Denunciamos la complicidad de la Corporacion Medica

Se profundiza la crisis en los hospitales de la Ciudad

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Tres semanas después de que señaláramos desde estas páginas que las denuncias de los hechos de violencia ocurridas en las guardias de los hospitales porteños, habían precipitado la irrupción de reclamos salariales, de las condiciones laborales y del profundo deterioro edilicio, que expresaban el colapso de la salud pública de la Ciudad y la parálisis que imponía la burocracia de la Asociación de Médicos Municipales a los profesionales  de los hospitales y Centros de Salud, una nueva y grave agresión a un médico del Hospital Alvarez, desató un conflicto de mayor alcance, que la AMM pretendió disciplinar, convocando a un paro de 24 horas.En una sorpresiva reunión del Consejo Central (de los delegados de los hospitales), la burocracia lanzó un paro de 24 horas el día 14... para ser cumplido el 16 de agosto.La presión de las bases desbordaba el control de la burocracia.En el Alvarez, los compañeros reunidos en asambleas, con la Guardia en constante deliberación, habían resuelto realizar únicamente los auxilios de emergencias.La medida se extendía a la guardia del hospital Velez Sarfield, y alcanzaba al Piñero.

Las bases reclamaban medidas de acción directa y la organización de los 13 hospitales de agudos de la Ciudad, con este mismo reclamo.

En el Consejo Central, la burocracia impuso su disciplina: convocó a un paro sin reunir las asambleas, y su anuncio corrió por cuenta de una solicitada en los diarios.Se pretendía cooptar la movilización de los médicos que superaban ampliamente los límites de la burocracia.El paro se cumplió con total acatamiento, con la asistencia de los profesionales de guardia únicamente, demostrando la voluntad de lucha de los médicos, que se contagió al resto de los profesionales de la salud.La Asociación de Psicólogos, los Bioquímicos y la Federación, se sumaron a la medida de fuerza que paralizó los hospitales y centros de salud por 24 horas.Los trabajadores de la salud de la Ciudad enfrentamos a diario la violencia que ejerce el Gobierno de la Ciudad, con el abandono edilicio, salarios deprimidos, suplencias y falta de personal, así como la falta de insumos y tecnología mínima y necesaria en la guardia médica.La población es igualmente víctima de la violencia gubernamental y del colapso sanitario.La reasignación presupuestaria del gobierno de Telerman encarna la política del derrumbe sanitario a favor de los proyectos de especulación inmobiliaria: ni un peso para los hospitales y escuelas, todos los recursos para financiar los negocios de las megatorres.Telerman le facilita el camino a Macri. Es su socio político.La crisis de los hospitales pone al desnudo la política patronal, impulsada desde el Ejecutivo de la Ciudad y al propio estado nacional, de la mano de Kirchner y Gonzalez García. El vaciamiento hospitalario obedece a la transferencia de los recursos económicos hacia la especulación financiera e inmobiliaria, base del acuerdo político establecido entre la sucesión de Telerman y la llegada de Macri.Las medidas de fuerza iniciadas en el Hospital Alvarez y las adhesiones del Velez y el Piñero, expresan la voluntad de lucha de los profesionales de los hospitales y la tendencia a superar el límite impuesto por la burocracia sindical.Una asamblea en el hospital Penna, el día antes del paro, puso énfasis en el reclamo salarial; los profesionales del Zubizarreta y del Udaondo, criticaron el método burocrático de la convocatoria al paro.Los compañeros del Alvarez enfrentaron los aprietes de los funcionarios del SAME, y sostuvieron sus propias medidas de lucha profundizando enormemente el alcance del paro de 24 horas.El paro exige un balance inmediato: la violencia la ejerce el gobierno, con la política de ajuste, la flexibilización salarial y laboral, con el abandono edilicio y el vaciamiento tecnológico.Sus víctimas son los trabajadores de la salud y la población que se asiste en los hospitales públicos.Hacia ellos está dirigido el ajuste.La burocracia no puede parar los reclamos ni la organización de las bases, que exigen a gritos un plan de movilización que unifique la lucha.Ni medidas aisladas ni paros domingueros.Reclamamos un plan de lucha de todos los trabajadores de la salud de la ciudad, votado y aprobado en las asambleas de bases, que enfrente la política patronal de liquidación de la salud pública.Vamos con todo. Vamos por todo. Aumento salarial del 30% para todas las categorías.Por los nombramientos, las designaciones pendientes y los concursos para todas las vacantes.Por el 82% móvil del haber jubilatorio.Por el equipamiento para los Hospitales y Centros de Salud y el cumplimiento de las obras edilicias.Por la triplicación del presupuesto de Salud de la Ciudad.Por la unidad gremial de todos los trabajadores de la salud de los hospitales de la CiudadPor todos nuestros reclamos.Organicemos un plan de lucha votado por las bases. 

Luis Trombetta