o de algunas escuelas. Nosotros pretendemos que exista mayor distancia como mínimo para la aplicación terrestre de agroquímicos, pero por excepción a algunas clases de agroquímicos, a 300 metros como mínimo.
Se empezó discutiendo la aplicación aérea, hasta cuanto metros. La propuesta nuestra es : hasta 1000 metros de las plantas urbanas no se puede fumigar; a 500 metros de establecimientos escolares, áreas protegidas, caseríos que siempre encontramos en los campos, toda una serie de detalles que están en uno de los artículos. Para la aplicación terrestre hablamos de 1000 metros para algunos agroquímicos que son comprobadamente peligrosos y de 500 metros de las plantas urbanas. Estoy hablando de la aplicación terrestre.
Hernan Agustini:-Si.
Dip Marin: Solo si en la Comuna de que se trate la aplicación, o en el municipio, hay una ordenanza que establezca excepciones para agrotóxicos que tienen mínimo de peligrosidad, nos bajamos a la pretensión de 300mts. Lo que está ocurriendo es que los legisladores de la bancada socialista oficialista, radicales, y un grupo del peronismo que podríamos decir políticamente “reutemista”, están por la creencia de que no se daña la salud de la población con los metros que ellos proponen. Nosotros, por el contrario, en una posición que podríamos calificar de minoritaria pero luchadora, decimos que tenemos que guardar los metros más posibles frente a la realidad que estamos viviendo y a la comprobación de que muchos agroquímicos hacen daño a la salud. Esto se discutió el jueves pasado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es la última en dictaminar, y a pesar de tener mayoría esos legisladores para sancionar la reforma de la ley, nos dijeron que si no había consenso no la sancionaban, como una forma de presionar sobre nosotros para que “acordemos”. Nosotros no acordamos. Nosotros queremos perder la elección si es preciso, pero queremos sentar posición. Definitivamente estamos con la vida, y evidentemente los legisladores que están en desacuerdo con nosotros “no quieren ponerse en evidencia”, porque si no, no les costaría un solo segundo votar y aprobar lo que ellos quieren. ¿Porqué no lo hacen?. Nos pondrían a nosotros en evidente minoría. Lo que pasa es que a las organizaciones ambientales y a mucha gente le están diciendo que ellos piensan de una manera, pero quieren votar de otra…
Hernan Agustini:-¿De salir así entonces la ley establecería como distancia mínima 100 metros?
Dip Marin: Si. Es lo que la mayoría de los legisladores hoy se imponen. Nosotros estamos totalmente en desacuerdo. Existieron muchas reuniones, muchas comprobaciones hemos hablado con médicos, hemos hablado con productores, banderilleros, con gente que trabaja en el campo, todos el mundo dice lo mismo…lo que pasa que acá juegan intereses económicos, de los más grandes y de los más chicos incluso. Hay gente que tiene miedo de hablar por su empleo ..pero si Usted va hoy por la Ruta 1, se va a encontrar con una multitud de aviones que ya están con sus motores en marcha para fumigar..se va a encontrar ..a ver…yo le doy un ejemplo: los otros días fueron a Santa Fe los chicos de las Escuelas de la Familia Agrícolas (EFA), de todos los distritos norte santafesino. Una de las cosas que nos pedían era “por favor que resolviéramos” el tema de que les fumigan en la cabeza a los chicos cuando están en la escuela…no se puede permitir eso…No es que es una decisión arbitraria la nuestra…y no es en contra de la producción. Queremos una producción sustentable, pero no a costas de la vida de la gente..ni siquiera de los pajaritos.
Hernan Agustini:-Esta es la discusión que cobra mayor importancia en este momento porque ya como lo decía Marin ,ésta es la temporada de fumigación y se empiezan a ver las avionetas y los mosquitos circular por todos lados, y vuelve a estar en el tapete la peligrosidad o no de los productos que se rocían con éste sistema .Las escuelas generalmente tienen una postura, que es las investigaciones y los trabajos que realizan los alumnos , todas indican la peligrosidad de los productos y el desconocimiento que tienen los pobladores de ésta peligrosidad. Se llegó a dar, por ejemplo en unos casos donde pobladores del norte santafesino transportan agua en bidones, que antes fueron utilizados por algunos agrotóxicos, sin conocer la peligrosidad…
Dip Marin: Si ,en ríos y arroyos de nuestro norte, en toda la provincia, pero en nuestro norte fundamentalmente, se pueden ver y observar miles de peces que aparecen muertos; ¿eso de dónde sale?: de los agroquímicos. Eso no los mató ni Dios ni ninguno de nosotros..es decir..si, nosotros aplicando agrotóxicos
*Ong Ecos de Romang.
Fuente: Asociación Argentina de Periodistas Ambientales
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