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La salud transgenica

La Salud Transgénica: el modelo del monocultivo corporal social (autoritario y criminal): nuestra deuda eterna

 

Breve deconstrucción como introducción

 

Pensamos La salud como nuestra posibilidad de Estar vivos.

Como la construcción (propia y colectiva) y el cultivo de la geografía corporal.  

 

La memoria activa es nuestra historia colectiva.

Conciencia abierta y presencia plena.

 

Testimonio de vidas. Testigos. Cultivos. Narraciones. Creaciones de vidas, mundos y cuerpos.

 

La cultura es nuestra identidad. Remedio comunitario.

Relaciones de pertenencia.

 

La memoria corporal es nuestra historia de vidas.

Nuestro propio y común relato, narrativa y sentido existencial.

 

"Le tengo rabia al silencio

 Por la mucho que perdí,

Que no se quede callado

Quien quiera vivir feliz"

 

 

El modelo político económico social construye/trabaja el olvido, la pérdida del lenguaje  solidario y vinculante. Separa, fragmenta, divide, aísla a los seres, masifica, simplifica, coloniza los cuerpos con su mensaje. Así, los modela.

 

"Acostumbrarse es morir"

 

Para vivir hay que estar vivos. Hay que hacer vidas.

Hay que gestar proyectos. Resistir el modelo desde nuestros cuerpos intoxicados por él. Domesticados, colonizados.

 

Apropiados, desvitalizados y mercantilizados.

Cuerpos como valores de cambio, mercancías. Fetiches.

 

La vida hay que cultivarla, desarrollarla y transitarla.

Abrir espacios cuando el sistema los cierra.

 

La globalización del mundo en un mercado manipulado por grupos oligopólicos y conglomerados poderosos asociados con los estados más ricos e influyentes, con sus instituciones internacionales de crédito y comercio que destruyen y someten a los países más pobres del Sur modela los cuerpos y los transforma en mercados de sus negocios.

Las Corporaciones colocan sus productos en nuestros cuerpos a través de su medicalización, del cambio de sus sentidos.

El sentido corporal (existencial) se obtiene incorporando objetos, cosas, procedimientos, diversas herramientas tecnológicas y farmacéuticas para procurar salud, bienestar y normalidad.

Las Corporaciones cambian su proceder y ejercicio de poder desde su inicio químico al actual control y dominio biológico e informático.

Desde la década del 80 con la revolución de la biología molecular y la informática las empresas transnacionales avanzan en el control, dominio y mercantilización del código genético humano.

Grupos privados tratan de patentar diversas piezas y partes del mismo. La genética será un próximo mercado y sus enlaces y mensajes commodities.

(Valores cotizables en bolsa).

 

La belleza, la juventud, la mortalidad son valores culturales que las Corporaciones tratan de ofrecer.

Diversos métodos y procedimientos creados para modificar esos parámetros son construidos por grandes empresas biotecnológicas.

Cada cuerpo urbano consume varios fármacos para adaptarse a su medio.

Antiinflamatorios, analgésicos, psicofármacos, moduladores corporales bioquímicos.

 

Para soportar la vida urbana los cuerpos deben consumir píldoras e incorporar procedimientos y así, medicalizarse.

Adaptarse al malestar cultural: anestesiarse, simplificar la complejidad corporal.

Están encarcelados, atrapados por la tecnología y sus aparatos y objetos.

 

Erich Fromm plantea que…"La neurosis cotidiana depende del conflicto entre la libertad e independencia personal y los factores sociales que la frustran y provocan pasiones destructivas reprimidas"

 

 El modelo social del Norte nos globaliza. Incorpora y manipula, nos modela desde nuestros cuerpos y sus relaciones humanas.

Somos y actuamos como ratones sin escape que giran la rueda sin fin de una vida pactada y condicionada. Regulada y domesticada.

 

Somos criaturas modeladas. Vivimos pasivos, dóciles y sumisos, aceptando las reglas de este juego que otros crean y disponen.

 

Los cuerpos sometidos caen en las trampas del consumo eterno que el sistema propone. Para ser debemos consumirnos. Anestesiar los afectos y acallar las pasiones, dirigirlas hacia los objetos, cosas y fetiches tecnoindustriales.

 

El modelo económico social nos monocultiva en su apretado discurso y sus invasoras prácticas cotidianas. Empobrece nuestras posibilidades y las limita. Somos sus objetos de consumo y debemos perpetuar su mandato. Nuestros cuerpos son sus mercados donde obtiene ganancias y beneficios.

Al ser consumidos posibilitamos su negocio y existencia.

 

El sistema nos domina, controla y coloniza con su modelado constante.

Vivimos con una deuda eterna al mismo. Para transcurrir esta vida debemos consumirnos y existir pasivamente. La rebelión se neutraliza con la industria del entretenimiento que trata de reemplazar a la cultura, la creación popular, la potencialidad crítica.

 

El sentido de nuestros cuerpos es el modelo del sistema de empresas poderosas, sus instituciones mediadoras y el mercado de valores de cambio.

 

Nuestros genes son y serán patentados y apropiados por grupos privados que los manipularán y comercializarán.

Cotizarán en bolsa como los alimentos, al transformarse en commodities.

Un nuevo mercado está iniciandose desde la creación de herramientas de biología molecular y de los procedimientos informáticos que ordenan y facilitan  los descubrimientos.

Las Corporaciones poseerán nuevas herramientas para medicalizarnos, el cosmos genético en sus manos y los próximos experimentos con nuestra biología privatizada.

 

Estaremos y viviremos de manera transgénica.

Con vectores biológicos nuevos incorporados a nuestra herencia genética.

Un modelo cyborg podrá devenir la nueva civilización.

El cyborg: "un organismo cibernético, un híbrido entre máquina y organismo, una criatura que pertenece tanto a la realidad social cuanto a la ficción"

 

Grupos dominantes y ricos adquirirán nuevas posibilidades corporales en pos de mayor belleza y eternidad.

Las Corporaciones experimentarán con los pueblos pobres, hambrientos y subhumanos sus nuevas modalidades tecnológicas que luego venderán a los grupos más ricos.

 

El discurso médico y sus instituciones mediadoras facilitarán esta nueva modalidad de explotación global con la propagación y publicidad indirecta de los productos corporativos.

Los medios de información dominarán a los clientes y consumidores con nuevas quimeras biológicas.

Los sectores ricos de la humanidad contarán con nuevos productos, podrán devenir transgénicos como los granos de maíz y soja.

La civilización occidental y cristiana seguirá globalizándose, homogeneizándose en un mercado único motorizado por la ganancia y utilidad para pocos actores.

Los cuerpos serán mezclas de experimentos tecnobiológicos y naturaleza histórica.

Colonias de consumidores pasivos y adictos al discurso corporativo y dominante de la tecnología en manos de grupos privados.

Un mundo feliz manipulado y domesticado por el modelo hegemónico capitalista avanzado, guerrero y criminal.

 

"Mientras estemos vivos

No les será tan fácil

Hacer negocio

Con nuestra carne (nuestros cuerpos)"

 

Diego Skliar: "28 días"

 

Material recomendado

Donna J. Haraway: Manifiesto cyborg

Roberto Esposito: sus textos: Comunitas e Immunitas.

Alessandro Pandolfi: Naturaleza humana.

 

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