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criticamedicina

Trabajador cognitivo - Guidos

La idea de que el médico pudiese funcionar en igualdad de condiciones, mantener sus ideas, proyectos, calidad productiva ha sido barrida por la amarga verdad de una guerra que los monopolios médicos y farmacéuticos han conducido contra la multitud de "trabajadores cognitivos" autoempleados y la masa un tanto patética de médicos microaccionistas. En la lucha no ha vencido el más eficaz ni el mejor, sino el que ha sacado los cañones. Los cañones de la violencia, de la rapiña, del robo sistemático, de la violación de todas las normas éticas y legales.

La "nueva economía" medica debe de entenderse como un modelo productivo y como discurso cultural.
En esta "nueva economía" se halla una promesa de felicidad individual, de éxito asegurado, de ampliación de los horizontes de experiencia y de conocimiento. Pero esta es una promesa falsa, falsa como todo discurso publicitario. Impulsados por la esperanza de lograr la felicidad y el éxito, miles de médicos
altamente formados han aceptado trabajar en condiciones de un espantoso estrés, de sobreexplotación, incluso con salarios muy bajos, fascinados por una representación ambigua en la que el trabajador es descrito como un empresario de sí mismo y la competición es elevada a regla universal de la existencia humana.

La "nueva economía" medica debe de entenderse como un modelo productivo y como discurso cultural.
En esta "nueva economía" se halla una promesa de felicidad individual, de éxito asegurado, de ampliación de los horizontes de experiencia y de conocimiento. Pero esta es una promesa falsa, falsa como todo discurso publicitario. Impulsados por la esperanza de lograr la felicidad y el éxito, miles de médicos
altamente formados han aceptado trabajar en condiciones de un espantoso estrés, de sobreexplotación, incluso con salarios muy bajos, fascinados por una representación ambigua en la que el trabajador es descrito como un empresario de sí mismo y la competición es elevada a regla universal de la existencia humana.

Las enormes Empresas farmacéuticas construyen el tejido conjuntivo de este nuevo mundo biopolítico.
El capital, siempre ha organizado en una perspectiva totalizante el mundo entero, pero sólo en la segunda mitad del siglo XX las sociedades industriales y financieras han comenzado de veras a estructurar biopolíticamente los territorios a escala mundial.
Estas grandes Empresas han venido a ocupar el lugar que antes pertenecía a los sistemas colonialistas e imperialistas de las diferentes naciones en las fases anteriores al desarrollo capitalista.
Las actividades de este tipo de sociedades no se definen ya por la imposición de un ordenamiento abstracto, por la organización del pillaje puro o simplemente por los intercambios desiguales. Ahora , estas Empresas Farmacéuticas estructuran y articulan directamente territorios y poblaciones, y tienden a hacer de los Estados-naciones simples instrumentos para registrar los flujos de mercancías, las monedas y las poblaciones que se ponen en movimiento.

Estas grandes empresas farmacéuticas son las que distribuyen directamente la fuerza de trabajo entre los diferentes mercados, atribuyen funcionalmente los recursos y organizan jerárquicamente los diferentes sectores de la producción mundial. Son ellas las que dirigen las maniobras financieras y monetarias , son ellas las que determinan la nueva geografía del mercado mundial, es decir la nueva estructuración biopolítica del mundo.

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