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El Modelo colonialista: el Estado subsidia a los generales de la industria

Modelos de colonialismo: el estado subordinado a los “generales de la economía” 

El Estado endeudado está subordinado a los “generales de la economía”

 

El trabajo de Aspiazu, Basualdo y Khavisse: “El nuevo poder económico en la Argentina de los años 80” de julio de 2004 analiza el crecimiento y transformación del poder económico formado por grupos nacionales y empresas transnacionales diversificadas e integradas con activos locales e inversiones financieras en el exterior con capacidad para condicionar el proceso económico global por su control oligopólico sobre los mercados y tendencia a la subordinación del Estado a sus proyectos de acumulación de capital.

 

El endeudamiento estatal es uno de los mecanismos de traspaso de sus propias deudas privadas a la comunidad y de fuga de capitales al exterior.

 

En la historia económica argentina hay una asociación política entre los funcionarios de turno del aparato estatal, civil y militar, con los grupos económicos dominantes que son subvencionados en sus negocios y apoyados en su crecimiento con las políticas económico financieras desplegadas.

 

Los políticos que manejan el aparato estatal benefician directa e indirectamente a estos grupos económicos que manipulan el mercado nacional, controlan los precios y crecen amparados por los mecanismos públicos.

 

Su expansión  está subsidiada por el Estado (subordinado y endeudado).

La dictadura militar benefició  algunos de estos “generales de la industria” con múltiples mecanismos: régimen de promoción industrial, las reformas financieras, el tipo de cambio, etc.

 

Un bloque agroexportador sostiene y manipula el aparato estatal subordinado y endeudado a los organismos de crédito internacionales y a las grandes empresas locales.

 

Las empresas transnacionales manejan la economía  al fijar los precios por su control oligopólico del mercado local, poseen mejores condiciones de financiamiento y capacidad de transformación tecnológica y de orientación dinámica en todos los sectores que producen y reproducen las ganancias.

Las empresas “más importantes del país” tienen poder disciplinario sobre el aparato estatal.

Cuentan con funcionarios afines a ellas (educados y beneficiados), con capacidad para crear consenso y dominar la opinión de los políticos de turno, poder de extorsión y de negocio favorable a sus planes de enriquecimiento continuo.

 

Durante la década de los patriotas Menem y Cavallo  del 90 las privatizaciones bendecidas por el Congreso pasivo y obediente “debido”, la extranjerización de los recursos estatales, la creciente deuda estatal ligada a la privada, la complacencia de los multimedios “informativos” de control social, socios del desguace y la aparición de los agronegocios y la biotecnología como modalidad de los Grandes grupos con poder globalizador mundial condicionaron el ejercicio del gobierno estatal y el futuro de millones de argentinos.

La flexibilización laboral, la cultura individualista y exitosa, los modelos educativos afines al Norte y el dominio de pocos grandes grupos económicos de los mecanismos de crecimiento y desarrollo estatal domestican a los políticos de turno que más allá de sus 

Discursos demagógicos y oportunistas.

 Los Agronegocios y la biotecnología: la fantasía (propagada desde el Norte) del progreso y crecimiento infinito.O la nueva panacea: las falsas verdades de los científicos asociados a los nuevos mercaderes. 

Las agroindustrias dominan las exportaciones estatales de 50 a 54 mil millones de dólares anuales en el 2006 comprenden cerca del 20 % (18%) del total.

Hay una proyección al 2016 de 100 a 120 mil millones  de dólares anuales con una mayor participación cercana al 30%.

 

El aparato estatal toma de las retenciones  a las exportaciones dinero para guardar en reservas del Banco Central.

En el 2007 son de 50 mil millones de dólares.

 

Hace unos años hay un período expansivo (inestable) estatal capitalista ligado al mercado internacional de exportación de commodities como la soja y derivados y la sustitución del petróleo por los biocombustibles.

 

Argentina participa del proyecto sojero como núcleo expansivo desde mediados del 90.

Una zona núcleo con ramificaciones por todo el Sur de América.

El Norte de Buenos Aires (Carlos Casares), el Sur de Santa Fe y el Sudeste de Córdoba como cuerpo con  metástasis colonizadoras en el NOA y NE argentino.

Sur de  Brasil, Paraguay y traslado al Norte: Venezuela y Centro América: Cuba.

 

Los Grupos sojeros toman las tierras las preparan con sus maquinarias y granos modificados genéticamente resistentes a las fumigaciones.

Desmontan con topadoras los bosques, roturan los suelos, siembran directamente con poco personal y luego fumigan indiscriminadamente intoxicando a los seres, aguas y suelos.

 

Hay una sociedad real entre grupos nacionales y empresas extranjeras productoras de material biotecnológico: semillas, tóxicos, maquinarias, discursos científicos hegemónicos.

 

Los científicos estatales actúan en su mayoría como propagandistas de este modelo.

Los organismos estatales están cooptados por el modelo ficticio de progreso rápido: mucho dinero y éxito empresario en poco tiempo asegura el triunfo de estos negocios.

 

La Patria Sojera con sus commodities domina esta década y la próxima con su negocio del biocombustible.

Cargill, Bunge, LDL, Aceitera General Deheza( Miguel Acevedo), Nidera, Aceitera Vicentín y Molinos Río de la Plata son los poderosos principales socios estatales de este modelo de enriquecimiento privado bendecido por los políticos de turno, compañeros aseguradores de sus negocios eficaces y eficientes.

Casi el 20% de las exportaciones argentinas son del complejo sojero (incluye girasol), el 10% es del complejo cerealero (maíz y trigo),

 el bovino (carne, cueros, lácteos) es del 6%. 

Hay una continuidad del modelo agroexportador argentino ligado a los avatares del Mercado internacional manipulado por pocos agentes.

 

Los organismos de créditos internacionales apoyan este modelo que los beneficia al mantener una interminable deuda estatal y la dependencia a futuro de los gobernantes y del pueblo empobrecido.   

 

La Deuda Estatal es impagable y condiciona el gobierno de los mecanismos económico finacieros a futuro.

 

El Estado incorporó deuda privada de estos mismos grupos económicos

Apoyados y subvencionados con mecanismos de “protección industrial”.

 

El 19 de abril de 2006 el Congreso elegido por el pueblo aprobó la ley 26.093 de biocombustibles para producir y comercializar el negocio forrajero- sojero.

Soja, girasol y azúcar para crear combustible bueno y barato para el consumidor del Norte y perpetuar el modelo biotecnológico de vida americana: autos para circular, comida chatarra, mucha imagen para atrapar su sensorialidad adictiva.

 

El modelo sojero alimenta el ganado del Norte y a sus alegres consumidores.

Desplaza las poblaciones rurales del Sur, concentra mucha riqueza rápida en pocas manos, enferma a los pobladores con impunidad estatal y silencio del aparato de comunicación multimediático (ligado a los planes estatales de comunicación y medios: proyectos de radiotelecomunicaciones, Manejo del Papel Prensa, apoyo financiero, distribución de propaganda oficial).

 

Nuevos ricos en un país intoxicado con monocultivos fumigados, miles de trabajadores sin tierras para habitar y desplazados por la biotecnología que utiliza poco recurso humano.

Tierras desmontadas, poblaciones abandonadas a su suerte.

 

Los empleados del aparato estatal cómplices con estos empresarios de discurso progresista: desarrollo y progreso para una Nueva Argentina: principal país sojero del Mundo.

 

El modelo del Norte necesita minerales para sus productos tecnológicos de consumo diario.

Las nuevas invasiones mineras de explotación de la Cordillera de los Andes, de casi toda la zona Oeste argentina para aportar a los consumidores del Norte su ración promedio de 19 toneladas de minerales anuales. Minera La Alumbrera y Pan American Energy están en el puesto principal de exportadores (cobre y oro): cerca de un 4% del total.

San Juan, la Patagonia, Jujuy con la complicidad de sus caudillos y eternos gobernadores, señores feudales de la política populista y gatopardista democrática formal posibilita este otro negocio.

 

La historia argentina parece repetirse, una vez como drama y otra, como tragedia.

 

Continua…

  

    

  

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