Blogia
criticamedicina

Medicamentos y Salud Pública- Dr. Guidos

El PMA El Salvador se enfrenta a grandes retos el próximo milenio. El Salvador tiene una renta per capita anual de US$ 1,800 por esta razón es considerado por la comunidad internacional como una nación de medio ingreso. No obstante, debido a los limitados servicios de salud, educación y acceso a la tierra, todavía hoy en día, más del 19 por ciento (1.2 millones de personas) sufren de desnutrición crónica. Por esa y otras razones el país se sitúa en el puesto 107 de un total de 174 países en el índice de desarrollo humano (IDH).

Durante el año 2000, el PMA sigue trabajando con el Gobierno de El Salvador a través del MINED (en cinco departamentos con Escuelas Saludable), el Ministerio de Salud (en los CBI y centros de salud), y apoyando a las ONGs (con el proyecto de Rehabilitación del Mitch) en la creación de activos en las comunidades, asegurando un crecimiento sostenible. La ayuda alimentaria funciona. El objetivo final de ésta debe ser la eliminación de su propia necesidad.

Dentro de 8 segundos, antes de que usted termine de leer esta frase, un niño morirá por causa del hambre. Será uno de los 11.000 niños que mueren a diario por causa de la mala nutrición en el Africa subsahariana, en Asia, pero también en América Latina.

830 millones de personas padecen hambre en el planeta. En América Latina 53 millones. 1.2 millones de personas en El Salvador. Aún nos queda un gran trabajo por hacer.

Culpar a la industria farmacéutica del consumo indiscriminado de
medicamentos es tan irrelevante como culpar a la Mafia del uso de drogas
ilegales. La actual pauta de consumo excesivo de medicamentos sólo puede
explicarse como resultado de una cultura donde el mercado para bienes de
consumo ha alcanzado un volumen crítico. Este consumo es consecuente con la
ideología de cualquier sociedad orientada hacia el enriquecimiento sin
límites. En tal sociedad, la gente llega a creer que en la asistencia a la
salud, como en todos los otros campos de avance, la tecnología puede usarse
para cambiar la condición humana de acuerdo a casi cualquier diseño o a
cualquier sueño . La enfermedad resultante de cada plato de alimentos
milagrosos se trata sirviendo otro platillo más de medicamentos .

Hace unos diez o veinte años, cuando los medicamentos eran relativamente
escasos en El Salvador , las abuelas o el curandero atendían a la mayor
parte de los enfermos, los productos farmacéuticos venían con un inserto
descriptivo. Hoy los medicamentos son más abundantes, más poderosos y más
peligrosos; se venden por televisión y por radio.

Ahora en remedios , como el "Rábano yodado" , el inserto ha sido sustituido
por una nota general que dice "por prescripción médica". La ficción creada
para exorcizar al remedio medicalizándolo, sólo confunde al comprador. La
advertencia de consultar a un médico hace al cliente creer que él mismo es
incapaz de cuidarse.

En la mayoría de los países de América Latina , los médicos simple y
sencillamente no están geográficamente lo bastante bien esparcidos para
recetar los medicamentos que se requieren, y casi muchas veces ellos mismos
no están muy bien preparados, para recetar con la prudencia debida. En
consecuencia, la función del médico, especialmente en los países pobres como
el nuestro, se ha vuelto trivial: se le ha convertido en una "máquina
recetadora" , Ahora, una buena parte de la población toma los mismos
medicamentos igualmente al azar, pero sin aprobación médica pero eso
si.......... bajo la estricta supervisión de la abuela o del curandero.

En nuestra civilización la medicina es ejercida por especialistas que
controlan grandes poblaciones por medio de instituciones burocráticas.

Estos especialistas forman asociaciones que ejercen un tipo único de control
sobre su propio trabajo. A diferencia de los sindicatos, estas profesiones
deben su autonomía a un otorgamiento de confianza más que a la victoria en
la lucha. A diferencia de los gremios, que sólo determinan quién trabajará y
cómo, estas asociaciones de especialistas determinan qué trabajo se hará.

La etiquetación social se ha medicalizado hasta el punto en que toda
desviación ha de tener una etiqueta médica. Sólo los médicos "saben" qué
constituye una enfermedad, quién está enfermo y qué habrá de hacerse con los
enfermos y con todos aquellos a quienes consideran en riego especial.
Paradójicamente, la medicina ha insistido en separar su poder de la ley y
la religión, ahora lo ha expandido más allá de todo precedente.
---------------

Se utiliza el sexo como un tema para unir al Estado y al individuo , para que esta unión florezca se comienza por analizar los índices de natalidad, las edades al contraer matrimonio, la legitimidad y la ilegitimidad de los nacidos, la precocidad y la frecuencia de las relaciones sexuales, las formas de hacersen ellos estériles o fértiles; los efectos en la vida de los solteros o de las prohibiciones, los impactos de las prácticas contraceptivas. A través de estas medidas gradualmente comenzaron a instituirse procedimientos de intervención en la vida sexual de la población. Se aprovecha a la población como una cosa para ser conocida, controlada, cuidada

Una refundición de los discursos acerca de la sexualidad se empleó en los términos médicos. Fue éste cambio el cual desencadenó una explosión de los discursos sobre la sexualidad por todas partes de la sociedad burguesa. La clave para lograr este objetivo, fue la separación de una medicina del sexo y una medicina del cuerpo, una separación fundamentada sobre la division de “un instinto sexual capaz de presentar anomalías constitutivas, adquirir desviaciones, debilidades de la edad, o procesos patológicos. A través de estas “científicas” rupturas la sexualidad fue vinculada a una poderosa forma de conocimiento y estableció un vínculo entre el individuo, el grupo, la norma y la autoridad

Cuando a Prometo se le ocurrió inventar al hombre. ¡ lo hizo ¡ ya sabemos que lo hizo. Pero lo hizo de la arcilla más barata que encontró en el supermercado del universo. El hombre al igual que el ladrillo, para cocerse necesitaban el fuego, y Prometeo lo robó de la fragua de Hefesto, nefasto a quien algunos “cheros” llamaban Vulcano. Al conocer el robo de la llama eterna, Vulcano eruptó en ira, expelió gases por boca y ano y por ultimo vomitó lava. Por esta gracia, Zeus condenó a Prometeo a un martirio que duró mientras duró lo duro : los dioses, como se sabe, no mueren, sólo se transforman. Pero no pudo cumplir Prometeo lo prometido y no tuvo tiempo de crear a la mujer. Zeus se encargó de hacer a la mujer a su medida, la llamó Pandora y le regaló en el día de su boda un cofre. Dentro del estuche, aparentes bombones pero en realidad era una bomba, estaban todos los males del mundo —incluyendo, por supuesto, el feminismo, que es como llamar al pan, vino. "Recuerda no abrir la caja de Pandora, Pandorita", recomendó Zeus con un guiño, insinuando que la caja tenía resonancias sexuales. Pero Pandora abrió su caja y —bueno— aquí estamos: hijos de una caja y de un ladrillo. Mientras tanto, Prometeo padecía eternamente. Pero el hombre vive demostrando que todo ardor parecerá. Eso se llama divorcio



Ser un insomne, es velar de manera consciente más allá de lo soportable, es no poder olvidar, es experimentar la continuidad de lo intolerable. Los que duermen comienzan cada mañana un nuevo día, para mi, apenas es posible el olvido, puesto que noche y día arrastran sin interrupción el mismo infierno. En una de esas mis noches de desvelo comprendí por qué la maldad del hombre supera en mucho a la del animal: nuestra "maldad" en su imposibilidad de pasar enseguida al acto y apaciguarse, se acumula se intensifica y nos abruma.

0 comentarios