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J. C. Mariategui

VIVA EL AMAUTA JOSE CARLOS MARIATEGUI (I)

Estimados compañeros:

Estamos cerca de celebrar el 110º Aniversario del Nacimiento del Gran Amauta
José Carlos Mariátegui, quien nació a la vida el 14 de Junio de 1895 y nació
a
la inmortalidad el 16 de abril de 1930.

Justamente nuestra generación tiene su partida de nacimiento en la
celebración
del CENTENARIO.

Al margen del panorama oficial, un grupo de estudiantes y graduados de
universidades principalmente públicas le rendimos en esa oportunidad (año
1995)
un HOMENAJE al fundador del SOCIALISMO PERUANO, y nuestro pequeño aporte fue
la
edición de la REVISTA CENTENARIO que fue presentada en el Auditorio de la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.

Nuestra generación cumple diez años de actividad luego de su irrupción
pública
en la escena política nacional con esta revista. Los artículos incluidos en
ella
forman parte de nuestra adhesión a su Camino y a su Legado. Nuestra tarea es
continuar su obra y desarrollarla. En esta tarea nos encontramos, y para
ello el
FORO CENTENARIO es la continuación dialéctica de este trabajo de crítica y
preparación.

Ahora que en el mundo se continúa rescatando el aporte universal de su
pensamiento, como lo hace la República Bolivariana de Venezuela, o como lo
hacen
muchos intelectuales internacionales que encuentran en el Amauta al primer
marxista que desarrolló el Socialismo Peruano como aporte para la
Transformación
de nuestra realidad, ahora nos corresponde reafirmanos en el CAMINO DEL
SOCIALISMO PERUANO, QUE NO SERA CALCO NI COPIA, SINO CREACION HEROICA.

Preparándonos para este magno acontecimiento, reproducimos el primer
artículo de
la Revista CENTENARIO, que sigue teniendo la vitalidad de su contenido y
cuyo
autor, intelectual socialista comprometido con la construcción de Un Perú
Nuevo
dentro del Mundo Nuevo, ha dejado como testimonio de su adhesión.

p. Comité Promotor

REVISTA DE HOMENAJE EN EL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSE CARLOS
MARIATEGUINº
1 - AÑO 95 -

CONSEJO DIRECTIVO "CENTENARIO"

Revista Peruana de Homenaje a José Carlos mariátegui
DIRECTOR
Dr. Jorge Salgado Valdivia
CONSEJO EDITORIAL
Germán Vilcarino Z.

Mario Alva Ch.

Miguel Aragón O.

Richard Llacsahuanga
FOTOGRAFÍA
Fernando Zeballos

CENTENARIO

MIGUEL ARAGON

MARIATEGUI

La biografía de Mariátegui es eminentemente polémica. Los trabajos de
interpretación del significado de su vida y de la importancia de su obra no
lo
pueden ser menos. Las opiniones actuales sobre su nacimiento y su muerte son
contradictorias.

En el movimiento socialista peruano hay diferentes opiniones sobre el
significado de la muerte de Mariátegui y su influencia en el destino de la
revolución socialista en el Perú. Para avanzar es necesario aportar al
esclarecimiento de este debate. Mariáteguii escribió artículos muy profundos
sobre el significado de la culminación de la vida de algunos personajes. Su
lectura nos permite comprender lo que él pensaba de su propia muerte.

Resulta muy común escribir que Mariátegui murió muy joven, que "no tuvo
tiempo
para culminar su obra" y que solamente dejó "una obra fragmentaria e
inacabada".

La magnitud de la duración de su vida es algo relativo y lleva a
conclusiones
equivocadas el tomar como referencia el promedio de vida de nuestra época.
Mariátegui comenzó su obra precozmente a los catorce años y la orientó
resueltamente al socialismo cumplidos los veintidos. En el perído de fines
de
1917 a comienzos de 1930 vivió vertiginosamente rápido. Mariátegui realizó,
en
algo más de doce años, un trabajo de creación que a otros dirigentes del
proletariado demandó varias décadas de tenaz esfuerzo y dedicación.

El conductor del proletariado peruano avanzó más rápido que el resto de su
generación, por ello concluyó su jornada más temprano.

Murió a los treintaicuatro años porque ya había cumplido su destino. Si en
ese
lapso no hubiese realizado su creación heróica, tal vez hubiera vivido
muchos
años más. Las necesidades de la lucha y su espíritu disciplinado le
permitieron
vivir velozmente, al ritmo de la nueva época recién iniciada.

Mariátegui tuvo plena convicción de su rol histórico, de ser un predestinado
llamado a expresar el sentimiento y la voz de las fuerzas nuevas que
insurgían
en el Perú. En Setiembre de 1924, en carta a la revista "Claridad" declaró:
"obedezcamos la voz de nuestro tiempo,. Y preparémonos a ocupar nuestro
puesto
en la historia" (1). Después diría "no soy un caso de voluntad. No pretendo
sino
cumplir mi destino, y si deseo hacer algo es porque me siento un poco
'predestinado' para hacerlo" (2),"no ambiciono sino cumplir mi destino" (3).
En
la presentación de la revista "Amauta", de Setiembre de 1926, con total
convicción y fé de la trascendencia del trabajo que venía realizando,
escribió
estas palabras premonitorias: "habría que ser muy poco perspicaz para no
darse
cuenta de que al Perú le nace en este momento una revista histórica" (4).

En el desarrollo de la historia contemporánea hay muertes que truncan y
dejan
dispersa la creación de algunos autores, así como hay muertes que ocurren
cuando
el personaje ha cumplido lo esencial de su gestión. La edad en que mueren es
un
criterio muy arbitrario y relativo para evaluar la trascendencia de una
obra. Si
Mariátegui hubiera muerto en Abril de 1924 o en Abril de 1928, fechas en las
cuales tuvo graves crisis de salud, su labor hubiera quedado trunca. Su
herencia
estaría compuesta de muchas páginas magníficas, pero no sería una obra
plenamente realizada. Por eso no pudo morir y tuvo que seguir viviendo hasta
cumplir su destino. Tenía que morir en Abril de 1930, cuando ya había
cumplido
"la parte esencial de su obra y de su misión".

Mariátegui enfermó gravemente a fines de 1924. En carta a Samuel Glusberg
del 10
de Enero de 1928 le dice "en 1924 estuve, como ya lo he contado, a punto de
perder la vida. Perdí una pierna y me quedé muy delicado. Habría seguramente
ya
curado del todo con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi
inquietud
espiritual me lo consienten" (5). Armando Bazán relata que Mariátegui
gustava
repetir a sus amigos que "en el instante más álgido de mi agonía, yo sabía
que
no podía morir, que no me moriría aún. Estaba seguro. Yo sabía que mi
destino no
estaba aún terminado y ello me daba una fuerza inaudita. Creo que nuestras
vidas
son como flechas que deben alcanzar necesariamente un blanco. Y yo sabía que
la
mía no había llegado todavía al suyo" (6).

Pocos meses después de la grave crisis de salud de 1924, Mariátegui comenta
la
obra de dos escritores que murieron muy jóvenes y hace una valoración del
significado de la obra dejada por ambos. En el artículo "Abraham Valdelomar
y el
Movimiento Colónida" dice: "no conozco ninguna definición certera, exacta,
nítida, del arte de Valdelomar. Me explico que la crítica no la haya
formulado
todavía. Valdelomar murió a los treinta años cuando él mismo no había
conseguido
aún encontrarse, definirse. Su producción desordenada, dispersa, versátil, y
hasta un poco incoherente, no contiene sino los elementos materiales de la
obra
que la muerte frustró. Valdelomar no logró realizar plenamente su
personalidad
rica y exhuberante. Nos ha dejado, a pesar de todo, muchas páginas
magníficas"
(7).

En enero de 1925, en el artículo "El caso Raymond Radiguet", comentando la
obra
del escritor francés, Mariátegui escribe: "es posible ignorar a Raymond
Radiguet. Pero no es lícito ignorar el mayor suceso editorial de este
tiempo:
'Le Diable au Corps' y 'Le Bal du Comte d'Orgel', novelas de Raymond
Radiguet.
Me ha tocado leer éstas novelas en su 112ª. Edición (...) Radiguet no ha
conocido su éxito. Murió antes de llegar a los veinntiún años, el 12 de
diciembre del año último. Su triunfo, su fama, son en gran parte una
consecuencia de su muerte" (8).

Mariátegui explica luego la causa de la muerte del jóven escritor francés y
el
significado de su obra: "seguramente Radiguet ha muerto del modo más
natural.
Era un hombre nacido para producir una novela con fisonomía de obra maestra;
Radiguet tenía que morirse. No le quedaba nada que hacer en el mundo. El
objetivo de su vida estaba cumplido (...) La vida ce Radiguet, en suma, no
ha
sido una vida frustrada. Ha sido, simplemente, una vida breve. ¿Por qué
todos
los hombres deben morir arterioesclerosos? Esto además de ser muy monótono,
tendría muchos inconvenientes. La medicina, por ejemplo, carecería de
pretextos
para progresar. Es problable, sin embargo, que Radiguet hubiese podido vivir
un
poco más. Le habría bastado con aplazar su obra maestra. Antes de producirla
Radiguet no podía morirse. Pero el parto fatal tenía indefectiblemente que
hacer
saltar en pedazos el resorte de su vida" (9).

La vida de Radiguet, muerto a los veintiún años, no fue una vida frustrada,
porque "el objeto de su vida estaba cumplido". La obra de Valdelomar, quien
murió a los treinta años, por el contrario, fue una obra que la muerte
frustró
porque "no logró realizar plenamente su personalidad rica y exhuberante". Si
Mariátegui hubiera muerto a los veintiocho años en abril de 1924 su obra
sería
como la de Valdelomar. Muriendo a los treinta y cuatro años en 1930 su vida
ha
sido como la de Radiguet, porque "el objeto de su vida estaba cumplido". Por
eso
tuvo que morir. Mariátegui tenía plena conciencia de que su vida sería
breve, a
diferencia del resto de miembros de su generación.

Los estudios de Mariátegui sobre Piero Gobetti y sobre Lenin resultan más
ilustrativos para comprender el significado de su muerte. Varios escritores
constatan la similitud de las vidas de Mariátegui y Gobetti. Ambos murieron
jóvenes y llevaron una vida intensa. Obedecían a un mismo impulso histórico
y
desarrollaron un similar ritmo de vida. Realizaron similar actividad
periodística de renovación y al final de sus vidas preparaban el traslado de
su
trabajo editorial fuera de sus países de origen. Mariátegui escribe que
"Piero
Gobetti, espíritu organizador y constructivo, dio vida en Turín a una de las
más
interesantes empresas editoriales de Italia moderna (...) Su campaña
antifascista lo obligó a dejar Turín (...) Gobetti encontró la muerte en el
destierro. Murió en París, atacado de Bronconeumonía, cuando gestionaban el
traslado de su casa editorial a la capital francesa. No había cumplido
treinta
años y era ya una gran figura del pensamiento italiano. La obra de Gobetti
ha
sido
recogida, con profunda devoción, por sus admiradores y amigos, presididos
por
el valioso escritor, Santiago Caramella" (10). Pero hay que señalar tambien
las
distancias en lo referente al grado de elaboración y maduración a que
llegaron
en sus obras tanto Mariátegui como Gobetti, análisis que escamotean algunos
recientísimos especialistas en la obra de Gramsci y Gobetti y que no, de la
obra
de Mariátegui. En junio de 1929 -la fecha es muy importante señalarla-
Mariátegui escribe que "la obra de Gobetti quedó casi íntegramente por hacer
en
artículos, apuntes, esquemas, que después de su muerte un grupo de editores
e
intelectuales amigos ha compilado, pero Gobetti, combatiente esforzado, no
tuvo
tiempo de desarrollar en libros planeados mientras funda una revista,
imponía
una editorial, renovaba la crítica e infundía un potente aliento filosófico
en
el periodismo político" (11). Agrega: "un sentimiento de justicia, una
ascendrada simpatía por el hombre y la obra, un leal propósito de
contribuir al conocimiento de lo más puro y altos valores de la cultura
italiana, me mueven a exponer algunos aspectos escenciales de la obra de
este
ensayista, a quien no se podría juzgar en toda su singular significación por
uno
de sus volúmenes ni por determinado grupo de estudios, porque su genio no
logró
una expresión acabada ni sus ideas una exposición sistemática en ninguno y
hay
que buscar la vida y profunda modernidad de uno y otras en el sugestivo
conjunto
de sus actitudes" (12)

Mariátegui hizo esta evaluación del grado de desarrollo alcanzado por la
obra de
Gobetti en junio de 1929. Para esa fecha, Mariátegui ya había concluído en
lo
esencial sus cuatro libros fundamentales, en los cuales su genio sí había
logrado una expresión acabada y sus ideas una exposición sistemática. Ahora
se
sabe que en los libros "Invitación a la Vida Heróica", "Ideología y
Política",
"Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana" y "Defensa del
marxismo", Mariátegui desarrolló sistemáticamente los cuatro aspectos de la
construcción de la Vanguardia Socialista, en lo orgánico, político, teórico
e
ideológico. El Partido Socialista, constituído en octubre de 1928, estaba
dotado
de un sólido sustento en esos cuatro aspectos, tenía un Programa de Cambio
Social -que actualmente sigue plenamente vigente- y estaba estrechamente
vinculado con las masas. Ramón García, notable representante de la tercera
generación del Socialismo Peruano en "El Camino de Mariátegui" (13) "Los
Cuatro Libros Fundamentales de Mariátegui" (14) y en varias decenas de
otros
artículos todavía dispersos y poco conocidos, expone documentada y
profundamente
sobre el significado de la labor de creación realizada por el "Amauta",
expresando una sincera y disciplinada entrega a la tarea de asimilación,
defensa
y desarrollo del Camino de Mariátegui.

Los escritos de Mariátegui sobre Gobetti, de junio de 1929, nueve meses
antes
de morir, tiene muchos elementos de una autoevaluación del desarrollo de su
propio trabajo, tanto en lo similar como en qué lo diferencia de la obra del
notable escritor italiano. En el segundo tomo de la valiosa "Correspondencia
de
Mariátegui" hay numerosos testimonios de que Mariátegui, desde junio de
1929
hasta abril de 1930, se dedica fundamentalmente a revisar, ordenas y
corregir
sus libros pendientes de impresión, así como a luchar tenazmente por
conseguir
su publicación en Lima, Buenos Aires, Madrid o Santiago. Retomando
inquietudes
juveniles, tambien se dedica a escribir "un relato, mezcla de cuento y
crónica,
de ficción y realidad" y preparar "el proyecto de una novela peruana" (15),
trabajo creativo que es síntoma más de que Mariátegui ya había concluído su
jornada, había llegado a su destino. La no impresión de todos sus libros no
fue
responsabilidad de Mariátegui, sino de la generación que lo
acompañaba, en primer lugar de los amigos y compañeros más cercanos, en
particular de Martinez de la Torre, Gerente de la revista "Amauta" y
Secretario
de propaganda del Partido Socialista (16)

En varios documentos reproducidos en los últimos años se confirma la
afirmación
de que Mariátegui publicó todo el contenido de sus libros fundamentales, en
forma de artículos y ensayos, previamente en varias revistas. Se esforzó por
hacerlo y no dejar nada inédito a merced de los émulos de Eróstrato. Vanas
son
las esperanzas de algunos intelectuales diletantes por encontrar algún día
los
ensayos que forman los libros no impresos, en algún misterioso lugar
oriental,
"los archivos de la III Internacional" por ejemplo. Manido pretexto que se
arguye para sembrar dudas y escamotear la tarea de difundir y estudiar
disciplinada y fervorosamente la obra de Mariátegui. Del carácter
sistemático y
completo del legado dejado por Mariátegui tenían pleno conocimiento los
militantes del Partido Socialista a los pocos meses de la muerte de
Mariátegui.
En la contratapa de "Amauta " Nº 30. -de mayo de 1930- se anuncia la próxima
publicación de "Defensa del Marxismo", "Ideología y Política en el
Perú", "Invitación a la Vida Heróica" y otros libros dejados por
Mariátegui.

Esteban Pavletich en un artículo poco conocido de marzo de 1931 señaló:
"Mariátegui no ha dejado obra literaria inédita alguna. 'Defensa del
Marxismo',
'El Alma Matinal y otras Estaciones del Hombre de Hoy', 'Invitación a la
Vida
Heróica', algunas más, anunciadas para su próxima aparición en volúmenes
autónomos, constituye integralmente copiosas páginas de la producción de
nuestro
gran desaparecido, pero cobijadas ya en su anterioridad a su deceso, en
diversas
tribunas del pensamiento de vanguardia del Perú y de América, en 'Amauta'
principalmente. Esta constatación, al parecer intrascendente, posee no
obstante
una fundamental importancia para el balance atinado y certero de la obra y
del
pensamiento de Mariátegui" (17).Indudablemente que no tiene nada de
intrascendente dicha constatación de Pavletich, es un sólido respaldo a las
conclusiones que ha llegado la vanguardia de la tercera generación y que muy
pronto necesariamente deberán ser publicadas para conocimiento de un
público
más amplio y cumplir su función de centralizar la constrastación de
opiniones.

Para concluir este primer aspecto, señalaremos lo siguiente. Cuando muere
Lenin,
Mariátegui escribió estas magníficas palabras: "la muerte de Lenin significa
una
pérdida inmensa para la Revolución: Lenin habría podido aún dar mucho
esfuerzo
inteligente a las muchedumbres revolucionarias. Pero ha tenido tiempo,
afortunadamente, para cumplir la parte esencial de su obra y de su misión:
ha
definido el sentido histórico de la crisis contemporánea, ha descubierto un
método y una práxis realmente proletarias y clasistas y ha forjado los
instrumentos morales y materiales de la Revolución. Millares de
colaboradores,
millones de discípulos proseguirán, completarán y concluirán su obra" (18).
Suscribimos similares conclusiones sobre el significado de la muerte de
Mariátegui "habría podido aun dar mucho esfuerzo inteligente a las
muchedumbres
revolucionarias, pero ha tenido tiempo, afortunadamente, para cumplir la
parte
esencial de su obra y de su misión" (...) "millares de colaboradores,
millones de discípulos proseguirán, completarán y concluirán su obra". No
es
otro el objetivo de esta polémica recordación.

(1) J.C.Mariátegui "Carta a la revista 'Claridad'"- Set. 1924, C.-II -
pág.55

(2) J.C.Mariátegui "¿Qué prepara Ud.?" - 'Variedades' 6 Jun.1925,
COC -
pág 145

(3) J.C.Mariátegui "Una encuesta a J.C. Mariátegui" - "Mundial" 23
Jul.1926, ibid. - pág 15

(4) J.C.Mariátegui "Presentación de 'Amauta'" - Set. 1926 - COC 13-
pág.
237

(5) J.C.Mariátegui "Correspondencia II", pág 330

(6) Armando Bazán "Mariátegui y su tiempo" - COC 20 - pág 90

(7) J.C.Mariátegui - COC-02 - pág 285

(8) J.C.Mariátegui - COC -06 - pág 99

(9) J.C.Mariátegui - ibid, pág 100

(10) J.C.Mariátegui "Nota de redacción a tres ensayos de Gobetti" - '"
Amauta"
de Jun. 1926- COC-03 - pág 135

(11) J.C.Mariátegui "Presentación de Piero Gobetti" - "Mundial" 12 de
Julio
de 1929, COC - 03 - pág 136

(12) Ibid - pág 137

(13) Ramón Garcia, revista "Punto de Vista" Nº 3 - 1983

(14) Ramón García, edición mimeografiada, 1985

(15) J.C.Mariátegui "Carta a Samuel Glusberg" - 18 de Feb. de 1930,
C-II -
pág 731

(16) Ver artículo de Ramón García " 'Ideología y Política', viscisitudes
de
un libro histórico", publicado en "Punto de Vista" Nº 4 - 1983

(17) Esteban Pavletich, "Contribución al esclarecimiento de la obra de
Meriátegui", periodico "Claridad" Nº 10 - 23 de marzo de 1931.

(18) J.C.Mariátegui "Lenin" - revista "Claridad" Nº 5, marzo de 1923

* Publicado en el Boletín Nº 2 - 1991 - "Vertiente"

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