Proyectos en la globalizacion Dr. Guidos
La globalización ha transformado la manera de articular las relaciones del poder. Antes el poder se estructuraba de manera jerárquica, vertical, piramidal. Los centros de poder eran claros y definidos, se sabía quién mandaba y contra quién había que luchar. Ahora esto ya no es así. Con la globalización el poder se estructura de manera difusa, horizontal, con muchos centros de poder diferentes que se relacionan con redes que transmiten mucha información de manera muy rápida y ágil. El poder es ahora una estructura ágil, flexible y difusa.
Los hospitales con esquemas jerárquicos, verticales y autoritarios, donde la información circula muy lentamente, con muchos pasos intermedios, ya no se adaptan bien a la globalización. Son ineficaces y lentos. En cambio, las ONGs, y algunos aparatos represivos del poder tienen este tipo de funcionamiento y se han adaptado perfectamente a la globalización. Tenemos que ocupar espacios de autonomía con valores y proyectos contrarios a la lógica inhumana y por tanto ilógica- de la globalización que sufrimos.
Es necesario crear, en nuestros hospitales, microproyectos que contradigan la lógica del mercado mundial neoliberal, desde una perspectiva local y con objetivos locales, desde abajo. En el ámbito local es mucho más fácil vivir valores y opciones contrarias a la globalización: la opción por los más pobres y débiles, la democracia, la solidaridad, la igualdad, el respeto a la naturaleza, la comunidad fraterna ...
Pero estos microproyectos locales, en nuestros hospitales, deben enmarcarse en el macroproyecto de una sociedad alternativa. La perspectiva debe ser local y global a la vez, y las acciones deben ser locales y globales a la vez. Los objetivos deben ser globales, y han de existir redes que coordinen y multipliquen la capacidad de incidencia, por donde la información circule rápida y ágilmente.
Los hospitales con esquemas jerárquicos, verticales y autoritarios, donde la información circula muy lentamente, con muchos pasos intermedios, ya no se adaptan bien a la globalización. Son ineficaces y lentos. En cambio, las ONGs, y algunos aparatos represivos del poder tienen este tipo de funcionamiento y se han adaptado perfectamente a la globalización. Tenemos que ocupar espacios de autonomía con valores y proyectos contrarios a la lógica inhumana y por tanto ilógica- de la globalización que sufrimos.
Es necesario crear, en nuestros hospitales, microproyectos que contradigan la lógica del mercado mundial neoliberal, desde una perspectiva local y con objetivos locales, desde abajo. En el ámbito local es mucho más fácil vivir valores y opciones contrarias a la globalización: la opción por los más pobres y débiles, la democracia, la solidaridad, la igualdad, el respeto a la naturaleza, la comunidad fraterna ...
Pero estos microproyectos locales, en nuestros hospitales, deben enmarcarse en el macroproyecto de una sociedad alternativa. La perspectiva debe ser local y global a la vez, y las acciones deben ser locales y globales a la vez. Los objetivos deben ser globales, y han de existir redes que coordinen y multipliquen la capacidad de incidencia, por donde la información circule rápida y ágilmente.
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