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El ministro hipocrita de salud

Aun aceptando la buena disposición de algún periodista acostumbrado a la perspectiva "económica" del tema, llama la atención la (por lo menos) desidia para preguntar a alguien más que al conocido gerente del Banco Mundial que conduce (al desastre) los destinos de la salud en Argentina, y que es a la vez de Ministro, estrella refulgente (y primer candidato) de la lista de legisladores del ex secretario de cultura del tristemente célebre Carlos Grosso, expulsado de funciones por una multitudinaria marcha el día que el feliz de Rodríguez Saá lo nombró-no-por-su-prontuario (pero que la gente lo rajó precisamente por eso). La noticia sobre lo que hace Brasil -que comenzó con el neoloberal de FH Cardozo y sigue con el circaneoliberal Lula, y que sostuvo el primero, el segundo y ahora el tercer ministro de salud de Lula, cada uno son un sesgo más alejado de las políticas populares, pero que han comprendido que con algunas cosas no se debería joder, muy distinto a lo que pasa por estas latitudes- está completada con la "opinión" de GGG en el marco de lo que el periodista anuncia con un prometedor "Qué pasa en Argentina con esa droga" en el copete de su nota. Si embargo, como digo, lo que hace este periodista es preguntarle a quien "dice lo que piensa y hace lo que dice" es justamente a él "que pasa". Y GGG dice que 'el caso brasileño es distinto del argentino, pues la Argentina no reconoció patente en el asunto'.  Y cita: “En el país hay tres o cuatro laboratorios que producen el antirretroviral, por lo que hay competencia de precios, a diferencia de Brasil, donde dependen casi exclusivamente de Merck, que impone su valor”. Y luego prosigue “La Argentina y Brasil son los mayores compradores mundiales de antirretrovirales y es en donde se han de implementar, como lo hacemos nosotros, políticas muy fuertes contra los monopolios de las patentes.” Muy intersante: en primer lugar, Argentina "no reconoció patente" es una fórmula un poco arbitraria: lo que ocurre es que hay cinco (no tres o cuatro) laboratorios que lo venden. Pero contrariamente a lo que dice (y eso que piensa lo que dice? O hace lo que piensa? O será que piensa lo que dice para hacerle decir cosas que no son? Será como el Indek?) lo que hay no es lo que podría definirse como "competencia de precios". Las cinco presentaciones de 90 comprimidos cuestan cada una (cada caja) más de $1000 (entre $1050 y $1300) lo que puede presuponer una "competencia" pero más parece sugerir acuerdos de lobby entre ellos, claro. Pero si esto podría tener alguna importancia secundaria (alguien puede ponderar que hay una diferencia que se acerca a un 25% o 30%) pierde todo sentido cuando se dice que la cuestión es que Brasil paga US$ 1.59 por comprimido -y reclama acercarse al precio que paga por ejemplo Tahilandia (US$ 0.65 por comprimido)- mientras aquí oscila entre $ 11,5 a $ 15 por comprimido (entre US$ 4 y US$ 5). Se me dirá que es el precio de "mercado" pero es precisamente de lo que estamos hablando: de ningún modo la compra "centralizada" hace que se pague un 90% menos. GGG le hace decir a la situación (y el periodista lo permite) algo que ella no dice: que Argentina está (casi) por delante de Brasil en este asunto, ya que  “La Argentina y Brasil son los mayores compradores mundiales de antirretrovirales y es en donde se han de implementar, como lo hacemos nosotros, políticas muy fuertes contra los monopolios de las patentes.” (GGG dixit). Lo que sería "política muy fuerte sería establecer una patente obligatoria (es decir: hacer que el laboratorio otorgue patente para producir por el Estado) y sumarse a esta lucha. Y estamos hablando de capitalismo puro: usar los permisos que otorga el organismo internacional más representativo del capital (la OMC) para hacer lo que el Estado (un estado capitalista) está obligado a hacer por su población (y que está reconocido por el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales desde 1976). Estamos tratando de establecer que el no cumplimiento de esta obligación debería ser reclamable ante los tribunales (nacionales e internacionales) como ya ocurrió con la vacuna contra el mal de los rastrojos, y que una vez que se obligó al Estado a hacerlo, GGG se arrogó el mérito (como si alguien es demandado durante años por estafas cuando es obligado a pagar se saca fotos mostrando lo bueno que resultó ser). Es intersante ver lo que Merk (el mismo laboratorio del Vioxx -que mató a decenas miles e infartó a cientos de miles de personas en EEUU- y de la vacuna contra el Rotavirus -que no protege de la muerte por diarreas pero sí induce invaginación intestinal y que nos quieren imponer en vez de cloacas, agua potable y viviendas para la GENTE) dice sobre Brasil. “Como decimosegunda economía del mundo, Brasil tiene una mayor capacidad de pagar por remedios antisida que países que son más pobres o más impactados por esa enfermedad”.Y es interesante por dos razones: 1) es un argumento del Banco Mundial (misma lógica que la de GGG), y 2) es dicho sobre el país más desigual del mundo; que aun así esto lo reconoce y así actúa. Así paró (el país más desigual del mundo) el crecimiento de la epidemia de VIH. Así sostiene un país que va camino a competir con Brasil en desigualdad, el mayor aumento de la epidemia en América Latina. "Tiene mayor capacidad" y por eso invierte en producir medicamentos por parte del Estado. Mientras tanto Argentina prometió hace casi dos años (agosto de 2005) un acuerdo (que firmó entre caipirinha y otros licores) que solo cumplió el papel de salir en la prensa para promocionarse (ver http://www.fmed.uba.ar/depto/ddhh/multisectorial/acuerdo.pdf.) que no condujo a nada. Que GGG sea impune en lo que dice ya es, hace tiempo, un problema nuestro. Que encima base su campaña en eso de "dice lo que piensa y hace lo que dice" y pueda decir lo que dijo ante un medio de prensa.....
Un saludo
Gonzalo

Sociedad(8)|Sábado, 05 de Mayo de 2007

Inédita suspensión en Brasil de la patente de un remedio antisida

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