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criticamedicina

La salud de Macri " El Caiman"

Sumido en la contradicción de ser un hombre de la OPS y un inteligente profesional nacido en argentina, Lemus está objetivamente
complicado, aunque subjetivamente tiene la fuerza y la capacidad para
zafar de esta encerrona.

Sin defender a quien no necesita defensa, tengo que decir que en el contexto porteño Lemus no es precisamente lo peor que le puede pasar a la ciudad, mucho menos después de "genios" como Maza, Spaccavento, Lombardo, GGG, Stern o Seoane, algunos de los cuales siguen poniendo sus fichas y esperando su turno.

Que existen muy, pero muy raras operaciones de prensa contra Lemus, que para quienes manejamos información, son inventos infantiles para intentar ensuciarlo. (recuerdan los protocolos de investigación del Fernández antes de que asumiera? los 700 empleados fantasma del Fernández?).

También fue importante el largo silencio en presencia de Macri, el día que se anunció el cierre del Borda y el Moyano. El sabía que el cierre no era posible, pero tampoco podía evitar el anuncio. (Los negocios de la OPS y de su jefe, son negocios). Su contradicción lo llevó al inesperado silencio.

Son claras las señales de que en algún punto importante no transa con parte poderosa de la mafia autóctona instalada, que con doble discurso viene llevando el sistema de salud al colapso y a su privatización, mientras gritan a los 4 vientos que lo defienden. Octavio
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Lemus, cada vez más complicado

El ministro de Salud porteño se ve inmerso en un mar de conflictos.
Las internas y los rumores de renuncia, la situación de los
hospitales y las obras pendientes de Caputo. Además, la demorada
partida de 150 millones de pesos que aún duerme en la Legislatura.

Se siguen dilatando los 150 millones de pesos para Salud
"Es una bomba de tiempo". Esa fue la definición que utilizó una alta
fuente del Ejecutivo para describir la actual situación del
Ministerio de Salud que conduce Jorge Lemus, médico sanitarista y
especialista en medicina preventiva.

Es que el panorama para los 33 hospitales porteños sigue siendo
sombrío: problemas edilicios, falta de insumos y las malas
condiciones en las que se encuentra el equipamiento conforman un mapa
complejo.

Desde el Ejecutivo afirman que los "grandes cambios" que están
llevando adelante en el área son la causa principal de los
inconvenientes que se están generando.

A pesar de ello, la Ciudad tiene asignado un Presupuesto para el
Ministerio de Salud para 2008 de 2.533 millones de pesos, que implica
un 20% del Presupuesto Total.

De este monto, se destina el 65% en el pago de los recursos humanos
(1643 millones), el 10.6% en la compra de insumos y bienes de consumo
(267 millones) y el 9.8% en la compra de bienes de uso (maquinarias y
equipos) (248 millones).

En el primer trimestre del 2008, la gestión macrista en Salud ejecutó
solamente $ 4.6 millones de pesos para obras (1.8%) y en equipamiento
$ 56 mil pesos (0.45%).

A todo esto, Lemus está pasando sus peores horas en el gobierno de la
ciudad que lidera Mauricio Macri. Los distintos frentes internos y el
lanzamiento de un sistema de compras centralizado, a cargo del
Ministerio de Hacienda, sumado a las denuncias por sobreprecios en
insumos han generado un conflicto interno de difícil resolución.

Vale decir, el panorama con el que se encontró era caótico:
sobreprecios de 500 por ciento en la compra de guantes de látex,
entre 100 y 300 por ciento en jeringas y fuertes irregularidades
cuando se entregaba medicación.

A esto hay que sumarle la demorada ampliación presupuestaria de 150
millones de pesos, que aún deambula por la Legislatura porteña, y la
feroz interna con la que debe lidiar diariamente.

¿Renuncia en puerta?

Según pudo saber La Política Online, hace dos semanas el mismo Lemus
se reunió, por pedido expreso de él, con el jefe de gobierno.

En el encuentro, el titular de la cartera de Salud le expresó a Macri
la inviabilidad del ministerio a su cargo y su deseo de renunciar.

"Te pido que esperes hasta noviembre Jorge. Para esa fecha voy a
realizar algunos cambios en el gabinete", le contestó el jefe
comunal, poco sorprendido ante la inquietud del funcionario.

Por su lado, cerca del ministro no se cansan de repetir ante las
pregunta del periodismo que "Mauricio lo banca", aunque sus allegado
aceptan que el panorama "no es el mejor" y que se podría agravar
desde junio, cuando Hacienda tome las riendas de las compras y
contrataciones.

Como sea, desde el Ejecutivo también apuntan que está "sobrepasado" y
que "está cansado" de tener que lidiar con los gremios y el frente
interno; y que, si bien tiene experiencia en la gestión pública como
director del Hospital Fernández, manejar un ministerio de esta
envergadura le resulta muy complicado.

Las internas del ministerio y el modelo de la cartera educativa

El frente interno tampoco es nada sencillo para Lemus. Por un lado,
logró colocar como subsecretario de Atención integrada de Salud,
virtual viceministro del área, Miguel Ángel Schiavone y hombre de
máxima confianza del ministro.

Claro que en la otra dependencia clave se encuentra subsecretario de
Administración del Sistema de Salud, Carlos Alberto Sciarrotta, quien
responde al jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Al igual que
Lemus, Sciarrotta también era médico del Fernández.

Políticamente forma parte del radicalismo macrista y, entre los
allegados a Lemus, lo definen como "un grano en la nariz".Es que
Sciarrotta tiene juego propio en el área y algunos apuntan que
buscaría debilitar al ministro para quedarse con su puesto.

Lo cierto es que en delicado equilibrio de poder, la lógica de la
cartera de Salud emula a lo que ocurre en la cartera educativa: una
suerte de "ministerio desdoblado" en dos. Esto es, la gestión
administrativa independiente de las políticas de estado y los
lineamientos generales.

Caputo y las obras en salud

Mientras se denuncia la grave situación del área, Nicolás Caputo
(amigo personal de Macri y ex asesor "ad honorem" del gobierno) le
fueron adjudicadas varias obras y prestaciones para hospitales
porteños.

A través de la firma SES SA (en la que Caputo tiene el 50 por ciento)
en mayo de 2007 logró ganar la licitación para la construcción de un
nuevo hospital en villa Lugano, por 7,5 millones de pesos.

Además, realiza tareas de mantenimiento y limpieza en cuatro
hospitales porteños: el Àlvarez, el Ramos Mejía, el Tornú y el de
Odontología José Dueñas.

Como si fuera poco, sugestivamente SES S.A. se adjudicó la renovación
integral del pabellón Amable Jones por 6 millones de pesos del
Hospital Borda; el pabellón Esquirol por casi 500 mil pesos en el
Moyano. Claro que estas obras van a contramano de la posibilidad
cierta de que finalmente se cierren ambos hospitales, tal como
pretende el macrismo.

LA AMPLIACIÓN PRESUPUESTARIA DE 150 MILLONES, AUN DEMORADA

Mientras tanto, en la Legislatura no se logró destrabar un proyecto
para otorgarle al ministerio 150 millones de pesos más para
equipamiento.

A pesar de los esfuerzos de la presidenta de la Comisión de Salud, la
macrista Lidia Saya, algunos cuestionamientos de la oposición no
permitieron avanzar en un despacho con mayoría absoluta que agilice
el trámite.

En especial, en una reunión de la semana pasada, la legisladora
Gabriela Alegre (ibarrista y ex subsecretaria de Derechos Humanos)
pidió que el proyecto pase por la Comisión de Presupuesto. "Se la
pasa cuestionando todo", se oía en los pasillos legislativos ante las
intervenciones de la diputada.

Por su lado Diana Maffia (de la Coalición Cívica) también se mostró
preocupada por el tema, y pidió informes y reuniones que fueron
atendidos. Claro que esto generó demoras en la aprobación. Además, el
listado de hospitales y qué equipamiento se comprará en cada uno
colaboró con la demora.

De todas formas, según pudo saber este medio, mañana habrá una
reunión conjunta entre las comisiones de Salud y Presupuesto,
presidida por el oficialista Álvaro González, para tratar el tema y
evacuar las dudas de los diputados. "Entre 2 y 3 semanas tendría que
salir", apuntan las fuentes legislativas consultadas.

Claro que, una vez aprobada la partida de 150 millones, llevará al
menos un par de meses, debido a las trabas burocráticas y a la lógica
misma de la administración.

Ezequiel Spillman, Política On Line

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