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criticamedicina

El modelo sojero/ minero/exportar commodities

Hace dos meses las únicas noticias que había sobre la soja eran sobre el buen negocio que es, el dinero que "deja", la relación entre eso y los 50 mil millones de dólares en el Banco Central (aunque esto era más una deducción que una noticia). Bastante después del famoso 11 de marzo, el discurso de CFK comenzó a decir algunas cosas ho-rri-bles sobre la soja y que esto debía cambiar, mientras abría (ella y muchos funcionarios y periodistas) los ojos sorprendida/dos. No vamos a insistir en la doble o triple falacia que esto es (lo sabían, recaudaban sobre esto sabiendo todo lo que pasa, sabiendo las consecuencias en la salud, en la economía, en el "campo", en la estructura social, y los estragos en el futuro cada vez mas cercano); el nulo efecto que tiene sobre todo este problema el 100% de las medidas que se "discuten" (y aquí, claro, nuevamente -no lo decimos desde ahora) cabe una fuerte crítica a los dirigentes de la FAA, que no han logrado y ya han renunciado a tener un reclamo diferenciado de SRA y CRA); y la hipocresía respecto de rasgarse las vestiduras -inclusive los trajecitos de Armani! qué crimen!- sobre todo esto mientras embolsan, pero además embolsan manteniendo y tendiendo (ya no cabe duda) a aumentar la brecha entre pobres y ricos, aun poniendo el ceño fruncido y diciendo que las retenciones servirán ¡para darle de comer a al gente!!!!!!!!!!!! Mientras sigue el hambre en la Argentina y no hay una sola (ni una sola) política al respecto que no sea de las del Banco Mundial, incluso de las peores (el Banco no hace nada bueno pero hace cosas malas y cosas peores). Todo esto debería ser sabido pero no se discute y aquí no hay ni un centímetro menos de responsabilidad del gobierno respecto de los medios, cuestión que se erige en una prueba más (además de las sociedades en las que son socios, de las coincidencias en intereses de clase, en los ocultamientos mutuos de chanchullos -entre ellos la apropiación de hijos de desaparecidos por Ernestina de Noble).

Pero el tema de las mineras (donde hay un compromiso aun mayor del gobierno por vía de sus políticas y por vía de sus socios, donde se destaca toda la familia Gioja, donde además su "padrino" (el Corleone de la "famiglia" Gioja") ha sido protegido del escándalo de las coimas en el senado, del cual ha desaparecido por más que está demostrado que fue uno de los que cobró (nuevamente: el problema de De la Rúa es sabido, pero ... los que cobraron... no son delincuentes?) no tiene visibilidad sino ocasionalmente y.... en la página de espectáculos!! Nos están dejando sin país y se llaman a sí mismos (y le pagan fortunas a escribas para que lo repitan, y lo repitan hasta que entre la idea, a patadas en las palabras) "gobierno popular". Qué es un gobierno popular?
Un saludo
Gonzalo

Miércoles, 09 de Abril de 2008
cine|lisandro costa, sebastian arcidiacono y su pelicula la ganga

Ese negocio de cavar en la tierra

El documental que se presenta los jueves en el C. C. de la Cooperación analiza los movimientos espontáneos de pobladores del interior frente al avance de las empresas mineras, a la vez que llama la atención sobre las consecuencias ecológicas.

 

Por Oscar Ranzani

Una rigurosa investigación sobre las mineras multinacionales y las consecuencias que generan desde el aspecto ecológico, económico y social es el tema del documental La ganga, dirigido por Lisandro Costa y producido por Sebastián Arcidiácono, jóvenes que se meten con un tema ríspido en este largometraje, que también destina un espacio importante a los reclamos de las comunidades de las regiones donde posaron la cámara: Esquel, Catamarca, Tucumán y San Juan. La ganga es, en términos de minería, el material inútil que se desprende de la extracción del metal. Pero su título también funciona como una ironía de los bajos costos que pagan las empresas de este rubro para extraer material en la Argentina. La idea nació “gracias al tema de Esquel, donde el pueblo autoconvocado frenó la mina”, relata Costa a Página/12. “Después de los cacerolazos de 2001, fue lo único masivo que vi como movimiento popular en el que la gente se había movilizado y había logrado frenar una mina ante una multinacional”, dice Costa sobre los vecinos de Esquel, y reconoce que lo sorprendió “que hayan llegado a un plebiscito y que por un 81 por ciento hubieran logrado frenar esa mina y decirle no a una multinacional sin partidos políticos que los manejaran, sin ningún tipo de bandería”.

A raíz de esta información, Costa decidió profundizar el tema investigando lo que sucede en otras regiones. Y armó una película que tiene una dinámica interesante, que hace fluido un tema que puede resultar denso. Lo logra a través de la música y de una estética collage que simula el estilo del videoclip. “La idea es que no sea aburrido y que, más allá de todos los datos que estamos dando, sea entretenido para un target joven: estudiantes secundarios, jóvenes que empiezan la universidad, pero también gente común que no se iba a bancar un documental social de una hora y media para ver lo que está pasando”, señala Costa. Es por eso que buscó hacerlo atractivo desde el aspecto visual sin descuidar el contenido, difícil de digerir. “Lo que logramos (y creo que es lo que buscábamos) es que la gente cuando termina de ver el documental queda indignada”, dice Costa sobre La ganga, que se proyecta todos los jueves de abril, a las 19 y a las 21, en la Sala Raúl González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543).

–La película tiene dos etapas: cuando señala las responsabilidades y cuando aborda las consecuencias sociales con la intervención de los propios damnificados. Es decir, no es exclusivamente una denuncia: también muestra el factor movilizador de la gente dando pelea.

Lisandro Costa: –Tuvo tres ejes. El económico era contar qué es lo que está pasando. Otro eje es el ambiental, los desastres que están ocurriendo. El tercer eje es lo social, la movilización frente a este tipo de emprendimientos de la gente que se autoconvoca y empieza a combatir contra eso. Es gente común que empieza a investigar sobre minería, comienza a ver qué es lo que está pasando, a descreer de la información que dan las mineras. No nos olvidemos de que esto tiene una campaña de marketing muy grande y hay pueblos donde llega muy poca información desde otro lado. También por eso fue hecho el documental: como una manera de que la gente que vive en estos lugares frente a un emprendimiento como es la minería, y que le dicen que les van a traer trabajo, progreso y beneficios, pueda ver otra campana que les dice: “No es todo tan así como lo están diciendo”. Hay cosas que también están pasando que son realidad, y ayuda mucho verlo en una pantalla para creerlo.

–¿Cuáles son las principales consecuencias de la explotación minera de las multinacionales?

L. C.: –La primera consecuencia es un conflicto social en un lugar donde la gente estuvo viviendo muchos años y llega “algo” nuevo, que lo primero que provoca es un desmembramiento social. Se pelean los primos, padres con hijos, los amigos, porque está la gente que quiere la minera y la gente que no la quiere. Eso a nivel social. A nivel económico es un desastre porque es un saqueo, se están llevando todos los minerales. No pagan ningún tipo de impuestos, se llevan todo el dinero de lo que exportan. Aunque dicen que son exportaciones y no es así porque, en realidad, se están llevando el mineral afuera y no dejan nada del dinero acá.

Sebastián Arcidiácono: –Una consecuencia económica es que destruyen las economías regionales, ya que la mayoría de estas economías son la agricultura y la ganadería. Entonces, cuando se ve afectada el agua (de hecho pasó en varios lugares) se empiezan a contaminar los cultivos, se mueren los animales, se empiezan a destruir las economías regionales. Esa es una de las mayores preocupaciones que tiene la gente. En zonas como San Juan, donde hay muy poca agua, limitan el agua para el riego y si les sacan el agua para su abastecimiento no van a tener con qué regar sus producciones.

L. C.: –El principal problema es el ecológico: donde había una montaña, la destruyen y dejan un agujero grande como veinte estadios de fútbol, más o menos como la cancha de River. Todo ese material que rompen, toda esa piedra que muelen, la tratan con materiales que son contaminantes y las dejan en grandes piletones llamados diques de cola, que no se sabe quién va a ser el responsable cuando la minera se vaya. Cuando termina de extraer, la minera se va. Y quedan piletones de 500 o 600 hectáreas con material contaminante y nadie se va a hacer responsable de esto. Es más: el gobierno se va a tener que hacer responsable y va a tener que pagar. Las consecuencias se van a ver de acá a diez o quince años, cuando la minera ya no esté.

–¿Cuáles son las falencias de la legislación minera y qué debería contemplar una nueva ley?

L. C.: –Primero, respeto: si las comunidades quieren o no tener una minera en su territorio. Segundo, a mi criterio, no debería hacerse minería a cielo abierto con utilización de cianuro. La legislación tendría que prohibir que las empresas extranjeras vengan a llevarse el oro.

S. A.: –Además, tengamos en cuenta que en los países de origen de estas empresas está prohibido lo que hacen acá. Por ejemplo, en Canadá hay una legislación que prohíbe que saquen oro en un sistema a cielo abierto con utilización de cianuro. Y, de hecho, hay proyectos en Canadá para que las empresas mineras deban acogerse a la ley canadiense y no a la ley de cada país. Eso sería importantísimo que llegue a sancionarse.

 

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