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En defensa de los trabajadores: ¿ Quien es terrorista?

En defensa de los trabajadores del Hospital de pediatría Garraham
II
¿ Son terroristas: matan y ponen bombas?

El ministro de Salud Pública de turno los desautoriza y acusa de terroristas por continuar las medidas de fuerza sindical los trabajadores del más importante hospital de pediatría de la Argentina.
El peronismo descendiente de Isabelita y Lopez Rega, de los aparatos sindicales empresario- mafiosos que manejan las organizaciones obreras desde hace años sin mejorarlas, acusa a los que luchan por mejorar el salario y las condiciones laborales de ser terroristas por no responder a sus órdenes.

Este pasisito colonizado y vendido por casi todos los dirigentes desde sus inicios no tiene una política sanitaria planificada y continua. Cada gobierno hace lo que le parece, improvisa y destina pocos recursos para mejorar este área.
Con ellos mantienen los salarios devaluados, los materiales deteriorados y apenas los edificios.

Todos ahcen propaganda de inexistentes logros, de batallas ganadas a las enfermedades.
Los criminales ministros de economía y sus funcionarios ayudan a mantener a la población en la miseria, pobreza, sin un mínimo de bienestar ni cultura.

¿ Qué cuidados reciben los pobres?
Los conforman con malos, burocráticos y corruptos hospitales. Saturados de seres, abarrotados de ellos y completamente ineficientes.
No hay campañas reales de sanidad ni educación.

Faltan dietas saludables y americanas.
No hay una buena ecología: sin agua corriente, ni baños, ni viviendas dignas, espacios sin contaminación ni toxicidad industrial.
Sigue dictando órdenes la jerarquía católica reaccionaria, medieval e inquisidora.
No hay políticas de salud sexual.
Las escuelas maleducan y apenas contienen a los chicos, sacándolos de las calles violentas.
No les enseñan a pensar y a crear herramientas de cambio social.
No se combate el mal de Chagas ni las infecciones de la pobreza.
No se educa contra el tabaco, las grasas y la falta de ejercicio físico.

El ministro es cómplice de los empresarios sindicales: a ellos no los toca, ni cuestiona sus negocios.
Le molesta la protesta de aquellos que son combativos y que denuncian la realidad cruel.
No podemos disimularla con mentiras que los medios culturales y de información repiten.
No hay salud para todos, sólo para los que tienen dinero.
Tampoco buena educación, ni trabajo con salarios dignos.
El aparato del estado es terrorista al auxiliar a los poderososo y maltratar a las mayorías que utiliza para sus campañas políticas.
Hacen clientelismo: dan a cambio de favores y votos.
Hay muchas palabras y pocos hechos reales de cambio social.

Los médicos debemos apoyar las luchas por mejorar la salud de todos.
Y denunciar a los mentirosos.

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