los ministros de insalubridad publica de la Ciudad gobernada por El Caiman Macri
El titular de Salud de la ciudad, Jorge Lemus, es cuestionado por los
propios macristas
Ministro con pronóstico reservado
Macri analiza desplazarlo. Está disconforme con su gestión y entre los
candidatos para reemplazarlo tiene uno del Coti Nosiglia.
La continuidad en el gabinete del ministro de Salud porteño, Jorge
Lemus, está en terapia intensiva. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri,
estudia reemplazarlo, luego de tres meses de gestión que en el
macrismo evaluaban como una eterna plancha. Mientras se decide su
destino, dentro de PRO comenzó la danza de los reemplazantes: se
mencionaba al ex director del Hospital Argerich Enrique Rosemblat, al
macrista Hernán Seoane y al viceministro Miguel Schiavone. Este
último, con menos chances, tendría el apoyo de Diego Santilli,
mientras que el nexo de Seoane es el primo Jorge Macri y el de
Rosemblat, nada menos que Enrique "Coti" Nosiglia. Como para preparar
el ambiente, ayer se fue –y no por las buenas– el subsecretario de
Higiene Urbana, Gustavo Grasso (ver aparte).
Las principales críticas a Lemus se escucharon en una reunión
reservada del macrismo esta semana. "Es un inútil", soltó uno de los
macristas disconformes con la gestión del ministro de Salud y ex
director del Hospital Fernández. Señalaron que no generó ninguna
acción remarcable en los primeros cien días de gestión, con excepción
de un gol en contra, cuando anunció que los porteños iban a tener
prioridad en los hospitales sobre los bonaerenses. Los macristas
recuerdan que fue la primera polémica que tuvieron que enfrentar.
Desde entonces, Lemus optó por no hacer más declaraciones. Su otro
anuncio fue el del traslado y la descentralización de los hospitales
Borda y Moyano. Sin embargo, relativizaban la importancia de la
medida, que demorará unos dos años.
Cuentan que el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta,
incluso llegó a hablar sobre Lemus en los contactos que viene teniendo
con el jefe del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, para negociar la
reforma constitucional que busca Macri y para la que necesita los
votos K en la Legislatura. Kravetz tiene un enfoque negativo sobre la
gestión del ministro. De hecho, presentó un pedido de interpelación a
Lemus para el 24 de abril. El legislador kirchnerista plantea que la
ciudad tiene más plata que nunca y faltan remedios e insumos en los
hospitales como en 2001, en medio de la crisis. El macrismo se
encamina a rechazar la interpelación, pero con la salvedad de que
enviaría a Lemus a dar explicaciones ante la Comisión de Salud, cuando
podrían incluso ahorrarle esto último. Un dato sintomático de cómo es
visto Lemus en PRO.
Otra versión, que circula en el sistema de Salud, indica que Lemus
efectivamente tiene un perfil "poco ejecutivo, demasiado docente",
pero que a su vez le impiden gestionar. Uno de los casos que se
menciona son los 3800 nombramientos de enfermeras y administrativos
que el ministro prometió para el sector. La cartera de Salud ya
terminó con todos los requisitos necesarios para incorporar más
personal a los hospitales, pero las designaciones quedaron frenadas en
el Ministerio de Hacienda. La falta de personal llegó al punto de que
algunos hospitales porteños tienen que suspender trasplantes.
En PRO no perdieron tiempo para postular reemplazantes. Uno de ellos
es Seoane, quien ya había sonado para el cargo en los primeros
proyectos del gabinete PRO. Seoane es un hombre de Jorge Macri,
trabajó largamente en el Hospital Italiano, que dirigía Tonino Macri,
tío del jefe de Gobierno. Hoy está en la UPI 5, una de las cinco
gerenciadoras del PAMI en Capital Federal. Otro de los postulantes es
el viceministro de Salud, Miguel Schiavone, quien también era el
segundo de Lemus en el Fernández. Schiavone no es mal visto por el
kirchnerismo, pero su cercanía al ministro le juega en contra.
Con más fichas aparece Enrique Rosemblat, quien fue director del
Argerich durante seis años, a fines de los noventa, y se fue de ese
hospital en medio de denuncias de supuesta corrupción. No tiene buena
relación con los médicos, pero siempre se habla bien de él en Sutecba.
Luego estuvo en Córdoba, reorganizando la obra social provincial para
José Manuel De la Sota. El nexo con Rosemblat es el eterno operador
del radicalismo, el Coti Nosiglia. Ya habría recibido un ofrecimiento,
aunque está indeciso. El Coti lo llamó y le dijo, lacónico: "Agarrá".
Santiago Rodríguez y Werner Pertot, Página12
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Demasiado Grasso para ser PRO
Nota madre: Ministro con pronóstico reservado
Por Werner Pertot
Luego de la renuncia del represor Pedro Florido a su cargo de asesor
en la Procuración General de la Ciudad, el gobierno porteño sufrió una
nueva baja, esta vez en el Ministerio de Espacio Urbano: renunció el
subsecretario de Higiene Urbana, Gustavo Grasso. Desde la gestión PRO
deslizaron que la relación personal de Grasso con el ministro Juan
Pablo Piccardo no era buena. En el entorno de Grasso, en cambio,
alegaron diferencias de gestión tanto con Piccardo como con su jefe de
Gabinete, Fabián Rodríguez Simón. Una tercera versión señaló que su
salida estaba relacionada con que "pensaba avanzar con el control del
negocio de la basura, que mueve 18 mil pesos". El legislador ibarrista
Eduardo Epszteyn recordó que Grasso asumió "a pesar de estar
involucrado en un proceso judicial por estafa", del que fue
sobreseído, y pidió que ahora nombren a "alguien que no tenga
escándalos judiciales".
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