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DECLARACION DEL XLIII CONGRESO NACIONAL
ORDINARIO DE LA FEDERACION DE ASOCIACIONES DE
TRABAJADORES DE LA SANIDAD ARGENTINA
 
SOLUCIONES REALISTAS PARA LA CRISIS DE ENFERMERIA 
 
 
El XLIII Congreso Nacional de la FATSA, ratifica la necesidad impostergable de aumentar en forma exponencial la cantidad y  capacidad del personal de enfermería para dar cumplimiento a uno de los pilares fundamentales en el desarrollo social del país, la adecuada atención de la Salud.
 
Para ello, resaltamos la importancia de coordinar los distintos esfuerzos que se realizan a nivel nacional, regional, provincial y municipal, para la formación y capacitación del Personal de Enfermería, a través de las Universidades, Institutos de Formación, Escuelas y demás Instituciones habilitadas por los Ministerios de Educación de las provincias y la Nación.
 
La escasez del personal de enfermería, en sus dos niveles, profesional y auxiliar, es una preocupación a nivel mundial y  la FATSA desde hace mas de veinte años se encuentra comprometida en la capacitación y formación, desarrollando una labor ejemplar con mas de 20.000 auxiliares de enfermería y mas de 10.000 enfermeros, egresados y matriculados en sus programas de estudio.
 
El Ministerio de Salud de la Nación ha elaborado como respuesta a esta necesidad un Plan Nacional de Desarrollo de la Enfermería, que partiendo de una preocupación compartida por grandes sectores, pierde en su formulación, la amplia legitimidad del propósito.
 
La accesibilidad a los programas de estudio, la compatibilidad con el desempeño del trabajo diario, la armonización del conocimiento teórico y practico y la utilización de todos los recursos tecnológicos disponibles, son claves en la formación del personal de enfermería.
 
Reafirmamos la necesidad de una capacitación continua y permanente, teniendo en cuenta las necesidades regionales, garantizando al mismo tiempo, la calidad en el cuidado de la salud a toda la población.
 
Rechazamos  la modificación apresurada e inconsulta de la ley que regula el ejercicio profesional de la enfermería.
 
El respeto a la sacrificada tarea desarrollada por decenas de miles de auxiliares de enfermería tanto del sector publico como en el sector privado, a lo largo y a lo ancho de nuestro país, pero fundamentalmente el convencimiento de la necesidad de mantener los niveles profesionales y auxiliares en el ejercicio de la profesión, nos imponen el rechazo a la modificación apresurada e inconsulta de la ley que regula el ejercicio profesional de la enfermería.
 
Resulta prioritario avanzar en cambio, en la reglamentación de los aspectos laborales más postergados, como la insalubridad del ejercicio de la enfermería, la carga horaria, la necesidad de licencias profilácticas y un régimen jubilatorio especial, reconociendo de este modo, la dura realidad del conjunto de los trabajadores del equipo de salud.
 
Dimensionar la magnitud de la tarea a desarrollar debe partir de un diagnostico correcto, incluyendo un  completo revelamiento de los recursos  y herremientas existentes en todo el pais.
 
Resulta necesario, incluir en el Plan, la creación de una Dirección Nacional de Enfermería, que tenga a su cargo el contralor de la matricula, ordene el ejercicio profesional de la enfermería en  sus  dos niveles y canalice las necesidades de servicios y formación.
 
Es  imprescindible abrir un debate profundo y plural, en que los trabajadores de la Sanidad, tenemos mucho para aportar.
 
Compartiendo los principios de una formación igualitaria, permanente, accesible y equitativa, reafirmamos que la dedicación exclusiva y la mayor carga horaria en los planes de estudio, deben ceder frente a programas realistas, adaptables a las distintas regiones y necesidades sociales de toda la población.
 
Garantizar la máxima calidad en los estándares de formación de enfermeros, no debe ser entendido como la sustitución de todas las instituciones educativas habilitadas, por las Universidades; sino la articulación y complementación de toda la infraestructura educativa disponible a nivel nacional, para la formación del personal de enfermería.
 
La constitución de un fondo y un presupuesto común para financiar el Plan es fundamental para el éxito del mismo, pero resulta imprescindible que todos los actores involucrados, los beneficiarios y el estado contribuyan de un modo equitativo.
 
Alcanzar los objetivos es posible, pero se debe partir de un diagnostico de situación ajustado a la realidad, del respeto a los trabajadores en actividad, del reconocimiento a la tarea de capacitación desarrollada por los distintos actores sociales e instituciones educativas y fundamentalmente a la armonización de todos los esfuerzos y recursos disponibles y en ejecución, actualmente en todo el país.
 
El amplio reconocimiento social de la necesidad de contar con personal de enfermería capacitado y suficiente, constituye el principal logro del Plan anunciado por el Ministerio de Salud, pero debemos señalar que resulta necesario e imprescindible, abrir un debate profundo y plural, en que los trabajadores de la Sanidad, tenemos mucho para aportar.
 
                                                            La Falda, Cordoba, 31 de Octubre de 2008

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