EL MINISTERIO DE TRABAJO INTIMO A LA EMPRESA A DEJAR INGRESAR A LOS DELEGADOS DESPEDIDOS A LA FABRICA Frente a frente en el conflicto de Kraft
Los delegados serían acompañados por “la fuerza pública” si no los dejan entrar. La empresa había propuesto la incorporación de otros veinte trabajadores y se comprometió a no apelar si la Justicia avala a los gremialistas.
A media tarde parecía que nada había cambiado. Era la primera vez que la empresa y los delegados de Kraft se veían las caras, pero hubo pocas nueces. Pasadas las 20, la CGT anunció su respaldo al reclamo de los trabajadores despedidos y el Ministerio de Trabajo resolvió intimar a la multinacional para que reincorpore a los representantes gremiales y les permita el ingreso a la planta de Pacheco, “con asistencia de la fuerza pública si fuere necesario”. Ramón Bogado, de la comisión interna, valoró el gesto de los popes cegetistas, al tiempo que insistió en la recuperación de los puestos de “todos los despedidos y suspendidos”. Se refería a un miembro de la comisión interna que tiene una resolución judicial en contra y al cuerpo de delegados del turno noche, que constituye el 90 por ciento de los despedidos. Fue el final de una jornada en la que la empresa dijo que reincorporarí a a otros 20 empleados, los delegados lo rechazaron y se movilizaron junto a organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos hacia Plaza de Mayo (ver aparte). Hoy a las 9 decidirán en asamblea “los pasos a seguir”, mientras la Policía Bonaerense deberá repartirse entre “custodiar” la planta y escoltar a los representantes gremiales para que puedan ejercer sus funciones sindicales en la fábrica.
La expectativa estaba centrada en la reunión que duró 45 minutos en el piso 18 del Ministerio de Trabajo, pero las fichas se movieron más tarde por afuera. Al mismo tiempo que los manifestantes que apoyan a los despedidos de Kraft tiraban pintura contra la sede de la Unión Industrial, en Avenida de Mayo, y los delegados hacían declaraciones frente a la sede del gremio de los camioneros, la cartera que conduce Carlos Tomada resolvía “hacer lugar a lo solicitado por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación” en cuanto “garantizar el ingreso de los delegados sindicales suspendidos al establecimiento de Kraft Foods Argentina para ejercer sus funciones sindicales, en los términos y efectos del artículo 30 del decreto 467 reglamentario de la ley 23.551 (de Asociaciones Sindicales)”. Para ello solicitó al gobierno de la provincia de Buenos Aires que “haga efectiva la ejecución del acto con la asistencia de la fuerza pública si fuere necesario”. Los colaboradores de Tomada explicaron que “es una decisión administrativa, más allá de la instancia judicial”. Página/12 quiso saber si influyó en la decisión el apoyo cegetista a los trabajadores de la ex Terrabusi. “Estamos cansados de este incumplimiento, intensificamos la presión”, explicaron. Esa presión es el sumario contra la empresa, que sigue impidiendo el acceso de los delegados a la planta y que podría derivar en una multa de 13 millones de pesos.
Sin embargo, los delegados encendieron un alerta al conocer un párrafo de la resolución ministerial según el cual la intimación “comprenderá a los representantes sindicales que no se encuentren impedidos de ingresar al establecimiento por orden judicial expresa y hasta tanto se resuelva su situación definitiva”. Javier Hermosilla, delegado de la comisión interna, tiene una medida cautelar en su contra por la que no puede trabajar aunque la Justicia no le impidió entrar a la planta, según precisó su abogado, Mariano Pedrero. “La empresa afirmó en Tribunales que quiere eliminar 750 puestos de trabajo, lo que es coherente con su plan de implementar el ‘turno americano’ (12 horas), es decir, hacer desaparecer el turno noche, por eso la enorme mayoría de los trabajadores y delegados despedidos fueron de ese turno”, aclaró Pedrero. “Hoy el 90 por ciento de los delegados de sector de la noche están afuera y Kraft dice ‘casualmente’ que el único miembro de la comisión interna impedido de ingresar por orden judicial es Javier Hermosilla, del turno noche, lo cual no es cierto, ninguna orden le impide el ingreso para ejercer sus tareas gremiales, sería un acto inconstitucional. Por eso el ministerio deberá garantizar hoy que entre junto al resto de los delegados”, agregó. La empresa dijo en un comunicado que la Justicia laboral hizo lugar a una medida cautelar para que Hermosilla permanezca fuera de la empresa mientras se sustancie su juicio de desafuero, lo cual fue desmentido por su abogado.
El nuevo cuerpo de delegados que fue elegido por sectores en marzo está reconocido por el estatuto sindical y por el convenio de la alimentación, pero no así por el gremio de Rodolfo Daer y la empresa. “Aunque no compartimos la metodología de la comisión interna de Kraft, ambos luchamos por la reincorporació n de los compañeros despedidos”, dijo ayer Daer antes de que la CGT saliera a respaldarlos. El Ministerio de Trabajo dice que los reconoce pero los delegados afirman que no es así.
“Seguimos avanzando, hay 20 personas más adentro, y aunque se vayan enojados por primera vez la empresa y los trabajadores se sentaron en la misma mesa, sin gritos ni insultos”, dijo una fuente del ministerio que conduce Tomada. Estas 20 reincorporaciones se suman a las 30 de la semana pasada, aunque esta vez no hubo un listado de nombres ni mayores precisiones sobre el criterio de selección. Restan aún 72 operarios que siguen despedidos y suspendidos. Luego de la tercera reunión entre las partes, los funcionarios mostraron como otro avance el compromiso de la empresa de no apelar si la Justicia decide confirmar los fueros de los delegados. “La empresa aceptará la decisión judicial que surja de los procesos actualmente en trámite”, dijo Kraft sobre los pedidos de desafuero que sembró en cinco juzgados laborales diferentes. Más tarde Tomada consideraría este avance insuficiente, y fue por más.
En el breve encuentro de la tarde en el ministerio hubo momentos de tensión. Ante la denuncia de los delegados sobre la policía que volvió a recorrer las líneas de producción en la planta de Pacheco los representantes de la empresa Sergio Prendone y Horacio Martínez dijeron que ellos no deciden qué hacen o dejan de hacer los uniformados, lo cual fue leído por los delegados como un reconocimiento de la presencia policial. Desde el ministerio sostienen que van a enviar inspectores a los tres turnos “en forma permanente”, aunque hasta ahora no constataron lo que dicen los trabajadores. “Es que sacan a la policía cuando llegan los inspectores”, expresó Oscar Coria, delegado despedido. Otro momento de miradas esquivas fue cuando Bogado, María Rosario y Hermosilla contaron qué sucede por estas horas adentro de la fábrica de galletitas y golosinas: la comisión interna no cobró su salario, no entregan los recibos de sueldo, a los suspendidos reincorporados los cambiaron de categoría y están aplicando un nuevo régimen por el cual, entre otras normas, no se pueden juntar más de dos personas. “Los directivos no respondieron, anotaron, y dijeron que responderían el viernes”, comentó a Página/12 uno de los participantes de la reunión.
El conflicto que fue ganando apoyos e incrementando la preocupación institucional, incluso de la Embajada de los Estados Unidos, estalló con el despido de 162 trabajadores y trabajadoras el 18 de agosto, “con causa” según la empresa, por haber hecho un “paro ilegal” en reclamo de medidas contra la gripe A, en julio.
HUGO MOYANO RECIBIO ANOCHE A LA COMISION INTERNA DE KRAFT
Con el respaldo de la CGT
Luego de una reunión de varias horas, la CGT expresó su apoyo a los delegados de Kraft. También instaron a la empresa a “desmilitarizar” la fábrica y anticiparon que le iniciarán acciones legales.
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, recibió anoche en la sala de conferencias del gremio de Camioneros, en San José al 1800, a la comisión interna de Kraft y al dirigente del sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer. La discusión en torno de la mesa oval duró varias horas; terminó en una conferencia de prensa en la que participaron Juan Carlos Schmidt y el diputado Julio Piumato, por la CGT, y dos delegados cesanteados por la empresa, Ramón Bogado y Javier Hermosilla. “Expresamos nuestro apoyo y solidaridad a los compañeros de Kraft. La empresa debe desmilitarizar la zona de trabajo y comprender que esto no es una zona franca, sino territorio argentino, y que está sujeta a las leyes nacionales”, subrayó Schmidt, secretario de Capacitación de la CGT, quien ofició de vocero por la central. Durante la charla, los hombres de la CGT exigieron la salida de la Bonaerense de las instalaciones de la fábrica y prometieron a los delegados que iniciarán acciones legales contra la empresa. También harán una presentación ante la embajada estadounidense en Buenos Aires. “La CGT va a hacer una serie de gestiones”, dijo Schmidt.
A poco de comenzar la reunión, los delegados pidieron a Moyano que evaluara decretar un paro general en reclamo de la reincorporació n de los 150 despedidos. Moyano dijo que llevará ese pedido a la próxima sesión del consejo directivo, prevista para la semana entrante. En la charla también estuvieron otros miembros del consejo directivo de la CGT, como Omar Viviani, Omar Plaini y el diputado Héctor Recalde, asesor letrado de la central sindical. Tras escuchar un balance por parte de los delegados y también de Daer, los hombres de la CGT se comprometieron a intervenir en el conflicto; incluso Recalde dijo que en su rol de apoderado impulsará una denuncia ante la Justicia laboral por la violación por parte de la empresa de la ley 23.551, como también del decreto 467/88. Según esas normas, los delegados pueden ser cesanteados y desaforados, pero en ningún momento se les puede impedir el ejercicio de su tarea sindical.
En la visita a Camioneros también estuvieron los delegados María Rosario y Jorge Penayo. La entrevista con Moyano había sido solicitada por dos abogados vinculados con una parte de la comisión interna: los abogados Juan Pablo Fiorini y Jaime Lipovetsky. Ambos se contactaron con Recalde hace dos semanas y le pidieron que la CGT se involucrara en el conflicto y que el equipo jurídico de la central los acompañara en su labor. Recalde se comprometió a impulsar una presentación ante los Tribunales de San Isidro y ante el Juzgado Número 5 del Trabajo por el incumplimiento de la ley sindical vigente. “Los artículos 40, 43 y 44 de la ley 23.551, como también el artículo 30 del decreto 467 del 23 de marzo de 1988 determinan que la empresa no tiene el derecho de impedir a los delegados el acceso a sus funciones gremiales, como que entren a la fábrica. Eso no es opinable. No hay ninguna posibilidad de interpretació n jurídica distinta”, dijo anoche Recalde en diálogo con Página/12.
Tras varias horas de reunión a puertas cerradas, los delegados de Kraft enfrentaron a las cámaras en la conferencia de prensa acompañados por Schmidt y Piumato. Bogado, el referente más conocido de la comisión interna, elogió el resultado de la entrevista con Moyano. “Fue totalmente positiva”, evaluó. También habló Piumato, quien se había sumado más tarde por sus compromisos como diputado. “Hubo acuerdo en puntos centrales. La CGT exige el retiro de las fuerzas policiales y la coacción que sufren los trabajadores, dejar sin efecto todos los despidos y el pago de los salarios adeudados”, explicó. Quien decidió excluirse del contacto con la prensa fue el titular del gremio de la Alimentación. Para sorpresa de algunos de los presentes, Daer hizo saber que no estaba dispuesto a formar parte de la rueda de prensa. “Acá está totalmente desbordada la conducción del gremio”, concluyó ante Página/12 uno de los hombres de la CGT que participó de la reunión.
el gobierno advirtió a kraft que usará la policía si no reincorpora a la comisión interna
Ahora la fuerza es para meter delegados
La compañía admitió a otros 20 empleados, pero la medida fue rechazada por los trabajadores. Hugo Moyano se reunió con los sindicalistas y les pidió perdón por haberlos descalificado. Solicita audiencia a la embajadora estadounidense. Otra cumbre, el viernes.
El Gobierno y la CGT se unieron ayer para presionar por la reincorporación de los trabajadores y los delegados despedidos de la alimentaria Kraft. El Ejecutivo prometió acudir a la “fuerza pública” si la ex Terrabusi vuelve a impedir el ingreso de los representantes de los operarios, mientras que Hugo Moyano anticipó que pedirá una audiencia a la embajadora estadounidense en la Argentina, Vilma Martínez, para que les exija a las empresas de su país cumplir con la legislación laboral local. Ambas señales se concretaron luego de una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde la empresa sólo anticipó que retomará a otros 20 empleados de los 92 que permanecen desafectados.
La cartera laboral decidió anoche aumentar la presión sobre Kraft. A través de una resolución, la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, le solicitó al gobierno bonaerense garantizar el reingreso de los delegados a la planta “mediante la adopción de los medios que estime procedentes”, incluso “con asistencia de la fuerza pública, si fuere necesario”..
La resolución fue adoptada a partir de un planteo hecho por la seccional Buenos Aires del sindicato de la Alimentación, a cargo de Rodolfo Daer. La compañía impidió a los representantes de base volver a la fábrica luego del desalojo violento realizado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires el 25 de septiembre, a instancias de una orden judicial.
Por la tarde, los delegados fueron recibidos por el jefe de la CGT en su pago chico, la sede del sindicato de camioneros, en el barrio de Constitución. Moyano les abrió las puertas junto a sus leales en el Consejo Directivo de la central, como Omar Viviani (taxistas), Mario Manrique (mecánicos), Juan Carlos Schmid (dragado), Omar Plaíni (canillitas), Horacio Ghilini (docentes privados) y el abogado Héctor Recalde. También participó el jefe del sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer, con quien los representantes gremiales de Kraft mantienen un enfrentamiento de años.
En la apertura del encuentro, el líder sindical sorprendió a los delegados Ramón Bogado y María Rosario con una declaración inesperada: “Les pido disculpas si tuve un exabrupto, que fue deformado por los medios de comunicación”, dijo Moyano, según testigos. Se refirió a sus declaraciones de días atrás, cuando señaló que los responsables del conflicto fueron sectores de “ultraizquierda”.
En julio, el camionero ya les había pedido disculpas a los “gordos” de la CGT para promover su retorno a la central obrera. Antes de avanzar en el conflicto, aprovechó para quejarse ante sus interlocutores de lo que interpretó como “una campaña de difamación de los medios” en su contra, al vincularlo con episodios de violencia de sectores de la ultraderecha en la década del 70.
Durante la reunión, Moyano prometió respaldar las demandas de los operarios. “Resolvimos pedir la vuelta de todos los trabajadores, incluidos los delegados; que se abonen los salarios caídos y que se desmilitarice la planta. También vamos a plantear por nota una audiencia a la embajadora para que les indique a las empresas estadounidenses, radicadas en la Argentina, que cumplan los convenios y las leyes”, le dijo a este diario Omar Viviani, secretario gremial de la CGT.
Más temprano, en la tercera audiencia luego del desalojo, los representantes de Kraft anunciaron en el Ministerio de Trabajo que el martes próximo reincorporarán a 20 operarios, además de los 30 que ya volvieron a sus tareas este lunes. Respecto del impedimento para el ingreso de los delegados, la empresa se escudó en una futura resolución judicial. Y negó la presencia de policías dentro de la planta. Las partes volverán a reunirse el viernes.
Asamblea sí, cortes no
Las señales del Gobierno y la CGT bastaron para levantar gran parte de las protestas previstas para hoy. La Corriente Clasista y Combativa, la agrupación a la que reporta el delegado Ramón Bogado, suspendió los cortes que tenía pautados en los puentes Pueyrredón y Saavedra, en la Autopista del Oeste, en la Matanza y en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, San Juan, Río Negro y Neuquén. Los operarios despedidos de la ex Terrabusi, sin embargo, harán una asamblea a partir de las 9 en las puertas de la fábrica y bloquearán el ingreso de materias primas y la salida de mercaderías.
en la uba se solidarizaron con los trabajadores de kraft terrabusi Los universitarios también ocuparon facultades
Sociales. Esta facultad fue una de las primeras en sumarse a la toma.
Los estudiantes de la UBA que ocupaban ayer sus facultades para reclamar por la reincorporació n de los empleados de Kraft-Terrabusi levantaron las tomas y se movilizaron hasta la Plaza de Mayo. Los alumnos empezaron el lunes pasado una vigilia después de clases y continuaron con la ocupación de las facultades en solidaridad con los trabajadores de la planta de Pacheco. El presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Cristián Henkel, aseguró que la lucha de los trabajadores es la misma que la de los estudiantes “porque todos saben que si no hay trabajo no hay estudio que valga”. Después de la marcha, los estudiantes resolverán en cada centro de estudiantes cómo sigue el plan de lucha: “No descartamos que continúen los cortes de calles y avenidas, las tomas de las facultades o las clases públicas para apoyar a los 160 trabajadores de Terrabusi”, dijo Henkel.
Autoridades del rectorado de la UBA aseguraron que las clases se dictaron de manera normal en todas las facultades: “Las universidades no fueron tomadas por sus estudiantes. Hablamos con todos los decanos y nos confirmaron esta información. Las facultades funcionan normalmente y se dieron clases, la circulación no está restringida y hay un funcionamiento académico y administrativo sin problemas. No hay ningún centro de estudios que haya suspendido sus actividades”, dijo un vocero de la UBA. La versión del rectorado coincide con la de Henkel que aseguró que la toma comenzó después de que terminaran las clases el lunes por la noche y el martes por la mañana ya estaban en marcha al Ministerio de Trabajo para apoyar la reunión que mantenían los trabajadores de Kraft.
Los centros de estudiantes de la UBA ya realizaron numerosos cortes de calles para acompañar a los trabajadores de Kraft: “Las tomas se levantaron ayer por la mañana para marchar hasta el Ministerio de Trabajo. El resto del día se realizaron clases públicas en Filosofía y Letras y Ciencias Sociales para acompañar la negociación entre los trabajadores y el Gobierno. Ahora convocamos a una asamblea en la puerta de la fábrica de Pacheco, para ver cómo continúa el plan de lucha con el resto de las organizaciones sociales y estudiantiles”, dijo Henkel.
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