Los aviones de los sojeros para fumigar el suelo y a los vecinos
Las noticias sobre agricultura dan algunas nociones sobre la dimension
de los agronegocios. Se envian a la gente vinculada al agro para que uno
pueda requerir un servicio. Yo les envio una copia demostrativa para tener
en cuenta a la hora de juzgar.
Rokla
PD: La gota atomizada, llega hasta lugares no previstos. Se la llama deriva como en la navegacion
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Santa Fe (Arg.) - Crecen las aeroaplicaciones en la provincia
Calculan que en las últimas 3 campañas las pulverizaciones aéreas de cultivos aumentaron 30%. Sólo en el área
de influencia del aeródromo de San Justo se tratan alrededor de 200.000 hectáreas.
Fuente :El Lirtoral
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El auge de la agricultura en los últimos años replicó también en una mayor demanda de insumos y servicios,
entre ellos las aeroaplicaciones. Con sus particularidades, la utilización de aviones, ya sea para realizar
barbechos o tratamientos sanitarios, cuenta con varias ventajas que pueden resumirse en una: la "oportunidad"
de efectuar la pulverización en el mejor momento y en menos tiempo. Por este motivo, y por la presencia de roya
asiática de la soja, referentes del sector en el centro provincial estiman que la demanda creció alrededor del
30% en las últimas tres campañas. Sólo en el área de influencia del aeroclub de San Justo, calculan que se
trataron en la cosecha pasada unas 200.000 hectáreas.
Roberto Tocalli, aviador desde 1972 y titular de la firma "Alas Agrícolas", con base en Las Rosas y sucursal en
San Justo, comentó a Campolitoral que en la provincia de Santa Fe están inscriptas actualmente alrededor de 40
empresas con una flota total de 70 aviones registrados; mientras que en el país son unas 850 aeronaves que
prestan el servicio (sin tener en cuenta los "truchos", que trabajan sin la debida autorización, sobre todo en
el norte argentino).
Sin pretensión de darle al avión mayor importancia que a las máquinas terrestres, el empresario comentó algunos
puntos a favor de las pulverizaciones aéreas. En primer lugar, la posibilidad de tratar lotes cuando, por
exceso de precipitaciones, hay problemas de piso. También cuando el cultivo es demasiado alto para meter una
autopropulsada en el lote. Y, por sobre todas las cosas, una mayor velocidad para realizar el tratamiento.
Pero si hubiera que resumir todos los beneficios en uno, Tocalli menciona la "oportunidad" que significa
practicar las aplicaciones en el momento apropiado para aprovechar las mejores condiciones de temperatura,
humedad y viento, además de hacer un mejor uso del tiempo. Para tener una mejor dimensión de lo que comenta,
explicó que, en promedio, un avión puede tratar alrededor de 1.500 hectáreas por día, aunque algunos tienen
capacidad de hasta 2.500 hectáreas.
La amenaza que la roya significó desde su aparición en la campaña 2003/04 hizo que la demanda de
aeroaplicaciones crezca un 30%, en forma escalonada, durante los últimos tres años. Actualmente las
aeroaplicaciones cubren unas 200.000 hectáreas por campaña en el distrito San Justo, según reveló el piloto.
Como es sabido, el tratamiento contra la roya asiática es problemático por la necesidad de llegar con el
fungicida al tercio inferior de la planta, algo muy difícil una vez que la soja ya cerró el surco. Una "ventaja
discutible", a criterio de Tocalli, es que el avión abre el cultivo por el movimiento que deja la estela sobre
el campo y por lo tanto se supone que la gota encuentra un camino más liberado para penetrar al interior de las
plantas.
Por sobre todas las cosas, lo recomendable para una aplicación efectiva es evitar las horas pico con altas
temperaturas y baja humedad. Sobre todo en los meses de febrero y marzo, con mayor incidencia de Enfermedades
de Fin de Ciclo, no es recomendable trabajar en entre las 11 y las 15 horas.
Toma vuelo
Pero el crecimiento en el trabajo de los aviones no se debe al avance de las enfermedades. También se registra
mayor demanda por la conversión de tierras ganaderas a la agricultura, que "va sumando hectáreas" y se traduce
en mayores aplicaciones de insecticidas, realización de barbechos y tratamientos sanitarios.
"El avión siempre fue más caro que la aplicación terrestre", admite Tocalli, pero advierte que -excepto en
barbecho- compensa su mayor costo con una menor rotura del cultivo por pisado.
Los precios se manejan en dólares ya que todos los insumos, pero especialmente el combustible, se transan en
moneda norteamericana, por lo que en los últimos 30 años los costos sólo se modificaron un 5%. Lo único que se
paga en pesos es la mano de obra y los gastos fijos de administración. "Antes, 1 hectárea de insecticida
equivalía a 10 litros de combustible; hoy es igual a 4 litros", comenta Tocalli, y agrega que en la actualidad
la nafta de avión se paga $4.20 el litro.
Gota atomizada
Los aviones, según el modelo, pueden cargar entre 200 y 600 litros. Para tratamientos contra roya se utilizan
alrededor de 20 litros por hectárea, que llegan hasta el cultivo con 70 a 100 impactos por centímetro cuadrado.
Tocalli explicó que el volumen que utiliza el avión es equivalente a 200 litros en aplicación terrestre, ya que
el efecto es de "atomización" de la gota, que puede alcanzar entre 160 y 200 micrones, mientras que las
pulverizadoras convencionales arrojan gotas de 400 micrones.
Más información
Cámara de Aeroaplicadores de la Provincia de Santa FeDorrego 651 CP: 2600 - Venado TuertoTel. (03462) 433540 -
(03471) 451345
de los agronegocios. Se envian a la gente vinculada al agro para que uno
pueda requerir un servicio. Yo les envio una copia demostrativa para tener
en cuenta a la hora de juzgar.
Rokla
PD: La gota atomizada, llega hasta lugares no previstos. Se la llama deriva como en la navegacion
00000000000000000000
Santa Fe (Arg.) - Crecen las aeroaplicaciones en la provincia
Calculan que en las últimas 3 campañas las pulverizaciones aéreas de cultivos aumentaron 30%. Sólo en el área
de influencia del aeródromo de San Justo se tratan alrededor de 200.000 hectáreas.
Fuente :El Lirtoral
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El auge de la agricultura en los últimos años replicó también en una mayor demanda de insumos y servicios,
entre ellos las aeroaplicaciones. Con sus particularidades, la utilización de aviones, ya sea para realizar
barbechos o tratamientos sanitarios, cuenta con varias ventajas que pueden resumirse en una: la "oportunidad"
de efectuar la pulverización en el mejor momento y en menos tiempo. Por este motivo, y por la presencia de roya
asiática de la soja, referentes del sector en el centro provincial estiman que la demanda creció alrededor del
30% en las últimas tres campañas. Sólo en el área de influencia del aeroclub de San Justo, calculan que se
trataron en la cosecha pasada unas 200.000 hectáreas.
Roberto Tocalli, aviador desde 1972 y titular de la firma "Alas Agrícolas", con base en Las Rosas y sucursal en
San Justo, comentó a Campolitoral que en la provincia de Santa Fe están inscriptas actualmente alrededor de 40
empresas con una flota total de 70 aviones registrados; mientras que en el país son unas 850 aeronaves que
prestan el servicio (sin tener en cuenta los "truchos", que trabajan sin la debida autorización, sobre todo en
el norte argentino).
Sin pretensión de darle al avión mayor importancia que a las máquinas terrestres, el empresario comentó algunos
puntos a favor de las pulverizaciones aéreas. En primer lugar, la posibilidad de tratar lotes cuando, por
exceso de precipitaciones, hay problemas de piso. También cuando el cultivo es demasiado alto para meter una
autopropulsada en el lote. Y, por sobre todas las cosas, una mayor velocidad para realizar el tratamiento.
Pero si hubiera que resumir todos los beneficios en uno, Tocalli menciona la "oportunidad" que significa
practicar las aplicaciones en el momento apropiado para aprovechar las mejores condiciones de temperatura,
humedad y viento, además de hacer un mejor uso del tiempo. Para tener una mejor dimensión de lo que comenta,
explicó que, en promedio, un avión puede tratar alrededor de 1.500 hectáreas por día, aunque algunos tienen
capacidad de hasta 2.500 hectáreas.
La amenaza que la roya significó desde su aparición en la campaña 2003/04 hizo que la demanda de
aeroaplicaciones crezca un 30%, en forma escalonada, durante los últimos tres años. Actualmente las
aeroaplicaciones cubren unas 200.000 hectáreas por campaña en el distrito San Justo, según reveló el piloto.
Como es sabido, el tratamiento contra la roya asiática es problemático por la necesidad de llegar con el
fungicida al tercio inferior de la planta, algo muy difícil una vez que la soja ya cerró el surco. Una "ventaja
discutible", a criterio de Tocalli, es que el avión abre el cultivo por el movimiento que deja la estela sobre
el campo y por lo tanto se supone que la gota encuentra un camino más liberado para penetrar al interior de las
plantas.
Por sobre todas las cosas, lo recomendable para una aplicación efectiva es evitar las horas pico con altas
temperaturas y baja humedad. Sobre todo en los meses de febrero y marzo, con mayor incidencia de Enfermedades
de Fin de Ciclo, no es recomendable trabajar en entre las 11 y las 15 horas.
Toma vuelo
Pero el crecimiento en el trabajo de los aviones no se debe al avance de las enfermedades. También se registra
mayor demanda por la conversión de tierras ganaderas a la agricultura, que "va sumando hectáreas" y se traduce
en mayores aplicaciones de insecticidas, realización de barbechos y tratamientos sanitarios.
"El avión siempre fue más caro que la aplicación terrestre", admite Tocalli, pero advierte que -excepto en
barbecho- compensa su mayor costo con una menor rotura del cultivo por pisado.
Los precios se manejan en dólares ya que todos los insumos, pero especialmente el combustible, se transan en
moneda norteamericana, por lo que en los últimos 30 años los costos sólo se modificaron un 5%. Lo único que se
paga en pesos es la mano de obra y los gastos fijos de administración. "Antes, 1 hectárea de insecticida
equivalía a 10 litros de combustible; hoy es igual a 4 litros", comenta Tocalli, y agrega que en la actualidad
la nafta de avión se paga $4.20 el litro.
Gota atomizada
Los aviones, según el modelo, pueden cargar entre 200 y 600 litros. Para tratamientos contra roya se utilizan
alrededor de 20 litros por hectárea, que llegan hasta el cultivo con 70 a 100 impactos por centímetro cuadrado.
Tocalli explicó que el volumen que utiliza el avión es equivalente a 200 litros en aplicación terrestre, ya que
el efecto es de "atomización" de la gota, que puede alcanzar entre 160 y 200 micrones, mientras que las
pulverizadoras convencionales arrojan gotas de 400 micrones.
Más información
Cámara de Aeroaplicadores de la Provincia de Santa FeDorrego 651 CP: 2600 - Venado TuertoTel. (03462) 433540 -
(03471) 451345
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