Continuacion del articulo de Escudero
NOTA: Al excelente texto de José Carlos, uno se siente tentado a agregar que
el programa de tratamiento para TBC "inventado" por la OMS
(TAES: Tratamiento Acortado Estricatamente Supervisado; se le hace tomar
al/la "paciente/a" la medicación en presencia de un/a agente de salud) es un
modo de confesar que la TBC debe ser tratada no con un programa vertical
paternalista sino garantizando mejores condiciones de vida (que terminará
siendo más barato que hacerle abrir la boca para ver como traga la
medicación). Pero además, el laboratorio donde se producen la mayoría (uno
diría todos, salvo una parte que se importa) los medicamentos que se
consumen en el país, aun espera la aprobación de la ley en la Legislatura de
la Ciudad. Desde hace años se plantea la necesidad de una inversión -que en
términos sociales es miserable- para poner el laboratorio en condiciones, y
legalizar su situación que arrastra características de la época en que las
internas del Moyano preparaban sellos con medicación para su uso. No es poca
la intencionalidad que esta "confusión" revela. Y no es poco lo que devela
de la importancia que le ha dado al tema De la Rúa, Ibarra y Telerman, y
Lombardo, Stern, Spacavento y De Michellis. Ninguno ha hecho nada relevante
(algunos han aportado algo de equipamiento pero no terminan de solucionar
cuestiones sencillas y de poca inversión que pondría la planta en situación
de desarrollar algunos medicamentos nuevos que completarían los esquemas
-particularmente cicloserina- y posiblitaría incluso exportación y
articulación con Brasil y -tal vez- el resto de America Latina). El
Ministerio de salud de la Nación se hace trampas al solitario permitiendo
distribuir lo que él mismo prohibe, dado que su programa de control de TBC
traslada estos medicamentos fuera del área de la CABA. La opción sería que
las personas con TBC invadieran Buenos Aires en una repetición del "aluvión
zoológico" que hoy nadie parece querer. Y el Ministerio de Salud la Ciudad
suele recurrir a los manejos del presupuesto dada la dependencia que el
Laboratorio por carecer de presupuesto propio. En este momento se desarrolla
una epidemia de TBC Multiresistente debido a la conjunción de pobreza,
hambre, coinfección con VIH, y absoluta desidia. El gérmen multirresistente
no guarda en la memoria si deviene de un pobre o una persona que vive con
VIH: si se trasmite a una persona como uno (como un ministro o como un
legislador) implantará en su cuerpo su resistencia a las drogas comunes.
Claro, de todos modos, como está demostrado hace ya casi dos siglos, el
riesgo de persistir en la enfermedad cae verticalmente si uno come bien y
tiene casa y abrigo. En eso residirá la indiferencia? Será tan así? Es
posible que gente grande prefiera correr el riesgo antes de resolver este
tipo de problemas con un poco de dinero y algo de coraje?
Se corren rumores que Macri tiene otras intenciones con todo este tema. Se
lo van a regalar? Serán tan....?
Un saludo
Gonzalo
el programa de tratamiento para TBC "inventado" por la OMS
(TAES: Tratamiento Acortado Estricatamente Supervisado; se le hace tomar
al/la "paciente/a" la medicación en presencia de un/a agente de salud) es un
modo de confesar que la TBC debe ser tratada no con un programa vertical
paternalista sino garantizando mejores condiciones de vida (que terminará
siendo más barato que hacerle abrir la boca para ver como traga la
medicación). Pero además, el laboratorio donde se producen la mayoría (uno
diría todos, salvo una parte que se importa) los medicamentos que se
consumen en el país, aun espera la aprobación de la ley en la Legislatura de
la Ciudad. Desde hace años se plantea la necesidad de una inversión -que en
términos sociales es miserable- para poner el laboratorio en condiciones, y
legalizar su situación que arrastra características de la época en que las
internas del Moyano preparaban sellos con medicación para su uso. No es poca
la intencionalidad que esta "confusión" revela. Y no es poco lo que devela
de la importancia que le ha dado al tema De la Rúa, Ibarra y Telerman, y
Lombardo, Stern, Spacavento y De Michellis. Ninguno ha hecho nada relevante
(algunos han aportado algo de equipamiento pero no terminan de solucionar
cuestiones sencillas y de poca inversión que pondría la planta en situación
de desarrollar algunos medicamentos nuevos que completarían los esquemas
-particularmente cicloserina- y posiblitaría incluso exportación y
articulación con Brasil y -tal vez- el resto de America Latina). El
Ministerio de salud de la Nación se hace trampas al solitario permitiendo
distribuir lo que él mismo prohibe, dado que su programa de control de TBC
traslada estos medicamentos fuera del área de la CABA. La opción sería que
las personas con TBC invadieran Buenos Aires en una repetición del "aluvión
zoológico" que hoy nadie parece querer. Y el Ministerio de Salud la Ciudad
suele recurrir a los manejos del presupuesto dada la dependencia que el
Laboratorio por carecer de presupuesto propio. En este momento se desarrolla
una epidemia de TBC Multiresistente debido a la conjunción de pobreza,
hambre, coinfección con VIH, y absoluta desidia. El gérmen multirresistente
no guarda en la memoria si deviene de un pobre o una persona que vive con
VIH: si se trasmite a una persona como uno (como un ministro o como un
legislador) implantará en su cuerpo su resistencia a las drogas comunes.
Claro, de todos modos, como está demostrado hace ya casi dos siglos, el
riesgo de persistir en la enfermedad cae verticalmente si uno come bien y
tiene casa y abrigo. En eso residirá la indiferencia? Será tan así? Es
posible que gente grande prefiera correr el riesgo antes de resolver este
tipo de problemas con un poco de dinero y algo de coraje?
Se corren rumores que Macri tiene otras intenciones con todo este tema. Se
lo van a regalar? Serán tan....?
Un saludo
Gonzalo
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