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el caos es el hospital: en tres actos médicos

El hospital es la potencia del caos ( lo que puede en acto)

Apuntes de ontología de una arquitectura médica caótica


 1): ¿ Cómo definimos el ser de las cosas?
 Por lo que pueden en acto: la potencia, cuantificable en una escala intensiva.

Dice Gilles Deleuze desde Baruj Espinosa.

El hospital es la arquitectura del caos por presentar y perpetuar
varias cualidades:
Aislamiento, separación, fragmentación de sus partes.
Diversidades con similitudes.
Estancamiento, rigidez, repetición.
Burocracia.
Institucionalizar el poder médico en compartimentos con problemas de
comunicación y aprendizaje.
Con una sistemática funcional "loca": paranoica, esquizo, maníaca,
aglutinada, etc.


Presenta en su cuerpo y sistema de funcionamiento, la representación
de las enfermedades crónicas orgánicas y mentales.

Muchos problemas de comunicación: lleno de ruidos y malentendidos
entre sus partes que están cercanas pero alejadas entre sí.
Cada pedazo es un territorio de políticas corporales que no
intercambia su producción con el otro.
Hay mediocridad revestida de soberbia.
Todo es privado... del acceso del Otro que es su vecino.

Primera proposición:
La suerte, el destino temporo- espacial- histórico de un paciente
cambia según donde está, en qué cuarto o sala médica lo depositaron.

El lugar dispone del destino de sus habitantes temporarios: pacientes y médicos.

Si su cama es cardiológica, la mirada y las intervenciones difieren de
las otras posibles, por ejemplo, clínica médica, endocrinología,
neurología u otras.

El servicio de cardio es un territorio institucional jerárquico.
Los jefes seleccionan el discurso de sus huéspedes.
Electrofisiología o enfermedad coronaria dominan la escena.
Hegemonizan los pensamientos y prácticas.
Se mira al paciente desde esos ojos clínicos.
El negocio de la medicina especializada busca los pacientes que
necesita encontrar.
Modas o paradigmas rentables apura la caza de pacientes.
Publicar trabajos para competir en el mercado médico y estar altos en
le raiting de las empresas proveedoras de estímulos financieros o
subsidios de diversos tipos.
Llenar las salas de casos de protocolos de intervenciones
farmacológicas de tal o cual corporación industrial internacional y su
subsidiaria local.
Colocar herramientas tecnológicas que dejan beneficios a la
organización institucional.
Tal marcapasos, tal stent, ...etc, etc.

El servicio debe publicar varios trabajos científicos para mantenerse
en la cumbre cardiológica nacional y competir con los otros lugares.
Los jefes deben justificar así su excelencia intelectual y productiva
ante la comunidad médica.
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Cada paciente es medicalizado de manera diferente en relación a dónde
está internado o asistido.
El lugar y su personal condiciona su futuro.
Cada servicio trata de cumplir con sus dogmas científicos.

Los clínicos buscarán infecciones o inflamaciones, trastornos de los fluidos.
Llenarán esos cuerpos con imágenes y números.
Radiografías, ecografías, estudios tomográficos, resonancias, cámaras
gammas visualizarán esos cuerpos y el ojo dogmático decidirá.
Consultas con los otros a manera de preguntas cuya respuesta  incide
de manera variable sobre el receptor.
Hay dudas que tiene que ver con la desconfianza, el desconocimiento
del Otro que efectúa la respuesta.
Con diversos prejuicios que lo encasillan y estereotipan.

Hay una relación dialéctica de tensión entre la planta y la
residencia, en general.
Viejos y jóvenes compiten por el poder del saber.
No por el bienestar del paciente.
Hay una lucha narcisista importante y de intensidad variable.

 Continua....

Deconstrucción del caos del hospital


Según Jacques Derrida: "De la gramatología", 1967, deconstrucción es
un concepto de arquitectura: deposición/ descomposición de una
estructura.
Es un trabajo del pensamiento inconsciente en deshacer, sin destruirlo
jamás, un sistema de pensamiento hegemónico o dominante.
Es resistir a la tiranía del Uno, del logo, de la metafísica.
También es un trastorno en la construcción de las palabras en la frase.

En nuestro país, Argentina los sinónimos de caos son: lío, quilombo, bardo...

Planteo que " los elementos en el hospital tienen una funcionalidad caótica".
Y que " la institución hospitalaria configura un sistema caótico" (
teoremas de Wajner)

En los sistemas caóticos, una pequeña variación de las variables
iniciales produce luego de un tiempo resultados muy distintos e
impredecibles.
El azar es la inestabilidad.
El sistema contiene el cambio de sus partes.
Las alas de mariposa en movimiento de un extremo producen en cierto
tiempo un tornado o maremoto en el otro.
Un paciente ingresa por una causa posible patológica y desarrolla
otra, asociada( contrae/ expande- asciende/ desciende su dolencia) o
no a ella.
Las intervenciones del personal de la Salud facilitan y provocan
nuevos o peores males por las dificultades en la comunicación, el
aprendizaje y la relación de poder en el vínculo de los pacientes y
médicos o personal de la Salud.
Entre ambos hay complejas relaciones de poder y autoritarismo, de
ejercicio de mando, obediencia, control, vigilancia y castigo.
Hay un entramado cultural que ayuda al malentendido, la desconfianza,
al temor y miedo entre ambos pares dialécticos.

Las variables en juego son:
Los pacientes: Demanda de Salud/ cuerpos en queja.
Los médicos: dueños de un supuesto saber/ poder corporal.
Grupos de tareas  ( jerarquizados) de política- sindical: médicos/ de
los empleados/ administrativos/ dirección/ Sistema de salud municipal:
SAME.
 Alienación social: Relaciones sociales de medicalización-
judicialización- mercantilización.
Trastornos de comunicación- diferencias culturales y de identidad grupal.
Diferencias en las normas ( superestructura cultural- ideológica):
entre los pares:
Salud/ Enfermedad
Padecimientos/ Curas

Las intervenciones de los dispositivos de poder médico son complejas y
ejercidas por diferentes grupos.


Los pacientes ingresan, en general, por la guardia de urgencias.
Pasan a la sala de la misma que funciona como una Terapia Intensiva y
tratan de ser ubicados en algún sector clínico o quirúrgico.
En esos lugares hay resistencia a su ingreso.
Los residentes o concurrentes bloquean el paso, tratan de seleccionar
y llevarse lo que desean.
Cuando creen que está complicado lo vuelven a pasar a la guardia o a
ubicar en otro servicio, que también resiste el paso.
No hay colaboración entre áreas parecidas, pues impera la desconfianza
y el malestar.
El paciente es tratado como una pelota que va y viene paleteada por
los médicos, representantes del discurso de su servicio o grupo de
identidad y pertenencia.
En la practica son objetos a merced de los problemas institucionales.
Impera la alienación, los comportamientos enfermos y locos.
Hay actitudes policiales: de control, vigilancia y castigo.
El sistema es carcelero aunque parezca abierto.

Los pacientes son expulsados y tratan de retornar pues creen que el
hospital puede resolver sus conflictos socio- culturales.
La crisis del estado benefactor post- peronista, el desguace del
mismo, la profundización de la miseria, la injusticia económica, la
incultura...entre otros factores económico- políticos producen este
hospital caótico, una nave a la deriva manejada irregularmente por
todos.
La institución  es autoritaria: dispone de poderes sobre sus participantes.
Hay grupos beneficiados con ascenso social, fama y dinero que
pretenden perpetuarse.
Diversos grupos de tareas controlan, vigilan , dominan y castigan a
los posibles enemigos de sus organizaciones.
Los jefes de servicios trabajan en estructuras piramidales: arriba:
unos pocos, abajo, muchos.

Los médicos enlazan el dominio político del hospital con la
universidad y otros ámbitos privados montando verdaderos negocios o
empresas de Salud y política.
Bajo una democracia de ficción perpetúan su gobierno durante años.
El clientelismo, la extinción de una mínima oposición, las relaciones
con la dirección y el poder de la municipalidad les permite este
ejercicio sin grandes problemas.
La indiferencia, la cultura individualista y el miedo de la mayoría de
los médicos abona su terreno.

Los otros sectores tienen organizado sus negocios desde hace años y
cuentan con la ayuda de la central del sindicato y sus contactos
políticos con los gobiernos de turno nacionales y municipales.

Los pacientes son múltiples grupos culturales: gente inmigrante de
países vecinos o extranjeros, pobres estructurales, miserables,
expulsados, gente de la provincia, clase media empobrecida.
Cada uno tiene una cultura diferente y demandas complejas.

Los médicos jóvenes son hijos de una clase media, en general mujeres,
con un compromiso pobre social.
Intentan acaparar conocimientos para ejercer un beneficio económico individual.
Temen a la clínica y al contacto comprometido con los pacientes y
delegan en las intervenciones el ejercicio de la medicina.
Intermedian el acto médico con imágenes y números convincentes.

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2005-



 El caos es la institución:
Apuntes clínicos para la historia médica
Primera parte o acto

Dr. Alejandro Wajner

1) Individuos enfermos que curan ¿ Pueden hacerlo?

Los médicos y en general, los trabajadores de la Salud padecen muchos
problemas corporales y psiquiátricos.
Mucha enfermedad mental bordea nuestros cuerpos y navega las subjetividades.
Varios factores de riesgo aterotrombóticos intervienen en nuestra organicidad:
Tabaco, dislipidemias, hipertensión arterial, diabetes, obesidad,
sedentarismo, ansiedad y angustia crónica asociados a una cultura del
éxito, individualismo e indiferencia con los Otros.

Casi todos los colegas ignoran sus dolencias.
Muchos no se consideran posibles pacientes.
Desconocen sus cuerpos y mucho menos, sus espíritus.
El malestar cultural impera en el reino de la Medicina hegemónica.
El mercantilismo facilita la condición de futura víctima.

2) Las instituciones son arquitecturas de esas subjetividades enfermas
y sus condiciones de posibilidad.

Integrar sistemas y estructuras autoritarias que controlan , vigilan y
castigan los cuerpos, produce malestar diverso y facilita las
enfermedades psicosomáticas y sociales.

Estas instituciones son dispositivos de poder, territorios de
autoritarismo. Foucault, Guattari y Deleuse.

El poder organiza  a sus miembros pero en terrenos o espacios de inestabilidad.
El caos es la expresión/ actuación de la queja, cierta resistencia al mismo.

El caos es la locura o nomadismo, el reverso de la autoridad sádica/ fálica.

3) Donde hay burn out(sujetos  quemados), hay mobbing o acoso de la autoridad.
4) La institución es el escenario donde conviven ambas modalidades de
agresividad, crueldad y posesión del Otro como cosa/ objeto.

Las instituciones son cajas de poder estratificadas y burocráticas.
Donde impera la rigidez, el maltrato, la incomunicación, el malentendido.
La hipocresía convive con la mediocridad y su disfraz, la soberbia.


(c) Dr. Alejandro Wajner
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