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Polémicas médicas

El poder de los laboratorios o la fabrica de la Salud

Un interesante articulo de JAMA aparece hoy y muestra cómo el origen del financiamiento de ensayos clinicos sobre problemas cardiovasculares difiere entre aquellos que son financiados por entidades sin fines de lucro, de aquellas que si.

Se tomaron todas las ediciones publicadas por JAMA, The Lancet y el NEJM entre el año 2000 y el 2005, y se analizó si la tendencia se correspondia a estudios previos a aquel año que mostraban que asi era.

De 324 articulos, en 21 no se cito la fuente de origen. De los 104 ensayos financiados exclusivamente por entidades sin fines de lucro (ESFN o NFPO), 51 (49%) reportaron pruebas significativas a favor de nuevos tratamientos vs. los tratamientos habituales, mientras que 53 (51%), no lo hicieron (p= 0.8).

En contraste 92 (67,2%) de 137 ensayos clinicos financiados por entidades con fines de lucro, favorecieron claramente a los nuevos tratamientos vs. los tratamientos standards (p <0,001).

Dentro de los 62 ensayos restantes se encontraron 35 con financiamiento conjunto, con un porcentaje favorable intermedio de (56,5%) frente a los tratamientos habituales.

Para 205 estudios aleatorizados que evaluaron medicamentos, la proporción a favor de nuevos tratamientos fue de un 39,5% para estudios financiados por Organizaciones sin fines de lucro, 54,4% cuando el financiamiento fue en conjunto, y un 65,5% cuando el financiamiento fue exclusivamente de entidades con fines de lucro. La tendencia de significación estadistica a través de los grupos fue del 0,002).

Para 39 ensayos clinicos aleatorizados evaluando otros tipos de tecnologias (devices), la proporción a favor de nuevos tratamientos fue del 50%, en aquellos financiados por Organizaciones sin fines de lucro, 69,2% en aquellos financiados en conjunto, y un 82,4 en los financiados exclusivamente por organizaciones con fines de lucro. La tendencia de probabilidad a través de los grupos fue de un 7%, es decir la probabilidad de que estos resultados sean al azar es tan solo de un 7%.

Independientemente de la la fuente de financiamiento, la mayoria de los trabajos utilizaron como resultados finales resultados cuantitativos sobre angiografias, ultrasonido intravascular, marcadores biologicicos plasmáticos, y las mediciones funcionales tuvieron mayor posibilidad de ser reportadas positivamente (67%) que los ensayos que usaron como resultados aspectos clinicos. Es decir que el 67% de los trabajos se orientaron a lo que conocemos como Estudios DOE (disease oriented evidence), vs. el resto conocido como estudios POEMS (Problem Oriented Evidence that Matters), los cuales fueron reportados en tan solo el 54,1% de los estudios (p=0,02).

Como vemos no alcanza con inventar enfermedades, sino también el origen del financiamiento es a todas luces relevante, si bien es cierto que puede haber sesgo de publicación (las revistas suelen publicar con mas frecuencia los estudios que dan positivos), no menos cierto es que también existe sesgo de financiamiento, es decir que se tiende a financiar más aquello que puede dar más rédito, y se desconoce cuantos trabajos con resultados adversos, nunca fueron sometidos a revistas médicas.

Con esto volvemos al tema de que la ciencia no es neutral, el mismo carácter de los estudios clinicos se ocupa más en validar hipótesis, y por cierto nunca en refutarlas. La inducción aún de trabajos de pequeñas muestras se generaliza, y de mágica manera, posteriormente se generaliza, sin importar las singularidades del tiempo, el espacio y las personas. Nada nuevo que no sepamos, pero estamos en problemas con esta ciencia, que aparte de todo esto, toma como patrón de oro al placebo, el cual tiene una eficacia en promedio de un 35%.

De esta manera no resulta extraño que aparezcan "estudios basados en la evidencia", donde las dietas no dan buenos resultados, o el cambio de habitos de vida. O el café que antes nos provocaba gastritis crónica ahora resulta que se trata exclusivamente del helycobacter pilory. Ya que es dificil encontrar a alguien que pague un estudio de este tipo.

Demasiados factores para una ciencia que intenta matematizar la complejidad del hombre, y de las poblaciones. Que utiliza hipótesis monocausales que ni siquiera existen en la fisica. Que se vuelve probabilística y determinista a partir de estos tipos de ensayos mas cerca de estudios experimentales que de lo que sucede a diario. Y que insiste en fragmentarnos y asignarnos el rol de seres exclusivamente biológicos, sin apenas conocer la propia complejidad que la misma biologia trae acompañada, y en donde los modelos lineales no existen. Somos seres biológicos y culturales. Y cuando la ciencia se hace aplicada, entonces la tecnologia se apropia del conocimiento, y conocer es saber, y saber es poder, aún antes de Francis Bacon. Y el saber no se regala, asi como el poder tampoco. Investigaciones que debieran ser politicas estratégicas, o resignarnos a vivir de las sobras de la información.

Un articulo interesante, de una revista que ocasionalmente tiene estos raptos de lucidez editorial y decide publicar estos datos.



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http://www.rubenroa.com.ar
http://www.saludargentina.org
http://www.e-medicinafamiliar.org/index.php

AMICOR - 9 anos e Sindrome do Estado Fragilizado

ALOYZIO ACHUTTI/ Membro da Academia Sul-Rio-Grandense de Medicina

Recentemente tem-se nomeado com freqüência duas novas síndromes: a síndrome do status e a síndrome do Estado fraco ou fragilizado. Paralelamente à semelhança verbal das duas, podem-se encontrar também aproximações conceituais e implicações práticas cruzadas.

Síndrome refere-se a um conjunto de sintomas e sinais característicos de um estado anormal ou indesejável e se utiliza muito em medicina para designar condições mórbidas conseqüentes a causas diversas ou desconhecidas. Ambas estão relacionadas com perturbações da saúde e perda de qualidade de vida. Ambas provocam estresse, doenças crônicas e mal-estar, muito além do imaginado.

Circunstâncias responsáveis pela primeira (mais utilizada na perspectiva individual) são muito freqüentes, particularmente em sociedades com grande desigualdade social como a nossa, mas também pelo mundo afora, onde - como diz Sir Michael Marmot, em livro recente sobre o tema referindo-se a sociedades mesmo ditas igualitárias - "alguns são mais iguais do que outros...".

Com a falta ou perda da identidade, falta de alternativas e de apoio social, abandono, desinteresse e atropelo de valores humanos, a vida pode se tornar ainda mais difícil, surgem desespero e falta de motivação, só avaliáveis por quem se encontrar em situação semelhante.

A Síndrome do Estado fragilizado tem sido discutida particularmente com relação a fenômenos observados em países da antiga União das Repúblicas Socialistas Soviéticas após a queda do comunismo, mas o conceito deve ser aplicável mais extensamente, inclusive em nosso caso.

O Estado como organização política da sociedade se destina a facilitar, proteger e disciplinar a vida de seus cidadãos. O status de cidadão é sua identidade, e sua segurança radica na idoneidade e na confiabilidade de seus dirigentes. Seu projeto humano se realiza e se expressa no élan da construção social e, quando se sente ameaçado, encontra guarida em suas instituições.

A contaminação dos objetivos do bem comum pelos interesses individuais ou de grupos voltados para a sustentação artificial no poder dilacera o tecido social, corrompe os valores básicos, aumenta as cisões e se torna terreno fértil para a anarquia.

A governabilidade fica comprometida, gera enorme entropia e compromete o desenvolvimento, piorando ainda mais a desigualdade social e a sensação de desespero dos que se encontram marginalizados. Entretanto, todos sofrem, pioram até os índices de mortalidade e proliferam as doenças crônicas.

Não somente a preservação da natureza, evitando a poluição ambiental, é importante para a proteção da vida. O ambiente social e político também influi na saúde da população e deve ser arrolado entre os itens a serem considerados na prevenção de doenças e considerado pelos nossos representantes no poder.

Mais um motivo para nossa participação e escolha cuidadosa na hora da eleição.

El Pentágono, el Banco Mundial y el Vaticano, por supuesto, no son poca cosa. Representan tres picos en la esfera del poder mundial: el control de la violencia, el control de la riqueza y control de la verdad suprema. Esas aristas están alineadas a la extrema derecha.

Según el Real Diccionario, "Pontificar" es presentar como innegables los dogmas y esa tarea corresponde en primer término al Sumo Pontífice. Por su parte, el "Dogma" es la declaración autoritaria de una doctrina, que se expone no para ser discutida sino para creer en ella. "Aristocracia" es el gobierno de los picudos, el poder de los zánganos.

Antes de la era cristiana, el título de Imperator se aplicó al general de un ejército romano, quien mantenía el rango al volver a la vida privada. Con el tiempo, el emperador centralizó también el control del dinero, la acuñación de moneda, y el control de la verdad suprema. Fue designado Pontifex Maximus.

Más tarde, los constructores de la Iglesia se apropiaron de la armazón administrativa del Imperio y la copiaron, instituyendo al lado y en contra de cada gobernador de provincia un arzobispo, y un obispo al lado y en contra de cada prefecto romano. El Papa adoptó el ropaje blanco del César. A medida que el poder político se debilitaba y que el Estado iba a la deriva, los representantes de la Iglesia heredaron sus tareas.

Los sucesores de Pedro se autonombraron Sumos Pontífices y, en contra de la austeridad inicial del cristianismo, introdujeron en la nueva liturgia la pompa y la espectacularidad romanas, la lengua latina, el símbolo de la cruz (antes de Jesús se acuñaba la cruz en el reverso de algunas monedas) y hasta una vena de politeísmo en la veneración de los santos

Lo que ocurre con el gorila de 800 libras también es cierto para el coloso de la industria farmacéutica; está acostumbrada a hacer lo que quiere. El año que marcó la diferencia fue 1980. Antes era un buen negocio, pero después se convirtió es un negocio estupendo.

Entre 1960 y 1980 las ventas de medicamentos con receta se mantuvieron más o menos estables como porcentaje del producto interno bruto estadounidense, pero entre 1980 y el 2000 se triplicaron. Ahora representan más de 200.000 millones de dólares anuales . Entre los muchos factores que contribuyeron al gran éxito de la industria no figura la calidad de los medicamentos que venden.

La cifra de los 200.000 millones de dólares de ventas anuales de medicamentos es una subestimación. Según fuentes gubernamentales, esto es lo que los residentes en Estados Unidos gastaron en medicamentos en el año 2002. Esta cifra incluye lo que los consumidores compraron directamente en farmacias y por correo (tanto si pagaron de su bolsillo como si lo pagó la compañía de seguros), el 25% de beneficio que sacan los mayoristas, farmacéuticos, otros intermediarios y los que venden al por menor; pero no incluye los medicamentos que se consumen en los hospitales, casas de ancianos, dispensarios médicos (lo que incluye muchos medicamentos contra el cáncer). Estos gastos suelen incorporarse a la categoría de gastos de funcionamiento de estos establecimientos.

Los ingresos (o las ventas) de las compañías dan cifras diferentes, al menos tal como se reportan en los resúmenes de los informes anuales de las compañías. Generalmente en estos informes se menciona el volumen de las ventas mundiales, incluyendo las ventas a establecimientos de salud, pero no se mencionan los beneficios de los intermediarios ni de los que venden al por menor.

El IMS Health, que es la fuente de información sobre la industria farmacéutica que más se menciona, estimó que las ventas de medicamentos que precisan receta fue de 400.000 millones de dólares en el 2002. Aproximadamente la mitad de esas ventas fueron para el mercado americano. Es decir que en realidad el coloso de 200.000 millones de dólares es un megacoloso de 400.000 millones de dólares.

 

El elemento que más contribuyó al ascenso de la industria farmacéutica (o big pharma como se reconoce al conjunto de las industrias más grandes) fue la elección de Ronald Reagan. Con la administración Reagan se inició un proceso de apoyo a la industria, no solo en las políticas de gobierno sino en la sociedad en general; y con el cambio, la actitud hacia las grandes riquezas también se alteró. Anteriormente la reputación de las grandes fortunas no era muy buena. Se podía elegir entre sacar grandes beneficios o hacer el bien, y la mayor parte de gente que podía elegir tenía dificultades para hacer las dos cosas simultáneamente.

Esto era particularmente cierto entre los científicos y los intelectuales. Podían escoger entre una vida cómoda pero no lujosa en el mundo académico, con la esperanza de hacer investigación punta, o podían "venderse" a la industria y hacer trabajo menos importante pero mejor remunerado.

Empezando en la época Reagan y hasta la década de los 1990s, los americanos cambiaron su perspectiva. Ser rico se convirtió en algo de lo que se podía estar orgulloso e incluso casi en una virtud. Había "vencedores" y "perdedores", y los "vencedores" eran ricos y se lo merecían. La brecha entre ricos y pobres, que se había ido estrechando desde la segunda guerra mundial, de repente empezó a irse ampliando y hoy en día hay una diferencia abismal.

La industria farmacéutica y sus ejecutivos se unieron rápidamente al grupo de los vencedores como resultado de las acciones de gobierno que favorecieron a las empresas. No las voy a enumerar todas pero dos de ellas son particularmente importantes. A partir de 1980, el Congreso aprobó una serie de leyes para acelerar la transformación de investigación básica, realizada con financiamiento público, en productos nuevos - a veces se utiliza el término de ‘transferencia de tecnología’ para referirse a este proceso. El objetivo era mejorar la posición de la industria americana de alta tecnología en el mercado mundial.

Entre estas leyes la más importante fue la de Bayh-Dole, que lleva el nombre de los que la presentaron al Congreso, el senador Birch Bayh (demócrata de Indiana) y el senador Robert Dole (republicano de Kansas). Bayh-Dole autorizó a las universidades y a las pequeñas empresas a patentar los descubrimientos que emanaran de la investigación realizada por el NIH, el mayor distribuidor de fondos de impuestos para investigación en medicina, y a que luego le dieran licencias exclusivas a las compañías farmacéuticas.

Hasta ese momento, los descubrimientos que se hacían con fondos públicos eran de dominio público y estaban a disposición de las compañías que quisieran utilizarlos. Pero ahora las universidades, que es donde se lleva a cabo la mayor parte de la investigación financiada por el NIH, pueden patentar y otorgar licencias de sus productos y cobrar regalías. Otra ley parecida autorizó al NIH a asociarse con la industria farmacéutica para facilitar que los descubrimientos del NIH pasaran directamente a la industria.

En los 1990s, el Congreso de USA pasó una ley que alargó todavía más el período de patente de los medicamentos de marca. Las compañías farmacéuticas emplean pequeños batallones de abogados para extraer todo el beneficio que pueden de estas leyes - y hay mucho que se puede sacar.

El resultado es que la duración media de una patente pasó de ser de ocho años en 1980 a 14 años en el 2000. Para un medicamento de grandes ventas (blockbuster), es decir que vende más de 100.000 millones de dólares anuales (como el Lipitor, Celebrex o Zoloft) estos seis años adicionales de exclusividad son muy valiosos. Pueden significar cientos de miles de millones de dólares - los suficientes para contratar a muchos abogados y tener excedentes. No es de extrañar que la industria haga todo lo posible para proteger los derechos exclusivos de comercialización, a pesar de que al hacerlo entren en contradicción con la retórica del libre mercado.

A medida que las compañías farmacéuticas incrementaban enormemente sus beneficios durante los 1980s y 1990s, también aumentaba su poder político. Para 1990, la industria ya se había establecido como una empresa con mucho control sobre su propia suerte. Por ejemplo, si no les gustaba algo de la FDA, la agencia federal que se supone que tiene que regular a la industria, podía cambiarlo presionando directamente a la FDA o a través de sus amigos en el Congreso. Las diez compañías de mayores ventas (incluyendo algunas europeas) tuvieron beneficios del 25% en 1990 y, excepto por una caída durante el gobierno del presidente Bill Clinton que coincidió con las discusiones sobre la reforma de salud, el porcentaje de beneficios se mantuvo al mismo nivel durante la siguiente década. (En términos absolutos a medida que aumentaban las ventas aumentaban los beneficios).

En el 2001, las 10 compañías farmacéuticas de la lista Fortune 500 (que no es exactamente igual a la de las 10 compañías mundiales de mayores ventas, pero que son empresas que tienen márgenes de beneficios muy parecidos) tenían réditos muy superiores al de las demás industrias americanas, independientemente de como se midiera: como porcentaje de ventas (18,5%), de bienes (16,3%), o del capital de los inversionistas (33,2%). Estos márgenes de operación son impresionantes; los podemos comparar con el rédito medio del resto de industrias americanas en la lista de Fortune 500 que fue del 3,3% de las ventas. Los bancos comerciales, que también son empresas agresivas con muchos amigos en posiciones de poder, ocupaban el segundo lugar con unos beneficios del 13,5%

En el 2002, a medida que la crisis económica se acentuaba en USA, las compañías farmacéuticas tuvieron una pequeña decaída en sus beneficios - del 18,5% al 17% de su volumen de ventas. El hecho más sorprendente del 2002 fue que los beneficios combinados de las 10 compañías farmacéuticas de la lista Fortune 500 (US$3,590.000 millones) fue superior a los beneficios totales de las otras 490 industrias (US$3,370.000 millones) . Cuando digo que es una industria con beneficios, me refiero a que los beneficios son considerables. Es difícil imaginarse cuanto dinero tiene la industria farmacéutica.

La inversión de la industria en investigación y desarrollo, aunque es considerable, es menor que el margen de beneficio. Para las diez compañías más grandes representó sólo un 11% de las ventas en 1990 y alcanzó el 14% en el 2000. La única categoría que es más grande no es ni la investigación y desarrollo, ni los beneficios sino ‘marketing y administración’ - una categoría en la que cada compañía incluye cosas diferentes. En 1990, un 36% de los ingresos por ventas se invirtió en esta categoría y esta proporción se mantuvo durante toda la década . Vale la pena notar que esto es 2,3 veces superior al gasto en investigación y desarrollo.

Estas cifras salen de los informes anuales que la industria envía al Securities and Exchange Comisión (SEC) y a los inversionistas, pero lo que se incluye en cada categoría no está nada claro porque las compañías no quieren compartir esa información. Es posible que la categoría de investigación y desarrollo incluya gastos que muchos considerarían que pertenecen a la categoría de marketing, pero nadie puede asegurarlo. Por su parte la categoría de ‘marketing y administración’ es una caja negra gigante que incluye todo lo que la industria llama ‘educación’, así como toda la promoción y propaganda, los gastos legales, y los salarios de los ejecutivos- que son muy altos. Según el informe de una organización no gubernamental Families USA, el antiguo director ejecutivo de Bristol-Myers Squibb, Charles A. Heimbold, ganó US$74,890.918 en 2001, sin contar sus US$76,095.611 en acciones. El presidente de Wyeth ganó US$40,521.011 sin contar sus US$40,629.459 en acciones. Y así se puede seguir la lista

   
 

Leyes como la de Bayh-Dole permiten que las compañías farmacéuticas en USA. no tengan que depender de su propia investigación para comercializar medicamentos nuevos, entre las compañías grandes son pocas las que lo hacen. Cada vez la industria depende más de la investigación que hacen los académicos, compañías pequeñas de biotecnología y el NIH .

Al menos una tercera parte de los medicamentos que comercializan las grandes compañías farmacéuticas tienen licencias de universidades o pequeñas empresas de biotecnología, y suelen ser las más innovadoras . La ley de Bayh-Dole ha representado grandes beneficios para la industria farmacéutica y para las empresas de biotecnología, pero su impacto en la población en general es discutible.

La época de Reagan y Bayh-Dole también modificaron la ética de las escuelas de medicina y de los hospitales académicos. Estas instituciones sin ánimo de lucro empezaron a verse como colaboradores de la industria y se entusiasmaron tanto como cualquier empresario con las oportunidades de explotar el beneficio financiero de sus descubrimientos. A los académicos se les recomendó patentar su trabajo (las patentes se asignaron a sus universidades) y se les dio participación en las regalías. Muchas escuelas de medicina y hospitales académicos establecieron oficinas de ‘transferencia de tecnología’ para contribuir en esta actividad y capitalizar en el descubrimiento de los académicos. Durante los 1990s, a medida que aumentaba el espíritu empresarial, los profesores de las escuelas de medicina fueron estableciendo negocios financieros de tipo lucrativo con las compañías, y también lo hicieron las universidades donde trabajaban.

Como resultado, la investigación médica está sesgada en favor de la industria - justo donde no debería de estar. Profesores que se habían contentado con lo que en algún momento se reconocía como un estilo de vida ‘raído pero elegante’ empezaron a preguntarse, en palabras de mi abuela "si eres tan inteligente, ¿por qué no eres rico?". Por su parte, las escuelas de medicina y los hospitales de enseñanza pusieron más recursos en la búsqueda de oportunidades comerciales.

 

La UBA

Hoy martes, por la mañana encendí la TV para saber del tiempo y me encontré con la nota que pasaban sobre la golpiza a los estudiantes. Primero no entendía qué pasaba realmente. No podía comprender que haya piñas entre estudiantes, pensé enseguida en los muchachos de la Franja Morada, no sé por qué, pero pensé en esos radicales universitarios. Pero después ví que eran viejos que golpeaban a los estudiantes. Unos viejos de mierda que pegaban desaforadamente a los pibes. Cada vez mi indignación iba creciendo ¿cómo puede ser? Los viejos pegándoles a los chicos. No eran policías, eran "trabajadores no-docentes" decían que eran de APUBA, del gremio no docente de la UBA. Pero ¿cómo es eso?, trabajadores pegándole a los estudiantes. NUNCA VISTO, solamente en épocas del fascismo en la Alemania nazi, dirigidos por el "Jefe". Jamás hubiera imaginado que padres de familias que sostienen con su trabajo peguen esa golpiza desenfrenada a los pibes. Pensé ¿serán también padres-de-familia? Pensé inmediatamente: estos no son trabajadores, de ninguna manera. Tengo una imagen muy distinta de los que es un trabajador, un padre. Los trabajadores son solidarios con la lucha de los estudiantes, nunca son represores de los estudiantes. Los padres acompañan a sus hijos en sus luchas. Pensé ¿serán policías? ¿Serán de los servicios? Y por qué pensé eso?... por los métodos que empleaban ¿cuáles?... los viejos corrían a un estudiante solo, muchos viejos golpeaban a un solo estudiante, desde atrás, como los cobardes, no como un hombre, es más pegaban en grupo, como hacen los policías en las manifestaciones cuando reprimen, reprimen en grupo a los que están aislados de las manifestaciones…
Después me fui enterando mejor, a pesar de una-TV-argentina que sinceramente no-informa, des-informa con sus "periodistas fashion" que están al frente de los noticieros, son una calamidad, ineptos, prejuiciosos bien remunerados y obedientes, con fuertes tendencias ideológicas, con un supuesto "objetivismo" que ni ellos se lo creen. Discursos tan ambiguos como intencionados políticamente a los servicios de otras políticas. A fuerza de querer saber con tanta desinformación estuve atento a la fraccionada y retaceada información que iban dando. Por ejemplo, un noticiero justo cuando comenzó la mencionada conferencia de prensa (a las 16.00 hs) de los estudiantes "se les corto" la comunicación, nunca pasa, pero bueno pasó. Además de los adjetivos que utilizan para describir lo que esta sucediendo, por ejemplo dicen: "Estudiantes y no docentes se enfrentaron a los golpes", no es así, no hubo un enfrentamiento. Esos viejos vinieron con palos y cadenas –lo vimos por TV- a golpear a los chicos, ya lo tenían planeado. Nunca he visto que se quiera vulnerar una "Toma de Facultad" por parte de los estudiantes, solo lo hace las fuerzas de represión y choque, la policía, con gases, agua, etc. Pero estos matones de la antidemocrática APUBA vinieron a golpear, no a enfrentarse. Enfrentamiento supone que dos bandos chocan. Acá no hubo tal cosa, vinieron a golpear salvajemente, los corrieron y los molieron a palos, les pegaban de atrás. Viejos cobardes y miserables.
Lo legítimo de la lucha de los estudiantes es la "toma pacífica de una facultad", es su instrumento esencial y natural de lucha, como las manifestaciones pacíficas. Pero lo que se vio hoy es inédito al menos para mí, es que unos viejos sindicalistas prepotentes y violentos vinieran a azotar como forajidos, como patoteros a la estudiantina. Me da vergüenza que esos supuestos "trabajadores""trabajadores" tengan a su vez hijos ¿Cuál será su transmisión paterna? ¿Cuál será su mensaje a sus hijos? Pienso en ello. Me da mucha tristeza, bronca y odio. Espero que los militantes y dirigentes estudiantiles sepan qué hacer con estos antidemocráticos, autoritarios que nada tienen que ver con los que nos pensamos trabajadores y estudiantes, que pensamos en intentar construir un mundo mejor... Miguel

El gobierno de la ciudad y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires han decidido otorgarle un subsidio al Hospital Francés que es una institución privada, cuyo destino, asignación de recursos y administraciones fueron decididos íntegramente por su directorio sin lugar para la opinión de terceros. Y por tanto no es responsabilidad del Estado, como no lo son ninguno de los cientos de instituciones médicas privadas que pueblan el país. Una vez más el Estado eligió destinar recursos que podrían ser derivados al hospital público (donde la mayoría de los pacientes son indigentes) al sector privado. Conviene en este punto recordar la nota de opinión escrita en Página/12 por la Dra. Silvia Quadrelli hace un par de años: "La crisis del sistema de salud de la Argentina es obvia y la situación de desfinanciamiento de las obras sociales afecta a todas las instituciones públicas y privadas. Resolver este sistema ineficiente y corrupto es sí una responsabilidad del Estado, pero no para sanear las finanzas de los hospitales privados, sino para pagar la deuda que tiene con todos los argentinos que es crear un sistema de salud con justicia y equidad para todos. Mientras tanto, la verdadera responsabilidad del Estado y de sus funcionarios es garantizar el eficiente funcionamiento y el adecuado flujo de recursos a los hospitales públicos. La administración de las instituciones privadas es responsabilidad de sus directorios, que para ello eligen a los que consideran los mejores administradores del mercado y que por ello son dueñas de invertir o gastar los beneficios que obtengan sin tener que dar cuenta de ellos a la sociedad. Transferirle al Estado y a la sociedad una responsabilidad que no tienen (y que no pueden cumplir) es permitir que se olvide cuáles son sus verdaderas responsabilidades y cuáles y con quiénes son los compromisos que todos los ciudadanos como parte de una sociedad tenemos verdaderamente asumidos".

Julio A. Farías
Médico Pediatra
DNI 10.558.947

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-66412-2006-05-04.html

 

EL CASO ALTERINI Y LA ETICA UNIVERSITARIA

Piedras

La Facultad de Derecho conducida por Alterini negó hace apenas cuatro meses un cargo a otro ex funcionario de la dictadura, por actos contrarios a la ética universitaria. En un dictamen de 1982 la Dirección de Asuntos Jurídicos de Cacciatore-Alterini convalidó la cesantía de una maestra detenida-desaparecida. Alterini, su hermano juez y muchos amigos políticos fueron contratados en un proyecto que originó precisos cargos por corrupción. Etica, política y función pública en debate.

Por H. V.

La candidatura del abogado Atilio Aníbal Alterini al rectorado de la Universidad Nacional de Buenos Aires, impugnada a raíz de su desempeño como funcionario de la última dictadura militar, reproduce un debate que hace apenas cuatro meses ya se dio en la Facultad de Derecho. Algunos protagonistas son los mismos, porque Alterini es el decano de esa facultad, donde el operador de su actual candidatura, Carlos Mas Vélez, es consejero. La posición de ambos no es hoy la misma que hace ciento quince días. Se agrega a la discusión otro dictamen de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Ciudad de Buenos Aires para la que Alterini fue designado por el interventor militar en ese organismo, brigadier Osvaldo Cacciatore, acerca de la cesantía de una maestra detenida-desaparecida. También se informa sobre la ética, en el manejo de recursos económicos, a raíz de un proyecto por nueve millones de pesos, en el que el propio Alterini fue contratado por la Facultad de la que era consejero, junto con su hermano juez y muchos amigos políticos. Ese contrato dio lugar a un furioso intercambio de cartas-documento y a una negociación que impidió el escándalo público. El Gobierno nacional no aceptó los sobrecostos injustificados que reclamaba Alterini pero se abstuvo de efectuar la denuncia penal que correspondía a su investigación.

Consuelo de tontos

El 30 de noviembre del año pasado, el departamento de posgrado de la Facultad de Derecho elevó al Consejo Directivo la nómina de cursos de especialización y programas de actualización propuestos para el año lectivo 2006. Lo que parecía un trámite de rutina dejó paso a un debate ético cuando el consejero estudiantil por la minoría Norberto C. Berner pidió la palabra en la sesión del martes 6 de diciembre de 2005 e impugnó la designación del profesor José María Dagnino Pastore para dictar un Seminario Privado en la maestría de Derecho y Economía. Berner fue electo por la agrupación independiente NBI, la única de la Facultad "que no depende ni forma parte de ningún partido político nacional", según su orgullosa declaración de principios. Berner invocó la ética universitaria, "el fundamento democrático y el respeto que genera el Estado de derecho" para proponer que no se designara a Dagnino Pastore, por haber sido ministro de Economía en los gobiernos de facto de los generales Juan Carlos Onganía, en 1969, y Benito Bignone, en 1982, y representante financiero en Europa y embajador extraordinario y plenipotenciario del dictador Jorge Videla, entre 1976 y 1978. Berner explicó que según los estatutos de la facultad los actos "contrarios a la ética universitaria" son causales de destitución de un profesor mediante juicio académico.

Si bien Dagnino Pastore no era profesor de la facultad, el criterio era aplicable para negarle la designación, agregó, sobre todo porque "jamás demostró arrepentimiento ni explicó nada de lo sucedido", durante su desempeño. El consejero por los graduados Carlos Mas Velez preguntó si Dagnino era profesor regular en la Facultad de Derecho. El decano Alterini le respondió que no. En cambio, "es o ha sido profesor de la Facultad de Ciencias Económicas", dijo. Mas Vélez y la vicedecana Mónica Pinto sugirieron que el director de la maestría propusiera un reemplazo. La cuestión se encaminaba hacia un rápido cierre, cuando el consejero profesor Rafael Manovil dijo que dada la extrema gravedad de las imputaciones, era .un despropósito. pronunciarse antes de escuchar a Dagnino Pastore. Manovil, quien en 1999 fue candidato a diputado nacional por el partido Demócrata Progresista, agregó que había en la Facultad "montones de profesores que fueron funcionarios públicos en diversos gobiernos militares", que no importaba si su rango "fue de ministro, embajador o lo que fuera", y que .nunca nadie dijo una palabra". Entre esos funcionarios mencionó a los jueces que "juraron sus cargos por el estatuto de la Revolución", por lo cual le parecía difícil "tirar la primera piedra". Aclaró que su posición era muy cómoda porque nunca ocupó ninguna función pública. En 1976 la dictadura lo echó de la Facultad de Derecho y no sabía cómo hubiera reaccionado si le hubieran ofrecido algún cargo. De inmediato pidió la palabra el consejero profesor Marcelo Gebhardt, quien se dio por aludido. "Soy uno de esos que mencionaba el doctor Manovil" porque juró como juez por los estatutos que desplazaron a la Constitución. Agregó que no se arrepentía pero que se sentía obligado a mencionar ese antecedente .para que puedan juzgar mis palabras.. En su opinión la tacha era excesiva y los cargos que ocupó no justificaban la exclusión de Dagnino Pastore. Luego de Gebhardt tomó la palabra Alterini, pero sólo para cedérsela al consejero profesor Enrique Zuleta Puceiro, quien también se opuso. Zuleta agregó que ese debate sólo se había dado respecto de Dagnino Pastore y que como argumento referido a una única persona contradecía las normas republicanas y la ética universitaria.

–Mal de muchos, consuelo de tontos –insistió el consejero alumno Berner.

–No es lo mismo un ministro que un empleado público –terció el consejero Mas Vélez.

Desechado el pase a comisión, Alterini llamó a votar. Nueve consejeros se pronunciaron por la exclusión de Dagnino Pastore. Sólo votaron en su favor Manovil, Gebhardt y Zuleta Puceiro. El decano sólo vota en caso de empate. Alterini estuvo menos locuaz en la reunión del Consejo que ante la prensa. Los consejeros más próximos a su gestión excluyeron a Dagnino Pastore y él firmó el cúmplase, pero ante las críticas de la derecha precámbrica sostuvo que .la historia hay que juzgarla en su contexto y circunstancia. Evaluar ahora esos hechos podría ser imprudente. La Argentina precisa que cerremos heridas y salgamos adelante".

Mal de ausencia

"Policía Federal", gritaron los hombres de civil que a las 3 de la madrugada del 12 de octubre de 1976 irrumpieron en el departamento 3º B de Moreno 2906. Se llevaron por "averiguación de antecedentes" a la maestra Nélida Beatriz Ardito, de 36 años, y dejaron encerradas en una pieza a dos tías mayores. Cuando se animaron a salir encontraron el departamentorevuelto. Además de su sobrina faltaban documentos, libros y objetos de valor. Sobre el lugar y la forma en que averiguaron sus antecedentes hay versiones concurrentes. Un hombre y una mujer que estuvieron secuestrados en Campo de Mayo en noviembre de 1976 narraron que allí conocieron a un ingeniero electrónico que trabajaba en la Comisión Nacional de Energía Atómica, secuestrado junto con su mujer y su hermana. Cuando en la CONADEP les mostraron fotos los reconocieron: el ingeniero era Roberto Ardito, y las mujeres Nélida Beatriz Ardito y Atántida Coma. Al declarar ante la CONADEP en 1984 el ex suboficial de inteligencia del Ejército Andrés Francisco Valdez dijo que en diciembre de 1976 la maestra Ardito fue llevada a la Delegación Avellaneda de la Policía Federal. Valdez discutió con uno de los policías bonaerenses del equipo personal del general Ramón Camps, el subcomisario Eros Tarela, acerca de quién debía interrogarla. Tarela se cansó de la discusión, sacó su arma y disparó sobre la maestra:

–Para ninguno de los dos –dijo.

En 1981, el interventor militar en la Municipalidad, Osvaldo Cacciatore, declaró cesante a Nélida Beatriz Ardito por abandono de su trabajo como maestra. Cuando el expediente iniciado en 1977 iba por la foja 40 una de las tías de Nélida, Matilde Adonina Calvo, se presentó para explicar la razón de sus ausencias. Cacciatore formuló entonces una consulta a la Dirección General de Asuntos Jurídicos, en la que había designado a Atilio Aníbal Alterini. En mayo de 1982 el dictamen 3711, con los sellos de Alterini y de su adjunto, César Minoprio, dijo que de acuerdo con el Reglamento de Procedimiento Administrativo Municipal la tía .carece de personería para presentarse en estas actuaciones.. Además, la maestra .debió reintegrarse el 30 de abril de 1976 y la desaparición que se invoca como justificatoria de su inasistencia se produjo en el mes de octubre.. Por eso recomendó desestimar la presentación y no ordenó investigar los hechos ni sugirió medidas reparatorias. En esa fecha nadie ignoraba qué había sucedido con las personas secuestradas.

El Digesto indigesto

En 1981, el joven abogado Rafael Bielsa fue contratado por el Sistema Argentino de Informática Jurídica para trabajar en la Comisión de Ordenamiento Legislativo. Debía construir un "diccionario jurídico", que permitiera saber qué leyes y decretos estaban vigentes y cuáles habían sido derogados por normas posteriores. El trabajo constaba de dos partes. La primera, que fue terminada varios años después, consistía en detectar las derogaciones explícitas. La segunda parte, que hasta el día de hoy sigue pendiente, implicaba un trabajo más creativo, de revisión de las normas en busca de derogaciones implícitas. Por ejemplo, al promulgarse las leyes Blumberg, qué partes de la legislación anterior perdieron vigencia, aunque el nuevo texto no dijera "derógase el artículo tal de la ley tanto". En 1998 el Congreso sancionó la ley 24.967 que dispuso elaborar un Digesto Jurídico Argentino, que debía contener las leyes nacionales generales vigentes y su reglamentación; un anexo del derecho histórico argentino o derecho positivo no vigente, ordenado por materias y las normas aprobadas por organismos supraestatales o intergubernamentales de integración. La tarea fue encomendada al ministerio de Justicia, entonces a cargo de Raúl Grampillo Ocampo. Luego de un concurso abierto con pocos oferentes, su realización fue contratada con la Facultad de Derecho de la UBA. Los plazos de entrega (que inicialmente eran de dos años y medio) y el presupuesto fueron renegociados en octubre de 2001 y en diciembre de 2002 (presidencia de Fernando De la Rúa e interinato del senador Eduardo Duhalde). La Sindicatura General de la Nación y la auditoría interna ministerial observaron lo que consideraba mecanismos insuficientes de control del Ministerio sobre la tarea de la Facultad. La auditoría de Price Waterhouse Coopers contratada por la Facultad de Derecho se realizó sobre "bases selectivas", es decir no sobre el total de las facturas, recibos, órdenes de pago y extractos bancarios. Por ello el contador de Harteneck, López y Cia. sostuvo que no podía asegurar "que la totalidad de los egresos efectuados por la Facultad se encuentren debidamente expuestos y con documentación de respaldo suficiente".

Cartas-documento

Al asumir el actual Gobierno en mayo de 2003, el ministerio de Justicia ya había pagado 5.000.000 de pesos y estaba obligado a pagar otros 2.500.000 hasta completar un total de 7.500.000 de pesos. En la negociación iniciada para convenir cómo y cuándo se terminaría el trabajo, el ministerio aceptó pagar el saldo en cuotas, contra la entrega certificada de la parte proporcional de la obra pendiente. Pero la Facultad reclamó también una compensación de otros 1.500.000 pesos por .mayores costos., lo cual llevaría el total a nueve millones de pesos. El secretario de Justicia Abel Fleitas (quien ahora está a cargo de la Oficina Anticorrupción) encargó una revisión de esos mayores costos al Auditor Interno Titular del Ministerio de Justicia, contador Alfredo Raúl Barnech, quien informó que no era razonable ningún pago que superara los 300.000 pesos. La Facultad amenazó con poner fin al contrato. En una carta-documento Alterini intimó al Gobierno nacional a efectuar los pagos por lo que llamó .contrato de locación de obra.. Fleitas respondió con otra carta-documento, en la que rechazó por infundados los presuntos mayores costos. Según la carta la parte de obra entregada por la Facultad al Ministerio, que ya había pagado por ella cinco millones de pesos, hace difícil explicar "un gasto superior a 600.000 pesos en equipamiento y obras de remodelación, otro superior a 3.500.000 en honorarios a un conjunto muy numeroso de personas, entre ellos, funcionarios a sueldo de la Facultad, y otros gastos por muy variados conceptos (servicios de lunch y refrigerios, ofrendas florales, agencia de turismo, etc. etc.)".

Los supuestos mayores costos no se justificaban. La Facultad entregó un índice de leyes y decretos, pero no sus textos completos ni la base de datos pertinente, "sobre la cual el Ministerio tiene los derechos de propiedad intelectual". Lo que faltaba eran "los aspectos substanciales del Digesto Jurídico Argentino": el análisis de vigencia, epistemológico y de validez normativa de toda la legislación inventariada, "sistematizadas por ramas del Derecho, con la pertinente ordenación, unificación y compatibilización de textos, considerando las modificaciones y derogaciones expresas e implícitas". Fleitas intimó a Alterini a entregar en quince días "los textos completos y la base de datos" y a realizar lo que faltaba en doce meses, "bajo apercibimiento de adoptar las medidas legales e imputar las responsabilidades personales e institucionales que correspondan". El ministerio entendía que se habían cometido los delitos de administración fraudulenta, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con un cargo público, falsedad ideológica de documento público, incumplimiento de los deberes de funcionario público y administración fraudulenta en perjuicio del rectorado de la UBA, que es la persona jurídica responsable. Cuando la denuncia penal ya estaba en preparación, el gobierno nacional recomendó que la batahola no llegara a tal nivel de estrépito" Las partes se sentaron a negociar y, en febrero de 2004, llegaron a una transacción: el ministerio sólo reconoció los 300.000 pesos por "mayores costos" que había establecido su investigación y la Facultad se comprometió a terminar el trabajo en un año. Resultado: el ministerio no hizo la denuncia penal y la Facultad no terminó el trabajo. A la vista de todos, en un tinglado a espaldas del aula magna, los jóvenes pasantes siguen cargando datos en vetustas computadoras.

El 30 de noviembre del año pasado, el departamento de posgrado de la Facultad de Derecho elevó al Consejo Directivo la nómina de cursos de especialización y programas de actualización propuestos para el año lectivo 2006. Lo que parecía un trámite de rutina dejó paso a un debate ético cuando el consejero estudiantil por la minoría Norberto C. Berner pidió la palabra en la sesión del martes 6 de diciembre de 2005 e impugnó la designación del profesor José María Dagnino Pastore para dictar un Seminario Privado en la maestría de Derecho y Economía. Berner fue electo por la agrupación independiente NBI, la única de la Facultad "que no depende ni forma parte de ningún partido político nacional", según su orgullosa declaración de principios. Berner invocó la ética universitaria, "el fundamento democrático y el respeto que genera el Estado de derecho" para proponer que no se designara a Dagnino Pastore, por haber sido ministro de Economía en los gobiernos de facto de los generales Juan Carlos Onganía, en 1969, y Benito Bignone, en 1982, y representante financiero en Europa y embajador extraordinario y plenipotenciario del dictador Jorge Videla, entre 1976 y 1978. Berner explicó que según los estatutos de la facultad los actos "contrarios a la ética universitaria" son causales de destitución de un profesor mediante juicio académico.Si bien Dagnino Pastore no era profesor de la facultad, el criterio era aplicable para negarle la designación, agregó, sobre todo porque "jamás demostró arrepentimiento ni explicó nada de lo sucedido", durante su desempeño. El consejero por los graduados Carlos Mas Velez preguntó si Dagnino era profesor regular en la Facultad de Derecho. El decano Alterini le respondió que no. En cambio, "es o ha sido profesor de la Facultad de Ciencias Económicas", dijo. Mas Vélez y la vicedecana Mónica Pinto sugirieron que el director de la maestría propusiera un reemplazo. La cuestión se encaminaba hacia un rápido cierre, cuando el consejero profesor Rafael Manovil dijo que dada la extrema gravedad de las imputaciones, era .un despropósito. pronunciarse antes de escuchar a Dagnino Pastore. Manovil, quien en 1999 fue candidato a diputado nacional por el partido Demócrata Progresista, agregó que había en la Facultad "montones de profesores que fueron funcionarios públicos en diversos gobiernos militares", que no importaba si su rango "fue de ministro, embajador o lo que fuera", y que .nunca nadie dijo una palabra". Entre esos funcionarios mencionó a los jueces que "juraron sus cargos por el estatuto de la Revolución", por lo cual le parecía difícil "tirar la primera piedra". Aclaró que su posición era muy cómoda porque nunca ocupó ninguna función pública. En 1976 la dictadura lo echó de la Facultad de Derecho y no sabía cómo hubiera reaccionado si le hubieran ofrecido algún cargo. De inmediato pidió la palabra el consejero profesor Marcelo Gebhardt, quien se dio por aludido. "Soy uno de esos que mencionaba el doctor Manovil" porque juró como juez por los estatutos que desplazaron a la Constitución. Agregó que no se arrepentía pero que se sentía obligado a mencionar ese antecedente .para que puedan juzgar mis palabras.. En su opinión la tacha era excesiva y los cargos que ocupó no justificaban la exclusión de Dagnino Pastore. Luego de Gebhardt tomó la palabra Alterini, pero sólo para cedérsela al consejero profesor Enrique Zuleta Puceiro, quien también se opuso. Zuleta agregó que ese debate sólo se había dado respecto de Dagnino Pastore y que como argumento referido a una única persona contradecía las normas republicanas y la ética universitaria.–Mal de muchos, consuelo de tontos –insistió el consejero alumno Berner.–No es lo mismo un ministro que un empleado público –terció el consejero Mas Vélez.Desechado el pase a comisión, Alterini llamó a votar. Nueve consejeros se pronunciaron por la exclusión de Dagnino Pastore. Sólo votaron en su favor Manovil, Gebhardt y Zuleta Puceiro. El decano sólo vota en caso de empate. Alterini estuvo menos locuaz en la reunión del Consejo que ante la prensa. Los consejeros más próximos a su gestión excluyeron a Dagnino Pastore y él firmó el cúmplase, pero ante las críticas de la derecha precámbrica sostuvo que .la historia hay que juzgarla en su contexto y circunstancia. Evaluar ahora esos hechos podría ser imprudente. La Argentina precisa que cerremos heridas y salgamos adelante"."Policía Federal", gritaron los hombres de civil que a las 3 de la madrugada del 12 de octubre de 1976 irrumpieron en el departamento 3º B de Moreno 2906. Se llevaron por "averiguación de antecedentes" a la maestra Nélida Beatriz Ardito, de 36 años, y dejaron encerradas en una pieza a dos tías mayores. Cuando se animaron a salir encontraron el departamentorevuelto. Además de su sobrina faltaban documentos, libros y objetos de valor. Sobre el lugar y la forma en que averiguaron sus antecedentes hay versiones concurrentes. Un hombre y una mujer que estuvieron secuestrados en Campo de Mayo en noviembre de 1976 narraron que allí conocieron a un ingeniero electrónico que trabajaba en la Comisión Nacional de Energía Atómica, secuestrado junto con su mujer y su hermana. Cuando en la CONADEP les mostraron fotos los reconocieron: el ingeniero era Roberto Ardito, y las mujeres Nélida Beatriz Ardito y Atántida Coma. Al declarar ante la CONADEP en 1984 el ex suboficial de inteligencia del Ejército Andrés Francisco Valdez dijo que en diciembre de 1976 la maestra Ardito fue llevada a la Delegación Avellaneda de la Policía Federal. Valdez discutió con uno de los policías bonaerenses del equipo personal del general Ramón Camps, el subcomisario Eros Tarela, acerca de quién debía interrogarla. Tarela se cansó de la discusión, sacó su arma y disparó sobre la maestra:–Para ninguno de los dos –dijo.En 1981, el interventor militar en la Municipalidad, Osvaldo Cacciatore, declaró cesante a Nélida Beatriz Ardito por abandono de su trabajo como maestra. Cuando el expediente iniciado en 1977 iba por la foja 40 una de las tías de Nélida, Matilde Adonina Calvo, se presentó para explicar la razón de sus ausencias. Cacciatore formuló entonces una consulta a la Dirección General de Asuntos Jurídicos, en la que había designado a Atilio Aníbal Alterini. En mayo de 1982 el dictamen 3711, con los sellos de Alterini y de su adjunto, César Minoprio, dijo que de acuerdo con el Reglamento de Procedimiento Administrativo Municipal la tía .carece de personería para presentarse en estas actuaciones.. Además, la maestra .debió reintegrarse el 30 de abril de 1976 y la desaparición que se invoca como justificatoria de su inasistencia se produjo en el mes de octubre.. Por eso recomendó desestimar la presentación y no ordenó investigar los hechos ni sugirió medidas reparatorias. En esa fecha nadie ignoraba qué había sucedido con las personas secuestradas.En 1981, el joven abogado Rafael Bielsa fue contratado por el Sistema Argentino de Informática Jurídica para trabajar en la Comisión de Ordenamiento Legislativo. Debía construir un "diccionario jurídico", que permitiera saber qué leyes y decretos estaban vigentes y cuáles habían sido derogados por normas posteriores. El trabajo constaba de dos partes. La primera, que fue terminada varios años después, consistía en detectar las derogaciones explícitas. La segunda parte, que hasta el día de hoy sigue pendiente, implicaba un trabajo más creativo, de revisión de las normas en busca de derogaciones implícitas. Por ejemplo, al promulgarse las leyes Blumberg, qué partes de la legislación anterior perdieron vigencia, aunque el nuevo texto no dijera "derógase el artículo tal de la ley tanto". En 1998 el Congreso sancionó la ley 24.967 que dispuso elaborar un Digesto Jurídico Argentino, que debía contener las leyes nacionales generales vigentes y su reglamentación; un anexo del derecho histórico argentino o derecho positivo no vigente, ordenado por materias y las normas aprobadas por organismos supraestatales o intergubernamentales de integración. La tarea fue encomendada al ministerio de Justicia, entonces a cargo de Raúl Grampillo Ocampo. Luego de un concurso abierto con pocos oferentes, su realización fue contratada con la Facultad de Derecho de la UBA. Los plazos de entrega (que inicialmente eran de dos años y medio) y el presupuesto fueron renegociados en octubre de 2001 y en diciembre de 2002 (presidencia de Fernando De la Rúa e interinato del senador Eduardo Duhalde). La Sindicatura General de la Nación y la auditoría interna ministerial observaron lo que consideraba mecanismos insuficientes de control del Ministerio sobre la tarea de la Facultad. La auditoría de Price Waterhouse Coopers contratada por la Facultad de Derecho se realizó sobre "bases selectivas", es decir no sobre el total de las facturas, recibos, órdenes de pago y extractos bancarios. Por ello el contador de Harteneck, López y Cia. sostuvo que no podía asegurar "que la totalidad de los egresos efectuados por la Facultad se encuentren debidamente expuestos y con documentación de respaldo suficiente".Al asumir el actual Gobierno en mayo de 2003, el ministerio de Justicia ya había pagado 5.000.000 de pesos y estaba obligado a pagar otros 2.500.000 hasta completar un total de 7.500.000 de pesos. En la negociación iniciada para convenir cómo y cuándo se terminaría el trabajo, el ministerio aceptó pagar el saldo en cuotas, contra la entrega certificada de la parte proporcional de la obra pendiente. Pero la Facultad reclamó también una compensación de otros 1.500.000 pesos por .mayores costos., lo cual llevaría el total a nueve millones de pesos. El secretario de Justicia Abel Fleitas (quien ahora está a cargo de la Oficina Anticorrupción) encargó una revisión de esos mayores costos al Auditor Interno Titular del Ministerio de Justicia, contador Alfredo Raúl Barnech, quien informó que no era razonable ningún pago que superara los 300.000 pesos. La Facultad amenazó con poner fin al contrato. En una carta-documento Alterini intimó al Gobierno nacional a efectuar los pagos por lo que llamó .contrato de locación de obra.. Fleitas respondió con otra carta-documento, en la que rechazó por infundados los presuntos mayores costos. Según la carta la parte de obra entregada por la Facultad al Ministerio, que ya había pagado por ella cinco millones de pesos, hace difícil explicar "un gasto superior a 600.000 pesos en equipamiento y obras de remodelación, otro superior a 3.500.000 en honorarios a un conjunto muy numeroso de personas, entre ellos, funcionarios a sueldo de la Facultad, y otros gastos por muy variados conceptos (servicios de lunch y refrigerios, ofrendas florales, agencia de turismo, etc. etc.)".Los supuestos mayores costos no se justificaban. La Facultad entregó un índice de leyes y decretos, pero no sus textos completos ni la base de datos pertinente, "sobre la cual el Ministerio tiene los derechos de propiedad intelectual". Lo que faltaba eran "los aspectos substanciales del Digesto Jurídico Argentino": el análisis de vigencia, epistemológico y de validez normativa de toda la legislación inventariada, "sistematizadas por ramas del Derecho, con la pertinente ordenación, unificación y compatibilización de textos, considerando las modificaciones y derogaciones expresas e implícitas". Fleitas intimó a Alterini a entregar en quince días "los textos completos y la base de datos" y a realizar lo que faltaba en doce meses, "bajo apercibimiento de adoptar las medidas legales e imputar las responsabilidades personales e institucionales que correspondan". El ministerio entendía que se habían cometido los delitos de administración fraudulenta, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con un cargo público, falsedad ideológica de documento público, incumplimiento de los deberes de funcionario público y administración fraudulenta en perjuicio del rectorado de la UBA, que es la persona jurídica responsable. Cuando la denuncia penal ya estaba en preparación, el gobierno nacional recomendó que la batahola no llegara a tal nivel de estrépito" Las partes se sentaron a negociar y, en febrero de 2004, llegaron a una transacción: el ministerio sólo reconoció los 300.000 pesos por "mayores costos" que había establecido su investigación y la Facultad se comprometió a terminar el trabajo en un año. Resultado: el ministerio no hizo la denuncia penal y la Facultad no terminó el trabajo. A la vista de todos, en un tinglado a espaldas del aula magna, los jóvenes pasantes siguen cargando datos en vetustas computadoras.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-66311-2006-04-30.html


Contra los fascistas en la UBA

Entrevista a Federico Schuster, decano de la Facultad de Ciencias Sociales
'Necesitamos poner a la UBA en estado de debate'
Por: LAVACA (Fecha publicación:18/04/2006)

El decano de la Facultad de Ciencias Sociales es uno de los principales
opositores a la candidatura del polémico Atilio Alterini al rectorado de la
Universidad de Buenos Aires. "Simbólicamente sería un desastre", subraya.
Pero no sólo se opone porque el abogado haya trabajado para la última
dictadura militar, sino también porque -asegura- encarna el retorno del
período más oscuro, encarnado por las prácticas políticas que trafican con
los recursos universitarios. En esta larga entrevista, Schuster cuestiona a
la dirigencia universitaria. "Los cargos responden a una lógica
mercantil-clientelar. Se venden votos por secretarías". Dice que entiende a
los alumnos que impiden sesionar a la Asamblea, que hace falta reformar los
estatutos y abrir canales para que todos participen. Se hace cargo de que
los sectores de izquierda no lograron construir una alternativa y asegura
que en la mayor casa de estudios de la Argentina no hay conciencia de lo que
pasó en 2001. También lanza una advertencia: "Si, como marca el clima,
Alterini triunfa, puede haber un problema de gobernabilidad. No hay nada
peor que darle la espalda al conflicto. La universidad no se puede permitir
quebrarlo con violencia. Sería cruzar un límite".

-¿Por que la universidad más grande del país no puede elegir su rector?

-Hay cuestiones de fondo y otras de superficie, que aún así son
muy importantes. El espacio que gobernó la universidad durante 16 años,
entre 1986 y 2002, más precisamente la Franja Morada, se reagrupó en el
último tiempo y logró convencer a mucha gente de que ganará el rectorado.
Sobre esa base hicieron alianzas bastante amplias. Muchos que no pertenecían
a ese espacio se sumaron porque también se convencieron de que ganaba el
neoshuberoffismo. Colocaron como candidato a Atilio Alterini, el decano de
la Facultad de Derecho. Hace unos dos años comenzó a circular la información
de que Alterini había sido juez en la dictadura y que después ocupó el cargo
de Director General de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad de Buenos Aires
en 1981 y 1982. Comenzó todo un debate sobre si era un cargo laboral menor,
justificable en los términos de un abogado que necesita vivir, o si era un
cargo de importancia política que lo hace responsable de alguna complicidad
con Osvaldo Cacciatore y Guillermo Del Cioppo, los intendentes de la
dictadura. No se ha comprobado que haya intervenido en casos delicados, pero
hay un debate moral, porque se trata nada menos que del rector de la
Universidad de Buenos Aires, que encima asumiría en el año en que se
conmemoran los 30 años del golpe de Estado. Simbólicamente es casi un
desastre.

¿Estas serían las razones de superficie?

-Son las razones porque las que se han movilizado fuertemente los
estudiantes. Es una cuestión ético-política. A eso se suman sus reclamos
históricos respecto a la necesidad de reformar los mecanismos de
representación universitarios. Y detrás de este debate está el regreso de
los jóvenes shuberoffistas, no ya de (el ex rector Oscar) Shuberoff. Aclaro
esto porque una cosa son los jóvenes controlados por un jefe y otra son los
jóvenes desbandados. Mi impresión es que pueden llegar a ser peor. Los
nombres que se mencionan para acompañar a Alterini en el rectorado son
preocupantes, han sido las segundas líneas y en algún caso las primeras de
la gestión de Shuberoff. Eso es muy grave, porque en 2002 dentro de la
universidad se le dijo que no a ese espacio. También fue un clamor de muchos
sectores sociales que opinaban que la Universidad no podía seguir así. Sin
duda que todavía hay mucho que corregir y hay que llevar adelante un
proyecto diferente, pero lo primero que hay que saber es que eso no puede
volver. Aunque aparentemente volverá.

-Eso también habla de las limitaciones de los que desplazaron a la Franja
Morada.

-Parece que sí, que no ha podido construirse una alternativa en estos cuatro
años.

-¿Por que no se logró?

-No hubo, desde la conducción de la Universidad, una capacidad de generar un
espacio colectivo, imprescindible para conducir en política. Acá no se pudo
hacer, en parte, porque la Franja Morada había sido tan negativa que la
propia idea de un espacio colectivo había quedado deteriorada. Entonces, no
se construyó ese espacio ni desde la conducción de la universidad ni desde
los que veníamos de posiciones de izquierda. Debemos asumir de manera
autocrítica que no fuimos capaces de generar en cuatro años un espacio de
discusión y referencia. En todos los claustros: profesores, graduados,
alumnos. Hay responsabilidades de muchos, por acción o por omisión. No
supimos o no pudimos. Y si uno deja un vacío, lo ocupan otros. En este caso,
los que tenían fuerza, Después de 16 años ocupando el poder, el
shuberoffismo posee un montón de lugares técnicos y desde allí se construye
poder, se maneja información.

- Pero usted hablaba de otras razones del conflicto, más profundas.

-Hay una cuestión todavía mas de fondo. En los 16 años de Shuberoff se ha
deteriorado tanto la dirigencia universitaria -tanto en el rectorado como en
las facultades-, que a veces me pregunto hasta qué punto el malestar sobre
la representación es central respecto de las formas de la representación
(cantidad de representantes de claustros) y hasta qué punto el malestar no
está en el contenido de los representantes, en quiénes son. Todo se compra y
se vende. Las personas van ocupando cargos políticos porque cambian votos
por secretarías, los cargos de dirección tienen más que ver con una lógica
mercantil-clientelar que con una lógica político-académica. En tanto no
podamos cambiar eso, no cambiamos la universidad. Los estudiantes que ven
eso son los que protestan.

-¿Los estudiantes que ven eso son los que protestan o los que se manifiestan
con la indiferencia? A veces, da la sensación que algunas agrupaciones
estudiantiles se manejan con esa misma lógica mercantil-clientelar.

-Es verdad, algunas sí. Pero no todas. Hay problemas de legitimidad en la
representación estudiantil. Pero creo que hay un malestar general en la
Universidad del que no nos estamos haciendo cargo. Por eso surge mi idea de
poner a la Universidad un año en debate. Llamemos a una asamblea para
debatir el estatuto dentro de un año, pero en el medio hagamos congresos,
foros, todo lo que haga falta para generar un debate en serio. Será nuestra
responsabilidad garantizarlos, porque muchos no querrán hacer nada.
Necesitamos poner a la UBA en estado de debate. Me parece que la universidad
no se repensó en el 83-84.

-¿Qué cosas quedaron obsoletas?

-El estatuto es del año 58, cuando ésta era otra Universidad. No era masiva,
había mucho menos docentes, no había tantos auxiliares ni docentes sin
concursos. Hay que encontrar una salida a los docentes interinos que son
muchos y no votan. Los estudiantes quieren más representantes y seguramente
los profesores tendremos una posición distinta, pero hay que discutirlo. Hay
que ver también si se incorporan los no docentes al cogobierno. Este es otro
país y necesita refundar la Universidad, pensar cuál es su sentido hoy. Hay
que ver cómo generamos mecanismos para sacar la lógica mercantil de la UBA.

-¿Cual debe ser para usted la misión de la universidad de hoy?

-Debe construir herramientas de conocimientos para el país y para el pueblo.
Contribuir tanto a nivel de Estado como de las organizaciones sociales, para
que mejoren sus prácticas.

-¿Y qué tan lejos estamos?

-Hoy es un poquito eso, en algunas áreas, pero por otro lado quedó atrapada
en una lógica de supervivencia: ante la falta de presupuesto encontró
mecanismos para conseguir dinero que en realidad la deterioran. Se invierte
la lógica de la extensión, en lugar de producir conocimientos para las
necesidades sociales nacionales y populares, se utiliza para conseguir plata
para sostener la Universidad. Eso trajo grandes perjuicios, porque en
algunos casos se utilizó para mantener mejor las aulas, pero en muchos para
dar contratos políticos, comprar votos. Por un voto te garantizan un
contrato de asesor.

-Esas prácticas son las que sirven para alimentar el latiguillo, despectivo,
que dice que a la Universidad no se va a estudiar sino a hacer política.

-¡Y hay que hacer política! Lo que no hay que hacer es confundir lo que fue
la utilización de la Universidad para financiar cuadros partidarios con la
política misma. Los miembros de la Universidad tienen todo el derecho del
mundo a pertenecer a un partido político, lo que no se puede es usar la
institución en beneficio de ese partido. Pero hay que hacer política, porque
no se construye la Universidad sin política. Eso supone un conjunto de
personas que se reúnen y se preguntan qué vamos a hacer. Y para eso hay que
juntar fuerzas, sumar apoyos... El problema es cuando la política se
mercantiliza, como ocurrió con los cuadros de la Franja Morada, que ya ni
siquiera sé si responden a un proyecto partidario o a sus propios intereses.

- ¿La universidad reproduce a la dirigencia política nacional o en la
universidad se aprende esa manera mercantil de gestionar el poder?

-En el origen fue una reproducción del afuera hacia adentro. Después,
algunos de los cuadros formados en esta Universidad fueron dirigentes de
importancia en el gobierno De la Rúa. Lamento decir que no se destacaron por
sus servicios a la Patria. Pero creo que en principio, la universidad fue
una herramienta al servicio de proyectos de grupos del interior del
radicalismo. Pero hoy la Universidad está atrasada respecto del país. Más
allá de los acuerdos o desacuerdos que tengamos con el actual gobierno, el
efecto 2001 tuvo más impacto a nivel nacional que en la Universidad. Creo
que la mala política universitaria se recompuso más rápido.

-¿Por qué cree que se da ese atraso?

-En la Universidad no hubo conciencia plena del impacto del 2001. Muchos
dirigentes pensaron que no les tocaba, porque se trataba de un mundo
académico.

-¿La academia sigue divorciada de la sociedad?

- Lo discutí con otros decanos, muchos de ellos muy buenas personas. Sin
embargo, se enojan mucho cuando se los cuestiona y se los mira con lupa. Yo
digo que nosotros también somos dirigentes y estamos afectados por el
descrédito general a toda la dirigencia política. Y nos tenemos que hacer
cargo de eso. Tenemos que asumir que nos tocó este tiempo y no importa si
somos o no honestos. Hay que demostrarlo y aguantar que no nos crean.
Alguien me decía: 'Yo soy honorable, no voy a permitir que alguien dude de
mí'. Lamentablemente hoy hay que permitir que la gente dude de uno, hay que
invertir la carga de la prueba.

-Usted dice que la mala dirigencia universitaria se reconstituyó
rápidamente. Pero también es verdad que la asamblea universitaria no puede
sesionar. Eso podría leerse como una vigencia del clima social del 2001.

- De alguna manera el poder eyector del 2001 perdura. Ahí hay una puja entre
esos dos intereses. A mi me toca ser actor y como tal tengo una
responsabilidad institucional. Por eso digo que la asamblea debe hacerse.
Ahora, al mismo tiempo, soy un analista político: ahí hay una situación que
la universidad debe asumir y no quiere. Esto de llamar a la policía, cortar
el conflicto... no hay nada peor que darle la espalda al conflicto. Hay que
entenderlo y asumirlo. Independientemente si uno está de acuerdo o en
desacuerdo.

-¿Para usted es legítimo que los alumnos impidan la asamblea?

-Es una actitud entendible. Por responsabilidad institucional me cuesta
pensar que la asamblea no pueda hacerse. Pero el otro día, nuestro
candidato, Alberto Koremblit dijo: 'Malo sería que en una situación así los
estudiantes no protesten, estaríamos indicando que la Universidad no tiene
defensas'. Comparto esa idea. Después viene el problema de cómo convertir el
problema en política, cómo generar un espacio político que construya. Pero
es evidente que esto expresa algo que está mal. Aún cuando se solucione la
crisis coyuntural, si no asumimos la crisis de fondo esto se va a repetir
una y otra vez. Alguien se puede horrorizar, pero el conflicto es parte de
la vida de cualquier institución. Peor sería que la universidad se fuera en
picada y no hagamos nada para evitarlo.

-¿Y cuál es entonces la legitimidad de la Asamblea?

-La asamblea hay que aceptarla porque ha habido elecciones y todos hemos
sido electos en este sistema. Me parece difícil no aceptarla. Por otro lado
hay que hacer pie político para pensar cómo se democratiza esta Universidad.
Lo que pasa es que tampoco hay unidad en qué hacer para eso. No nos hemos
sentado a pensar qué hacer. Hay militantes estudiantiles que quieren una
cosa, otros otra...Nosotros pertenecemos a otro claustro.

-¿Para dotar de más democracia a Universidad alcanza con cambiar las
proporciones de representantes?

-No. Hay enormes distancias en los espacios de representación y los de
participación. Hay distancia del aula a las juntas de las carreras, de la
carreras a los consejos directivos, de los consejos al Consejo Superior. Y
la Asamblea parece un mundo totalmente ajeno. Hay que buscar mecanismos que
permitan a estudiantes, docentes y no docentes, tener espacios de consulta y
participación más directos, para que su voz se escuche. Si no, parece que se
reúne un grupito, decide la vida de la Universidad y los demás se enteran
por los diarios. Además, la participación tiene la contracara de la
responsabilidad. Si uno convoca a toda la comunidad a participar, la obliga
a hacerse responsable de las decisiones que toma. Hay que crear espacios que
permitan participar de la toma de decisiones. No es agradable sesionar con
gente gritándole en la espalda a un consejo directivo, pero a veces la
sensación es que es la única manera de expresión que tienen.

-Llama la atención que después de todos los homenajes, actos y programas
televisivos por los 30 años del Golpe nadie haya tomado -ni siquiera en la
Universidad- el caso Alterini para debatir el rol de la sociedad civil en la
dictadura, sin que esto signifique necesariamente una caza de brujas.

-Hay que tener cuidado con la caza de brujas, hay que tener cuidado de no
hacer lo mismo que ellos. Yo soy cauto en el caso Alterini, pero le exijo
que sea absolutamente claro, transparente y enfático. No puede dejar ninguna
duda de haber sido cómplice de ningún acto ilegítimo de la Dictadura. Y si
no puede, aunque sea como contribución patriótica, que dé un paso al
costado. Y si no, que dé la cara, que diga porque trabajó allí, que explique
paso a paso lo que hizo, que no tomó ninguna decisión que afectara a nadie.
Tiene que demostrarlo.

-¿Pero por qué cree que no se debate en serio el tema del rol de la sociedad
civil en la dictadura?

-Es verdad, en los medios de comunicación no pareció importar demasiado eso.
No sé bien por qué. Pero para la universidad que sufrió desapariciones, y en
el momento de los 30 años del golpe, es muy simbólico que se elija a este
rector. Puedo tener mucha predisposición para entenderlo, pero hay momentos
donde uno tiene que hacer renunciamientos personales. Nosotros, de todas
formas, vamos a discutir un punto del reglamento interno de la Asamblea que
permite plantear la cuestión de las cualidades éticas de los candidatos. Si
la Asamblea se hace vamos a dar el debate, porque ¿en qué medida la
Universidad no queda expuesta ante la sociedad con una decisión como esta?

-Llama la atención que a la mayoría de la Asamblea Universitaria le resulte
indiferente este debate.

-He hablado con alguna gente de ese espacio, no con los más acérrimos. No me
han querido contestar mucho, pero me dijeron que no quieren acusar
indebidamente y que Alterini les ha dado una explicación. Dicen que le creen
y de esa forma cierran el debate. Ahora Alterini sacó una solicitada, donde
se defiende, pero da la impresión que no aborda las cuestiones profundas.
Dice que tenía necesidad de trabajar y que no tomó decisiones de ningún
tipo. Sé que alguna gente cercana le estaba pidiendo fuertemente que saliera
a dar explicaciones. Pero el debate hasta aquí no se dio.

-Eso también habla del estado de la universidad.

-Sí, sí. Más allá de que siempre decimos que la universidad está mucho mejor
de lo que podría estar. Ha sido destruida por la dictadura y después sufrió
la falta de atención estatal. La universidad se sostiene milagrosamente.
Pero todavía hay docentes en las aulas con ganas de dar clase, todavía hay
gente que investiga y produce conocimiento, todavía hay espacios para
enorgullecerse. Pero hay una gran distancia entre esos espacios de base de
los que podemos enorgullecernos y los niveles de toma de decisiones. De eso
tenemos que hacernos cargo.

-¿Que posibilidad le ve a su convocatoria para reformar la universidad
dentro de un año ?

-No encuentro demasiadas razones para ser optimista. Pero al mismo tiempo
quiero creer que en los espacios que aun están vivos, que vienen de abajo.
Puede terminar instalándose como una salida de compromiso. Después será
responsabilidad nuestra que eso se materialice. Hay que convertir esta
energía de resistencia en una fuerza política que discuta la universidad.
Ahí también, en los sectores estudiantiles de la llamada izquierda, tiene
que haber una voluntad de abrir el debate mas allá de los intereses del
grupo. Te digo una confidencia íntima. Más de una vez salí del Consejo
Superio pensando que a esta Universidad había que cerrarla un año y
repensarla toda. Enseguida me contestaba que no se podía, que sería un
desastre. Ahora se me ocurre otra idea: no hay que cerrarla, sino abrirla.
Abrámosla un año, tengamos un debate profundo en todas las facultades,
démosle un aire asambleario, con debates en el rectorado, en las facultades,
en espacios públicos, llamemos a las organizaciones de la sociedad para que
nos digan qué les da la universidad y qué no les da. Revolucionemos la
universidad.

-Volviendo a lo coyuntural, ¿el martes hay humo blanco?

-La verdad es que no sé. Estamos tratando de construir una alternativa
política viable. Para eso hay que juntar a gente que piense un poco menos
parecido y sumarla a este proyecto. Gente que no piense como los
neoshuberoffistas, pero que le tenga un poco de miedo a la transformación.
La decisión que tomemos va a ser dramática. De lo que hagamos depende el
futuro de la universidad. No podemos volver a equivocarnos, el error del 86
fue demasiado caro.

-Si finalmente Alterini es electo, ¿podrá gobernar con tan escasa
legitimidad?

-Puede llegar a haber un problema de gobierno. Si gana Alterini no sé si el
conflicto se termina el día después. Tendrán mayoría en el Consejo Superior,
pero serán una especie de plato volador en el conjunto de la Universidad. El
conflicto va a llegar por más que ganen todas las votaciones. Esa idea que
no se entendió en la democracia Argentina que terminó desembocando en el
2001 tampoco se entiende en la Universidad. El grave error de comprensión
política fue cosificar la representación. El representante asumía en su
propio cuerpo toda la representación. Hiciera lo que hiciera, tenía el
mandato. Pero no es así. Uno tiene el mandato parcial y día a día hay que
rendir cuentas. Si no, aparecen las movilizaciones, las protestas. No puede
ser ese argumento de esperar a las urnas la próxima vez para castigar. No:
hay que rendir cuenta todos los días y bancarse que los miembros de la
comunidad las exijan. Toda la experiencia de los estudios de conflicto
indican que la peor respuesta es darle la espalda o quebrarlo violentamente.
Darle la espalda es una actitud soberbia, anularlo autoritariamente es
cruzar una línea que no se puede permitir la Universidad.


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Contra los fascistas en la UBA

Entrevista a Federico Schuster, decano de la Facultad de Ciencias Sociales
'Necesitamos poner a la UBA en estado de debate'
Por: LAVACA (Fecha publicación:18/04/2006)

El decano de la Facultad de Ciencias Sociales es uno de los principales
opositores a la candidatura del polémico Atilio Alterini al rectorado de la
Universidad de Buenos Aires. "Simbólicamente sería un desastre", subraya.
Pero no sólo se opone porque el abogado haya trabajado para la última
dictadura militar, sino también porque -asegura- encarna el retorno del
período más oscuro, encarnado por las prácticas políticas que trafican con
los recursos universitarios. En esta larga entrevista, Schuster cuestiona a
la dirigencia universitaria. "Los cargos responden a una lógica
mercantil-clientelar. Se venden votos por secretarías". Dice que entiende a
los alumnos que impiden sesionar a la Asamblea, que hace falta reformar los
estatutos y abrir canales para que todos participen. Se hace cargo de que
los sectores de izquierda no lograron construir una alternativa y asegura
que en la mayor casa de estudios de la Argentina no hay conciencia de lo que
pasó en 2001. También lanza una advertencia: "Si, como marca el clima,
Alterini triunfa, puede haber un problema de gobernabilidad. No hay nada
peor que darle la espalda al conflicto. La universidad no se puede permitir
quebrarlo con violencia. Sería cruzar un límite".

-¿Por que la universidad más grande del país no puede elegir su rector?

-Hay cuestiones de fondo y otras de superficie, que aún así son
muy importantes. El espacio que gobernó la universidad durante 16 años,
entre 1986 y 2002, más precisamente la Franja Morada, se reagrupó en el
último tiempo y logró convencer a mucha gente de que ganará el rectorado.
Sobre esa base hicieron alianzas bastante amplias. Muchos que no pertenecían
a ese espacio se sumaron porque también se convencieron de que ganaba el
neoshuberoffismo. Colocaron como candidato a Atilio Alterini, el decano de
la Facultad de Derecho. Hace unos dos años comenzó a circular la información
de que Alterini había sido juez en la dictadura y que después ocupó el cargo
de Director General de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad de Buenos Aires
en 1981 y 1982. Comenzó todo un debate sobre si era un cargo laboral menor,
justificable en los términos de un abogado que necesita vivir, o si era un
cargo de importancia política que lo hace responsable de alguna complicidad
con Osvaldo Cacciatore y Guillermo Del Cioppo, los intendentes de la
dictadura. No se ha comprobado que haya intervenido en casos delicados, pero
hay un debate moral, porque se trata nada menos que del rector de la
Universidad de Buenos Aires, que encima asumiría en el año en que se
conmemoran los 30 años del golpe de Estado. Simbólicamente es casi un
desastre.

¿Estas serían las razones de superficie?

-Son las razones porque las que se han movilizado fuertemente los
estudiantes. Es una cuestión ético-política. A eso se suman sus reclamos
históricos respecto a la necesidad de reformar los mecanismos de
representación universitarios. Y detrás de este debate está el regreso de
los jóvenes shuberoffistas, no ya de (el ex rector Oscar) Shuberoff. Aclaro
esto porque una cosa son los jóvenes controlados por un jefe y otra son los
jóvenes desbandados. Mi impresión es que pueden llegar a ser peor. Los
nombres que se mencionan para acompañar a Alterini en el rectorado son
preocupantes, han sido las segundas líneas y en algún caso las primeras de
la gestión de Shuberoff. Eso es muy grave, porque en 2002 dentro de la
universidad se le dijo que no a ese espacio. También fue un clamor de muchos
sectores sociales que opinaban que la Universidad no podía seguir así. Sin
duda que todavía hay mucho que corregir y hay que llevar adelante un
proyecto diferente, pero lo primero que hay que saber es que eso no puede
volver. Aunque aparentemente volverá.

-Eso también habla de las limitaciones de los que desplazaron a la Franja
Morada.

-Parece que sí, que no ha podido construirse una alternativa en estos cuatro
años.

-¿Por que no se logró?

-No hubo, desde la conducción de la Universidad, una capacidad de generar un
espacio colectivo, imprescindible para conducir en política. Acá no se pudo
hacer, en parte, porque la Franja Morada había sido tan negativa que la
propia idea de un espacio colectivo había quedado deteriorada. Entonces, no
se construyó ese espacio ni desde la conducción de la universidad ni desde
los que veníamos de posiciones de izquierda. Debemos asumir de manera
autocrítica que no fuimos capaces de generar en cuatro años un espacio de
discusión y referencia. En todos los claustros: profesores, graduados,
alumnos. Hay responsabilidades de muchos, por acción o por omisión. No
supimos o no pudimos. Y si uno deja un vacío, lo ocupan otros. En este caso,
los que tenían fuerza, Después de 16 años ocupando el poder, el
shuberoffismo posee un montón de lugares técnicos y desde allí se construye
poder, se maneja información.

- Pero usted hablaba de otras razones del conflicto, más profundas.

-Hay una cuestión todavía mas de fondo. En los 16 años de Shuberoff se ha
deteriorado tanto la dirigencia universitaria -tanto en el rectorado como en
las facultades-, que a veces me pregunto hasta qué punto el malestar sobre
la representación es central respecto de las formas de la representación
(cantidad de representantes de claustros) y hasta qué punto el malestar no
está en el contenido de los representantes, en quiénes son. Todo se compra y
se vende. Las personas van ocupando cargos políticos porque cambian votos
por secretarías, los cargos de dirección tienen más que ver con una lógica
mercantil-clientelar que con una lógica político-académica. En tanto no
podamos cambiar eso, no cambiamos la universidad. Los estudiantes que ven
eso son los que protestan.

-¿Los estudiantes que ven eso son los que protestan o los que se manifiestan
con la indiferencia? A veces, da la sensación que algunas agrupaciones
estudiantiles se manejan con esa misma lógica mercantil-clientelar.

-Es verdad, algunas sí. Pero no todas. Hay problemas de legitimidad en la
representación estudiantil. Pero creo que hay un malestar general en la
Universidad del que no nos estamos haciendo cargo. Por eso surge mi idea de
poner a la Universidad un año en debate. Llamemos a una asamblea para
debatir el estatuto dentro de un año, pero en el medio hagamos congresos,
foros, todo lo que haga falta para generar un debate en serio. Será nuestra
responsabilidad garantizarlos, porque muchos no querrán hacer nada.
Necesitamos poner a la UBA en estado de debate. Me parece que la universidad
no se repensó en el 83-84.

-¿Qué cosas quedaron obsoletas?

-El estatuto es del año 58, cuando ésta era otra Universidad. No era masiva,
había mucho menos docentes, no había tantos auxiliares ni docentes sin
concursos. Hay que encontrar una salida a los docentes interinos que son
muchos y no votan. Los estudiantes quieren más representantes y seguramente
los profesores tendremos una posición distinta, pero hay que discutirlo. Hay
que ver también si se incorporan los no docentes al cogobierno. Este es otro
país y necesita refundar la Universidad, pensar cuál es su sentido hoy. Hay
que ver cómo generamos mecanismos para sacar la lógica mercantil de la UBA.

-¿Cual debe ser para usted la misión de la universidad de hoy?

-Debe construir herramientas de conocimientos para el país y para el pueblo.
Contribuir tanto a nivel de Estado como de las organizaciones sociales, para
que mejoren sus prácticas.

-¿Y qué tan lejos estamos?

-Hoy es un poquito eso, en algunas áreas, pero por otro lado quedó atrapada
en una lógica de supervivencia: ante la falta de presupuesto encontró
mecanismos para conseguir dinero que en realidad la deterioran. Se invierte
la lógica de la extensión, en lugar de producir conocimientos para las
necesidades sociales nacionales y populares, se utiliza para conseguir plata
para sostener la Universidad. Eso trajo grandes perjuicios, porque en
algunos casos se utilizó para mantener mejor las aulas, pero en muchos para
dar contratos políticos, comprar votos. Por un voto te garantizan un
contrato de asesor.

-Esas prácticas son las que sirven para alimentar el latiguillo, despectivo,
que dice que a la Universidad no se va a estudiar sino a hacer política.

-¡Y hay que hacer política! Lo que no hay que hacer es confundir lo que fue
la utilización de la Universidad para financiar cuadros partidarios con la
política misma. Los miembros de la Universidad tienen todo el derecho del
mundo a pertenecer a un partido político, lo que no se puede es usar la
institución en beneficio de ese partido. Pero hay que hacer política, porque
no se construye la Universidad sin política. Eso supone un conjunto de
personas que se reúnen y se preguntan qué vamos a hacer. Y para eso hay que
juntar fuerzas, sumar apoyos... El problema es cuando la política se
mercantiliza, como ocurrió con los cuadros de la Franja Morada, que ya ni
siquiera sé si responden a un proyecto partidario o a sus propios intereses.

- ¿La universidad reproduce a la dirigencia política nacional o en la
universidad se aprende esa manera mercantil de gestionar el poder?

-En el origen fue una reproducción del afuera hacia adentro. Después,
algunos de los cuadros formados en esta Universidad fueron dirigentes de
importancia en el gobierno De la Rúa. Lamento decir que no se destacaron por
sus servicios a la Patria. Pero creo que en principio, la universidad fue
una herramienta al servicio de proyectos de grupos del interior del
radicalismo. Pero hoy la Universidad está atrasada respecto del país. Más
allá de los acuerdos o desacuerdos que tengamos con el actual gobierno, el
efecto 2001 tuvo más impacto a nivel nacional que en la Universidad. Creo
que la mala política universitaria se recompuso más rápido.

-¿Por qué cree que se da ese atraso?

-En la Universidad no hubo conciencia plena del impacto del 2001. Muchos
dirigentes pensaron que no les tocaba, porque se trataba de un mundo
académico.

-¿La academia sigue divorciada de la sociedad?

- Lo discutí con otros decanos, muchos de ellos muy buenas personas. Sin
embargo, se enojan mucho cuando se los cuestiona y se los mira con lupa. Yo
digo que nosotros también somos dirigentes y estamos afectados por el
descrédito general a toda la dirigencia política. Y nos tenemos que hacer
cargo de eso. Tenemos que asumir que nos tocó este tiempo y no importa si
somos o no honestos. Hay que demostrarlo y aguantar que no nos crean.
Alguien me decía: 'Yo soy honorable, no voy a permitir que alguien dude de
mí'. Lamentablemente hoy hay que permitir que la gente dude de uno, hay que
invertir la carga de la prueba.

-Usted dice que la mala dirigencia universitaria se reconstituyó
rápidamente. Pero también es verdad que la asamblea universitaria no puede
sesionar. Eso podría leerse como una vigencia del clima social del 2001.

- De alguna manera el poder eyector del 2001 perdura. Ahí hay una puja entre
esos dos intereses. A mi me toca ser actor y como tal tengo una
responsabilidad institucional. Por eso digo que la asamblea debe hacerse.
Ahora, al mismo tiempo, soy un analista político: ahí hay una situación que
la universidad debe asumir y no quiere. Esto de llamar a la policía, cortar
el conflicto... no hay nada peor que darle la espalda al conflicto. Hay que
entenderlo y asumirlo. Independientemente si uno está de acuerdo o en
desacuerdo.

-¿Para usted es legítimo que los alumnos impidan la asamblea?

-Es una actitud entendible. Por responsabilidad institucional me cuesta
pensar que la asamblea no pueda hacerse. Pero el otro día, nuestro
candidato, Alberto Koremblit dijo: 'Malo sería que en una situación así los
estudiantes no protesten, estaríamos indicando que la Universidad no tiene
defensas'. Comparto esa idea. Después viene el problema de cómo convertir el
problema en política, cómo generar un espacio político que construya. Pero
es evidente que esto expresa algo que está mal. Aún cuando se solucione la
crisis coyuntural, si no asumimos la crisis de fondo esto se va a repetir
una y otra vez. Alguien se puede horrorizar, pero el conflicto es parte de
la vida de cualquier institución. Peor sería que la universidad se fuera en
picada y no hagamos nada para evitarlo.

-¿Y cuál es entonces la legitimidad de la Asamblea?

-La asamblea hay que aceptarla porque ha habido elecciones y todos hemos
sido electos en este sistema. Me parece difícil no aceptarla. Por otro lado
hay que hacer pie político para pensar cómo se democratiza esta Universidad.
Lo que pasa es que tampoco hay unidad en qué hacer para eso. No nos hemos
sentado a pensar qué hacer. Hay militantes estudiantiles que quieren una
cosa, otros otra...Nosotros pertenecemos a otro claustro.

-¿Para dotar de más democracia a Universidad alcanza con cambiar las
proporciones de representantes?

-No. Hay enormes distancias en los espacios de representación y los de
participación. Hay distancia del aula a las juntas de las carreras, de la
carreras a los consejos directivos, de los consejos al Consejo Superior. Y
la Asamblea parece un mundo totalmente ajeno. Hay que buscar mecanismos que
permitan a estudiantes, docentes y no docentes, tener espacios de consulta y
participación más directos, para que su voz se escuche. Si no, parece que se
reúne un grupito, decide la vida de la Universidad y los demás se enteran
por los diarios. Además, la participación tiene la contracara de la
responsabilidad. Si uno convoca a toda la comunidad a participar, la obliga
a hacerse responsable de las decisiones que toma. Hay que crear espacios que
permitan participar de la toma de decisiones. No es agradable sesionar con
gente gritándole en la espalda a un consejo directivo, pero a veces la
sensación es que es la única manera de expresión que tienen.

-Llama la atención que después de todos los homenajes, actos y programas
televisivos por los 30 años del Golpe nadie haya tomado -ni siquiera en la
Universidad- el caso Alterini para debatir el rol de la sociedad civil en la
dictadura, sin que esto signifique necesariamente una caza de brujas.

-Hay que tener cuidado con la caza de brujas, hay que tener cuidado de no
hacer lo mismo que ellos. Yo soy cauto en el caso Alterini, pero le exijo
que sea absolutamente claro, transparente y enfático. No puede dejar ninguna
duda de haber sido cómplice de ningún acto ilegítimo de la Dictadura. Y si
no puede, aunque sea como contribución patriótica, que dé un paso al
costado. Y si no, que dé la cara, que diga porque trabajó allí, que explique
paso a paso lo que hizo, que no tomó ninguna decisión que afectara a nadie.
Tiene que demostrarlo.

-¿Pero por qué cree que no se debate en serio el tema del rol de la sociedad
civil en la dictadura?

-Es verdad, en los medios de comunicación no pareció importar demasiado eso.
No sé bien por qué. Pero para la universidad que sufrió desapariciones, y en
el momento de los 30 años del golpe, es muy simbólico que se elija a este
rector. Puedo tener mucha predisposición para entenderlo, pero hay momentos
donde uno tiene que hacer renunciamientos personales. Nosotros, de todas
formas, vamos a discutir un punto del reglamento interno de la Asamblea que
permite plantear la cuestión de las cualidades éticas de los candidatos. Si
la Asamblea se hace vamos a dar el debate, porque ¿en qué medida la
Universidad no queda expuesta ante la sociedad con una decisión como esta?

-Llama la atención que a la mayoría de la Asamblea Universitaria le resulte
indiferente este debate.

-He hablado con alguna gente de ese espacio, no con los más acérrimos. No me
han querido contestar mucho, pero me dijeron que no quieren acusar
indebidamente y que Alterini les ha dado una explicación. Dicen que le creen
y de esa forma cierran el debate. Ahora Alterini sacó una solicitada, donde
se defiende, pero da la impresión que no aborda las cuestiones profundas.
Dice que tenía necesidad de trabajar y que no tomó decisiones de ningún
tipo. Sé que alguna gente cercana le estaba pidiendo fuertemente que saliera
a dar explicaciones. Pero el debate hasta aquí no se dio.

-Eso también habla del estado de la universidad.

-Sí, sí. Más allá de que siempre decimos que la universidad está mucho mejor
de lo que podría estar. Ha sido destruida por la dictadura y después sufrió
la falta de atención estatal. La universidad se sostiene milagrosamente.
Pero todavía hay docentes en las aulas con ganas de dar clase, todavía hay
gente que investiga y produce conocimiento, todavía hay espacios para
enorgullecerse. Pero hay una gran distancia entre esos espacios de base de
los que podemos enorgullecernos y los niveles de toma de decisiones. De eso
tenemos que hacernos cargo.

-¿Que posibilidad le ve a su convocatoria para reformar la universidad
dentro de un año ?

-No encuentro demasiadas razones para ser optimista. Pero al mismo tiempo
quiero creer que en los espacios que aun están vivos, que vienen de abajo.
Puede terminar instalándose como una salida de compromiso. Después será
responsabilidad nuestra que eso se materialice. Hay que convertir esta
energía de resistencia en una fuerza política que discuta la universidad.
Ahí también, en los sectores estudiantiles de la llamada izquierda, tiene
que haber una voluntad de abrir el debate mas allá de los intereses del
grupo. Te digo una confidencia íntima. Más de una vez salí del Consejo
Superio pensando que a esta Universidad había que cerrarla un año y
repensarla toda. Enseguida me contestaba que no se podía, que sería un
desastre. Ahora se me ocurre otra idea: no hay que cerrarla, sino abrirla.
Abrámosla un año, tengamos un debate profundo en todas las facultades,
démosle un aire asambleario, con debates en el rectorado, en las facultades,
en espacios públicos, llamemos a las organizaciones de la sociedad para que
nos digan qué les da la universidad y qué no les da. Revolucionemos la
universidad.

-Volviendo a lo coyuntural, ¿el martes hay humo blanco?

-La verdad es que no sé. Estamos tratando de construir una alternativa
política viable. Para eso hay que juntar a gente que piense un poco menos
parecido y sumarla a este proyecto. Gente que no piense como los
neoshuberoffistas, pero que le tenga un poco de miedo a la transformación.
La decisión que tomemos va a ser dramática. De lo que hagamos depende el
futuro de la universidad. No podemos volver a equivocarnos, el error del 86
fue demasiado caro.

-Si finalmente Alterini es electo, ¿podrá gobernar con tan escasa
legitimidad?

-Puede llegar a haber un problema de gobierno. Si gana Alterini no sé si el
conflicto se termina el día después. Tendrán mayoría en el Consejo Superior,
pero serán una especie de plato volador en el conjunto de la Universidad. El
conflicto va a llegar por más que ganen todas las votaciones. Esa idea que
no se entendió en la democracia Argentina que terminó desembocando en el
2001 tampoco se entiende en la Universidad. El grave error de comprensión
política fue cosificar la representación. El representante asumía en su
propio cuerpo toda la representación. Hiciera lo que hiciera, tenía el
mandato. Pero no es así. Uno tiene el mandato parcial y día a día hay que
rendir cuentas. Si no, aparecen las movilizaciones, las protestas. No puede
ser ese argumento de esperar a las urnas la próxima vez para castigar. No:
hay que rendir cuenta todos los días y bancarse que los miembros de la
comunidad las exijan. Toda la experiencia de los estudios de conflicto
indican que la peor respuesta es darle la espalda o quebrarlo violentamente.
Darle la espalda es una actitud soberbia, anularlo autoritariamente es
cruzar una línea que no se puede permitir la Universidad.


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La AMM contra el Dr. Wajner

 carta documento  del 17 mrazo del 2006

Remitente:

Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires

Junín 1440

C.P: 1113

Cap. Fed.

Buenos Aires 17 marzo del 2006-03-20

Comunicamos a usted en su carácter de socio N°13142 de esta Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires que:

  1. En la sesión del día 29 diciembre del 2005 el Comité Ejecutivo de la entidad ha procedido a aplicarle sanción de suspensión por quince días en actuación dictaminada por el Tribunal de Honor- y en las cuales usted ha sido escuchado y tenido intervención- por denuncia formulada por los Dres. Oscar Mancini, Carlos Rojo, Eduardo Kerzberg y Alejandro Muñóz.
  2. Que la sanción de suspensión se verificará a partir del día 1° de abril de 2006 hasta el 15 abril 2006, ambos inclusive.
  3. Que de acuerdo a lo previsto por el art.15° del Estatuto Social podrá apelar la sanción dentro de los treinta días corridos de recibida esta notificación por ante el Comité Ejecutivo y debiendo fundar el recurso, el que no tendrá efecto suspensivo. La apelación será tratada en la primera Asamblea General Ordinaria o Extraordinaria que se efectúe a partir de esa fecha. La Asamblea, en caso que las sanciones fueran apeladas, se encuentra facultada para modificar la sanción, pudiendo incluso proceder a la expulsión con el voto de los dos tercios de los presentes.
  4. En dicha Asamblea podrá ejercer su derecho de defensa con carácter personal.
  5. A esos efectos se pone a su disposición en la sede de la entidad copia de las actuaciones cumplidas, las que deberán ser requeridas por escrito.

Para mejor recaudo se transcriben las partes pertinentes de los artículos 14 y 15 del Estatuto Social:

" Art.14°: Todo socio podrá ser suspendido o apercibido por resolución del Comité Ejecutivo tomada por lo menos con el voto de los dos tercios de los presentes cuando mediase alguna de las circunstancias que siguen:

incumplimiento de las resoluciones de las autoridades de la Entidad o transgresión a sus Estatutos; b) violación de las normas de la moral y la ética según dictamen del Tribunal de Honor, c) condena judicial por delito común; d) propiciar actos que resulten lesivos para los intereses de los trabajadores tutelados por el gremio o para esta Asociación, siempre que la conducta no resultara pasible de una sanción mayor. La sanción de apercibimiento corresponderá cuando las conductas tipificadas en el inc. A) precedente fueran a criterio del Comité Ejecutivo leves y el afiliado no registrare otras sanciones en los últimos dos años. También podrá aplicarse la sanción de apercibimiento en los casos de inc. b), cuando el propio Tribunal de Honor las califique como violación leve o con atenuantes a las normas de la moral y la ética. En todos los demás casos previstos en este artículo corresponderá la sanción de suspensión..."

  • "Art. 15°. El socio sancionado será notificado en forma fehaciente. Podrá apelar dentro de los treinta días de recibida la notificación de la sanción de que fue objeto por ante el Comité Ejecutivo y debiendo fundar el recurso, el que no tendrá efecto suspensivo. La apelación será tratada en la primera Asamblea General Ordinaria o Extraordinaria que se efectúe a partir de esa fecha. La Asamblea General mantendrá la medida por mayoría de votos presentes o modificará la sanción y podrá inclusive expulsar al socio con el voto de los dos tercios de los presentes como mínimo, si se cumplen los requisitos previstos en este artículo para la procedencia de dicha sanción. El socio enjuiciado tendrá derecho a la defensa con carácter personal en todas las instancias..."

Sin otro particular, la saluda atentamente,

Dr. Jorge E. Gilardi

Presidente AMM

CI 7594942

 

textos

Los actuales Estados- Nación  imposibilitados de desempeñar sus papeles
tradicionales  los ceden a las fuerzas del mercado o las dejan abiertas a la
iniciativa y a la responsabilidad individual. El resultado final es el
sentimiento generalizado de que cada uno de nosotros está por las suyas, de
que nada se gana uniendo las fuerzas y preocuparse por una buena sociedad es
una pérdida de tiempo: es el debilitamiento de la solidaridad social con la
consecuente fragilidad de los lazos humanos.

La nuestra es una sociedad crecientemente individualizada, en la cual el ser
competitivo, más que solidario y responsable, es considerado clave para el
éxito. Y dado que la felicidad de larga duración, la felicidad que crece en
el tiempo gracias a su cultivo cuidadoso y paciente, es concebible sólo en
un entorno predecible y en el que se respeten las normas, la búsqueda de
momentos felices o de éxtasis episódicos está tendiendo a reemplazarla. La
felicidad es vista como momentos, como encuentros breves, más que como un
derivado de la consistencia, la cohesión, la lealtad y el esfuerzo a largo
plazo que sostenían la mayor parte de los filósofos modernos.

En un ambiente como el actual necesitamos amigos más que en ningún otro
momento del pasado. La amistad es un tango para dos y requiere de un
compromiso firme y permanente, que nos puede atar las manos en caso de que
la situación cambie.
-----------
Antes de que fuéramos modernos, no sobraba nada: la basura era abono.
Tampoco sobraba nadie: todos tenían algo que ofrecer.
Pero llegó la modernidad, la industria que ya no reciclan ni integran, sino
que generan basura material y basura humana. Si no les sirves para producir,
eres un vago  y, junto con los enfermos y ancianos, devienes estorbo. Todos
estamos o produciendo basura o en trance de convertirnos, tarde o temprano,
en basura humana.
Hoy se fabrican automóviles para que seis meses después de salidos de
fábrica sean viejos.  Porque la lógica de la modernidad es generar
desperdicios, una lógica que culmina en la histeria de la moda y que te
obliga a tirar ropa o muebles en perfecto estado. La modernización siempre
es compulsiva, no es racional, aunque la disfracen de razonable cuando nos
la venden o nos la imponen. El capital siempre está creando un nuevo orden
moderno que sustituirá al anterior siempre anticuado. La modernización
compulsiva afianza el dominio de una minoría que decide la modernidad. Al
imponer el cambio del sistema, esta minoría deja fuera a los que no encajan
por demasiado viejos o demasiado jóvenes, o demasiado tontos o demasiado
listos...
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Los que hablan no tienen secretos. Y todos hablamos. Y al hacerlo, nos traicionamos, exhibimos nuestro corazón .Cada uno se encarniza en destruir los misterios comenzando por los nuestros . Y si encontramos a los otros es para envilecernos juntos en una carrera hacia el vacío , sea en el intercambio de ideas, en las confesiones o.......... en las intrigas. La curiosidad a provocado no solo la primera caída , sino las innumerables caídas de todos los días . La vida no solo es la impaciencia de decaer , si no de prostituir las soledades virginales del alma por el dialogo

La cultura hoy no consiste en la capacidad de aprender sino en la habilidad para olvidar. Si no olvidas rápidamente lo que sabes para aprender lo nuevo, te conviertes en redundante y estarás en la lista de despedidos del próximo expediente de crisis. Así que es mejor olvidar lo que sabes.
¿Acaso no es un estorbo para una empresa el trabajador que se empeña en hacer algo con perfección artesana? ¿No sería un engorro para una fábrica de coches que un equipo fabricara uno que durara toda la vida? ¡Si lo que quieren es vender! La calidad molesta.
Esa mentalidad de la sociedad en la que vivimos también se ha contagiado a la pareja: antes tu pareja era lo más sólido en tu existencia. Hoy el afán modernizador convierte a tu pareja en algo que también queda desfasado cada temporada. El matrimonio de por vida está anticuado y se impone un matrimonio con contrato basura.
Acá en el país llama la atención , que la situación económica a empeorado y según las encuestas mas recientes el partido político responsable de este caos, va en los primero lugares de la aceptación de la gente.
Frente a esto podríamos preguntarnos ¿Qué pasa con el sentido común? La respuesta podría ser que el sentido común no es mas que una concepción del mundo mecánicamente impuesta por uno de los muchos grupos sociales en los que todos están automáticamente involucrados desde el momento en que se despiertan. El sentido común es un producto de la historia y debe ser analizado como “parte del proceso histórico”.Existen muchos sentidos comunes y no simplemente uno. Cada estrato social tiene su propio sentido común y cada corriente de pensamiento deja atrás una sedimentación de sentido común que se cristaliza en un modo contradictorio en la conciencia popular. El poder de influencia que tiene la ideología dominante es visible en el contenido del sentido común. Por lo tanto, todos los enfoques filosóficos y sociológicos que definen al sentido común de las clases subalternas como la base del pensamiento objetivo necesitan comprender la función ideológica que cumple el sentido común en las sociedades estratificadas.
Lo que acá en El salvador refleja la actitud de la mayoría es que, el sentido común es una concepción del mundo típica de las clases subalternas en la fase negativa de su desarrollo; es decir, la fase de subordinación política y cultural con relación a los grupos dominantes y a sus ideologías.  
La sociedad productora cambió a consumidora y durante este proceso las relaciones de producción sufrieron grandes transformaciones, ahora los empleos ya no son para toda la vida, son temporales, flexibles.
La gente productora, hoy consumidora, vive individualmente su actividad para aliviar sus deseos, dejándose seducir por sensaciones desconocidas o nuevas, no hay consumo colectivo todo consumidor es solitario.
En esta comunidad de consumidores, el principio que rige es la estética, dejando atrás a la ética del trabajo, esta sociedad consumidora sólo se preocupa por estar en donde abunden las oportunidades de elegir entre varios productos, admira a la gente que tiene lo suficiente para elegir lo que desee y no lo que esté al alcance de sus posibilidades, ya no se reconoce el trabajo de la gente que ha sobresalido a pesar de vivir en condiciones precarias, sólo se aspira a tener una vida como la gente de elevados recursos, sin preocupaciones.
Ser pobre en una sociedad de consumo, es no tener acceso a una vida normal, ser pobre es ser un consumidor frustrado, incapaz de adaptarse y por tanto llevar una vida aburrida, sin libertad de elección, exigiéndole desafiar el orden y la ley para no aburrirse.
  
El medio ambiente forma parte de lo antiguo y destinado a desaparecer, a ser basura, y en la basura los humanos vivimos sujetos a relaciones sin garantías... Empezando por las laborales.
Si me haces ganar dinero o placer, te mantengo, si no, te echo y punto. La noción de compromiso, que era el eje de la confianza mutua, se ha convertido en paleolítica, porque dificulta esa modernización compulsiva. Y esa falta de compromiso genera también en la pareja y en la familia personas redundantes: gente que sobra por doquier. Todos sobramos o algún día sobraremos.
Cuando comenzó la modernidad, los problemas locales en la metrópolis causados por esos seres redundantes - el desempleado, el inválido, el alcohólico, el delincuente, la puta vieja, la mujer abandonada y sola, el loco, el desviado político...- eran resueltos de modo global: la basura humana se enviaba a las zonas marginales .
Hoy la metrópoli se ve obligada a asumir sus sobrantes humanos y a crear el Estado de bienestar para aminorar el problema y los peores barrios para acumular allí a los sobrantes de la modernidad, lejos de su vista.

Todos nacemos con una cierta dosis de pureza, la cual esta predestinada a ser corrompida en el comercio con los hombres. Incapaces de guardar nuestras manos limpias y nuestros corazones intactos nos manchamos con el contacto de sudores extraños, nos revolvemos sedientos de asco y fervientes de pestilencia en el fango unánime. Cuando soñamos con mares de agua bendita es ya demasiado tarde para zambullirnos en ellos y nuestro compromiso con los demás es demasiado profundo que nos impide ahogarnos allí. El mundo, Alejandro, a infectado nuestra soledad y las huellas de los otros sobre nosotros se hace imborrables.
Según Denis Duclos hoy en día podríamos hablar de hiperburguesía. ¿Cuál seria la diferencia entre hiperburguesía de la burguesía? Hay cuatro diferencias fundamentales: la primera la hiperburguesía no tiene patria. Se confirma lo que decía Marx : El Capital no tiene patria. Pero los capitalistas la tenían. Hoy, los capitalistas, corriendo detrás de sus capitales, han perdido tambien la patria. La nueva burguesía es una burguesía deslugarizada.
La segunda diferencia, es que la hiperburguesía ha trazado como objetivo de su existencia, la acumulación de poder en lugar de la acumulación de dinero. No se trata que a esa burguesía no le interese el dinero; por el contrario, le interesa tanto o más que a la antigua. Pero le interesa, fundamentalmente, como dinero-medio y no como dinero-fin. El dinero no es para ella un objeto de acumulación en sí, sino que un medio para la acumulación de poder, el que es ejercido de preferencia en organismos internacionales, donde como consejeros, especialistas, financistas, accionistas, e incluso políticos controlan la economía mundial más por medio de redes y relaciones, que por medio de decisiones que provenían de la estructura vertical y jerárquica de las tradicionales empresas. Se trataría de una clase que es económica y política a la vez.
La tercera diferencia. La nueva burguesía ocupa, un lugar distinto al que había ocupado la "vieja burguesía" en el proceso de producción social. El antiguo Presidente de Empresa ha cedido su lugar hegemónico a sistemas de relación pública internacional. Es decir: el poder de la "nueva clase" ya no sólo es abstracto, sino que además, anónimo y, por lo mismo, extremadamente despersonalizado.
La cuarta diferencia, es cultural: la antigua burguesía que no ocultaba su animadversión a los sectores intelectuales, manifiesta hoy una clara tendencia a "adquirir" cultura. Se trata además del cultivo de nuevos estilos de vida. La nueva burguesía, rinde cierto culto a los placeres, a la elegancia, a las ofertas turísticas, a los buenos vinos y a la gastronomía. Cuida las formas. En lugar de ser politicamente reaccionaria, tiende al cosmopolitismo y a la tolerancia. Como habita generalmente en las afueras de esas zonas de conflicto que son las ciudades, posa de multicultural y democrática; el racismo se lo deja a los "viejos capitalistas", a los sectores medios y al glorioso proletariado.
Antes de que fuéramos modernos, no sobraba nada: la basura era abono. Tampoco sobraba nadie: todos tenían algo que ofrecer.
Pero llegó la modernidad, la industria que ya no reciclan ni integran, sino que generan basura material y basura humana. Si no les sirves para producir, eres un vago y, junto con los enfermos y ancianos, devienes estorbo. Todos estamos o produciendo basura o en trance de convertirnos, tarde o temprano, en basura humana.
Hoy se fabrican automóviles para que seis meses después de salidos de fábrica sean viejos. Porque la lógica de la modernidad es generar desperdicios, una lógica que culmina en la histeria de la moda y que te obliga a tirar ropa o muebles en perfecto estado. La modernización siempre es compulsiva, no es racional, aunque la disfracen de razonable cuando nos la venden o nos la imponen. El capital siempre está creando un nuevo orden moderno que sustituirá al anterior siempre anticuado. La modernización compulsiva afianza el dominio de una minoría que decide la modernidad. Al imponer el cambio del sistema, esta minoría deja fuera a los que no encajan por demasiado viejos o demasiado jóvenes, o demasiado tontos o demasiado listos...

 
En la era de la masificación, el mundo se ha convertido en una gran pesadilla. Se levantan muros en las fronteras, se acude a la separación territorial, se blindan los conjuntos residenciales. En la era de la información se entra a la Internet, se accede al mundo por televisión, se habla por celular, pero las puertas de las casas están cerradas, las puertas de los cuartos están cerradas y la desconfianza levanta muros frente al que nos es ajeno. En este mundo acorazado crece una y otra vez el amor, con su amenaza de dependencia y su petición de libertad. La razón comienza su batalla por poseer y no ser poseída. Por eliminar todo lo que es intuición, pulsión o instinto. El tedio que anuncia la palabra “siempre” se opone al temor a la soledad que engendra la expresión “volver a intentar”.
  
En los años setenta, se hablaba de las burguesías de los llamados "países imperialistas", a diferencias de las burguesías de los países "periféricos" estas sí eran nacionales. Pero hoy, en la era de la globalización, supuesta "fase superior del imperialismo", no hay burguesías nacionales en ninguna parte del mundo. La burguesía se ha transformado, en virtud de su propia globalización, en una clase extranacional, extraterritorial, espacial, intergaláctica : global. El capital ha alcanzado su condición más abstracta posible: su globalización. Ya no obedece dictámenes nacionales ni estatales; es un capital deslugarizado. En consecuencia, la "clase" del capital, la burguesía, también ha entrado en un proceso de transformación y, las que ayer fueron impetuosas clases nacionales, también se han globalizado.
Ahora los Estados son simples ficciones, en el marco de una globalización económica que no pueden controlar y que por la cual serán controlados. Libre de todo espacio, el Capital se liberará también del tiempo y transformará a los habitantes de este planeta en multitudes de vagabundos y que no saben de donde vienen ni a donde van. El tiempo, será, de ahora en adelante, una simple noción virtual, regulada por la TV y otros medios de comunicación. Globalización lleva a la fragmentación de la realidad y sus espacios y a la consiguiente difusión del tiempo.  ¡Error!Marcador no definido.
Habiendo sido colocados en posición de testigos que ven cómo se hace el mal, pero que no hacen nada para evitarlo, ni siquiera para prevenirlo, se nos ha privado de la excusa más común para la conciencia culpable: el "yo no lo sabía". La única excusa que queda es la que se apoya en la impotencia: "haga lo que haga no servirá de nada". Es una débil excusa, pero convincente incluso para nosotros mismos. Sospechamos de que lo que hagamos o dejemos de hacer importa.
En este intercomunicado planeta dependemos unos de los otros, y lo que se hace en una parte del globo tiene un alcance muy superior a la visión e imaginación de sus actores. Somos, responsables de la situación de los demás. Lo que ocurre es que no sabemos qué significa asumir esa responsabilidad. Debemos luchar por lograr que nuestras preocupaciones e intuiciones morales reviertan en unas condiciones más decentes para la humanidad, haciendo al mundo más acogedor para la atención mutua y la solidaridad.
Estamos en una era de experimentaciones, de ensayos y error. La mayoría de las consecuencias de la globalización acelerada no han sido previstas y todavía debemos aprender las habilidades sociales necesarias para hacerles frente y dominarlas.
Una comunidad, para merecer tal nombre, debe apoyarse en la idea de que sus miembros asumen una responsabilidad compartida por cada cual. No puede haber una comunidad sin un sentido y una práctica de la responsabilidad. La capacidad de carga de los puentes se mide por la fuerza de sus pilares más débiles, la solidaridad de una comunidad se mide por el bienestar y la dignidad de sus miembros más débiles. 

in english: www.ProCor.org

Dear colleages: I believe that to improve our popular or community health, first we need to fight against medicals mafias in public hospitals.

Our public hospitals have different "private places" or "medical kiosks-
newstands" which are conducted by upper health service: from head to
intermediate staff. They use their fame and good reputation to get benefits from industrial corporations (pharamaceutical and technological manufacturers), to "apprehend" different pharmaceutical protocols (a lot of  money), and to use our poor and uncultivated people like experimental  animals. They are relationed to other important hospital heads: directors and administrative staff and with the powerfull medical union ( people who use the hospital to make politics).

Our hospitals have a structure as the Betham-Foucaulth panoptic: they watch
and punish all the incipient opposition. They use the indifference, fear and obedience of the medical majority who do nothing to change it.

But there is a "mad group" of doctors and nurses who begin a health politic
work to improve our hospital, fighting against their different mafias.
We need your intellectual and affective support to continue our health
argument and to not death in this purpose.

If you believe in historical health meetings, you are invited to the

South American Meeting Dissident Medicine

" Medicine is a community creation, not a medical merchandise"

We invite you to the Meeting of Dissident Medicine: DI.ME. ("tell me") and
MERD ( Network of alternative Medicine )
A lot of antihegemonycal Health Organizations (Against the Unidimensional
Thoughts)start building " DI. ME." Dissident Medicine and Network of Social
Medicine- Medicina en RED - MERD .

We're gathering together in April-May 2006 in IMPA: a worker self-
management factory (fábrica autogestionada). We're going to interchange thoughts and political Health experience between nurses and doctors from community hospitals (Garrahan-Children-adults B.A.) and the culture laborer: philosopher/artist/writers/journalist to improve our political fighting against all the mafias (inside/outside hospital) and the burocratical Union.

We're to go through our evidence/experience/knowledge integrating to a
new collective and popular complexity praxis using the culture as a health
tool.
We send you our agenda in Spanish.

Needing your intellectual and affective support!

For more information our mail is:
critica_medicina2005@yahoo.com.ar
www.criticamedicina.blogia.com

DI.ME.
trabajadores  autogestionados de la Salud
Crítica Medicina
and another Health organizations

¿ How much can we learn from critical culture?

One is multitude working in a Health Network.
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Los funcionarios publicos se aumentan el sueldo que a nosotros nos niegan: la hipocresia

PROVOCANDO INDIGNACIÓN

Si me engaña una vez, lo maldigo;

Si me engaña dos veces, lo maldigo y me maldigo;

Si me engaña tres veces, me maldigo.

Proverbio árabe

 

En el gobierno porteño: nuevas medidas ya oficializadas LA NACION 12 de enero de 2006

Los funcionarios ganarán 40% más

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En concreto, un secretario de gobierno, que percibía alrededor de 5400 pesos en concepto de salario neto, ahora obtendrá 7600; un subsecretario, pasará de 4400 a 6200 pesos; y un director general, de 4000 a 5600 pesos.

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"En ese sentido, habiendo recuperado la Ciudad su capacidad económica, consideramos imprescindible reconocer el sacrificio que durante todos estos años ha realizado dicho personal, recibiendo una remuneración que claramente no estaba acorde con sus esfuerzos y jerarquías", dijo un funcionario del gobierno porteño. También presuroso por aclarar que este decreto no encierra un "aumento de sueldo". Por Pablo Tomino

Los profesionales de la Salud del gobBsAs venimos realizando "el sacrificio" de no ser reencasillados según el decreto 1625/94 (ascenso por antigüedad cada dos años), gracias a la suspensión condicional de la ordenanza 52236 (nov. 1997), cuyo límite de aplicación era el 30 de junio de 1999. En concreto ello significa que se nos debe el reencasillamiento, y por ende la antigüedad, desde 1996.

Si la ciudad "recuperó su capacidad económica", y hay disposición para recompensar el sacrificio del personal jerárquico, exigimos que se nos trate con el mismo respeto que a los funcionarios, pocos de los cuales, por otra parte, son los mismos que revistaban en 2001, cuando se decidió "recortarles" el sueldo, debido a la crisis económica y financiera, de la que, ciertamente, somos menos responsables que ningún funcionario.

Es un insulto a nuestro trabajo, a nuestra dignidad y a nuestra inteligencia, que nos quieran "vender" un aumento que no es tal, y que aun no aparece, que se nos encasille según una carrera que "es un proyecto", y que, finalmente, se premie a quienes nos entretienen con mentiras, mientras seguimos tolerando mansamente la traición de los pseudorepresentantes, y la indolencia, cuanto menos, de las autoridades.

Enterémonos, pensemos y propongamos acciones. Es hora de hacernos oír, o de callarnos de aquí en más.

 

ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES

HNRG