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La deuda eterna

Agencia de Noticias Pelota de Trapo - Edicion del 30/05/08

Sísifo y la deuda
16/05/08
Por Néstor Sappietro

(APe).- El último informe de la Secretaría de Finanzas señala que la
Argentina tiene obligaciones por 144.728 millones de dólares,
equivalente al 56% del PBI. Los números oficiales indican que en los
últimos dos años la deuda creció y que, medida en dólares, es mayor
que durante la crisis que terminó con el gobierno de Fernando de la
Rúa.

La información, sin proponérselo se transforma en una alegoría a la
metáfora de Sísifo, aquel a quien los dioses griegos habían condenado
a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde
la piedra volvería a caer por su propio peso. Como decía Albert Camus,
refiriéndose a la condena impuesta al rey de Corinto: "Los Dioses
habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible
que el trabajo inútil y sin esperanza".

El sentido común, que nada entiende sobre los vericuetos de la
economía, encuentra datos que desconsuelan: La gestión Kirchner
desembolsó más de 50 mil millones de dólares en pagos de la deuda
pública y, sin embargo, debemos más que en 2001. Allí aparece el
desconsuelo del trabajo inútil y sin esperanza.

La riqueza es entregada a la usura internacional a cambio de nada, o
lo que es peor, a cambio del hambre de miles de argentinos condenados
en los confines del infierno a comer de la basura, a no tener
asistencia sanitaria, a la desnutrición, a morirse de pobreza.

Dice Albert Camus en su maravilloso ensayo sobre Sísifo: "Lo único que
se ve es todo el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme
piedra, hacerla rodar y ayudarla a subir una pendiente cien veces
recorrida; se ve el rostro crispado, la mejilla pegada a la piedra, la
ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de arcilla, de un pie
que la calza, la tensión de los brazos, la seguridad enteramente
humana de dos manos llenas de tierra. Al final de ese largo esfuerzo,
medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad, se
alcanza la meta. Sísifo ve entonces como la piedra desciende en
algunos instantes hacia ese mundo inferior desde el que habrá de
volverla a subir hacia las cimas, y baja de nuevo a la llanura".

Cada vez que escucho hablar sobre el pago de la deuda esas imágenes
que describe Camus aparecen en mi memoria.

El ex diputado Mario Cafiero, señala: "El problema de la deuda es el
pésimo "arreglo" que hizo el actual gobierno, que no fue tal. Tampoco
hubo un "ajuste" de ella, sino peor aún, un desajuste con la emisión
de deuda contingente mediante las Unidades Ligadas al PBI, que crecen
en forma geométrica año tras año, por la cual los prestamistas
inescrupulosos pasaron a ser socios de nuestro crecimiento. Fue el
peor de los malos arreglos posibles. La deuda no fue auditada. No se
buscó diferenciar lo contraído ilegalmente".

Si alguien tuviera dudas acerca de la inmoralidad de la deuda bastaría
con repasar las investigaciones de Alejandro Olmos y su hijo. De paso,
podríamos citarlo cuando dice: "Las deudas hay que pagarlas, las
estafas no".

A pesar de los anuncios ampulosos de cancelación, de quita histórica;
la deuda sigue estando ahí, como una inmensa roca que llevamos sobre
nuestras espaldas, como una excusa inmoral para justificar los
destinos inciertos de la riqueza de un país que sigue hundiendo en el
infierno del desprecio a sus mayorías.

Fuente de datos:
Diario Crítica 06-05-08

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