La logica del autoritarismo
La construcción social del enemigo como la lógica del autoritarismo
2° parte
El discurso viste las relaciones de poder/ saber construidas entre seres, grupos y pueblos.
Sus palabras valen, expresan y ejecutan las condiciones y modos de producción, intercambio y consumo.
Las narraciones grupales legalizan y justifican las situaciones y acontecimientos que los procesos vinculares contienen y expresan.
Los poderosos ( Amos del universo o territorio) y sus sabios/ sacerdotes cómplices de su posición jerárquica necesitan transformar linguísticamente lo diferente de los Otros, su alteridad específica en representantes del Mal, propio, proyectado y rechazado, crea un enemigo o negación de su identidad.
La masa obediente y sumisa ( los esclavos) consume su propia explotación y sometimiento a la autoridad del poder ( autorizándolo en ese acto). Los gobernantes explotan la moral autoritaria: ellos y sus seguidores son los buenos, puros y poseedores de la bondad y justicia mientras los Otros ( diferentes) son todo lo contrario: la expresión del Mal, de la fealdad y suciedad imperante.
Los Otros son percibidos, sentidos, pensados y tratados como enemigos y así pueden ser maltratados y humillados.
Las instituciones religiosas avalan el poder de turno y actúan como inquisidores usando el nombre de Cristo, Jehová o Alá como recurso para agredir y usurpar al que consideran diferente a ellos.
El poder apesta explotación y sometimiento hacia sus consumidores y hacia los que necesita como responsables de su propia injusticia.
El miedo al Otro transformado en CUCO o expresión del Mal motoriza las relaciones de desigualdad e injusticia existentes en el Mundo. El poder existe con miedo que obstruye la potencia creativa y crítica de las masas. El miedo aparece cuando no toleramos la complejidad de la vida, sus paradojas y contradicciones.
Las religiones son dispositivos simplificadores de la vida humana, narraciones que otorgan identidad ( el sí mismo) y pertenencia al grupo, manada o jauría.
Son textos que atrapan los afectos y los modulan y conforman, otorgando sentido y tranquilidad.
¿ Qué pasaría si el considerado enemigo pasara a ser sólo diferente y necesario para convivir y compartir el territorio o espacio vital? Se agrieta el poder y sufre su inestabilidad y potencial caída.
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