el deseo- por Dr. Guidos
El deseo mimético desemboca frecuentemente en violencia.
Como el mismo objeto es deseado por dos sujetos, o por más, la
insatisfacción de algunos de ellos resulta inevitable. Más allá de cierto
umbral de frustración, los antagonistas no se contentan ya con los objetos
que se disputan. Mutuamente exasperados, cada uno de ellos se convierte en
un obstáculo, en un escándalo, para los demás. Los rivales
miméticos -especialmente si componen un doble, como sucede en el caso de un
par de amantes de la misma persona -olvidan el objeto de su discordia y se
vuelven, rabiosos, unos contra otros. Cada uno de ellos se encarniza con su
rival mimético.
Y si al principio los antagonistas ocupan posiciones fijas en el interior de
los conflictos cuyo encarnizamiento asegura su estabilidad, cuanto más se
obstinan, más los va transformando el proceso de los escándalos en una masa
de seres intercambiables. Los impulsos miméticos, al no encontrar ya en esa
masa homogénea obstáculo alguno, se propagan a toda velocidad. Evolución que
favorece los cambios súbitos de opinión y, por tanto, los cambios de
rivalidad más extraños, así como las alianzas más inesperadas. Los
escandalizados se alejan de su adversario inicial, del que parecían
inseparables, para adoptar el escándalo de sus vecinos, hasta el momento en
el que toda la sociedad se moviliza contra un solo individuo
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Acá en El salvador se ha anunciado la creación de un Padrón Nacional de la Mediocridad que registrará a los productores por edad, origen, empleo y trayectoria, y servirá para lograr que nadie destaque sin ser detectado. Será más fácil así identificar cualquier brote de eficiencia, originalidad o talento para proceder a combatirlo de inmediato, no sin antes analizar las causas y tomar las providencias necesarias para que no se repita. "En cosa de mediocridad dijo el Secretario de la Cámara Nacional de la Mediocridad Salvadoreña el país puede dormirse en sus laureles." Y agregó: "Por otro lado, en lugar de trabajar sólo en las consecuencias, trabajamos también en comprender las causas de la eficiencia, fenómeno de gran complejidad. El atávico culto de lo bien hecho, el amor propio, el talento y cosas de ese tipo, aún están ahí, no podemos engañarnos. Pero son problemas que tienen causas multidimensionales que el gobierno no puede derrotar solito."
--------------
San Miguelcity , tus aguas son amargas. Tienen exactamente el mismo gusto que la hiel destilada por la crítica sobre las mujeres , sobre las ciencias, sobre todo. Acá , si alguien tiene genio, se lo hace pasar por idiota, si una mujer es bella , resulta un horrible contrahecha.
No hay duda de que el migueleño debe sentir intensamente su imperfección, las tres cuartas partes de las cosas que en san Miguel existen son, por lo demás, obra suya, para criticarla de tal modo. ¡ Te saludo, San Miguelcity !
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En mi juventud pasaba toda una eternidad viendo pasar las nubes en una dirección... Se me había hecho natural verlas correr de derecha a izquierda... esa dirección era en la que corrian las nubes...
Hoy al amanecer las veo deslizarse al revés. Vuelven. De seguir así volvere a ver todas las nubes que vi. Eso me hace pensar... que no les presté una atención uniforme... Y una atención salteada no es atención.
Ni siquiera he podido distinguir lo necesario de lo contingente.
Como el mismo objeto es deseado por dos sujetos, o por más, la
insatisfacción de algunos de ellos resulta inevitable. Más allá de cierto
umbral de frustración, los antagonistas no se contentan ya con los objetos
que se disputan. Mutuamente exasperados, cada uno de ellos se convierte en
un obstáculo, en un escándalo, para los demás. Los rivales
miméticos -especialmente si componen un doble, como sucede en el caso de un
par de amantes de la misma persona -olvidan el objeto de su discordia y se
vuelven, rabiosos, unos contra otros. Cada uno de ellos se encarniza con su
rival mimético.
Y si al principio los antagonistas ocupan posiciones fijas en el interior de
los conflictos cuyo encarnizamiento asegura su estabilidad, cuanto más se
obstinan, más los va transformando el proceso de los escándalos en una masa
de seres intercambiables. Los impulsos miméticos, al no encontrar ya en esa
masa homogénea obstáculo alguno, se propagan a toda velocidad. Evolución que
favorece los cambios súbitos de opinión y, por tanto, los cambios de
rivalidad más extraños, así como las alianzas más inesperadas. Los
escandalizados se alejan de su adversario inicial, del que parecían
inseparables, para adoptar el escándalo de sus vecinos, hasta el momento en
el que toda la sociedad se moviliza contra un solo individuo
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Acá en El salvador se ha anunciado la creación de un Padrón Nacional de la Mediocridad que registrará a los productores por edad, origen, empleo y trayectoria, y servirá para lograr que nadie destaque sin ser detectado. Será más fácil así identificar cualquier brote de eficiencia, originalidad o talento para proceder a combatirlo de inmediato, no sin antes analizar las causas y tomar las providencias necesarias para que no se repita. "En cosa de mediocridad dijo el Secretario de la Cámara Nacional de la Mediocridad Salvadoreña el país puede dormirse en sus laureles." Y agregó: "Por otro lado, en lugar de trabajar sólo en las consecuencias, trabajamos también en comprender las causas de la eficiencia, fenómeno de gran complejidad. El atávico culto de lo bien hecho, el amor propio, el talento y cosas de ese tipo, aún están ahí, no podemos engañarnos. Pero son problemas que tienen causas multidimensionales que el gobierno no puede derrotar solito."
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San Miguelcity , tus aguas son amargas. Tienen exactamente el mismo gusto que la hiel destilada por la crítica sobre las mujeres , sobre las ciencias, sobre todo. Acá , si alguien tiene genio, se lo hace pasar por idiota, si una mujer es bella , resulta un horrible contrahecha.
No hay duda de que el migueleño debe sentir intensamente su imperfección, las tres cuartas partes de las cosas que en san Miguel existen son, por lo demás, obra suya, para criticarla de tal modo. ¡ Te saludo, San Miguelcity !
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En mi juventud pasaba toda una eternidad viendo pasar las nubes en una dirección... Se me había hecho natural verlas correr de derecha a izquierda... esa dirección era en la que corrian las nubes...
Hoy al amanecer las veo deslizarse al revés. Vuelven. De seguir así volvere a ver todas las nubes que vi. Eso me hace pensar... que no les presté una atención uniforme... Y una atención salteada no es atención.
Ni siquiera he podido distinguir lo necesario de lo contingente.
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