Matar a los desprotegidos
"El gatillo fácil"
"Nos amenazaban todo el tiempo. Y una vez nos dijeron que si seguíamos molestando,
no íbamos a tener ni siquiera el cuerpo de Pablo para ir a visitar.
Entonces montamos guardia 24 horas en el cementerio y exigimos que lo exhumaran.
Ahí se hizo la reautopsia y los forenses de la Corte Suprema
descubrieron que lo habían ejecutado de frente".
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Las recompensas y el deber ser Ricardo Fevrier rfevrier@clarin.com La figura del cazador de recompensas suele asociarse a las películas o series sobre el Oeste norteamericano. En especial una serie: "Wanted dead or alive", traducida como "Randall el Justiciero", explotó durante años los gestos rudos de Steve McQueen en su protagónico. En la vida real, el tema de las recompensas suele ser cuestionado desde un ángulo moral. Según esto, resultaría inmoral pagar para que alguien cumpla con un deber ciudadano, como sería denunciar a un prófugo de la Justicia. Pero en el caso de Medina, al menos sirvió para impedir la impunidad. -- |
"Para lograr justicia hay que pelearla mucho"
"Para llegar hasta acá, todo lo hicimos a pulmón, la familia y nuestro abogado", dice Cristina Martinoli, mamá de Pablo. "La carga fue muy pesada por la impunidad y las dilaciones que hubo. Ni los fiscales trabajaban", se queja.
La mujer, que sigue viviendo en Campana, tiene otros dos hijos. También tiene una nieta de doce años, que Pablo concibió a los 18. "Hay mucha connivencia de jueces y la Policía", continúa. "Si no hubiese hecho nada, no descubríamos qué pasó con Pablo".
Cristina recuerda un episodio en particular. "Nos amenazaban todo el tiempo. Y una vez nos dijeron que si seguíamos molestando, no íbamos a tener ni siquiera el cuerpo de Pablo para ir a visitar . Entonces montamos guardia 24 horas en el cementerio y exigimos que lo exhumaran. Ahí se hizo la reautopsia y los forenses de la Corte Suprema descubrieron que lo habían ejecutado de frente".
"Ahora espero una condena a prisión perpetua, y nada menos. Espero que no me salgan con una sorpresa. La sensación que me queda es que en la Argentina, para lograr Justicia, hay que pelearla mucho".
"Para llegar hasta acá, todo lo hicimos a pulmón, la familia y nuestro abogado", dice Cristina Martinoli, mamá de Pablo. "La carga fue muy pesada por la impunidad y las dilaciones que hubo. Ni los fiscales trabajaban", se queja.
La mujer, que sigue viviendo en Campana, tiene otros dos hijos. También tiene una nieta de doce años, que Pablo concibió a los 18. "Hay mucha connivencia de jueces y la Policía", continúa. "Si no hubiese hecho nada, no descubríamos qué pasó con Pablo".
Cristina recuerda un episodio en particular. "Nos amenazaban todo el tiempo. Y una vez nos dijeron que si seguíamos molestando, no íbamos a tener ni siquiera el cuerpo de Pablo para ir a visitar . Entonces montamos guardia 24 horas en el cementerio y exigimos que lo exhumaran. Ahí se hizo la reautopsia y los forenses de la Corte Suprema descubrieron que lo habían ejecutado de frente".
"Ahora espero una condena a prisión perpetua, y nada menos. Espero que no me salgan con una sorpresa. La sensación que me queda es que en la Argentina, para lograr Justicia, hay que pelearla mucho".
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Calificativo: La expresión "gatillo fácil" surgió tras el crimen de tres jóvenes en Ingeniero Budge. Fue el abogado León Zimermann quien usó una frase del periodista Rodolfo Walsh (asesinado y desaparecido en 1977) que antes había calificado a la Bonaerense como "la secta del gatillo alegre".
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ABUSOS POLICIALES:
ES UN SUBOFICIAL EXONERADO DE LA BONAERENSE QUE ESTUVO PROFUGO
Diez años después, juzgan a un policía por un caso de gatillo fácil
Diez años después, juzgan a un policía por un caso de gatillo fácil
El juicio empieza hoy y durará una semana. Lo acusan de matar de un tiro a Pablo Martinoli, un joven de 20 años, asesinado en Escobar en abril de 1997. Según el expediente, la víctima fue ejecutada a quemarropa.
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