La vida sigue igual
			
								
				
				Pero que nadie se engañe. En San Miguelcity la vida sigue su curso. Hay matrimonios, bautizos, cumpleaños , entierros, pues muchos, aunque no lo creas,  logran morir de muerte natural. Las tardes de  verano, los cines están atestados, sobre todo cuando se proyecta una película de humor.  Se juega al futbol con una pasión desenfrenada. En las piscinas  estallan gritos y risas de niños. Los prostíbulos de San Miguelcity  tienen una fama bien ganada y, hasta ahora, han sido inmunes a cualquier asesinato que no sea de orden estrictamente privado. La Santa Madre Iglesia administra sus diezmos con resignada melancolía. A decir verdad, la vida cotidiana en San Miguelcity  cuenta con sus abogados sardónicos. En las colinas y montañas de los alrededores prosperan raras especies de orquídeas.			
			
			 
       
		
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