C y T: crítica al manejo oficial
Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología
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Políticas Científico -Tecnológicas
En distintas oportunidades hemos manifestado que el principal problema del sector CyT en nuestro país es la escasa transferencia del conocimiento a la sociedad. Esto es palpable cuando se analizan temas de importancia crucial que se podrían resolver, pero no se resuelven, a pesar de que su implementación tendría un alto impacto sobre la sociedad y sobre el mismo sistema C/T en diferentes áreas.
Algunos ejemplos:
Producción pública de medicamentos, vacunas e insumos médicos a nivel nacional.
Un proyecto nacional integrado y dirigido a erradicar el mal de Chagas.
El abordaje de problemas de medio ambiente como, por ejemplo: creciente desertificación y erosión de suelos - manejo arbitrario e irresponsable de agroquímicos en un marco tendiente al monocultivo de soja que afecta la salud y la biodiversidad - explotación minera a cielo abierto a favor de corporaciones multinacionales y con secuelas graves como consecuencia de la contaminación regional e irracionalidad en el uso del agua en zonas semidesérticas, etc.
Planes regionales/ nacionales para eliminar arsénico de aguas para consumo o para el saneamiento de cuencas fluviales.
Desarrollo de semillas con patentes a nombre del Estado para uso de todos y evitar el pago de royalties a multinacionales del área.
Proyectos que contemplen la elaboración de programas educativos tendientes a erradicar la enseñanza enciclopedista - etc.
Esas carencias, en términos generales, son la consecuencia crónica de la poca presencia -o ausencia- del Estado en cuestiones centrales que hacen a la calidad de vida.
Pero, responsabilizar de todo al Estado sería una posición crítica fácil y, en cierta medida, abstracta. Hay otras causas, que están ligadas a la propia comunidad C/T, a los funcionarios y a la dirigencia política. Algunas de ellas son:
La comunidad Científico-Tecnológica
- Como comunidad C/T no nos asumimos como sujeto político, aspecto fundamental para la construcción, la propuesta o la disputa, en un marco de participación activa que permitiría constituirnos en interlocutores válidos en cualquier debate para consolidar, revertir o reorientar políticas.
- Tendencia a validar, por default, lo establecido en el modelo actual que, esencialmente, tiende a la interacción Ciencia-Empresa, pero sin que analicemos las consecuencias hacia adentro, o hacia afuera del sistema CyT.
- Las principales preocupaciones parecen pasar por conseguir subsidios y/o legitimarnos frente a la comunidad CyT internacional pero sin plantearnos la resolución de problemas sociales y estratégicos,
- Seguimos considerando al “paper” como parámetro de eficiencia y de calidad, sin analizar otras pautas de evaluación más acordes a nuestra realidad, ni las consecuencias que surgen de utilizar esa metodología.
- Porque el “paper”, sumado a la revista en donde se lo publica, se constituye en el eje de esas evaluaciones y condiciona al investigador a ajustarse a esos rubros para lograr su permanencia en el sistema. Y esto produce deformaciones tales como que no es extraño observar que se prioricen esos parámetros, aún por sobre los contenidos mismos de los trabajos. Y esto se acepta sin discusión.
- En los ámbitos académicos hay escasa o nula discusión sobre políticas en CyT. Y esto es preocupante porque desde la política se define qué hacer. Por eso sería importante que las universidades/ facultades ofrezcan seminarios, cursos o charlas a los alumnos de grado. Porque una cosa es formar tecnócratas, y otra es formar ciudadanos con conocimiento y pensamiento crítico, que es el papel que le cabe a las universidades.
Los funcionarios
- Las políticas actuales en CyT priorizan a las empresas y los negocios por sobre objetivos sociales/ estratégicos. En efecto, no hay ningún proyecto que aborde los temas arriba mencionados.
- Se apoyan principalmente en las empresas, a pesar de que la burguesía argentina no se caracteriza por emprendedora, invierte poco, siempre aspira a subsidios y no tiene un proyecto político de país. Y si lo tiene, sólo mira, o ve, sus intereses corporativos.
- No hay una conducción política centralizada en CyT en donde, debates mediante, se deberían definir los proyectos estratégicos/ sociales para, luego, ejecutarlos.
- No hay políticas claras tendientes a solucionar la fragmentación institucional vigente, una debilidad estructural del sector CyT.
La dirigencia política
- La dirigencia política en general no pasa de enunciaciones generales o de expresiones de deseo, pero en los hechos da escasa prioridad a CyT como instrumento para el desarrollo, o la inclusión social.
- No debate ni convoca al debate sobre temas que nos atañen a todos.
- Ciencia y Tecnología parece no estar en la agenda de la dirigencia.
- Esas actitudes pueden deberse a distintas causas. Desde la negligencia al desinterés, pasando por la intencionalidad o el escaso pensamiento estratégico.
- La dirigencia no rescata que una de las características que diferencia a los países desarrollados de los subdesarrollados, es la utilización del conocimiento para la solución de problemáticas propias. Así, mientras que los desarrollados utilizan el conocimiento y generan tecnología, nosotros la compramos. Sólo contribuimos al “conocimiento universal”, que luego patentan otros.
Todo esto constituye, a nuestro juicio, lo predominante en un espacio diverso en donde, obviamente, hay excepciones en todos los ámbitos y todos los rubros.
Pero nos parece importante que se generaran debates públicos en el Ministerio de CyT, en el Congreso Nacional y en las Universidades Nacionales. Esto podría llevarse a cabo con una agenda organizada temáticamente y que concluyera en propuestas concretas.
Eso sería un gran paso adelante porque para llevar a cabo proyectos de gran envergadura se debe contar con la más amplia base de acuerdo político y social, para que luego no queden truncos por decisiones personales, presiones sectoriales o falta de convicciones, en donde el caso de la Producción Pública de Medicamentos es un ejemplo muy representativo.
REFLEXIONES
Para hacer algunas reflexiones, decidimos tomar fragmentos del articulo “Nuestra ciencia necesita algo más”, del Dr Diego Hurtado -28/08/08-, en donde algunas de las cosas que planteamos están muy claramente expresadas, o ampliadas (negritas nuestras):
- Que hay que darle a la ciencia un lugar en la agenda social es tan cierto como abstracto. Aquí hay un problema grave.
En ciencia y tecnología la dependencia es sistemática, pero sobre todo invisible. Hay una perspectiva que nos dice qué es hacer "ciencia de punta", ciencia prestigiosa. A partir de esta representación, surgida de una agenda ajena a nuestra realidad de país pobre, se premia y se castiga a los científicos argentinos. Desde esa perspectiva, el camino fácil es cruzar "agenda social" con hightech. Suena bien, es ideológicamente futurista, promete modernidad. Por otro lado, los problemas socialmente prioritarios -salud, vivienda, educación, potabilización y distribución de agua, electricidad a pequeñas comunidades, etc.- parecen requerir algo diferente. Este es el tema de fondo, el rostro de la medusa que pocos en América latina se animan a mirar. La ciencia local competitiva mantiene una dependencia estructural con instituciones de países avanzados. Esto hace que los criterios de calidad y competitividad queden desconectados de las necesidades propias. La ausencia histórica de políticas públicas robustas y de largo plazo reforzaron esta dependencia. El resultado concreto es una ciencia aislada, fragmentada y poco "útil".
- El nuevo ministerio enfrenta una bifurcación de caminos, que es también su oportunidad histórica: seguir la huella o inventar. El primer camino es como proponerse seguir a una Ferrari con un Ford T. Son las recetas de organismos internacionales, espejitos como el "Modo 2". Del otro lado, del camino alternativo, ya tuvimos a científicos y tecnólogos argentinos, como Jorge Sabato, Oscar Varsavsky o Amílcar Herrera, para citar solo a los "clásicos", que mostraron que se puede definir de otra manera el lugar de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Muchas experiencias exitosas surgieron de la convicción de que la fórmula es, como dice la socióloga Hebe Vessuri, "o inventamos o erramos".
- En toda esta ecuación, el sector productivo aparece como el gran enigma. Su escasa tendencia a la innovación, su hábito de importar tecnología, su debilidad frente a las empresas trasnacionales plantean una tarea ardua. En el sector de pequeñas empresas, en la diversidad regional y en las llamadas tecnologías sociales parece haber caminos promisorios.
- Finalmente, sobre los recursos para financiar ciencia y tecnología desde el sector público, existe un reclamo creciente al que habría que responder: ¿por qué razón la ciencia se debe financiar con préstamos internacionales en tiempos de superávit? Tenemos tradiciones ricas en ciencias biomédicas y en ciencias sociales, institutos tecnológicos para el agro y la industria, medio siglo de desarrollo nuclear, un plan espacial, algunas empresas de base tecnológica. Y universidades con sectores de excelencia. Tenemos muchas de las piezas de un gran rompecabezas. Hoy, la ciencia y la tecnología en la Argentina es un problema 100% político. En segunda instancia es un problema de recursos humanos, fuga de cerebros y porcentaje del PBI.
Diego Hurtado: Físico - Historiador de la Ciencia - Profesor e Investigador Científico (UNSAM-CONICET).
Artículo completo en : http://www.clarin.com/diario/2008/08/28/opinion/o-01747715.htm.
Cordialmente: Grupo de Gestión (www.saic.org.ar , difusión, política científica, propuesta de políticas en CyT) Alonso-Romanowski S - Cid JA - Cravero C - De Filippo J - De Sousa Frade S - Estébanez ME - Fiamberti H - Fossati CA - Franchi AM - Furnari JC - García AP - Ghilarducci A - Giordano M - Gubertini MT - Hermida EB - Herrera M - Ielpi L - Iriondo M - Isturiz MA - Jasnis MA - Lamberti Y - Landoni MF- Lemos DR - Manghi M - Massarini A - Milana JP - Nonzioli AC - Otero AM - Palermo M - Pérez O - Poderti A - Ravelo A - Rearte B - Recavarren MI - Rietti S - Rivero S - Rofman A - Sabbatini ME - Sasiain MC - Schattner M - Yantorno O.
Este texto se difunde a: Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete, Ministerios de Educación, Salud, Defensa, Cancillería, Ciencia y Tecnología, Ministerios de Salud Provinciales, ANMAT, Diputados y Senadores Nacionales, Legisladores y Funcionarios Provinciales y C.A.B.A., Academias Nacionales, Instituciones del Sector CyT (INTA, INTI, CNEA, CONICET, SEGEMAR, CONAE, CITEFA, INIDEP, SENASA, INA, ANLIS-Malbrán, UTN), Facultades de Universidades Nacionales, ONG, Laboratorios de PPMV, etc).
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