opinion del acto del Niños
Bueno, ayer en el Hospital Gutierrez hubo un acto no demasiado distinto al que hizo Jorge Rizzo en el Bauen hace un año, en el que se gestó el actual triunfo en medio de la más absoluta desmovilización caracterísitica de los abogados. Observo que en salud también se está creando una masa crítica de personas que van entendiendo que si bien en la Municipalidad de BsAs "no pasaba nada" a nivel laboral, esto ya no funcionará así en el Gobierno "Autónomo" de la Ciudad.
Ya muchos advertimos que la corporación política que propicia la "autonomía" de la ciudad, está pensando en crear estructuras rígidas de control social para manejar la Ciudad de manera mafiosa, como sucede en la mayoría de las provincias, a través de la creación de distintos organismos de control como son las colegiaciones compulsivas, los institutos públicos de regulación con funciones recaudatorias calcadas de las que tiene un colegio, persecusiones personales o cualquier método que evite el debate sobre los planes pergeñados.
Resulta inaceptable que pretendan imponernos tanto la flexibilización laboral como el contenido de los cursos de capacitación que hagamos, conforme y según la ideología del gobierno de turno. Ni el gobierno militar se atrevió a pretender invadir así la esfera científica.
Según el proyecto del gobierno si no hiciéramos los cursos que él propone nos van a impedir ascender y hasta nos pueden llegar a despedir con causa por medio de las evaluaciones negativas. Si hiciéramos los cursos y no les gustara como elaboramos la materia, podrían reprobarnos y descontarnos el 20 % del salario por haber perdido el tiempo público en el curso desaprobado.
Otro de los aspectos problemáticos es el contenido de los cursos que los decidirán, los dictarán y los cobrarán principalmente nuestros propios sindicatos, en acuerdo con las políticas de gobierno. Particularmente en el caso del gremio que más conozco, el de los Psicólogos del Gobierno de la CABA (la "a" es la abreviatura de autonomía, vaya coincidencia) no suele manejarse de manera muy transparente y suele jugar al ocultamiento.
Ahora, la ciudad tiene una estructura mucho más compleja que la mayoría de las provincias y eso la hace ingobernable desde un control remoto central, tal como pretenden muchos políticos y sus aliados. Por el momento y por suerte, la ciudad de buenos aires funciona con un piloto autoregulado por el equilibrio de disidencias, debido al cual resulta ingobernable desde el control remoto central que los políticos tradicionales se esfuerzan en crear. Esto es así tanto por la complejidad de nuestro entramado social como porque la ciudad acumula gran parte del conocimiento científico-burocrático-administrativo, porque aquí tienen sede las más grandes instituciones de todas las profesiones que construyen y administran la mayoría del saber del país y aquí coexiste una importante e impredecible combinatoria de otros factores de poder muy influyentes como hospitales, estudios profesionales, federaciones médicas, colegios profesionales, legislatura con representación de casi todos los sectores, medios alternativos, etc, etc.
En este esquema autoregulable y por lo tanto con gran capacidad de resistencia a los cambios afanosamente desmesurados, ya muchos advertimos la naturaleza del proyecto de vaciamiento, de anulación de los opositores (personas) y de las oposiciones (ideas) y que en la ciudad "autonoma" de buenos aires hay actos de gobierno que nos perjudican a casi todas las personas. Con estas verdades firmemente expuestas, sostenidas y manejadas coherentemente no creo que ninguna institución burocrática resista mucho tiempo.
Volviendo al terreno de las propuestas de movilización de los profesionales de la salud, además del cuidado indispensable con los traidores, hábiles practicantes del doble discurso, creo que el tema consistiría en ser muy claros y muy coherentes en la comunicación de los hechos concretos que acontecen y que se están planificando, indicando los perjuicios concretos que esto nos traerá a los profesionales de la salud, a los pacientes y al trabajo por la salud. Con la coherencia, el boca a boca, la denuncia y con propuestas sinceras desde el sentido común, creo que los planes de vaciamiento del estado deberán ser archivados. Al menos, las condiciones están dadas.
Por lo que ví en el acto de ayer en el Niños, el nucleamiento ya está sucediendo -hubo gente de 15 hospitales- eso sin considerar la presencia y el aval al movimiento de Jorge Yabkowski, presidente de la federación sindical de profesionales de la salud, entidad que nuclea ni más ni menos que 18.000 profesionales en todo el país.
Ya muchos advertimos que la corporación política que propicia la "autonomía" de la ciudad, está pensando en crear estructuras rígidas de control social para manejar la Ciudad de manera mafiosa, como sucede en la mayoría de las provincias, a través de la creación de distintos organismos de control como son las colegiaciones compulsivas, los institutos públicos de regulación con funciones recaudatorias calcadas de las que tiene un colegio, persecusiones personales o cualquier método que evite el debate sobre los planes pergeñados.
Resulta inaceptable que pretendan imponernos tanto la flexibilización laboral como el contenido de los cursos de capacitación que hagamos, conforme y según la ideología del gobierno de turno. Ni el gobierno militar se atrevió a pretender invadir así la esfera científica.
Según el proyecto del gobierno si no hiciéramos los cursos que él propone nos van a impedir ascender y hasta nos pueden llegar a despedir con causa por medio de las evaluaciones negativas. Si hiciéramos los cursos y no les gustara como elaboramos la materia, podrían reprobarnos y descontarnos el 20 % del salario por haber perdido el tiempo público en el curso desaprobado.
Otro de los aspectos problemáticos es el contenido de los cursos que los decidirán, los dictarán y los cobrarán principalmente nuestros propios sindicatos, en acuerdo con las políticas de gobierno. Particularmente en el caso del gremio que más conozco, el de los Psicólogos del Gobierno de la CABA (la "a" es la abreviatura de autonomía, vaya coincidencia) no suele manejarse de manera muy transparente y suele jugar al ocultamiento.
Ahora, la ciudad tiene una estructura mucho más compleja que la mayoría de las provincias y eso la hace ingobernable desde un control remoto central, tal como pretenden muchos políticos y sus aliados. Por el momento y por suerte, la ciudad de buenos aires funciona con un piloto autoregulado por el equilibrio de disidencias, debido al cual resulta ingobernable desde el control remoto central que los políticos tradicionales se esfuerzan en crear. Esto es así tanto por la complejidad de nuestro entramado social como porque la ciudad acumula gran parte del conocimiento científico-burocrático-administrativo, porque aquí tienen sede las más grandes instituciones de todas las profesiones que construyen y administran la mayoría del saber del país y aquí coexiste una importante e impredecible combinatoria de otros factores de poder muy influyentes como hospitales, estudios profesionales, federaciones médicas, colegios profesionales, legislatura con representación de casi todos los sectores, medios alternativos, etc, etc.
En este esquema autoregulable y por lo tanto con gran capacidad de resistencia a los cambios afanosamente desmesurados, ya muchos advertimos la naturaleza del proyecto de vaciamiento, de anulación de los opositores (personas) y de las oposiciones (ideas) y que en la ciudad "autonoma" de buenos aires hay actos de gobierno que nos perjudican a casi todas las personas. Con estas verdades firmemente expuestas, sostenidas y manejadas coherentemente no creo que ninguna institución burocrática resista mucho tiempo.
Volviendo al terreno de las propuestas de movilización de los profesionales de la salud, además del cuidado indispensable con los traidores, hábiles practicantes del doble discurso, creo que el tema consistiría en ser muy claros y muy coherentes en la comunicación de los hechos concretos que acontecen y que se están planificando, indicando los perjuicios concretos que esto nos traerá a los profesionales de la salud, a los pacientes y al trabajo por la salud. Con la coherencia, el boca a boca, la denuncia y con propuestas sinceras desde el sentido común, creo que los planes de vaciamiento del estado deberán ser archivados. Al menos, las condiciones están dadas.
Por lo que ví en el acto de ayer en el Niños, el nucleamiento ya está sucediendo -hubo gente de 15 hospitales- eso sin considerar la presencia y el aval al movimiento de Jorge Yabkowski, presidente de la federación sindical de profesionales de la salud, entidad que nuclea ni más ni menos que 18.000 profesionales en todo el país.
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