maltrato al personal en el Hospital de Niños Garrahan
La semana pasada, aprox. a las 02.Hs. , mientras desarrollaba su trabajo, procediendo a bajar por una escalera del Hospital “Garrahan” la Supervisora de Enfermería (turno noche) Lic. MABEL VILLALBA, fue agredida verbalmente, con insultos acerca de su función y físicamente, con un golpe de mano, que por poco ocasiona su caiga por las escaleras.
Los que aceptan la violencia como algo naturalizado en las Instituciones, los que gozan con la misma o los que sistemáticamente la justifican, explicarán: por algo será que la habrán atacado y hasta dudaran si el hecho existió.
La violencia es el medio que alimenta y robustece un único fin: la corrupción. Los procedimientos de la violencia político-burocrática han adquirido tanta fuerza e impunidad, que se maneja, mediante la intimidación, el miedo y la manipulación. Encadena psicológicamente a los trabajadores, ocasionan sistemáticamente situaciones de malos tratos, repetición de de conductas y actos discriminativos, abusivos, descalificadores y fraguante violación del Derecho a la Integridad física y mental del trabajador, el respeto a su honra, el Derecho al reconocimiento de su Dignidad y a no ser discriminado , a las libertades políticas y económicas fundamentales de la persona humana y también el Derecho a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo .
Es mi opinión, como colega de Mabel Villalba y como miembro, de la Comisión de Enfermería de la Asociación de Profesionales del Hospital Juan P. Garrahan, que los autores (ideológicos) de la agresión fueron el Consejo de Administración y la Dirección Medica Ejecutiva.
El Consejo de Administración (máxima autoridad política del Hospital), son un grupo integrado por cuatro “ñoquis” consejeros, dos representantes de la Administración (cromañon) de la Ciudad y dos de la Nación. Cuya misión es la preservación del sistema perverso, donde el fin justifica los medios, dispuestos a todo, incluso, destruir trabajadores. Utilizando como base de funcionamiento procedimientos de la mafia o de regimenes totalitarios, ejecutando el ejercicio de poder mediante la fuerza (no solo) física (sino también) psicológica, emocional, económica y política.
Son los que certifican con sus arbitrarias resoluciones, conservar las más variadas modalidades de violencia institucional hacia los trabajadores: abierta violación de normas vigentes , asignación clientelar, corporativa o amiguista de los cargos de dirección nombramientos de no idóneos en cargos de gran responsabilidad , concursos no transparentes , sumarios injustificados , acoso laboral , hacinamiento laboral y condiciones de trabajo denigrantes , recortes salariales , amenazas de toda índole, toleran y generan conductas violentas en la gestión de personal , ect. Al mismo tiempo, si esto era poco, gozan de impunidad absoluta, incluso en la Justicia, donde la mayoría de los jueces carecen de los principios democráticos necesarios y se atan, codiciosamente, a la voluntad de los gobernantes
En definitiva el Consejo (o el Estado) es responsable absoluto de las políticas organizativas y de prácticas de vulneran los Derechos humanos de los trabajadores.
La Dirección Médica Ejecutiva, Dra. Josefa Rodríguez, otra empleada política del poder ejecutivo, disfrazada de varios colores del progresista, proyectando inicialmente una imagen bastante positiva, sobre todo hacia Enfermería, pero se esta despintando: se está demostrando violenta en público, obvio, cuando alguien le manifiesta un opinión contraria a la suya revelando, en el fondo, miedo a perder privilegios y el poder que le concede la organización, por otro lado, se muestra controladora y mentirosa , convencida que es la persona signada para instalar “orden”en el Hospital , justificando la política represiva que estableció. Posee actitudes y comportamientos arrogantes. Apuntala la actual falta de democratización, que afecta de manera negativa en las personas, tanto en el entorno laboral como social, repercutiendo, por ende, en el rendimiento en el trabajo, en el clima laboral y en la vida misma de las personas.
Sus acciones degradan el clima laboral, (sobre todo el de Enfermería) poniendo en peligro la correcta atención de los pacientes.
En el caso de la colega Mabel Villalba, manifestó, que ante la ausencia de testigos del incidente, ella no podía hacer nada. Dando clara mensaje, que el sistema dominante que ella representa (mediante la fuerza,) reconoce a la Enfermería como clase social, cuya conciencia debe ser moldeada, solo para ser subordinada.
Reflexión final
Toda mi solidaridad y apoyo a la colega MABEL VILLALBA.
La garantía de los principios y derechos fundamentales en el trabajo nos deben asegurar la posibilidad de reivindicar, libremente y en igualdad de oportunidades, una participación justa en las riquezas a cuya creación contribuimos, así como la de poder desarrollar todo nuestro potencial humano. Ninguna sociedad ha progresado aniquilando los derechos de las personas y menos aun los de los trabajadores.
ABELANS MIGUEL
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