Romina Tejerina: otra victima social por Wajner
Romina Tejerina:
un jóven jujeña violada y embarazada, hija de pobres seres trabajadores con escasa cultura y varios hijos.
Ocultó su embarazo y luego asesinó a su hija por ver el rostro del violador en ella.
La Justicia "para pocos" la apresó, colocó en la carcel y ayer la enjuició condenándola a 14 años de prisión.
Su agresor sigue libre.
Como los criminales económicos y políticos de nuestro país: Los Menen, Cavallo, los jueces corruptos, los empresarios delincuentes, los sacerdotes cómplices, los periodistas o locutores multimedia que preparan el discurso del poder, los militares asesinos y ladrones que figuran en las páginas de nuestra historia oficial.
En Jujuy gobierna la oligarquía local con políticos- empresarios peronistas, curas y militares o policías.
La Justicia es un dispositivo del poder: cuida y protege a los "señores" y maltrata a los pobres como esta chica.
En Jujuy los pobres son el ganado de los dueños de la provincia.
Sus cuerpos y mentes les pertenecen.
Usan a las chicas y niños para divertirse con ellos.
Desde sus niñeras y empleados a sus prostituta- os.
Los pobre indefensos actuan pasivos como sus instrumentos de placer y goce.
Romina sufre la violencia de su agresor, un embarazo no deseado y la muerte de su niño: ¿ Acaso necesita más castigos?
¿ No son demasiados?
Los jueces viven bien.
Es fácil juzgar al Otro, dar cátedra y sermonear "con su culo".
Sus hijas pueden abortar en condiciones sanitarias pasables.
Comen, estudian y visten bien.
No conocen el hambre del cuerpo y del alma de la mayoría del pueblo jujeño, presa de los carroñeros del Poder.
El discurso judicial es un disfraz , la máscara (y la ficción) económico- social y política de sus condiciones existenciales.
Los jueces hablan de los Otros, deciden por ellos.
Desde la altura de su asiento social impoluto y bendecido por los que mandan y rezan.
Sus hijas están bien cuidadas y vigiladas.
El resto, no.
Padece la realidad que excluye y determina vidas de miseria y desesperación.
Como médico debemos luchar por:
Aborto legal y gratuito para todos.
Por educación para todos.
Por una sexualidad para todos.
Por sociedades justas y libres para todos.
Por una memoria activa y justicia.
© Dr. Alejandro Wajner
www.criticamedicina.blogia.com
un jóven jujeña violada y embarazada, hija de pobres seres trabajadores con escasa cultura y varios hijos.
Ocultó su embarazo y luego asesinó a su hija por ver el rostro del violador en ella.
La Justicia "para pocos" la apresó, colocó en la carcel y ayer la enjuició condenándola a 14 años de prisión.
Su agresor sigue libre.
Como los criminales económicos y políticos de nuestro país: Los Menen, Cavallo, los jueces corruptos, los empresarios delincuentes, los sacerdotes cómplices, los periodistas o locutores multimedia que preparan el discurso del poder, los militares asesinos y ladrones que figuran en las páginas de nuestra historia oficial.
En Jujuy gobierna la oligarquía local con políticos- empresarios peronistas, curas y militares o policías.
La Justicia es un dispositivo del poder: cuida y protege a los "señores" y maltrata a los pobres como esta chica.
En Jujuy los pobres son el ganado de los dueños de la provincia.
Sus cuerpos y mentes les pertenecen.
Usan a las chicas y niños para divertirse con ellos.
Desde sus niñeras y empleados a sus prostituta- os.
Los pobre indefensos actuan pasivos como sus instrumentos de placer y goce.
Romina sufre la violencia de su agresor, un embarazo no deseado y la muerte de su niño: ¿ Acaso necesita más castigos?
¿ No son demasiados?
Los jueces viven bien.
Es fácil juzgar al Otro, dar cátedra y sermonear "con su culo".
Sus hijas pueden abortar en condiciones sanitarias pasables.
Comen, estudian y visten bien.
No conocen el hambre del cuerpo y del alma de la mayoría del pueblo jujeño, presa de los carroñeros del Poder.
El discurso judicial es un disfraz , la máscara (y la ficción) económico- social y política de sus condiciones existenciales.
Los jueces hablan de los Otros, deciden por ellos.
Desde la altura de su asiento social impoluto y bendecido por los que mandan y rezan.
Sus hijas están bien cuidadas y vigiladas.
El resto, no.
Padece la realidad que excluye y determina vidas de miseria y desesperación.
Como médico debemos luchar por:
Aborto legal y gratuito para todos.
Por educación para todos.
Por una sexualidad para todos.
Por sociedades justas y libres para todos.
Por una memoria activa y justicia.
© Dr. Alejandro Wajner
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1 comentario
Amanda Sorbe -