Hipotesis represiva Dr.Guidos

El discurso médico se ha vuelto tan, pero tan dominante en la sociedad Occidental que parece casi sagrado. A través de la expansión de los métodos de la ciencia, el individuo se ha vuelto un objeto de conocimiento, para sí mismo y para otros. Ahora podemos ver como el discurso médico esta integrado dentro de estructuras complejas de dominación. El poder no es pura coerción, sino la interacción de técnicas disciplinarias y las menos evidentes tecnologías del yo. La clave para la tecnología del yo es la creencia que uno puede, con la ayuda de expertos, decir la verdad acerca de uno mismo. Éste es un dogma central no solamente en las ciencias de la psiquiatría y la medicina, sino también en las leyes, en la educación, en el amor. La convicción de que la verdad puede ser descubierta a través de la auto-examinación de la conciencia y de la confesión de sus pensamientos y actos ahora parece tan natural, tan apremiante, ciertamente tan evidente, que parece irrazonable postular que tal auto-examinación es un central componente en una estrategia de poder. Ésta impropiedad descansa sobre nuestro sistema de “la hipótesis represiva,” si la verdad es inherentemente opuesta al poder, entonces su descubrimiento podría llevarnos sobre el camino de la liberación.