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carta de un taxista a Feinmann

Carta Abierta de un Taxista

Estimado Sr. Juan Pablo Feinmann

De mi consideración:

                                  Leí y releí un artículo con su firma en el Diario Página 12 del 30/08. Coincido con algunas cosas de las que usted afirma allí y discrepo con otras. Hasta allí, no me hubiese inclinado por escribir estas líneas, imagínese usted que no voy a responder a cada artículo de prensa con los que no concuerdo, pero, llegando al final me sentí agredido como taxista de la Ciudad de Buenos Aires, como dirigente de un gremio taxista, como tipo que lucha desde los 18 años y lleva 7 décadas viviendo. Y me sentí agredido por la incorporación a un análisis, que pretende ser de nivel, de una valoración despreciativa y desvalorizante de un sector de trabajadores.

Podría ser una frase o ejemplo desafortunado pero no, antes que eso, se pone en el olimpo de su  categoría de “intelectual” para tratar de “gilada” a los ciudadanos (con los cuales no coincido en absoluto) que salieron “con su velita” en su reclamo de seguridad sin recordar que luego Blumberg fue recibido en el más alto nivel y sus leyes votadas y en vigencia. Más tarde, como una ocurrencia, caracteriza como la “ideología –tacho”,  a la  labor ideológica de Radio 10 hacia el gremio, que por supuesto no empieza ni termina en el mismo sino que se extiende a vastos sectores de la población; y se contraría con el taxista que habla y “lo agrede con sus opiniones políticas” ,“en vez de quedarse callado (mudo) para dejarlo viajar tranquilo como ocurre en otros países del mundo”.

                                 Estimado Feinmann le faltó calificarnos como villeros, piqueteros, negros de mierda y otras caracterizaciones por el estilo como las que estamos acostumbrados a escuchar, de la boca de ejecutivos, señoras bien o tipos comunes, que mal creen sabérselas todas, cuando hablan de los desocupados, estudiantes, trabajadores o cualquier tipo que salga a la calle a reclamar sus derechos.

                                Sin que usted lo dijera, me pareció sentir de sus labios esta reflexión ¿“ Como un tachero, seguro que facho, va a hablar de política o filosofía conmigo, con José Pablo Feinmann?.

                               Ahora vamos a lo mejor de su artículo. Concuerdo con que el discurso de la Presidenta sobre Papel Prensa es muy valioso e importante, para desnudar ,en un ejemplo, la política permanente de cualquier monopolio, aquí y en resto del mundo. No coincidimos en  que “el poder en las sombras, el que está detrás del trono, del verdadero poder es el poder mediático”. En primer lugar porque no hay un poder mediático aislado o por encima del poder económico concentrado. Los medios de difusión son una enorme herramienta pero no para si mismos sino para garantizar la defensa, el desarrollo y la hegemonía  de un sistema global económico que se llama CAPITALISMO.

                                El Poder en la Argentina no lo detenta Clarín y sus escribas, Clarín (cuyo capital está compuesto también por inversores de EEUU) es parte de ese poder que componen el Imperio, el capital financiero, los grandes grupos económicos internacionales y sus socios locales, la AEA, la S.R., la UIA , etc, etc.        

Esto no significa minimizar el papel que los medios juegan en la construcción y el desarrollo del sistema de dominación, basta fijarse que pasa en otros países de A:L., sin embargo eso no me lleva a asegurar que “su triunfo es seguro” y sino bastaría también mirar que está pasando en el continente por la acción de sus pueblos. Por eso,  me parece erróneo convertir sus objetivos en hechos reales cuando usted afirma que “decimos lo que nos hacen decir, pensamos lo que nos hacen pensar, nos convertimos en patéticos, bobos…” como si no hubiese manera de enfrentarlos y de derrotarlos inclusive. Usted debería haber comenzado esas frases con un INTENTAN….

                                Me parece un grave error considerar que la “derecha no tiene pensadores” y darle ese rol a los medios y a sus escribas. Afuera, aquí, en todas partes, la derecha tiene enormes pensadores, equipos al servicio de la creación de ideas, gastan millones y millones en esta tarea y menospreciarlos sería fatal. Esos pensadores están en lugares claves de la sociedad, están en las grandes empresas, en los partidos políticos que son soporte del sistema, en las universidades particularmente en las privadas), en la Iglecia Católica y en otra religiones , en las organizaciones empresarias y la lista sigue.

                              La batalla contra Clarín y La Nación es muy importante, pero no es la batalla final, en la Argentina hay que dar la batalla y derrotar a los monopolios que se llevan la crema de la riqueza energética del subsuelo argentino, a los monopolios mineros que se extraen fortunas y no dejan un cobre,  envenenando tierras y seres  humanos en esa labor, a los monopolios que concentran la producción sojera, las semillas, los puertos y asesinan con el glifosato, a la gran banca que sigue ganando y que fugan cifras siderales al exterior, hay que terminar con el monopolio de la siderurgia en manos de Techint, del cemento, etc, etc.

                             Si la batalla contra Clarín y La Nación es el inicio de una lucha antimonopólica más global será decisivo para el futuro del país, si se queda allí a la corta se volverá a retroceder.

Yo tengo la opinión que este gobierno, que no dude es mejor, o mucho mejor que la derecha neoliberal y conservadora que aparece como opción, tiene un techo por su concepción sobre quienes son los sectores sociales a los que hay que agrupar como actores de este proceso cuando incorpora a la “burguesía nacional” junto a los trabajadores y  las capas medias.

                            Esa burguesía nacional no existe más, sus intereses ya están íntimamente ligados y asociados al capital extranjero, ya no son rivales, tienen negocios comunes, objetivos comunes y por supuesto intereses comunes.  Usted podría enumerar uno a uno los nombres que quedan en la economía y verá como esta aseveración se confirma plenamente. A pesar de que con este gobierno han ganado más que nunca, son quienes motorizan la oposición porque se sienten inseguros y porque su voracidad les exige más.

                           Para concluir Sr. Feinmann, porque lo mio es sencillo,  si todos los que estamos luchando somos bobos,  hablamos boludeces y nos limitamos a molestar a los filósofos, no escriba más porque es inútil.

                      

                                                                Alberto T. Rodríguez

                                                                       Secretario                                               

                                                       Asociación Taxistas de Capital

                                                      Central de Trabajadores Argentina

 

 

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