Luchemos por la vida sin las mafias medicas
Parazo de los médicos municipales
SE PROFUNDIZA LA CRISIS EN LOS HOSPITALES DE LA CIUDAD
Hace tres semanas, denunciamos en Prensa Obrera que los hechos de violencia ocurridos en las guardias de algunos hospitales porteños eran la consecuencia del colapso de la salud pública de la Ciudad. Denunciamos la parálisis de la burocracia de la Asociación de Médicos Municipales y anticipamos que estos hechos precipitarían la irrupción de reclamos salariales, sobre las condiciones laborales y el profundo deterioro edilicio.
Una nueva y grave agresión a un médico del Hospital Alvarez desató un conflicto de mayor alcance. La burocracia de la AMM pretendió disciplinarlo, para lo cual convocó un paro de 24 horas.
La presión de las bases desbordaba el control de la burocracia.
En el Alvarez, los compañeros reunidos en asambleas, con la Guardia en constante deliberación, habían resuelto realizar únicamente los auxilios de emergencias. La medida se extendía a la guardia del Vélez Sarsfield, y alcanzaba al Piñero. Las bases reclamaban medidas de acción directa y la organización de los 13 hospitales de agudos de la Ciudad, con este mismo reclamo.
En el Consejo Central, la burocracia convocó a un paro sin reunir a las asambleas; su anuncio corrió por cuenta de una solicitada en los diarios.
El paro se cumplió masivamente, con la asistencia de los profesionales de guardia únicamente.
La voluntad de lucha de los médicos se contagió al resto de los profesionales de la salud. La Asociación de Psicólogos, los Bioquímicos y la Federación, se sumaron a la medida de fuerza que paralizó los hospitales y centros de salud por 24 horas.
Los trabajadores de la salud de la Ciudad enfrentamos a diario la violencia que ejerce el gobierno porteño: abandono edilicio, salarios deprimidos, suplencias y falta de personal, falta de insumos y tecnología mínima y necesaria en la guardia médica.
La población es igualmente víctima de la violencia gubernamental y del colapso sanitario.
La “reasignación presupuestaria” de Telerman –negociada con Macri y Kirchner- expresa la política del derrumbe sanitario a favor de los proyectos de especulación inmobiliaria: ni un peso para los hospitales y escuelas, todos los recursos para financiar los negocios de las megatorres. Telerman le facilita el camino a Macri.
Las medidas de fuerza expresan la voluntad de lucha de los profesionales de los hospitales y la tendencia a superar el límite impuesto por la burocracia sindical.
La violencia la ejerce el gobierno, con la política de ajuste, la flexibilización salarial y laboral, con el abandono edilicio y el vaciamiento tecnológico.
Sus víctimas son los trabajadores de la salud y la población que se asiste en los hospitales públicos.
La burocracia no puede parar los reclamos ni la organización de las bases, que exigen a gritos un plan de movilización que unifique la lucha.
Ni medidas aisladas ni paros domingueros.
Reclamamos un plan de lucha de todos los trabajadores de la salud de la ciudad, votado y aprobado en las asambleas de bases, que enfrente la liquidación de la salud pública.
Vamos con todo. Vamos por todo.
a.. Aumento salarial del 30% para todas las categorías.
b.. Por los nombramientos, las designaciones pendientes y los concursos para todas las vacantes.
c.. Por el 82% móvil del haber jubilatorio.
d.. Por el equipamiento para los hospitales y centros de salud, y el cumplimiento de las obras edilicias.
e.. Por la triplicación del presupuesto de Salud de la Ciudad.
f.. Por la unidad gremial de todos los trabajadores de la salud de los hospitales de la Ciudad.
g.. Por todos nuestros reclamos.
h.. Organicemos un plan de lucha votado por las bases.
Luis Trombetta (Tribuna de Salud)
SE PROFUNDIZA LA CRISIS EN LOS HOSPITALES DE LA CIUDAD
Hace tres semanas, denunciamos en Prensa Obrera que los hechos de violencia ocurridos en las guardias de algunos hospitales porteños eran la consecuencia del colapso de la salud pública de la Ciudad. Denunciamos la parálisis de la burocracia de la Asociación de Médicos Municipales y anticipamos que estos hechos precipitarían la irrupción de reclamos salariales, sobre las condiciones laborales y el profundo deterioro edilicio.
Una nueva y grave agresión a un médico del Hospital Alvarez desató un conflicto de mayor alcance. La burocracia de la AMM pretendió disciplinarlo, para lo cual convocó un paro de 24 horas.
La presión de las bases desbordaba el control de la burocracia.
En el Alvarez, los compañeros reunidos en asambleas, con la Guardia en constante deliberación, habían resuelto realizar únicamente los auxilios de emergencias. La medida se extendía a la guardia del Vélez Sarsfield, y alcanzaba al Piñero. Las bases reclamaban medidas de acción directa y la organización de los 13 hospitales de agudos de la Ciudad, con este mismo reclamo.
En el Consejo Central, la burocracia convocó a un paro sin reunir a las asambleas; su anuncio corrió por cuenta de una solicitada en los diarios.
El paro se cumplió masivamente, con la asistencia de los profesionales de guardia únicamente.
La voluntad de lucha de los médicos se contagió al resto de los profesionales de la salud. La Asociación de Psicólogos, los Bioquímicos y la Federación, se sumaron a la medida de fuerza que paralizó los hospitales y centros de salud por 24 horas.
Los trabajadores de la salud de la Ciudad enfrentamos a diario la violencia que ejerce el gobierno porteño: abandono edilicio, salarios deprimidos, suplencias y falta de personal, falta de insumos y tecnología mínima y necesaria en la guardia médica.
La población es igualmente víctima de la violencia gubernamental y del colapso sanitario.
La “reasignación presupuestaria” de Telerman –negociada con Macri y Kirchner- expresa la política del derrumbe sanitario a favor de los proyectos de especulación inmobiliaria: ni un peso para los hospitales y escuelas, todos los recursos para financiar los negocios de las megatorres. Telerman le facilita el camino a Macri.
Las medidas de fuerza expresan la voluntad de lucha de los profesionales de los hospitales y la tendencia a superar el límite impuesto por la burocracia sindical.
La violencia la ejerce el gobierno, con la política de ajuste, la flexibilización salarial y laboral, con el abandono edilicio y el vaciamiento tecnológico.
Sus víctimas son los trabajadores de la salud y la población que se asiste en los hospitales públicos.
La burocracia no puede parar los reclamos ni la organización de las bases, que exigen a gritos un plan de movilización que unifique la lucha.
Ni medidas aisladas ni paros domingueros.
Reclamamos un plan de lucha de todos los trabajadores de la salud de la ciudad, votado y aprobado en las asambleas de bases, que enfrente la liquidación de la salud pública.
Vamos con todo. Vamos por todo.
a.. Aumento salarial del 30% para todas las categorías.
b.. Por los nombramientos, las designaciones pendientes y los concursos para todas las vacantes.
c.. Por el 82% móvil del haber jubilatorio.
d.. Por el equipamiento para los hospitales y centros de salud, y el cumplimiento de las obras edilicias.
e.. Por la triplicación del presupuesto de Salud de la Ciudad.
f.. Por la unidad gremial de todos los trabajadores de la salud de los hospitales de la Ciudad.
g.. Por todos nuestros reclamos.
h.. Organicemos un plan de lucha votado por las bases.
Luis Trombetta (Tribuna de Salud)
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