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Medicina Crítica

este 17 de marzo pararon los docentes y ATE/ salud menos los estimados colegas

¿ Por que los medicos no somos solidarios con los que sufren?

 

Por que no pararmos como los otros trabajadores?

Cuando vamos a darnos cuenta que somos simples trabajadores de la salud del pueblo?

 

Este 17 de marzo los docentes y parte de la estructura de los hospitales de la Ciudad de Bs. As. pararon y marcharon frente al gobernador Macri y sus complices y nosotros no fuimos.

 

La AMM no nos representa ( con esta conduccion corrupta y pseudoprogresista).

No le interesa la realidad de los desguasados hospitales y de la FALTA de APS: Atencion Primaria de la salud popular.

 

EL pueblo puede cuidar su cuerpo y ejercer la salud con simples medidas de economia y educacion.

 

La IGnorancia es PODER!!!!

 

Los poderosos necesitan un pueblo tonto acostumbrado a dejarse culear o violar con su conciencia anestesiada por los medios de manipulacion( el 4 PODER)

 

Los medicos y profesionales de la salud somos TRABAJADORES que corremos tras el mango y nos bancamos tanta miseria sin quejarnos.

Tres trabajos para mantener a la familia. Servilismo, corrupcion como modalidad de nuestra normailidad.

 

 

NO Cambiar las COSAS no es NORMAL, es Enfermedad.

 

Estimados colegas pasivos y obedientes:

¿ Vamos a seguir entregando nuestros cuerpos y cerebros a los poderosos para que nos usen como herramienta de su ganancia y riqueza?

 

Ser medico es ser pasivo y mediocre?

Es ser cagon y pusilanime? es ser IGNORANTE de lo que sufrimos y padece nuestro pueblo?

 

 

Algunos nos rebelamos.

Y no somos pocos.

 

La SOLIDARIA InterHospitalaria de los Trabajadores e la SALUD de TODOS

 

Porque acostumbrarse a la normalidad de la injusticia y desigualdad es parte de nuestra ENFERMEDAD social.

 

 

El poder médico en los hospitales públicos

El poder médico en los hospitales públicos: aspectos de su historia clínica
 
El modelo de  hospital público  es un sistema de atención, control corporal europeo del siglo 18 trasladado a nuestra metrópolis por los grupos de poder gobernantes.
Un lugar de colocación y experimentación con los pobres y excluidos de la riqueza. Un espacio donde el poder médico desarrolla su práctica de dominación, vigilancia y control sobre los Otros, los anormales y diferentes, los que necesitan atención y normalización de sus acontecimientos corporales (quejas, molestias, padecimientos y enfermedades).
Inicialmente un grupo de clase alta domina la medicina. Gente de bien, ilustrada y culta imparte normas y procedimientos sobre la población.
 
Hospitales escuelas, profesores universitarios con salas de clínica y cirugía desarrollan una jerarquía de saber y poder en los hospitales públicos y en su práctica privada.
 
Una elite domina el campo de la medicina.
Con la Educación pública y gratuita las clases medias ascienden en la escala social. Hijos universitarios de inmigrantes europeos, mestizos que irrumpen en la sociedad y pelean su lugar en la jerarquía de la Corporación médica.
Los diferentes gobiernos con sus fragmentadas experiencias de salud pública desde el peronismo a las dictaduras militares y los cortos e inconclusos gobiernos civiles modelaron las funciones de los hospitales.
 
La metrópolis con su carencia de planificación y la improvisación de cada desgobierno civil y militar. La entrada en la globalización y la irrupción de los fondos de inversión en la salud privada. La crisis de la medicina de los sindicatos, la corrupción en la atención a los jubilados con el PAMI con los negocios de empresas vinculadas al gobierno de turno con ex funcionarios y testaferros, sindicalistas, políticos y empresarios prebendarios y parásitos del estado y amigos de sus gobernantes de turno.
 
Las direcciones de los hospitales como puestos políticos de los gobiernos de turno.
Los diversos servicios con organizaciones jerárquicas y cierta autonomía vinculados a las Corporaciones farmacéuticas y a la colocación de sus productos a través de su asociación con las jefaturas. Los protocolos de experimentación de productos en la masa hospitalaria con los beneficios financieros y económicos para cada grupo médico participante.
 
Diversos "quioscos" de negocios privados con la salud pública.
Disimulados con Fundaciones donde ingresa y reparte el dinero y los beneficios entre pocos participantes financiadas y mantenidas por las Corporaciones Farmacéuticas.
 
Las Asociaciones como empresas privadas
 
El surgimiento de asociaciones de profesionales y de médicos que  acumulan poder político y colocan sus miembros en cargos importantes en la organización de la salud pública: como funcionarios y directivos.
Compartiendo el poder con los gobiernos de turno. Funcionando como empresas privadas con fachada solidaria, deviniendo grupos de poder. Con relaciones políticas con los gobiernos de turno. Y una progresiva acumulación de poder en el negocio de la educación continua, en la matriculación, en el seguro profesional y en el control de la mayoría de las direcciones hospitalarias. Con el desarrollo de una red de control, vigilancia y dominio en cada hospital. Bajo una fachada democrática legitimados con elecciones fraudulentas, bajo listas únicas e impugnaciones de las posibilidades de oposición.
Una camarilla con el gobierno central de la organización y con sistemas de manipulación periféricos bajo las filiales de cada hospital con aliados y sectores afines.
 
Grupos dirigentes médicos cada vez más poderosos y con dispositivos que perpetúan y amplifican sus beneficios al controlar y casi dominar cada hospital.
Redes de beneficios, premiso y castigos, un sistema de clientelismo facilitador. Trabajando la ignorancia, la indiferencia, la apatía y el miedo de las mayorías de profesionales pasivas y cómodas, cómplices indirectas de sus negocios privados en los ámbitos públicos.
 
"Grupos de tareas" en cada hospital que planifican y reparten  cargos y puestos remunerados entre sus premiados y leales.
Aislamiento y ostracismo para las minorías opositoras y disidentes.
 Colocación y manipulación de directivos y jefes de pirámides jerárquicas afines a sus planes.
Acumulación de dinero de los socios en propio beneficio, en gastos disimulados en asambleas manipuladas y complacientes, con balances ficticios para dar una fachada de legalidad y seriedad.
Un poder médico empresarial similar a los sindicatos burocratizados y con jefes perpetuados en ellos mantenidos por la red de clientelismo y prácticas antidemocráticas
Toleradas por los gobiernos de turno que negocian con ellos.
 
Grupos de médicos que reparten beneficios entre unos pocos y que utilizan a sus bases pasivas, ignorantes, indiferentes y miedosas para acrecentar su poder y perpetuarlo.
 
Los hospitales funcionan como espacios manipulados por estos grupos con la complicidad y tolerancia de los diferentes jefes y superiores de cada servicio.
 
Una red jerárquica poderosa crece y mejora su organización homogeneizando su sistema. Las filiales de cada hospital arman grupos que amplifican el poder central.
Reparten sus influencias con los sindicatos municipales y con los encargados del gobierno de turno.
 
Las mayorías médicas quedan atrapadas y sometidas a sus disposiciones con pocas posibilidades de cambio real.
 
El poder médico tiene una base individualista, no solidaria, acostumbrada a los manejos antidemocráticos, a los repartos de influencias  y beneficios, al enriquecimiento de pocos y a la manipulación de las mayorías en  exclusivo provecho.
 
Sus organizaciones reproducen y perpetúan esta modalidad de autoritarismo e injusticia, opuesta a su discurso liberal y caritativo.
 
 

Medicina Critica

Medicina Crítica en tiempos de domesticación, dominio y control político de los cuerpos (por el Capital)
 
¿Qué es la Medicina crítica?
Es aquella que cuestiona las certezas, las verdades y las evidencias que rigen en un momento histórico del desarrollo vinculado con la época y con sus condiciones de producción, circulación, intercambio y consumo de objetos, productos y valores económico sociales.
 
La que descubre las relaciones políticas que construyen las ideas y las herramientas de uso y de circulación.
 
La que explica cómo los cuerpos están preparados para ser y funcionar en este mundo, desde sus relaciones político sociales, más allá del discurso que engaña y oculta, que vende otro mundo irreal y ficticio.
 
La que no se conforma con ser un texto del conquistador, una trama compleja para dominar a los seres entrenándolos y entregándolos al modelo económico vigente de injusticia y desigualdad criminal. 
 
ES una medicina que no cree en las verdades como pedazos de trascendencia. En revelaciones de Dios.
 
Sea este la ciencia y su tecnología.
Los críticos somos inmanentes. No necesitamos de dioses ni nos creemos tales.
 
Somos poetas de la vida y de nuestra medicina.
Vamos a contracorriente de las masas anestesiadas, angustiadas y dominadas por este modelo de sociedad y vida global, tecnológica, consumista y antiecológica, destructora de vidas y de naturaleza.
 
NO conquistamos puestos en las instituciones médicas asociadas a las Corporaciones Industriales tecnológicas que dominan la Medicina: mercado de los cuerpos y de su salud, juventud y belleza.
 
NO dictamos textos para amansar a las masas pasivas y perpetuar este modelo asesino.
 
Nos plantamos enfrente a la maquinaria acelerada y apurada que nos consume y transforma en chatarra al deshumanizarnos cotidianamente.
 
La medicina del primer mundo vende sus productos, es una pieza más de una compleja maquinaria de producción, circulación y consumo de cosas, objetos y valores, de utilidades, ganancias y beneficios manejado por grandes Corporaciones y sus aparatos estatales asociados, sus gobernantes afines y leales, sus instituciones de dominio, control y domesticación de seres.
 
Sus textos son chatarra a pesar de su brillo y belleza convincente, de sus números e imágenes que condicionan los sentidos y preparan a los seres para perpetuar el modelo.
Nosotros cuestionamos permanentemente lo oficial, lo dicho por los sabios y sus instituciones de saber/ poder.
NO nos tragamos los sapos sin resistir este acto.
 
Tratamos de construir espacios corporales (de relaciones humanas) de resistencia al poder.
Pues el discurso que circula es el de El, el que nos domina y controla. El que incorporamos desde que nacemos hasta que morimos como natural y normal.
 
La construcción de la sociedad está en su discurso, en su textura (texto o discurso). La sociedad pretexta nuestro saber que siempre está contextuado por ella.
 
Los números e imágenes que inundan las palabras médicas son eslabones de la maquinaria económico política en manos del Capital imperial o globalizador, del conquistador o colonizador del Mundo, Amo del Universo.
 
Los críticos no somos universales, intentamos "multiversarnos", abrirnos a todos los textos y mundos, mestizarnos. Incorporar lo originario, lo aborigen, lo indio que trabaja con otros mundos y tiempos sin dinero.
 
La medicina hegemónica se repite constantemente, es una modalidad econométrica, dedicada a la empresa de la salud- mercancía.
 
Nosotros diferenciamos nuestros lenguajes y actos, multiplicamos su potencia, "poetizamos- poemizamos" nuestra propia vida.
Tratamos de ser, ejercer la Ética.
Nuestra estética del vivir.
 
Con amor, solidaridad, cuidados, creatividad, pacíficamente y libertad.
Tarea bastante difícil y en soledad. Somos seres de diversas tribus y estamos dispersos por el Mundo.
 
Trabajamos la potencia de nuestros cuerpos sociales.
Las posibilidades de vivir creativamente.
De activar y abrir los sentidos, de atravesarnos con otras lógicas, diversidades y mestizajes: de multiversarnos.
 
Resistir el Poder entrenando la comunidad de afectos, de amores y solidaridades. De cuidados y consejos. De guías y acompañamientos.
Estamos al lado. Caminamos y vagabundeamos de manera horizontal e inmanente.
 
Nuestra potencia es reflexión y praxis de los colectivos que dan raíces y nos permiten volar todos los muros poderosos.
 
Somos clínicos críticos respetamos los conocimientos de los de abajo, de los originarios, de los excluidos y maltratados.
 
Nos ponemos en el lugar del Otro para conocernos.
Atraemos y danzamos desde la ecología. Somos naturaleza, tierra y espacio, mar y cielos.
 
Resistimos la lógica conquistadora del Poder hegemónico, del capitalismo triunfal y globalizador, de las Corporaciones e instituciones de saqueo, lucro, ganancia y beneficios privados.
 
Agrietamos el discurso o texto colonizador del Norte: occidental, judeocristiano, blanco y racista que nos aplican los instrumentos, aparatos y maquinarias tecnológicas con que nos tatúan los sentidos  y anestesian nuestra humanidad que es siempre comunitaria- histórica y colectiva.
 
Poesía (latín: poesis poieo: crear- producir -) es comunidad: comunicación y aprendizaje.
El arte de componer o escribir versos (bailar).
De realizar la belleza, embellecer. 
Género de producciones del entendimiento humano, que expresa lo  bello mediante el lenguaje y cada una de las diferentes  variedades:
 Lírica: canta ideas y sentimientos sobre la Naturaleza y la Humanidad,
Dramática: destinada a ser representada y ejecutada (tragedia, drama, comedia, diálogo),
Épica: (testigo) testimonia hechos reales o imaginarios,
Bucólica (la vida pastoril- comida, alimento),
 
 
Cualidades del género de producción del entendimiento:
Fuerza de invención,
Arrebato fogoso: afecto, emoción-Pasión,
Originalidad y osadía sorprendente,
Sensibilidad exquisita,
Gracia o elevación,
Riqueza y novedad de expresión,
Encanto indefinible.
 
Encanto que halaga y suspende el ánimo con deleite puro y suave.
 
Arte de la belleza por intermedio del lenguaje: signos y síntomas.
Que modifican el ánimo: alma, espíritu de la actividad humana.
Valor, esfuerzo, energía., intención, voluntad.
 
La clínica (kliné: lecho) es la enseñanza práctica de la Medicina: el gobierno de los cuerpos: de sus propiedades, posibilidades y condiciones de salud y enfermedad.
 
Compromiso, acción reflexiva, deconstrucción, diálogo.
 
Guía, consejo, cuidado, protección, construcción vital compartida, Modalidad de cambio corporal: de la caída al proyecto.
Potencia: amor- alegría- vida hacia el Otro: esperanza: Utopía. ( justicia y libertad)
Gestar proyectos- parir sueños y caminos: mayéutica.
 
Atraer- atrever- atravesar nos
 
 
El modelo nos modela
 
El Mundo Universo  la Naturaleza no tiene lógica" humana" (estructura o sistema)
La lógica humana es el texto o discurso que la sociedad crea para tener identidad y pertenencia.
Para legitimar sus condiciones de producción, circulación y relaciones de intercambio y producción de cultura.
La vida tiene un orden y desorden de multiplicidades, diversidades, intensidades.
El orden de las sociedades está enlazado o atrapado por las prácticas discursivas que legitiman las condiciones de vida, las organizan y jerarquizan.
El orden social económico político necesita de una lógica dominante hegemónica que perpetúe las desigualdades e injusticias.
El contexto es la estructura económico política cultural.
El texto es su vestimenta discursiva, la cultura que domina, controla y que debe ser obedecida para producir su propia normalidad.
La realidad es contextual. La ficción es textual.
Ambas vinculadas como  pretextos.
El pretexto es la historia de la relación entre contexto y texto o discurso (cultura).
 
Hay un plegamiento mutuo de estas tres partes del todo que compone la humanidad, las sociedades y su organización.
 
"Basta de sufrir"
 
El sufrimiento de la queja: del dolor al amor.
El sufrimiento es cultural. Son las relaciones sociales las que dan sentido a los cuerpos, las condiciones de vida que dan sentido y expresión: los síntomas y quejas. Las lenguas del cuerpo.
El modelo médico dominante es una trampa (atrapa bobos- ignorantes y pasivos: seres condicionados por el contexto social.
 
Los seres asustados individuados separados pero amontonados viven anestesiados. Aturdidos. Penetrados por la sociedad industrial del acelerado consumo eterno.
El modelo coloniza la sensibilidad, los sentidos y prepara seres que viven para adentro, encerrados en sus propios cuerpos (cual guetos) con miedo al afuera peligroso y oscuro

 

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Apuntes criticos medicos de Ernesto Guidos

En el ojo del capital: ¿Debe de ser médico el gerente de un hospital?
 
En 1970 la revista Fortune alertaba a la nación: "Gran parte de la asistencia médica en USA, particularmente el tratamiento y prevención de enfermedades rutinarias es de baja calidad y se ofrece de manera ineficiente financieramente". Ese año, un editorial de Fortune declaraba: "Ha llegado el tiempo para un cambio radical... La gestión de la asistencia sanitaria es demasiado importante para dejársela a los médicos, que después de todo, no son gestores."

Este fue el comienzo de la revolucíon que Paul Starr describió en su libro ganador del premio Pullitzer de 1982 La Transformación Social de la Medicina Americana. En su capítulo final "La llegada de la corporación", Starr expresaba su preocupación sobre "aquellos que hablan de la planificación de los sistemas sanitarios en los años 70 que ahora hablan del marketing de los servicios de salud. En todas partes uno ve el crecimiento de una mentalidad de marketing en los servicios sanitarios. Y, en realidad, los graduados de las escuelas de negocios están desplazando a los graduados en salud pública, gerentes de hospitales e incluso a los médicos entre las posiciones más influyentes de las organizaciones sanitarias."

"La cultura organizativa de la medicina solía estar dominada por los ideales de profesionalidad y voluntarismo lo cual suavizaba la actividad de adquisición subyacente", escribió Starr. "Los límites puestos por esos ideales ahora son más débiles. El "centro sanitario" de una era es el "centro de beneficios" de la siguiente."

En este nuevo mundo hostil de los años 80, los ejecutivos corporativos podrían convertirse en los actores más ricos y máss poderosos de la nueva cultura. Los gerentes de hospitales podrían amasar salarios que harían que los neurocirujanos parecieran albañiles. En sanidad, como en otras industrias, los gerentes, no los médicos, toman las decisiones y sus objetivos, sugería Starr, podrían no ser "mejor salud" sino "el retorno de la inversión".

A principios del siglo XX, muchos hospitales fueron dirigidos por médicos. Hoy, la mayoría son, como predijo Starr, dirigidos por MBAs y otros hombres de negocios. Algunos gerentes han estudiado gestión hospitalaria. Otros cuantos hacen un buen trabajo. Solo los mejores trabajan bien con los médicos en sus hospitales.

Pero hoy en día es demasiad fácil encontrarse con alguien que sabe muy poco de medicina, y le importa menos, a cargo de un hospital.

...

En un artículo titulado "El médico y el gerente" publicado en Vascular and Endovascular Surgery a principios de este año, Robert E. Falcone, MD y Bhagwan Satiani, MD, MBA, van un paso más allá, sugiriendo que, quizá, la gestión de los servicios sanitarios es tan importante que debería dejarse a los médicos. O al menos, los médicos deberían participar en ella.

"En tanto el péndulo vuelve de nuevo desde el simple lider al lider clínico hay una oportunidad fuerte y apropiada para los médicos de reinsertarse ellos mismos en un papel de liderazgo." escribe Falcone y Satiani, ambos provenientes de la facultad de medicina de Ohio. "En realidad, nunca había sido un momento más apropiado que este. En un sistema sanitario que es complejo, con problemas, y desafiante, el médico gerente ofrece un conjunto único de habilidades al negocio de la medicina. El médico lider con éxito, sin embargo, debe entender el negocio de la medicina así como entiende, o mejor, la práctica de la medicina. Formar, desarrollar y equipar a nuestros futuros médicos líderes con las habilidades necesariaas será uno de los muchos desafíos de la medicina al adentrarse en el siglo XXI.

Resistir el poder trabajando nuestra Potencia

"La lengua del poder, cuanto mas articulada màs brutal, no ha dejado de negar y castigar a quienes aùn con gritos y balbuceos persisten en ver el mundo y nombrarlo con la profundidad de la inocencia"

                                                                                                                                                          Vicente Zito Lema

 

Medicina Crítica

Medicina Crítica en tiempos de domesticación, dominio y control político de los cuerpos (por el Capital)

 

¿Qué es la Medicina crítica?

Es aquella que cuestiona las certezas, las verdades y las evidencias que rigen en un momento histórico del desarrollo vinculado con la época y con sus condiciones de producción, circulación, intercambio y consumo de objetos, productos y valores económico sociales.

 

La que descubre las relaciones políticas que construyen las ideas y las herramientas de uso y de circulación.

 

La que explica cómo los cuerpos están preparados para ser y funcionar en este mundo, desde sus relaciones político sociales, más allá del discurso que engaña y oculta, que vende otro mundo irreal y ficticio.

 

La que no se conforma con ser un texto del conquistador, una trama compleja para dominar a los seres entrenándolos y entregándolos al modelo económico vigente de injusticia y desigualdad criminal.  

 

ES una medicina que no cree en las verdades como pedazos de trascendencia. En revelaciones de Dios.

 

Sea este la ciencia y su tecnología.

Los críticos somos inmanentes. No necesitamos de dioses ni nos creemos tales.

 

Somos poetas de la vida y de nuestra medicina.

Vamos a contracorriente de las masas anestesiadas, angustiadas y dominadas por este modelo de sociedad y vida global, tecnológica, consumista y antiecológica, destructora de vidas y de naturaleza.

 

NO conquistamos puestos en las instituciones médicas asociadas a las Corporaciones Industriales tecnológicas que dominan la Medicina: mercado de los cuerpos y de su salud, juventud y belleza.

 

NO dictamos textos para amansar a las masas pasivas y perpetuar este modelo asesino.

 

Nos plantamos enfrente a la maquinaria acelerada y apurada que nos consume y transforma en chatarra al deshumanizarnos cotidianamente.

 

La medicina del primer mundo vende sus productos, es una pieza más de una compleja maquinaria de producción, circulación y consumo de cosas, objetos y valores, de utilidades, ganancias y beneficios manejado por grandes Corporaciones y sus aparatos estatales asociados, sus gobernantes afines y leales, sus instituciones de dominio, control y domesticación de seres.

 

Sus textos son chatarra a pesar de su brillo y belleza convincente, de sus números e imágenes que condicionan los sentidos y preparan a los seres para perpetuar el modelo.

Nosotros cuestionamos permanentemente lo oficial, lo dicho por los sabios y sus instituciones de saber/ poder.

NO nos tragamos los sapos sin resistir este acto.

 

Tratamos de construir espacios corporales (de relaciones humanas) de resistencia al poder.

Pues el discurso que circula es el de El, el que nos domina y controla. El que incorporamos desde que nacemos hasta que morimos como natural y normal.

 

La construcción de la sociedad está en su discurso, en su textura (texto o discurso). La sociedad pretexta nuestro saber que siempre está contextuado por ella.

 

Los números e imágenes que inundan las palabras médicas son eslabones de la maquinaria económico política en manos del Capital imperial o globalizador, del conquistador o colonizador del Mundo, Amo del Universo.

 

Los críticos no somos universales, intentamos “multiversarnos”, abrirnos a todos los textos y mundos, mestizarnos. Incorporar lo originario, lo aborigen, lo indio que trabaja con otros mundos y tiempos sin dinero.

 

La medicina hegemónica se repite constantemente, es una modalidad econométrica, dedicada a la empresa de la salud- mercancía.

 

Nosotros diferenciamos nuestros lenguajes y actos, multiplicamos su potencia, “poetizamos- poemizamos” nuestra propia vida.

Tratamos de ser, ejercer la Ética.

Nuestra estética del vivir.

 

Con amor, solidaridad, cuidados, creatividad, pacíficamente y libertad.

Tarea bastante difícil y en soledad. Somos seres de diversas tribus y estamos dispersos por el Mundo.

 

 

 

 

 

Medicina por Guidos

En los hospitales nacionales vemos a Especialistas que ven lo que debería ver el medico General, el M. General  ve lo que debería ver el pediatra y hace lo que deberían hacer los administrativos, médicos que hacen un poco de todo en función de donde hagan falta, políticas sanitarias sordas a los médicos sabios, y médicos sabios dueños de plaza metidos a burócratas , cada vez más burócratas y menos sabios… y sin embargo se mueve. Sin embargo funciona: la población lo percibe así y los políticos lo venden así.
    Esto puede llevar a tres posibles conclusiones:
-    Al modo de Leibniz y tomar esta como "la mejor de las situaciones posibles" en cuanto a sistemas sanitarios.
-    Al modo BRES y tomar esto como una conspiración del sistema en el que todo se hace mal a posta desde las altas gerencias para lograr distintos fines: votos, privatizar servicios, etc…
-    Al modo cartesiano y negar la mayor, dudar de la utilidad de la medicina, no ya como instrumento para disminuir morbi-mortalidad, sino incluso como medio para mejorar la vida de la población: " el sistema no debería funcionar pero funciona, ergo nada funciona, todo es mentira", es también una conspiración, pero del subconsciente colectivo que nos mueve a creer en la medicina articulada en servicios sanitarios

De decantarme por alguna… me quedo con la última

El cuerpo segun E. Guidos

Hoy lo que tenemos en común no es el lazo social ni el lazo político ni el religioso, sino nuestro cuerpo, nuestra biología.
Hemos transformado el cuerpo humano en un nuevo dios: el cuerpo como última esperanza de definir el bien común. A mí me parece que esto es el prototipo de las falsas creencias", afirma el reconocido psicoanalista francés Eric Laurent.
Laurent, nacido en París en 1945 y uno de los más destacados discípulos de Jacques Lacan, critica el espíritu cientificista y mecanicista de esta época. "Ahora que no está más la garantía de Dios hay una garantía en el cuerpo. Este es, supuestamente, el fundamento de una ciencia de la felicidad. Gracias a las nuevas tecnologías, los neurólogos nos ofrecen imágenes en las que podemos ver el centro de la felicidad. Eso es muy fascinante. Sin embargo, las respuestas rápidas que ofrecen las neurociencias a los conflictos psíquicos son falsas", dijo Laurent, máximo responsable de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, durante una entrevista con LA NACION en su última visita a Buenos Aires.
"En nuestra sociedad existe la idea de que todo puede ser reducido al mundo técnico. Es un protocolo maquinista", sostuvo. Autor de numerosos libros (12 de los cuales han sido publicados en español), Laurent es profesor de posgrado en el Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París VIII, prestigiosa institución donde dictaron clases intelectuales como Michel Foucault, Gilles Deleuze, Alain Badiou y Lacan.
Amable y efusivo, Laurent opina que un ejemplo del espíritu mecanicista de la época se puede ver en la actuación de Estados Unidos en Irak: "Intentó constituir un Estado democrático, en un laboratorio. Pasó del modelo de laboratorio al país sin pensar en la gente. Esta concepción técnica del mundo no deja de producir catástrofes".
-Usted describe la civilización actual como individualismo de masa. Esta sociedad genera, según sus dichos, excesos y exclusión. ¿Qué respuestas tiene el psicoanálisis para los marginados del sistema?
-Los marginados son sujetos que están excluidos de la relación económica. Los cartoneros, por ejemplo, tratan con los restos que quedan del consumo: ellos mismos se encuentran reducidos a eso. Tratan con lo excluido y son excluidos. El objeto fundamental producido por nuestra civilización es la basura. Y estas personas son, de la misma manera, usadas y rechazadas. Lo que decimos frente a estos modos de expulsión es que los excluidos no lo están en el plano de la lengua. Hablan, son seres humanos, son seres parlantes.
-¿Cómo se los puede recuperar?
-Dándoles la palabra. A pesar de que no tienen poder adquisitivo, tienen el poder de encontrar una solución.
-Esta imposibilidad de acceder al consumo genera violencia. ¿Cree que esta sociedad es más violenta que las anteriores?
-No es que haya más violencia, sino más tecnología de la violencia. Se ha construido una sociedad de vigilancia generalizada; entonces, se genera más violencia, para superar esas defensas. Es una cuestión de tecnología. Nos rodea un mundo tecnológico donde la violencia se vuelve más eficaz en su carácter destructivo. Es una eficacia negativa, es pulsión de muerte, la parte maldita...
-Entre las víctimas de esta violencia, los más débiles son los niños. ¿Dónde quedan ubicados en este escenario?
-Los chicos pueden sentirse abandonados a sí mismos y a su propia violencia. Hay algo vinculado a la condición humana en esta violencia. El hombre es un animal violento. Los niños se sienten abandonados a la violencia que tienen en ellos. Antes se los mandaba a la guerra; ahora se los manda a las escuelas, pero esas escuelas tienen problemas de autoridad. Hay que encontrar nuevos modelos que ayuden a la juventud a atravesar la adolescencia. La culpa es nuestra, no de los niños. No hemos sabido inventar los rituales apropiados que puedan ayudar a un joven violento a encontrar salidas que no sean autodestructivas o destructivas para los demás.
-Por ejemplo
-En el siglo XIX, los ingleses, cuando tuvieron que pasar a la educación de masas, inventaron el deporte de masas, el fútbol. En ese sentido, deberíamos inventar el nuevo deporte del siglo XXI, un nuevo ritual que al mismo tiempo fuera una práctica del cuerpo y que permitiera la socialización.
-Uno de los refugios que parecían irreductibles eran las familias. ¿No lo son ya?
-Hoy tenemos familias recompuestas, monoparentales y de personas sueltas. Tenemos también las familias compuestas por parejas del mismo sexo. Son modos de mantener un deseo de familia. No se puede decir que la familia no es más un objeto de deseo: más bien es un objeto de deseo sobre formas múltiples, que no está regulado por la tradición.
-Y en esas familias, ¿qué lugar ocupa esta figura que siempre fue central para el psicoanálisis, el padre?
-Un cambio de esta época es la desautorización de las prohibiciones. Recuerdo el famoso eslogan de fines de los años 60: "prohibido prohibir". Hoy hay una desautorización de la autoridad, del modelo tradicional de la autoridad. La figura del padre fue trastrocada: hoy su función es cargarse de la culpa de prohibir. Esto lo vemos en la extensión de los trastornos de atención, en las adicciones. Lo que parece estar extendiéndose son las patologías de acciones, no las patologías derivadas de la prohibición.
-¿Cuáles son estas patologías de acciones?
-Vemos cada día más gente desaforada en los shoppings, gente que no puede parar de comprar. Si la felicidad es tener tanto como los demás, hay que endeudarse de manera excesiva para tener más, sin pensar, sin tener en cuenta las consecuencias.
-¿El psicoanálisis está en contra del uso de medicamentos para ciertas patologías?
-El psicoanálisis es un discurso que evoluciona. En el siglo XIX era una práctica que se ejercía en una civilización en la cual no existían los fármacos psiquiátricos. Pero ahora todo el mundo toma fármacos. Por enfermedad, por trastornos, de forma preventiva, por las dudas... Toma medicación que sirve de recreo.
-¿A qué le llama "recreo"?
-A la automedicación, la medicación consumida fuera de una indicación médica precisa. Se utilizan, por ejemplo, remedios que supuestamente están hechos para tratar la disfunción de la erección en el hombre y se los utiliza con la fantasía de mejorar las performances sexuales. Estamos en una civilización en la cual el uso de fármacos está muy presente. El psicoanálisis sólo constata que su discurso opera en una civilización que ha cambiado completamente